Fue en la primera semana de mayo de 2007 cuando alguien que conocía la existencia de un laborioso trabajo que muchos años antes había elaborado acerca del devenir del llamado Movimiento Litúrgico, me pidió si podía ponerlo a disposición de un proyecto, Germinans germinabit debía llamarse, y colaborar de esta manera todos los sábados con su publicación a modo de entregas. La idea me sedujo sobremanera. No me parecía que la ardua labor que había realizado años antes hubiera sido en vano, pues me había enriquecido personalmente mucho, pero si creía que estaba un tanto desaprovechada. Fue entonces cuando comencé mis colaboraciones sabatinas en esta página con “El fiador: historia de un colapso”. Hoy releo la presentación que de él hice e hilvano el conjunto de entregas de los capítulos del trabajo hasta junio del 2008 y de todo me siento orgulloso excepto quizá el haber cargado las tintas con excesiva vehemencia contra algunos miembros del C.P.L. Si en algo se sintieron ofendidos les pido perdón. Mi apasionamiento y convicción en las ideas, no pueden excusar la excesiva dureza usada hacia sus personas. Reitero mis disculpas.
Tras un paréntesis veraniego con algunos artículos de divulgación sobre ornamentos y demás, llegó en septiembre 2008 un nuevo trabajo que había realizado en aquellos meses: “La Misa Romana”, 13 meses para el mejor estudio que he realizado sobre la Liturgia eucarística en el rito romano, que me sirvió como de reciclaje de formación para mí mismo. Ayudándome a comprender además el sentido del motu proprio “Summorum Pontificum” que había entrado en vigor un año antes.
Como una cosa lleva a la otra, en octubre del 2009, llegaron a mis manos los cuatro volúmenes de “Un periodista en el Concilio”, la obra que en 1963 el p. José Luis Martín Descalzo publicó en P.P.C sobre el paulatino desarrollo de la magna asamblea de padres. Tomando como punto de partida esa crónica fui individuando los pasos que condujeron a la reforma litúrgica postconciliar. Fue mi tercera obra. Tras ella aún siguieron cuatro más, de fuerte carácter divulgativo básico: sobre el sentido de los gestos litúrgicos, sobre los espacios sagrados, sobre el canto y ésta última sobre el ciclo litúrgico celebrativo de la Iglesia. De todas ellas me siento ampliamente satisfecho y sé que ha ayudado a muchos a la comprensión y vivencia de la vida litúrgica de la Iglesia.
Por cuestiones personales que ahora no vienen al caso pormenorizar, he decidido acabar con mi colaboración en Germinans Germinabit de manera definitiva. El deseo de paz, de tranquilidad, de sosiego y el imperativo actual de mi ánimo me lo exigen. Junto al anterior ruego de indulgencia por la posible falta de consideración y respeto a algunas personas, añadir mis disculpas si en algo erré desviando la mirada hacia los excesos de otros sin otear los míos propios, no fue maldad sólo debilidad, quiero dar fe de ello.
Y mi gratitud hacia todos los miembros del Directorio que me dieron plena libertad para decir y escribir sobre lo que creía indispensable o conveniente en cada momento. Encontré en Germinans plena disponibilidad y gratitud para mí, a la que yo ahora, acabando mi periplo con ellos, quiero corresponder.
Doy finalmente gracias a Dios a cuyo servicio y honra quise dedicar cada uno de mis esfuerzos, sólo para su alabanza.
P A X
Dom Gregori Maria
Muchísimas gracias Dom Gregori por sus enseñanzas.
ResponderEliminarEspero que se tome un descanso sabático y vuelva algún día a ilustrarnos con su sabiduría y su buen hacer.
Muchas gracias.
Dom Gregori Maria, gracias por sus trabajos durante esos años para divulgar la sana doctrina y la Historia de unas partes muy importantes de nuestra querida Iglesia Católica.
ResponderEliminarQue Dios, Padre misericordioso, le bendiga todo su ministerio.
Espero y deseo vehementemente que las voces que le ruegan vuelva hagan mella en su voluntad y pronto tengamos de nuevo sus muy provechosas enseñanzas. Muchas gracias por el bien que nos ha traído.
ResponderEliminarHe aprendido mucho leyendo sus escritos, que espero estén siempre disponibles.
ResponderEliminarGracias.
gracias y que Dios le bendiga.
ResponderEliminarLe echaremos en falta. Muchas gracias por su trabajo que nos ha orientado a muchos. Que Dios le bendiga y le recompense la labor realizada.
ResponderEliminarMuchas gracias, Dom Gregori. Ruego que sus trabajos estén disponibles en internet para leerlos y consultarlos y que, incluso, algún día puedan aparecer en papel.
ResponderEliminarLa buena doctrina siempre es alentadora . Gracias
ResponderEliminarGracias Dom Gregori María, creo que recorrí con cierta inconstancia sus trabajos de toda la lista, soy una persona distinta después de muchas de las lecturas y doy gracias a Dios por ello y por su trabajo.
ResponderEliminarAhora queremos la versión revisada e impresa.
Si, añado, a mi también me gustaría esa versión impresa. Lo considero muy interesante en todos los aspectos. Gracias por todo.
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