El magro legado de los curas progres
Custodias vendidas por dos duros, bajo el lema de no hacer ostentación; imágenes arrinconadas, con la excusa de no seguir un pietismo eclesial; libros-registros suprimidos, con el pretexto de que los sacerdotes no debían convertirse en funcionarios; confesionarios arrojados a la hoguera de San Juan, jamás reemplazados; procesiones prohibidas, para olvidar el cáncer del nacional-catolicismo; liturgia adaptada a un ininteligible signo de los tiempos; curas que protegían a terroristas del FRAP, ETA y GRAPO en sus sacristías. No es una exageración. Esto ocurrió en los años 70. En Cataluña todos tenemos ejemplos en nuestras mentes, con nombres y apellidos. Algunos siguen en puestos parroquiales, sin haber pedido nunca disculpas por aquellos delirios.
En aquellos años 70, cuando veías a un cura con sotana, era un sacerdote viejo, preconciliar, incluso de antes de la guerra, como decían nuestras abuelas. Habían caído en desgracia. Anticuados, retrógrados, hijos de otra época. Habían pasado de moda y no eran más que una anécdota jurásica, de un pasado que no iba a volver. Venía lo nuevo, lo moderno, la adecuación al mundo. Los progres cayeron en gracia. Una Iglesia a la moda, adaptada a ese mantra del signo de los tiempos.
¿Qué ha quedado de ella? La nada más absoluta. Aquellos sacerdotes, en su inmensa mayoría secularizados. Sus parroquias abandonadas, convertidas en un páramo yermo y desértico. Sin vocaciones; con los grupos de jóvenes que los seguían convertidos, en su mayoría, al agnosticismo más rampante. A lo sumo, con un grupo de cabezas canas y calvas, sin solución de continuidad, que siguen un hábito, sin otro futuro que el paso implacable del tiempo. La pura rutina que adormece y mata.
No se trata de hacer leña del árbol caído, pero el cura gerundense Jaume Reixach, al que ahora se ha prohibido cualquier actividad litúrgica por parte del obispo de Gerona, era uno de los últimos representantes de la progresía sacerdotal. Pluma semanal en El Punt-Avui (hagan click para leer todos sus artículos); requetelinkeado en la Catalunya Religió de Llisterri; autor, junto al arcipreste Francesc Romeu y al cura de Artur Mas, Enric Canet, de un librito titulado Tertulia de Capellans; flagelador implacable de Juan Pablo II y Benedicto XVI y dedo acusador de la homosexualidad eclesial.
Pobre Reixach. Ahora ha probado su propia medicina. Envuelto en un turbio asunto con un asesinato en su propio domicilio y drogadicto confeso ante la propia autoridad judicial. Incluso el sacerdote Joaquim Pla, el nou burxeta, dejaba entender en su blog que Reixach se enriquecía con las bodas que celebraba en la iglesia de Riells y tenía abandonada su parroquia de Viabrea. Pese a tan graves hechos, hubo recogida de firmas a favor del cura Reixach, insinuaciones contra el obispo Pardo e incluso gritos a favor de la libertad de expresión. Pero en Blanes, donde residía el sacerdote era vox populi su escandalosa vida, nada sacerdotal.
Un ejemplo desgraciado. Un jarrón roto, abandonado ahora por todos los que le doraron la píldora. Más culpa tienen quienes le hicieron de gruppies, que el pobre Reixach. Hincharon el globo, por el puro prurito contestatario; por la obsesión catalana de imbuirse de progresismo. Su sórdido epílogo, ejemplificado en esa sala de la Audiencia de Gerona, no es más que el inmisericorde retrato de un brutal engaño. Aquel que repetía incansablemente qué si la Iglesia se acercaba al mundo, el mundo se acercaría a ella. ¡Cuánto daño hicieron! Por suerte, cada vez quedan menos. Al final, han seguido la misma suerte de aquellos curas ensotanados de los años 70. Anacronismo residual de un tiempo que pasó y ya no volverá.
Oriolt
Gracias señor ORIOL,por su artículo,està gente ha hecho muchísimo daño a la iglesia EN Cataluña,casi casi irreparable!
ResponderEliminarTiene toda, toda, toda la razón.
EliminarPero Reixach tiene una oportunidad de ser profeta, es decir, de demostrar el poder de la gracia y del camino de la Cruz anonadatoria, ser víctima expiatoria que pasar su calvario con sufrimiento, que necesita del sufrimiento para purgar por sus y nuestros pecados. Pues el sufrimiento expiatoria de Reixach será ejemplo para todos del poder de Dios, llena las indulgencias de la Iglesia. La Cruz es necesaria para la Gloria. Ojala ocurra todo esto. Ojalá.
Para eso Reixach tendría que creer en la Cruz y en nuestro Señor.
EliminarEsperemos que la Misericordia Infinita de Dios le haya dejado un poso de fe que le pueda llevar a la salvación
Oriolt, gracias y le digo que le admiro, tiene una expresión escrita de la que me gustaría que se me pegasen muchas buenas maneras, especialmente su agudeza conjuntada con el rigor. Siga que sigo.
ResponderEliminarSr. Oriolt, gracias por su Artículo.
ResponderEliminarCon este desafortunado grupo de sacerdotes, que suelen autodenominarse "Fills del Concili" (Hijos del Concilio) podemos aplicar aquella propuesta de Gamaliel a sus compañeros fariseos:
Gamaliel es representado en Hechos 5,34ss., como aconsejando a sus compañeros del Sanedrín a no sentenciar a muerte a San Pedro y los apóstoles, quienes, a pesar de la prohibición de las autoridades judías, habían continuado predicando a la gente, diciendoles: si es cosa de hombres se dispersarán, pero si es cosa de Dios, no podréis hacer nada y os exponéis a ir contra Dios.
Su consejo, aunque mal recibido, fue seguido: tan grande era su autoridad con sus contemporáneos. Sabemos por Hechos 22,3 que fue maestro de San Pablo; pero no se nos dice ni la naturaleza o la medida de la influencia que él ejerció sobre el futuro Apóstol de los Gentiles.
Gamaliel es correctamente identificado con un eminente judío doctor de la Ley, quien llevaba el mismo nombre y murió dieciocho años antes de la destrucción de Jerusalén.
Él aparece allí, como en el libro de los Hechos, como un prominente miembro del más alto tribunal de los judíos. Los relatos judíos cuentan que murió como fariseo y establecen que: "Cuando él murió, el honor de la Tora (la ley) pereció, y que la pureza y la piedad se extinguieron." En una fecha anterior, la tradición eclesiástica suponía que Gamaliel abrazó la fe cristiana, y que permaneció siendo miembro del Sanedrín con el propósito de ayudar secretamente a sus compañeros cristianos (cf. Reconocimientos de Clemente, I, LXV, LXVI).
Pues actualmente esta, podríamos denominar, "secta" se esta extinguiendo y parece, gracias a Dios, que no tienen continuidad, lo cual no deja de ser una garantía, para que se vayan arreglando las cosas.
Por otra parte el Evangelio según san Lucas 6, 36-38. nos dice: Jesús dijo a sus discípulos: Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, rebosante. Porque con la medida con que midáis se os medirá.
En resumen, creo que si cada uno de nosotros, amigos lectores, podemos decir, con la mano en el corazón, procuro cumplir con los mandamientos y si cometo alguna falta, que esto es inevitable, dada nuestra condición humana y por tanto pecadora, acogernos a la DIVINA MISERICORDIA, en el Sacramento del Perdón, debidamente arrepentidos, y dejar a los demás que vayan haciendo de suyas, que Dios ya les pedirá cuentas.
Sobre los "Fills del Concili":
Eliminarhttp://infocatolica.com/blog/germinans.php/1109260736-los-17-sacerdotes-anonimos
"Los sociólogos Joan Estruch y Clara Fons han publicado un librito, titulado "Els fills del Concili", , que se presenta como el retrato de las vidas de diecisiete sacerdotes, desde que entraron en el seminario hasta el día de hoy, con especial incidencia en el Concilio Vaticano II y su evolución posterior..."
"...Ahora bien, la tremenda sorpresa que produce su lectura es que los 17 curas son anónimos. No sale el nombre de ninguno de ellos y sus respuestas aparecen entrecomilladas, pero no identifican a qué concreto sacerdote pertenecen..."
Mmm... miau...
"...No es una exageración. Esto ocurrió en los años 70..."
ResponderEliminarOtra anécdota: años 1970, una parroquia del Fondo de Santa Coloma de Gramenet, el rector y los curas residentes devuelven las llaves de la iglesia al obispo de Barcelona porque no querían seguir formando parte de una "estructura multinacional imperialista".
Bien hecho de recordarlo.
Eliminar"Pobre Reixach. Ahora ha probado su propia medicina."
ResponderEliminarPara Reixach, es un necesario e imprescindible proceso de purificación ante los hombres y la Iglesia. Los pecados mortales y veniales se perdonan en su culpa, pero deberá de expiar toda la pena debida por sus malas acciones. Expiar en la Tierra garantiza mínimo el Purgatorio, según la escatología de almas católica. Su santificación pasa por la expiación en la Tierra. En el Cielo no entra nada imperfecto, sólo lo perfecto y puro ante Dios. Debe de afrontar tanto las consecuencias de las acciones públicas que conocemos como las privadas, que sólo Dios conoce. Dependerá de la comunión de los santos, las oraciones y sacrificios de almas anónimas para su perdón de la culpa y la pena debida. Tiene las Puertas de la Misericordia que hay en las puertas jubilares de Gerona (la que tiene más cerca) y Montserrat, en ésta última lleva al camarín de la Virgen y se lee "Annus Sanctus, Iubilaeum Misericordiae. 13-XII-15--20-XI-16“.
Aprovechen las Puertas de la Misericordia que hay en las basílicas catalanas, antes de que la Iglesia entre en una grave crisis. Hay tiempo, todavía, pero cada día que pasa sin hacer nada, entonces el tiempo ya no es tiempo. Corran.
"Pero en Blanes, donde residía el sacerdote era vox populi su escandalosa vida, nada sacerdotal."
ResponderEliminarPues es un grave fallo de todo el Pueblo de Dios de Blanes, que sabiendo el mal que cometía, no dijo nada al obispo Pardo (según parece). Blanes ha cometido un pecado social gravísimo, pues se trata de pecados que claman a Dios: profanar la misa y el pecado de Sodoma. Todos los que lo sabían y callaron son cómplices anónimos e indirectos de Reixach, y por tanto, son igual de responsables ante Dios que Reixach. De haber denunciado por las diferentes vías que ofrece el derecho canónico, entonces Reixach no habría avanzado en el grave pecado. En la sala de justicia hay muchos responsables que no declaran por su silencio ominoso y omisivo. Que recuerden que ante Dios, son igual de responsables que Reixach por su cooperación necesaria.
Venga hombre, no sea meapilas. Qué fácil es cargar el mochuelo a los laicos anónimos...Cómo no iba a saberlo el obispo. Lo que pasa es que Reixach era un santón, una vaca sagrada de los progre-nacionalistas y tocarlo significaba enfrentarse a todo este ejército de dentro y de fuera de la Iglesia.
EliminarCosa bien distinta pasó con Mn. David Vargas de San Vicenç de Castellet, por muchísimo menos, el peculiar sacerdote fue expulsado y reducido al estado laical.
"¿Qué ha quedado de ella? La nada más absoluta."
ResponderEliminarExacto, la irrelevancia histórica.
¿Qué tal es la parroquia de Blanes y su rector?
ResponderEliminarPues del rector no sé darte información, la parroquia está bien cuidada, creo que al mediodía se puede rezar desde el atrio y abren pronto por la tarde, es una iglesia bastante bella. Hay una capilla en Blanes también que se llama de la Esperanza en la calle del mismo nombre que sube al Jardín Botánico y abre todo el día, puedes ver barcos ex-voto colgados, es una capilla pequeña que da paz.
EliminarExcelente artículo de hoy Oriolt: sencillo, ágil, fresco, demoledor... Lo mejor del nacionalprogresismo es que se acaba, y que no tiene recambio. Le queda menos de lo que pensamos.
ResponderEliminarpues yo me pregunto ¿quienes tienen mayor culpa? ¿si los obispos y papas que permiten a sacerdotes no cumplir con su ministerio, o bien los mismos sacerdotes que se saltan a la torera las normas aprovechandose del bonismo papal?. El pecado mayor es de los que mandan, no hay duda, por esto se dice que quienes alcanzan altos cargos tienen altas responsabilidades, y en este caso "responsabilidades" delante del tribunal de Dios, que son papas y obispos. SG.
ResponderEliminarMARPN
ResponderEliminarLes doy la razón a cuantos destacan que el obispo Pardo tenía que estar informado de la vida antisacerdotal que disfrutaba Reixach y que le ha llevado a la perdición. Pues todos cuanto la conocían y han callado son tan culpables como el mismo fariseo. Pidamos a Dios que no tarden en aflorar todos los que, con su vida y obras, han y están hundiendo nuestra Iglesia Católica, en Catalunya, el resto de España y el mundo entero. Cuánta necesidad tenemos de curas santos y entregados a su misión, sin mezclarse con la política aunque tenga su propia ideología. Roguemos a María Auxiliadora para que se acabe lo antes posible está desastrosa situación y la IC vuelva a su redil.
Recordemos siempre la dejación culpable de los OBISPOS, son estos pastores los que abandonaron su rebaño, cambiaron su salvación eterna por el silencio cómplice y la tranquilidad que les suponía. Recordemos al obispo D. Marcelo, que a gritos de "volem bisbes catalans" (es que "los catalanes" son de raza superior) lo enviaron a Toledo, donde lleno el seminario y salieron excelentes sacerdotes y el desierto invadió Cataluña.
ResponderEliminarLos obispos tienen la autoridad y la potestad, si por miedo o desidia no cumplen con su responsabilidad, su alma esta en grave peligro, no lo olvidemos.
Es aquello que se decía del cornudo: "Todo el pueblo lo sabía menos él". Esto es el caso de mossèn Reixach, en este es el caso del obispo, no se entera o no lo quiere.
ResponderEliminarEstamos hartos en Cataluña de tanto falso profeta, facilones a la lágrima cuando son cuestionados, como mujerzuelas. ¡¡Ni que los laicos fuéramos idiotas!!, y se lo creen.
Mossén Reixach: dedíquese a sus "ahijados", pero sea más prudente, no sea que el suelo que pisa sea expresión de su soberbia.
No creo que Vd haya ido a Filipinas o Brasil para hacer apostolado. Si es decente a su conciencia abandone el sacerdocio ministerial; pero eso, no lo hará, porque sabe que es su fuente de ingresos monetarios; y más si denigra a santos obispos. Para colmo aún tiene más qué decir, al menos sea humilde y guarde silencio para pedir su conversión.
Estáis caducos, os váis muriendo, pero el mal que hbéis hecho a ña Iglesi tardará década; sinó siglos en repararlo.
Sr.Anónimo 14:21 a dado usted en el CLAVO.
EliminarTodos los que aplaudían sus artículos ahora miran hacia otro lado. Es un pobre hombre muy tocado por las drogas y la prostitución.
ResponderEliminarY yo me pregunto: ¿los obispos anteriores de Gerona no tienen que nada qué decir? La culpa no puede ser solo de Pardo, sino también de los demás por consentir (y en algún caso alentar) el escándalo.
ResponderEliminartodavía tienen edad y salud para ver una cosa: que el pasado vuelve redivivo. Los curas ensotanados vuelven, gloria a Dios!!!!!
ResponderEliminarEs verdad! El del santuario de santa Afra lleva a menudo la sotana. Eso si, debajo los pantalones son rojos. Es un sacerdote que se emociona cuando celebra la misa y muchas veces llora elevando la Hostia. Rebosa piedad y amor. Con mi marido asistimos a la misa sobretodo los viernes camino de nuestra segunda residencia.
EliminarTodo esto, amigos de Germinans produce una mezcla de hastío y tristeza. Pero no quisiera caer en el derrotismo. El otro día, asistiendo a la misa dominical en un pueblo costero del Alto Ampurdán, el sacerdote volvió a aprovechar el púlpito para sus "morcillas" sobre el pueblo oprimido. Me produjo honda pena. Me dio la impresión de que era su tabla de salvación. Y me propuse ver el aspecto positivo, su entrega tanto tiempo al ministerio, su soledad. El sabe que los fieles están divididos, que los más preparados son los más críticos, que carece de argumentos para rebatirles cuando le afean determinadas conductas. Pero es nuestro sacerdote.
ResponderEliminarEstoy convencido de que hay que cambiar la estrategia, hacerla más acorde con el evangelio. Sin callarse ni omitir la discrepancia, hacer una esfuerzo para que su sacerdocio le sea más llevadero. Al fin y al cabo, lo necesitamos. Sólo él puede perdonar nuestros pecados, aunque la verdad sea que, para ese sacramento haya que bajar a Gerona, al Sagrado Corazón.
La diócesis de Gerona está repleta de pastores que siembran cizaña, que ponen banderas separatistas en las torres y en los despachos sacerdotales. Desgraciadamente, en su inmensa mayoría, gente ayuna de formación, aunque escriban frenéticamente sobre goigs, esglesies devastades, tresor perdut porque se han sacado de aquella manera una licenciatura en bellas artes.Hay que ayudarles. Aguantar mecha. Son nuestros sacerdotes. Hasta que Dios provea. Paciencia y barajar. Escondiendo la hoja dominical a menudo.
“Un jarrón roto, abandonado ahora por todos los que le doraron la píldora.” Un juguete roto, un instrumento más de los judas que desde Barcelona y las covachuelas del Vaticano le protegían. ¿Quiénes? Esperemos que el Papa Francisco acabe pronto con esta situación, lo que no hicieron sus antecesores.
ResponderEliminarEl momento álgido de eso que llaman “nacional-progresismo” fue cuando acudió el Secretario de Estado del Vaticano, Bertone, a recibir un premio de La Vanguardia que le entregó Juan Carlos Borbón. En realidad, el llamado “nacional-progresismo” es un mero instrumento de otros mucho más poderosos, que los progres llamarían la carcundia, que les dominan. Meras etiquetas.
ResponderEliminarSe trataba de escenificar que la oligarquía colonialista tenía el respaldo del Vaticano para sus planes esclavistas, y controlado al Jefe del Estado.
“El cardenal Bertone recibe este martes el Premio Conde de Barcelona de manos del Rey”
“La fundación vinculada al Grupo Godó valora su "templanza" y su trabajo en la política internacional vaticana”
25 sept. 2012
Barcelona. (EUROPA PRESS)
http://www.lavanguardia.com/vida/20120925/54351061361/cardenal-bertone-premio-conde-de-barcelona.html
Como dicen los Godó Valls Taberner, el premio era por “la política internacional vaticana”, por su apoyo a los separatistas.
Cinco meses después renunciaba Benedicto XVI, por no tener fuerzas morales para enfrentarse a los lobos que le rodeaban. Entre ellos destacaban estos oligarcas colonialistas que premiaban a Bertone. Y que acusaron al Papa de “traidor”, mostrándose cada vez menos disimuladamente.
Desde entonces, estos lobos del Vaticano pierden poder aceleradamente allí, lo que repercute aquí. La descomposición del llamado “nacional-progresismo” es sólo una consecuencia de ello.
Lo que pasó con el otro instrumento, Juan Carlos, es bien conocido. Bien porque lo tenían programado, o porque tras la renuncia de Benedicto XVI, y para compensar esta, se resistió a que le dieran un uso más intenso, lo echaron con las acusaciones de Pilar Urbano.
Estamos a la espera de que el Papa Francisco corte definitivamente los aullidos de estos lobos descarados.
Esa puerta es la parroquia de San Juan de Gracia, en esas escaleras se sientan un montón de gamberros, okupas y borrachos (siempre hay botellones) que no dejan pasar a la gente que va a misa sin que se haga nada por ello
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