Es lo que llaman la presión de grupo. Si no estamos atentos a nuestro ser y a nuestras convicciones, lo más fácil es que nos arrastre el entorno. Y como Vicente, vayamos donde va la gente. Eso significa que no tenemos convicciones firmes, que lo nuestro no es ser, sino estar y parecer. Lo que surja, lo que no requiera esfuerzos, lo que no exija sacrificios.
¿Que vemos una gran multitud agitando ramos de olivo y palmas y gritando “Hosanna al hijo de David”, pues nos apuntamos. ¿Porque hemos descubierto al Hijo de Dios que anuncia nuestra salvación? No, no es por eso. Es porque la misma inercia nos empuja a dejarnos arrastrar por la multitud; es porque si se apunta todo el mundo, será porque es lo que toca. En fin, que nos encontramos la mar de bien formando parte del decorado. La verdad es que eso no nos hace mejores ni peores. Y la otra verdad, muy cruda, es que eso es totalmente propio del tipo de sociedad que nos hemos construido. Hay que ir a la moda; y cambiar de moda lo más frecuentemente posible: que si no, ya no es moda. Es lo contrario de tener personalidad, tener convicciones y ser alguien.
Y siendo así, ¿qué tiene de extraño que a los cuatro días estemos en el mismo escenario vociferando como energúmenos: “Crucifícalo, crucifícalo; no le indultes a él, indulta a Barrabás”? Pues no, nada de extraño. Todo dentro de la más absoluta normalidad. Pero en esta otra escena, la cosa es mucho más grave. La verdad es que a los que habían ido a Jerusalén a celebrar la Pascua, les daba lo mismo la suerte que pudiera correr aquel reo que estaban a punto de ajusticiar. Absolutamente lo mismo. ¿Y entonces? Pues entonces respondían como marionetas a la acción de los agitadores. Amorfos como eran, les daba lo mismo que lo azotasen o que lo crucificasen; les importaba bien poco que el azotado y crucificado fuese aquel Jesús del que algunos habían oído hablar vagamente, o que fuese cualquiera de los facinerosos que esperaban ser ajusticiados. Les daba lo mismo.
Cesáreo, ayer por la tarde en un pueblo costero importante del Alto Ampurdán, no tuvimos misa vespertina. Hace días que está sin párroco. No hubo, pues, misa, sino celebración de la palabra. El diácono hizo lo que pudo, pero no es lo mismo. No se le ocurre otra cosa que en el salmo responsorial añadir un doble alelulla. Y que le había cogido gusto a la palabra se le vio por las veces que en tres ocasiones de la celebración distintas repetía idénticas morcillas. Produjo una pena honda.
ResponderEliminarPor eso había que aplicarse más que nunca a escuchar las lecturas, la Pasión de san Mateo. Ha llegado quizá la hora de tomar verdaderamente parte activa en el acompañamiento de Cristo, atentos a su palabra, a su sufrimiento, a su ejemplo. Justo ahora que el templo estaba poco menos que vacío. A mí aquella desbandada de la comunidad me recordaba la desbandada de los apóstolos y los seguidores.
La situación que describe de iglesias sin párroco (sólo con liturgia de la palabra) también es frecuente en diversos pueblos de comarcas del Bajo Ampurdán, el Llano del Estanque, el Geronés, Llano de Urgel, Alto Campo, Cuenca de Barberán ... y algunas más. Incluso me lo he encontrado en verano en Tarrasa, Villanueva y la Geltrú y la Almendra del Vallés.
EliminarTotalmente de acuerdo con el Señor Valderas Gallardo.
EliminarNo entiendo qué les está pasando en GG. Anteayer Mn. Espinar escribe una glosa dominical absurda, casi de chiste, por no decir otra cosa (lo ha denunciado un comentarista claramente), y hoy sale un escrito de Cesáreo en vez del habitual comentario mordaz de Prudentius. ¿Es que les ha entrado MIEDO, O QUÉ?
ResponderEliminarNo olvidemos el 16 de Julio de 1.936 (M.D, del Carme) miles de personas saen en sus embarcaciones a vitorear a la Virgen, la llevan en procesión por las calles de todo pueblo especialmente los marineros y solo dos días mas tarde QUEMAN LAS IGLESIAS asesinan a todo católico que encuentran torturan y matan a los sacerdotes y religiosos, violan y matan a las religiosas que pillan y las imágenes bellas esculturas que hace pocas horas procesionaban ente vítores y llenas de flores por el pueblo son destruidas, quemadas insultadas vilipendiadas..... por el mismo pueblo. Originando la mayor persecución y genocidio de la historia de la Iglesia CATOLICA.
ResponderEliminarHoy hay un comentario en Infovaticana que expresa mucha mayor "tolerancia" en Europa por los símbolos musulmanes que por los cristianos, no olvidemos se están destruyendo calladamente miles de cruces y otros símbolos cristianos ante nuestra PASIVIDAD y con la estupidez de la TOLERANCIA.
"No olvidemos el 16 de Julio de 1.936 (M.D, del Carme) miles de personas saen en sus embarcaciones a vitorear a la Virgen, la llevan en procesión por las calles de todo pueblo especialmente los marineros y solo dos días mas tarde QUEMAN LAS IGLESIAS asesinan a todo católico que encuentran torturan y matan a los sacerdotes y religiosos..."
ResponderEliminarYa fue pronosticado por la supuesta aparición de la Virgen de Ezquioga.
En 1899, León XIII consagró la Humanidad al Sagrado Corazón de Jesús, y en España (en la que está incluida toda Cataluña), hizo lo mismo Alfonso XIII.
Gracias a esta consagración, durante la Guerra Civil, la Bestia Roja triunfó por un poco tiempo en Cataluña, pero luego fue derrotada.
De nuevo vienen nuevos vientos del error del comunismo en su subyacente ideología: odio a lo católico, ateismo, racionalismo, materialismo, ideología de género, aborto, eugenesia, leyes contra la familia y el matrimonio, reproducción asistida...
Pero Dios nunca rompe su Alianza con las dos Consagraciones.
Nosotros, individual, matrimonial, familiar, grupal y parroquialmente (incluso diocesanamente si los obispos fueran valientes), podemos renovar la Consagración de León XIII y Alfonso XIII.
Totalmente de acuerdo con el Sr.Marcos en la primera parte de se comentario.En la segunda tiene razón con lo de la DESTRUCCION DE CRUCES porque saben los ATEOS MASONICOS que se encuentran delante de unos COBARDICAS MIEDOSOS que en general somos los CRISTIANOS.Respetan mucho los símbolos CORANICOS porque estan ACOJO.....*porque saben como las GASTAN aquella GENTE!
ResponderEliminarPerfecta descripción de la realidad actual. No sé si de la realidad de siempre. Ahora nos manejan más fácilmente con la televisión, con la que hacen obligatoria la estupidez, la mentira y la maldad.
ResponderEliminarCuando la masonería provocó la fragmentación del Imperio Español,en muchas naciones hispanoamericanas se prohibió el culto religioso. Hubo pueblos perdidos en las zonas intrincadas del interior, que quedaron totalmente aislados de las urbes. Pasaron muchos años, pero tenían toda la imaginería religiosa de los evangelizadores y seguían procesionando; no tenían otra ayuda. Cuando se restauró el culto, se vio que solo con esa imaginería, habían guardado la fe.
ResponderEliminarTodos los santos vivieron en medio de crisis, si no globales, si personales. S Agustín vivió estos dos tipos de crisis y escribió sus dos grandes obras maestras, “Las confesiones” y “La ciudad de Dios”, para mostrar de que forma un hombre bueno pudo vivir en malos tiempos.
“La ciudad de Dios” fue escrita para demostrar que incluso aunque el mundo entero se hunda, aun cuando Roma cayera en ruinas y la civilización derivase hacía tiempos oscuros, debemos trabajar con esperanza y estar alegres porque somos ciudadanos no de un mundo que se muere, sino de la ciudad viviente de Dios. Esta ciudad tiene unos fundamentos cuyo arquitecto y constructor es Dios, es la ciudad a la que Dios hecho carne ha prometido que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Necesitamos una ética enviada por el cielo, para un mundo influido por el infierno.
Los tiempos de crisis como ahora, no son tiempos crepusculares, con hora para irse a la cama; sino tiempos matutinos, para levantarnos y empuñar las armas. El grito de la batalla ha sonado. Debemos sentir la alegría de combatir en una batalla justa.
Magnifica reflexión. Germinans tiene cada vez más categoria y profundidad.
ResponderEliminar