Falleció Mn. Jaume Berdoy, un eterno "episcopable"

LA MISION DE GERMINANS GERMINABIT, EN MI HUMILDE OPINIÓN (I de II)
En una época como la nuestra, "en la que morimos de certezas al tiempo que mueren las certezas" (Leonardo Sciascia), la verdad no cambia y es exactamente la misma tanto si la expone un gran orador como si lo hace un pobre hablador: el listillo no la enriquece y el tontito no la empobrece.
San Pedro advierte a la Iglesia que ha llegado el momento de que empiece el juicio a partir de la casa de Dios, que empieza por nosotros.
Ha llegado el momento de que la Iglesia, antes que a los hombres, pida perdón a Dios por las muchas infidelidades y traiciones de sus ministros, especialmente de los que ejercen autoridad en el vértice de la jerarquía eclesiástica. Aquí no se discute la institución divina de la Iglesia sino más bien su envoltura, el «curialismo», que corre el peligro de dar mayor importancia al marco que al cuadro y de convertirse en esencia sacramental de la Iglesia. Hay que romper el capullo en el que la existencia de la realidad histórica y de la realidad cristocéntrica permanece prisionera cual crisálida asfixiada.
Reformar la Iglesia del tercer milenio significa cambiar un gobierno burocrático que ya no le cuadra. Según Clemenceau, gobernar es tranquilizar a los buenos ciudadanos, no a los deshonestos: lo contrario equivale a invertir el orden natural.
Con frecuencia los santos acaban siendo víctimas de ciertos hombres de Iglesia cuando profetizan acerca de los evidentes males de los que se manchan los eclesiásticos: Savonarola, Rosmini, don Zeno, el padre Pío, por no mencionar más que a unos cuantos. Si Dios infunde en alguien el carisma de denunciar la relajación, las comodidades, los engaños, los trapicheos, los ocios, los privilegios de los miembros de ciertas castas clericales, el denunciante deberá estar dispuesto a esperar de éstos, revestidos de místico celo para presentarse como defensores de la santidad de la Iglesia, una reacción no menos virulenta. Siempre ocurre lo mismo: el hombre acaba por considerar su propia consagración como una especie de inversión y empieza a negociar con Dios, especulando en su propio beneficio.
Lo que está pasando con Germinans Germinabit es que como a los originales, los espontáneos, los inconformistas, los que se niegan a doblegarse, los que caminan en línea recta y los indomables, capaces de desenmascarar los compromisos sibilinos y los condicionamientos opresores, los oportunismos corruptos y los servilismos empalagosos, sois progresivamente aislados y marginados, más tarde mirados con desconfianza, excluidos y ridiculizados, y finalmente obligados a sufrir increíbles frustraciones por culpa de habladurías y graves insinuaciones urdidas a vuestras espaldas: Ginés, Picazzo, Reixac, etc
La permanencia de estos críticos en la construcción ya es una condena de la práctica que los aniquila en el campo de exterminio del imponderable anonimato, en el interior del abismo del silencio. Muchos severos jueces, rasgándose las vestiduras, señalarán con el dedo acusador, indignados, sorprendidos, ofendidos, asqueados y hostiles, a quienes han elegido esta modalidad de información y reflexión, que ellos considerarán desacralizadora. A su juicio, los que fruncen la nariz hubieran tenido que ser más moderados, según el principio de «ir tirando». Cuando la crítica de fondo se oficializa en protesta valiente, se dispara el muelle del mecanismo de defensa de la mayoría alineada en defensa del superior, el cual, alabando a los fidelísimos, los exhorta a creer, obedecer y combatir al enemigo siempre al acecho contra la Iglesia que, en definitiva, se sobreentiende en el «soy yo».

LA MISION DE GERMINANS GERMINABIT, EN MI HUMILDE OPINIÓN (II de II)
Como el tirano que se buscó un apuntador mudo en la creencia de que así podría complacer a la multitud enfurecida. Y, por servil conformismo y sumisión, estos severos jueces bienpensantes se apresurarán a condenar un portal semejante: rasgándose las vestiduras, pondrán en la picota a los valientes y los tacharán de inútiles, ineptos, rebeldes, insubordinados, insatisfechos, rencorosos, exagerados, despreciables y todo lo que quieran.
Interpretando un papel similar al de la hija de Príamo, que predijo la destrucción de Troya sin que nadie la creyera, los hipócritas los calificarán de Casandras del catastrofismo, a las que no hay que hacer el menor caso.
Se intenta por todos los medios no divulgar el mal, que existe, para no tener que tomarse la desagradable molestia de eliminarlo y de colocar en su lugar el bien. Lo podrido existe, nadie lo niega, pero, ¿por qué darlo a conocer? Esconder bajo la venda la llaga gangrenada tranquiliza la conciencia enferma. Revelar una a una las cinco llagas de la Iglesia que peregrina en Barcelona provocaría odio, venganza y persecución. Los bienpensantes consideran que dar publicidad a las noticias de este tipo, aparte del escándalo y el descrédito que ello supone para la curia, provocaría graves consecuencias también en otros ambientes. Mejor callarlo todo. Lo mismo que con el secreto de Fátima: es mejor no darlo a conocer.
“La insistencia y la virulencia de los profetas y también de los apóstoles de Cristo han escandalizado a menudo el conformismo de sus contemporáneos. Para imponer ciertas intuiciones a veces es necesario escandalizar a alguien” (René Laurantin).
“El verdadero amigo no es el que te enjuga las lágrimas sino el que impide que las derrames” (Teixeira).
Los espíritus débiles y estériles siempre acusan y condenan a los hombres valerosos que desbordan de celo y entusiasmo. El hecho de ir a contracorriente, mérito del hombre de carácter fuerte, se considera en los ambientes de la curia una falta grave, la insubordinación, y, por consiguiente, es un escándalo que hay que tapar. Los indiscretos tarde o temprano lo pagan personalmente, sin excluir el infamante precio de los comentarios sobre su conducta, que se considera cuestionable y ofuscada. Germinans, que acaricia con aspereza, pero ama la verdad, como una golosina algo amarga, se limita a contestar: “¡No te fijes en quién lo ha dicho y presta atención a lo que se ha dicho! Pues, si después resultara que responde a realidades incontestables, significaría que se busca el triunfo de la verdad y no su ocultación”.

Don Agustín tiene también el Hospital de San Juan de Dios de Esplugues, famoso por sus abortos y embriones congelados para fabricar bebés medicamento. Un primor de hospital con el que D. Agustín no quiere conflictos

Sant Feliu ha de ser purificada a fondo, con el simple uso del Catecismo de San Juan Pablo II (fe y moral), y el cumplimiento de los libros litúrgicos (culto y rito).

¿Podrian dedicar algun artículo a Norbert Miracle, su carácter y su actuación al frente del seminario interdiocesano? Parece que uno por otro nadie se atreve a mover ficha

Qué superficialidad en la información sobre la figura del fallecido Mn. Jaume Berdoy Aleman! Qué falta de conocimiento de la persona, de su espíritu y de su obra!
Ya le gustaría a Germinans tener una sombra de lo que tenía Mn. Berdoy!
Muy poco "pius" le veo a D. Antoninus. En latín es más snob.

No sé si ese sacerdote, en cuanto vicario general de la diócesis, tuvo mucho o poco que ver. Pero sí tuvo algo que ver. Sólo me referiré a la actividad pastoral pública, obviando cualquier alusión personal. Mandaba en el Full dominical, que venía a ser más un Full de Villafranca y algo de sant Feliu y nada, absolutamente nada de otras parroquias.

En la diócesis hay núcleos de población mnayoritariamente castellanohablantes. YU, lógicamente, predominan las pàrroquias mayoritariamente castellanohablantes. Va de suyo que la Hoja Parroquial debería, por justicia, verdad y sentido común atender a esos fieles. Quizá.

En nombre de otros, escribí una carta abierta al obispado pidiendo sentido común, no ya espíritu evangélico y exigencia pastoral. Sentido común. Sentido común para que hubiera información en castellano en dicha hoja y en otros medios diocesanos (carteles), amén de los consabidos encartes bilingües de aportación económica (X de la declaración de renta, etcétera).

La respuesta fue soez y necia a un tiempo. El cabildeo secesioniosta de la cúpula diocesana (Don Agustín no me dejará mentir) decidió rebajar el tipo de letra de la carta episcopal para que nadie pueda leerla si no es con lupa.

Dios tenga a ese sacerdote en su seno. Sería lógico que esa obcecación separatista que anida en determinados curas diocesanos, amalgamado con incomprensibles declaraciones teológicas de algunos, impropias de catecúmenos, no digamos de sacerdotes, fuese dejando paso a mayor sensatez. El Señor escribe recto en renglones torcidos y una sustitución acertada puede enmendar algo un despropósito continuado, aprovechando la ley de la naturaleza.

Que Dios le perdone a Berdoy (o le haga justicia) por todo el daño que ha hecho a la Iglesia y por todas las almas que se han condenado eternamente por su acción u omisión. Que Dios nos libre de malos pastores como él.

Que Dios Padre misericordioso y Nuestra Santísima Madre la Virgen le acojan en su seno y le concedan todo el gozo que merece; y que todo el bien que ha hecho y el mal que ha tenido que sufrir le sirvan para expiación de sus pecados. Que desde el cielo pueda nterceder por todos nosotros que todavía caminamos en este valle de lágrimas, viviendo la paradoja de intentar conocer mas a Dios, amarle, y ser felices, y después aspirar a seguir siéndolo en el paraíso en compañía de todos los santos y de José.

Y que todas las almas que le han precedido en la entrada en la Casa del Padre por la ayuda sacerdotal que él les ha prestado intercedan por él para que llegue tabién cuanto antes.