El Papa Francisco besa el Evangeliario en la Misa del 1 de enero |
Es tremendamente complicado en una Iglesia con 2.000 años de historia, dar bandazos que la pongan en riesgo tanto en cuestiones doctrinales como en liturgia. Lo digo por tranquilizar la ansiedad de los que temen que el Papa Francisco le dé la vuelta a la Iglesia como a un guante y la deje irreconocible. Para muestra tenemos de nuevo la cuestión de la liturgia en latín.
El día 1 de enero, fiesta de La Maternidad de María, seguí en la 2 de TVE la misa papal de Año nuevo. Me sorprendió que desde el In nómine Patris hasta el Ite missa est, toda la misa se desarrollase en latín, con muy pocas excepciones: la primera lectura en francés, el salmo cantado en italiano, y la segunda lectura en inglés. Terminadas las dos con el Verbum Dómini, Deo Gratias. El Evangelio, cantado en latín por el diácono. El sermón predicado por el Papa en italiano, muy bello. Lo terminó invitando a todos los fieles a proclamar por tres veces, como los fieles de Éfeso: “Madre de Dios”. En él me llamó la atención que evitase la palabra “dogma” sustituyéndola por la expresión de declaración “oficial”, apelando al “sensus fidei del pueblo que en su unidad nunca se equivoca”.
El día 1 de enero, fiesta de La Maternidad de María, seguí en la 2 de TVE la misa papal de Año nuevo. Me sorprendió que desde el In nómine Patris hasta el Ite missa est, toda la misa se desarrollase en latín, con muy pocas excepciones: la primera lectura en francés, el salmo cantado en italiano, y la segunda lectura en inglés. Terminadas las dos con el Verbum Dómini, Deo Gratias. El Evangelio, cantado en latín por el diácono. El sermón predicado por el Papa en italiano, muy bello. Lo terminó invitando a todos los fieles a proclamar por tres veces, como los fieles de Éfeso: “Madre de Dios”. En él me llamó la atención que evitase la palabra “dogma” sustituyéndola por la expresión de declaración “oficial”, apelando al “sensus fidei del pueblo que en su unidad nunca se equivoca”.
En la oración de los fieles se han mezclado el latín “Oremus pro…” con la terminación “Dóminum deprecemur, Te rogamus audi nos”. Las ha iniciado el Papa en italiano, y han seguido sendos fieles: en italiano, en chino, en español, en árabe y en portugués, con la terminación, también por el Papa, en italiano. Y a partir de aquí ya toda la misa ha continuado en latín hasta el Ite missa est.
Es obvio que éste no es el formato de misa en el que el Papa se encuentra en su medio. Las partes cantadas que corresponde cantar al celebrante, o las ha cantado el diácono o el cantor, o las ha “rezado”. Por ejemplo, la bendición final y el Ite missa est. Se ve que no está habituado a este formato, con lo que la lectura se le nota fatigosa e insegura. Se nota bastante que no es ésta la misa que ama. No se le ve ni de lejos la soltura y el dominio de la situación que caracterizan sus misas en Santa Marta.
El Papa Francisco el pasado 1 enero, Fiesta de Santa María |
Pero sigue la disciplina de la Iglesia y celebra como quiere la Iglesia que celebre. Ahí se ve claro que el Papa no reivindica para sí la facultad de darles la vuelta a las tradiciones y a las normas establecidas. Cambia lo que entiende que puede cambiar; y en lo demás, se somete a la disciplina que abarca a toda la Iglesia. Ésta entiende que por razones de universalidad (presente en la misma basílica con fieles hablantes de más de una docena de lenguas y el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede) y de tradición, estos grandes ritos solemnes que no se celebran sólo ante los fieles presentes en San Pedro, sino ante toda la Iglesia han de ser en latín, y son en latín.
Aunque parezca poco significativo, este detalle nos da tranquilidad: no por el especial aprecio que le tenemos a la misa en latín, que se lo tenemos, sino porque el Papa se somete a la disciplina (en este caso la litúrgica), a pesar de que no sintonice con sus peculiaridades y preferencias.
Cierto que no es éste el rito tridentino, pero está mucho más cerca de él (aunque sólo sea por la lengua empleada) que de la misa celebrada en lengua vernácula. Pero no se trata aquí de nominalismos, sino de realidades. La extraña prohibición vaticana de celebrar en el rito extraordinario a los Franciscanos de la Inmaculada, ha significado para unos un gran triunfo, mientras que ha dejado en otros un sabor amargo. Pero he aquí que la misma Curia que se apresura a intervenir a los Franciscanos de la Inmaculada y a prohibirles celebrar en el rito extraordinario (si no es éste finalmente el fondo de la cuestión, se ha hecho de tal modo que lo parezca); esa misma Curia “obliga” al Papa a celebrar la misa en latín cuando así lo requieren la solemnidad y las circunstancias. Y el Papa, obviamente, se somete a la disciplina litúrgica.
Este hecho coincide con otras intervenciones de la Curia para “matizar” actuaciones y palabras del Papa que han alarmado a muchos y han levantado tremenda polvareda. Así ha sido la Carta Apostólica Evangelii gaudium, en que la Curia rectificaba de oficio (y el Papa suscribía con su firma) cuestiones doctrinales que habían quedado totalmente a la intemperie y expuestas a tremendos vendavales en anteriores intervenciones informales del Papa.
Aunque parezca poco significativo, este detalle nos da tranquilidad: no por el especial aprecio que le tenemos a la misa en latín, que se lo tenemos, sino porque el Papa se somete a la disciplina (en este caso la litúrgica), a pesar de que no sintonice con sus peculiaridades y preferencias.
Cierto que no es éste el rito tridentino, pero está mucho más cerca de él (aunque sólo sea por la lengua empleada) que de la misa celebrada en lengua vernácula. Pero no se trata aquí de nominalismos, sino de realidades. La extraña prohibición vaticana de celebrar en el rito extraordinario a los Franciscanos de la Inmaculada, ha significado para unos un gran triunfo, mientras que ha dejado en otros un sabor amargo. Pero he aquí que la misma Curia que se apresura a intervenir a los Franciscanos de la Inmaculada y a prohibirles celebrar en el rito extraordinario (si no es éste finalmente el fondo de la cuestión, se ha hecho de tal modo que lo parezca); esa misma Curia “obliga” al Papa a celebrar la misa en latín cuando así lo requieren la solemnidad y las circunstancias. Y el Papa, obviamente, se somete a la disciplina litúrgica.
Este hecho coincide con otras intervenciones de la Curia para “matizar” actuaciones y palabras del Papa que han alarmado a muchos y han levantado tremenda polvareda. Así ha sido la Carta Apostólica Evangelii gaudium, en que la Curia rectificaba de oficio (y el Papa suscribía con su firma) cuestiones doctrinales que habían quedado totalmente a la intemperie y expuestas a tremendos vendavales en anteriores intervenciones informales del Papa.
El P. Federico Lombardi |
Así ha actuado recientemente el P. Lombardi, que una vez más ha salido al paso para poner freno a interpretaciones entusiastas de palabras del Papa por parte de los “nuevos amigos” de la Iglesia. Interpretaciones (según los intérpretes, palabras) que se alejan de la doctrina que ha sostenido tradicionalmente la Iglesia.
El amigo Scalfari, en efecto, ha vuelto a ocuparse del Papa Francisco en un largísimo editorial. Le tiene afecto, ¡como no!, porque lo ve muy cercano a sí. Es cierto que al tocar el Papa temas tan vidriosos y con la intención de acercarse a los enemigos históricos de la Iglesia, se ve obligado a hablar de tal manera que sea bien entendido (quiero decir en positivo, a favor de ellos) por los que quiere atraer como nuevos interlocutores; pero huyendo cuanto pueda (en ocasiones, no es mucho lo que puede) del riesgo de ser mal entendido por los fieles. Abrirse a los de fuera, pero sin soliviantar a los de dentro. Esto lleva a un discurso que necesita ser interpretado y reinterpretado.
El P. Lombardi ha salido al paso de los esfuerzos de Scalfari por sintonizar con el Papa (o de sintonizar su propia ideología con el nuevo discurso cristiano del nuevo Papa). El caso es que el portavoz del Vaticano asegura con toda firmeza que el Papa ni ha dicho ni ha tenido intención de decir nada que se acerque al relativismo moral que según jura y perjura Scalfari, promueve el Papa Francisco. Y nos pone en alerta para que no nos dejemos seducir por los nuevos amigos que le han salido al Papa hasta de debajo de las piedras. Obama es el último que se ha subido con entusiasmo al carro de los intérpretes sagaces y aduladores obsequiosos del Papa Francisco.
El amigo Scalfari, en efecto, ha vuelto a ocuparse del Papa Francisco en un largísimo editorial. Le tiene afecto, ¡como no!, porque lo ve muy cercano a sí. Es cierto que al tocar el Papa temas tan vidriosos y con la intención de acercarse a los enemigos históricos de la Iglesia, se ve obligado a hablar de tal manera que sea bien entendido (quiero decir en positivo, a favor de ellos) por los que quiere atraer como nuevos interlocutores; pero huyendo cuanto pueda (en ocasiones, no es mucho lo que puede) del riesgo de ser mal entendido por los fieles. Abrirse a los de fuera, pero sin soliviantar a los de dentro. Esto lleva a un discurso que necesita ser interpretado y reinterpretado.
El P. Lombardi ha salido al paso de los esfuerzos de Scalfari por sintonizar con el Papa (o de sintonizar su propia ideología con el nuevo discurso cristiano del nuevo Papa). El caso es que el portavoz del Vaticano asegura con toda firmeza que el Papa ni ha dicho ni ha tenido intención de decir nada que se acerque al relativismo moral que según jura y perjura Scalfari, promueve el Papa Francisco. Y nos pone en alerta para que no nos dejemos seducir por los nuevos amigos que le han salido al Papa hasta de debajo de las piedras. Obama es el último que se ha subido con entusiasmo al carro de los intérpretes sagaces y aduladores obsequiosos del Papa Francisco.
La verdad aparente es que la curia vaticana tiene que salvar una y otra vez al Papa de los incendios que va provocando con su singular gozo evangelizador. Lombardi ha tenido que salir urgentemente a desmentir a Scalfari, que obviamente emplea su propia capacidad de discernimiento para interpretar lo que le escribe y le dice el Papa, sin recurrir a ningún dicasterio para que le digan cómo tiene que interpretarlo. El argumento más chocante que ha empleado Lombardi para negarle a Scalfari que el Papa haya abolido el pecado, es que el Papa es jesuita, y los ejercicios de San Ignacio dedican la primera semana a hablar del pecado. Con esta fineza argumental, se queda uno a cuadros.
Cesáreo Marítimo
El Papa Francisco se somete a la disciplina del latín, pero siempre nos tiene que obsequiar con algunas de sus originalidades: evita pronunciar la palabra "dogma". Algunos podrían interpretar que Francisco no está a favor de los dogmas...
ResponderEliminarY, por cierto, la "Evangelii gaudium" habrá cerrado algunas cuestiones abiertas por el Papa, pero ha abierto otras:
http://info-caotica.blogspot.com.es/2013/12/jesuita-le-aclara-evangelii-gaudium.html
Otras críticas a la Evangelii gaudium, sus olvidos y sus extrañas teorías económicas:
Eliminarhttp://www.outono.net/elentir/2013/11/27/evangelii-gaudium-analisis-de-la-primera-exhortacion-apostolica-del-papa-francisco/
"El argumento más chocante que ha empleado Lombardi para negarle a Scalfari que el Papa haya abolido el pecado, es que el Papa es jesuita, y los ejercicios de San Ignacio dedican la primera semana a hablar del pecado."
EliminarUnos ejercicios espirituales (32 vídeos de entre 5 y 10 minutos) de un jesuita argentino muerto hace años, que me parece que es "de los buenos":
R.P. Marcos Pizzariello, S.J.
http://www.youtube.com/playlist?list=PLD07467375BA875AA
A evitar los ejercicios espirituales nuevaeranos y orientalistas de la cueva de ladrones espirituales de los jesuitas de la Cova de Manresa de Sant Ignasi:
http://escolaignasianaenneagrama.wordpress.com/
Francisco, además, tiene una piedra en el camino: los jesuitas tarraconenses. Si pasan los años y siguen igual, la reforma franciscana será inútil en Cataluña, porque desevangelizan nada más y nada menos que los mismos jesuitas.
Y lo mismo vale para su espiritualidad, sus liturgias y su teología que emana del jesuítico Instituto de Teología Fundamental del Centro Borja de Sant Cugat.
http://www.jesuites.net/centreborja/
Francisco, hay trabajo.
Es interesante que los no creyentes ayuden a abrir los ojos a los creyentes sobre el alcance de las reformas del Papa Francisco. A pesar de los desmentidos y reinterpretaciones oficiales sobre lo que dice el actual Papa, hay que tomar nota porque sin duda dice lo que piensa. Lo más reciente ha sido el desmentido del portavoz vaticano sobre la abolición del pecado, si no fuera tan seria la cosa resultaría ridícula, pero el hecho de que haya habido que hacerlo ya indica el problema.
ResponderEliminarSobre el Papa Francisco y la abolición del pecado ha dicho el autor del artículo en La República, el Sr. Scalfari, que los que argumentan que la novedad es pura fantasía y las innovaciones inexistentes -circunscritas a la organización- están equivocados, y por el contrario hay que considerarlo un pontífice revolucionario que está actuando simultáneamente de forma radical en la teología, la doctrina, la liturgia, la organización, sobre todo en teología y en especial en el punto fundamental que es la abolición de hecho del pecado.
Dicha abolición la argumenta, en base a sus discursos y la Evangelii Gaudium, señalando que el Papa Francisco ha abolido el pecado sirviéndose de dos instrumentos: con su concepción de la misericordia y atribuyendo plena libertad de conciencia para determinar el bien y el mal al hombre.
Recordemos que sobre estas dos cuestiones ha habido la consiguiente inquietud y que sigue la controversia dentro de la Iglesia, hasta tal punto, en lo que respecta a la misericordia, que el mismo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Müller, replicó a la concepción que se desprende de las palabras del Papa Francisco y que se está propagando dentro de la Iglesia, según la cual Dios sólo puede perdonar. También recientemente el cardenal arzobispo de Colonia monseñor Meisner ha visitado Papa Francisco y le ha transmitido la preocupación por la concepción de la misericordia que transmite.
Por lo tanto, aunque se haya querido descalificar al Sr. Scalfari, no se puede obviar lo que expresan las actuaciones de destacados pastores de la Iglesia, entre ellos el custodio de la Doctrina de la Fe.
A propòsit de l’exaltació del valor de la consciència com a referència central de la conducta ètica que ha fet el Papa Francesc, algun comentarista va dir que el Papa havia abolit el pecat. El portaveu de la Santa Seu va precisar que no hi havia tal abolició i amb tota raó. El que ha fet el Papa és una excel·lent resituació de la responsabilitat moral. El debat suggereix unes consideracions abreujades.
EliminarLa reflexió moral ben feta sempre i arreu ha recordat que la referència última de la correcció ètica és la consciència. I això fins i tot si la consciència estigués equivocada.
Passa, però, que, quan el poder religiós vol afermar-se, li surt a compte invocar com a criteri de correcció ètica l’adequació a la llei. És el que han fet i fan tota mena de fariseus. Això acaba amb el dret a dissentir i a transgredir. Cal recordar que una llei injusta s’honora transgredint-la!
Centrar l’ètica en la consciència no suprimeix el pecat. Ningú no pot ser tan superb com per creure que tot ho fa bé. Precisament la referència a la consciència permet afinar la responsabilitat moral per a descobrir amb més finor els moments en què cadascú pot ser infidel al que la consciència li demana. Fins i tot infidel a l’exigència de la consciència per transgredir la llei injusta civil o religiosa.
L’evocació de la possibilitat de pecar, feta adequadament, no connecta pecat i càstig sinó pecat i reparació, és a dir progrés moral, cosa del tot lloable.
El pecat només és el mal moral, és a dir una actuació clarament dolenta feta amb intenció de danyar. Hi ha més debilitats que pecats. Però hi ha pecats!
La negació de la possibilitat de pecar és un recurs molt còmode per a fer irresponsable la conducta humana.
La referència central a la consciència i la noció de pecat s’avenen bé, sempre que ni la consciència sigui una amenaça superjoica castradora ni el reconeixement del pecat una ocasió per sentir-se amenaçat per Déu ni per ningú.
Aquella supuesta idea del Papa Francisco (que parece que fue inventada por el escalfado y esclafado Scalfari) sobre que si cada uno actuara según su conciencia del bien y del mal, entonces el mundo iría mejor, así tal dicha, es inadmisible desde cualquier punto de vista de moral convencional.
EliminarEs más, Hitlerio y Satalin estarían encantados con semejante despropósito y aberración moral, y cualquier abortista también:
"Que buenito, así que si nosotros pensamos en conciencia que es bueno exterminar a todo quiste, entonces está bien, bueno, bonito y barato: de Moscú y Berlín al cielo. Juá, pues p'alante sin piedad".
Que el portavoz del Vaticano tenga que salir a la palestra a aclarar que el Papa no ha abolido el pecado resulta sencillamente surrealista.
EliminarTots els éssers humans tenen consciència moral, ja que han estat educats en el compliment d'unes normes ètiques a través de la família, l'escola, les relacions personals o altres influències com els mitjans de comunicació, lectures i meditacions.
EliminarSegons el catecisme, l'ésser humà és lliure, fet que implica la possibilitat "d'escollir entre el bé i el mal" .Per saber com triar, s'ha de guiar per la consciència, que "assegura la veritat respecte al Bé" i per tant, si està ben formada, ajuda a no equivocar-se en la tria. La consciència actua com a "llei de l'esperit", però per sentir-la cal fer instrospecció i perquè el seu judici sigui certer, precisa una formació al llarg de tota la vida, que inclogui fe, raó i seguir els ensenyaments de l'església.
Ara bé, formada o no formada, Déu ha donat la consciència a tots els homes. Pot estar ofuscada, però sempre la tenim latent per a despertar-se.
Quan no se segueix la consciència sorgeixen el remordiment i la culpa, llavors el penediment actua com a filtre repressor de la conducta i la por a experimentar sentiments negatius.
En el més profund de la seva consciència l'home descobreix una llei que ell no es dóna a si mateix, sinó a la que ha d'obeir i la veu ressona, quan és necessari, a les orelles del seu cor, cridant-li sempre a estimar i a fer el bé i a evitar el mal. L'home té una llei inscrita per Déu en el seu cor. La consciència és el nucli més secret i el sagrari de l'home, en el qual està sol amb Déu, la veu ressona en el més íntim d'ella.
Present en el cor de la persona, la consciència moral li ordena, en el moment oportú, practicar el bé i evitar el mal.
La consciència moral és un judici de la raó pel qual la persona humana reconeix la qualitat moral d'un acte concret que pensa fer, està fent o ha fet.
Cal que cadascú presti molta atenció a si mateix per sentir i seguir la veu de la seva consciència.
Sr. Anónimo de las 2,36, gracias por su comentario.
EliminarUsted dice:
"Recordemos que sobre estas dos cuestiones ha habido la consiguiente inquietud y que sigue la controversia dentro de la Iglesia, hasta tal punto, en lo que respecta a la misericordia, que el mismo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Müller, replicó a la concepción que se desprende de las palabras del Papa Francisco y que se está propagando dentro de la Iglesia, según la cual Dios sólo puede perdonar"....
De acuerdo en que solo Dios puede perdonar, precisamente eso es lo que hace Dios a través del sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación.
Solo hace falta aplicar el texto evangélico "A quienes les perdonen los pecados les quedan perdonados y a quienes no se los perdonen les quedan sin perdonar” (Jn. 20, 19-23).
Todo lo que no sea en este camino es pura y llanamente teologia protestante.
Por otra parte la misericórdia divina está unida al arrepentimiento y éste al sentido del pecado.
O sea que si un fiel no se siente culpable de haber ofendido a Dios, no le podrà pedir perdón y Dios no podrà ejercer sobre él la misericórdia, simplemente porque el fiel no se abre a ella. No obstante, Dios le seguirà dando oportunidades para su salvación hasta el último momento, pero siempre respetando nuestra libertad.
Josep G. Trenchs
Apreciado amigo, me permito aclararle la cuestión con las palabras textuales del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Gerhard Ludwig Müller, en el documento publicado en "L'Osservatore Romano", en el que pone guardia frente a una interpretación "falsa" de la misericordia:
Eliminar"Mediante una invocación objetivamente falsa de la misericordia divina se corre el peligro de banalizar la imagen de Dios, según la cual Dios no podría más que perdonar. Al misterio de Dios pertenece el hecho de que junto a la misericordia están también la santidad y la justicia. Si se esconden estos atributos de Dios y no se toma en serio la realidad del pecado, tampoco se puede hacer plausible a los hombres su misericordia".
Un saludo
Al leer las distintas aportaciones a este blog, tengo la sensación que el entorno de Germinans no es muy favorable a nuestro estimado Papa Francisco.
ResponderEliminarLa deducción que hace Cesáreo Marítimo acerca de la misa en latín, como misa propia de la Iglesia, no me parece correcta. El único argumento de peso para la celebración en latín de la misa del 1 de enero es que se trata de la misa del cuerpo diplomático. No pretende ser una manifestación de misa modelo a aplicar en la vida diaria de la Iglesia.
Sé que este es el criterio que se aplica, por la experiencia de haber preparado dicha celebración con el servicio litúrgico pontificio.
Opino que GG es objetivo: hay cosas de Francisco que son discutibles, cosa lógica en su acción de magisterio privado, que es falible... y corregible.
EliminarCuriosamente, los progresistas decían que el ser favorables a Juan Pablo II y Benedicto XVI era papolatría, mientras que ahora caen en una verdadera papolatría, que llaman papastroika, cuando ilegítimamente le ponen en boca de Francisco I unas actuaciones contra la verdad de fe y moral católicas: abolición del pecado, sacerdocio femenino...
Yo también soy de aquellos que piensan que el Papa Francisco habla tal cual siente y piensa para tristeza mía y de muchos dentro de la Iglesia; lo mismo que tengo la certeza de que los cardenales que le eligieron como Papa sabían muy bien lo que hacían, pues los cuervos a los que hacía referencia algún cardenal estarían entre ellos, y lo expreso con mucho dolor y sin ninguna acritud.
ResponderEliminarHay que recordarles a algunos que la Misa en latín no se abolió después del CVII sino que ambas formas pueden coexistir como riqueza espiritual de la Iglesia como así se propuso en el CVII. Todo lo demás son otros intereses que nada tienen que ver con la tradición y el magisterio de la Iglesia. Abramos los ojos de una vez.
Y recemos y oigamos la palabra de Dios en n uestra lengua. Quién entiende el latín?
EliminarNo se entiende el latín por culpa de políticos incultos que eliminaron de la enseñanza la raíz de nuestra lengua, el latín; y la semántica de muchas palabras en la ciencia y las artes, como el griego; o el ejercicio de la lógica, como en filosofía. Así nos va el pelo, y no hay ninguna de nuestras universidades que figuren entre las primeras del mundo. La palabra de Dios se lee en la lengua vernácula de cada sitio y a eso hacía referencia el CVII
EliminarEs idioma oficial en la Ciudad del Vaticano. La Iglesia católica lo usa como lengua litúrgica oficial, aunque desde el Concilio Vaticano II se permiten además las lenguas vernáculas.
Eliminar...
Hoy en día, el latín sigue siendo utilizado como lengua litúrgica oficial de la Iglesia católica de rito latino. Es la lengua oficial de la Ciudad del Vaticano. Su estatus de lengua muerta (no sujeta a evolución) le confiere particular utilidad para usos litúrgicos y teológicos, ya que es necesario que los significados de las palabras se mantengan estables. Así, los textos que se manejan en esas disciplinas conservarán su significado y su sentido para lectores de distintos siglos. Además, esta lengua se usa en medios radiofónicos y de prensa de la Ciudad del Vaticano. El Papa entrega sus mensajes escritos en este idioma; las publicaciones oficiales de la Santa Sede son en latín, con base en las cuales se crean las demás traducciones. En la Iglesia Anglicana, después de la publicación de el Libro de Oración Común aglicano de 1559, una edición en latín fue publicada en 1560 para usarse en universidades; como en la de Oxford, donde la liturgia se conduce aún en latín.13 Más recientemente apareció una edición en latín del Libro de Oración Común de los EEUU de 1979.14
Cf.: http://es.wikipedia.org/wiki/Lat%C3%ADn#cite_note-7
La gran mayoría de los cristianos a lo largo de la historia jamás ha estudiado y entendido el latín! Siempre ha rezado en su lengua. Por tanto lo normal es que la Iglesia todo se realice en la lengua de cada pueblo!
EliminarSr. Cesáreo Marítimo, gracias por su articulo.
ResponderEliminarTras haber oído la presentación de la Exortación Apostòlica Evangelii gaudium, por Monseñor Munilla, creo que es una llamada de atención a los católicos, para leerla y releerla con buena voluntad, "sin buscar tres pies al gato, como vulgarmente se dice".
Esa presentación puede verse a través de Natzaret TV y Magnificat TV
También el próximo Domingo celebraremos la fiesta del Bautismo de Jesús y el Papa, administrarà el Sacramento del Bautismo a hijos de empleades del Vaticano. La Misa serà, Dios mediante, en la Capilla Sixtina, como lo hacía Benedicto XVI. Es possible, que por las circunstancias del lugar diga la Misa de espaldas a los fieles. No por ello ´tendría que ser visto como un Papa preconciliar; sinó todo lo contrario, un Papa que se adapta a las circunstancias del lugar y del momento..
Me parece un excelente artículo de Cesáreo Marímito. Francisco, en mi parecer, está dando demasiadas expectativas y esperanzas en esta primera fase de acercamiento popular y de ensayo de diálogo ecuménico, interreligioso y cultural con todos.
ResponderEliminarPero pronto deberá de tomar decisiones transcendentales, en especial, en materia de vida, familia y matrimonio.
En efecto, el mundo católico y de los hombres de buena voluntad están sometidos a un ataque sin precedentes en estos tres ámbitos, tanto desde el Estado, los medios de comunicación y los organismos internacionales, y que son instituciones base de la sociedad: uno, con el homicidio de no nacidos (aborto), y la eutanasia de recién nacidos y niños (eutanasia de menores en Bélgica y Holanda), y de otro, el multisexualismo y plurifamilismo.
Para ver el grado de decadencia y degradación moral de una sociedad, gobierno e intelectualidad, hoy La Vanguardia nos ofrece una muestra gratuita con el artículo del director adjunto Enric Juliana titulado "El error", referido a la ley del aborto de Gallardón, que lo enfoca como una ley de costumbres, con un Rajoy que no lo puede controlar, un sector católico sediento de "me sabe a poco", una facción laica del PP que lo ve todo como un peligro para ganar, una Iglesia española preocupada sólo de la renovación de Rouco y al fondo, un Francisco que todo lo ve como una obsesión. Juliana, como su director, Màrius Carol, ven el aborto como una costumbre, algo así como lo fue en su época el quemar brujas, tener esclavos o hacer sacrificios a ídolos, mientras ponen el grito en cielo por una sóla mujer muerta por violencia de género y por el robo de un recién nacido en un hospital: el mundo al revés.
www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20140109/54397913078/el-error.html
Una de las urgencias perentorias de Francisco será el dar ya, desde hoy, una nueva Doctrina de la Iglesia sobre la vida, la familia y el matrimonio, que actualice la Evangelium Vitae de Juan Pablo II de 1995 frente a los nuevos avances de la medicina reproductiva, y que debería de hacerse en este próximo Sínodo de las Familias de febrero y octubre, que no está siendo bien preparada por Vicenzo Paglia y Baldisseri en su cuestionario de las familias.
La nueva Evangelium Vitae de Francisco debería de ser el momento que definiera las diferentes licitudes morales de las nuevas técnicas de reproducción e investigación, que han motivado, con razón, que los antivida califiquen a los católicos como incongruentes e ignorantes, dado que desde Francisco, Paglia y Baldisseri, pasando por los obispos y llegando a los laicos, sólo están obsesionados por el aborto in vivo pero desconocen las leyes de reproducción asistida (14/2006) e investigación bioética (14/2007), donde verdaderas prácticas eugenésicas y homicidas contra niños no nacidos:
1. Selección del donante en base a concordancia de raza, grupos sanguíneos y características físicas con la pareja receptora. Evaluación psicológica, clínica y genética de donantes de ovocitos y esperma.
2. Selección eugenésica ovocitaria y de espermatozoides. La valoracion de la calidad ovocitaria esta basada en la morfologia, apariencia de su zona pelucida, espacio perivitelino, corpúcuslo polar, membrana plasmática y citoplasma.
3. Clasificación de embriones para su transferencia al útero de la madre interesada o de alquiler para conseguir embriones de calidad con una alta tasa de embarazo (65%) y bajo riesgo de aborto: categoría A: embrión de superior calidad con máxima capacidad de implantación; B: de buena calidad con alta capacidad; C: regular con bajas posibilidades; D: de mala calidad con escasas posibilidades.
4. Homicidio y congelación de niños no nacidos en la reproducción humana asistida:
a) Reducción embrionaria (si impide el desarrollo del otro hermano)
b) Aborto inducido (si es un niño enfermo)
c) Destrucción de embriones (en investigación o antes de implantarse)
d) Vitrificación de embriones
Los gestos y el lenguaje hablado pueden ser interpretados de muy diferentes maneras. Hay una gran variabilidad de comprensión porque aunque el discurso se pudiera llegar a transcribir correctamente en las diferentes lenguas, las capacidades receptivas de la audiencia católica son muy, que muy variadas.
ResponderEliminarEn consecuencia, es difícil medir el efecto de este lenguaje por no decir imposible. Por tanto no se puede clasificar como no apropiado, como se viene apuntando desde muchos foros católicos. No se puede decir que sea un mal lenguaje.
Hay una audiencia potencial de millones de fieles alejados que cargan con interpretaciones aberrantes de la Doctrina y se sienten excluidos. Pudiera ser que fuera un discurso más atractivo ya que parece ser un lenguaje abierto a la interpretación del que lo escucha y pudiera “tocar” a esa Iglesia distanciada, aunque someta continuamente a la prensa católica a una exegesis continuada. Francisco, creo que no está hablando para esa minoría, muy minoría que conoce la Doctrina.
Pero en definitiva este es el “estilo” que el Papa Francisco quiere usar en su gestión de la Iglesia y debemos respetarlo. Y todas esas energías gastadas en sus críticas reconvertirlas en oración por el Vicario de Cristo en la tierra.
Un comentario sobre la conciencia y su elección del bien y el mal. La cuestión que se plantea es si la conciencia es infalible. Afirmarlo, dice Benedicto XVI, significaría que no hay verdad alguna que constituye el fundamento de nuestra existencia, y como los juicios de la conciencia se contradicen unos con otros, sólo existiría la verdad del sujeto. Nada permitiría pasar del sujeto al todo y a lo común.
ResponderEliminarEn el hombre existe la presencia irrecusable de la verdad, de la verdad del Creador, que se ofrece también en la revelación de la historia Sagrada. El hombre puede ver la verdad de Dios en el fondo de su ser creatural. Pero también existe la conciencia errónea, que no está abierta a la verdad y no percibe lo supremo y esencial. La conciencia se convierte así en justificación de la subjetividad que no quiere verse cuestionada. De esta manera desaparece el deber de buscar la verdad y se deja de cuestionar la actitud y las costumbres dominantes. Basta el conocimiento logrado por uno mismo y la adaptación a los demás. El hombre es reducido a su convicción superficial.
Pero no se puede identificar la conciencia humana con la autoconciencia del yo, con la certeza subjetiva de sí y del propio comportamiento moral (la fuerza de la conciencia errónea justificaría los crímenes del nazismo pues se hicieron con convicción de lo que hacían). Esta conciencia puede ser el reflejo del entorno social y de las opiniones que en él se difunden; o puede deberse a una vida superficial en la que no se escucha suficientemente la profundidad del alma. En este sentido, hay que recordar los frutos del marxismo en la Europa del Este, el gran vacío moral producido tras muchos años de degradación espiritual y de un embotamiento del sentido moral. El nuevo Patriarca de Moscú manifestó tras su elección en 1990, que las facultades perceptivas de los hombres que viven en un sistema de engaño se nublan inevitablemente, “tenemos que conducir de nuevo a la humanidad a los valores morales eternos, es decir desarrollar de nuevo el oído casi extinguido para escuchar el consejo de Dios en el corazón del hombre”.
Si en l'home hi ha la veritat de Déu, aquesta també és dins la seva subjectivitat, ja que, s'obri o no s'obri a la veritat, en cap cas, ningú qüestionarà la seva apreciació personal.
EliminarLa consciència impregna la raó i el sentiment, si aquestes no són comunes a tots els humans sinó específiques de cada subjecte individual o comunitat particular, caldrà deduir que no hi ha cap veritat infosa en la consciència més enllà de la que dóna la fe.
El deure de cercar la veritat per evitar consciències errònies afecta a tothom, i, al final, es compleixi o no es compleixi, en quedarà afectada per igual la nostra subjectivitat, i deixarem de qüestionar o aprovar certes actituds i costums siguin o no siguin dominants.
Les conviccions poden ser superficials o profundes tant si són errònies com encertades, i a més, en ambdós casos, són humanes i circumscrites a l'àmbit personal. Així donen justificació a comportaments morals o immorals com ara el d'un abnegat metge sense fronteres o, així mateix, el d'un fanàtic que mata per la seva fe.
Sinó, en si mateix, ningú entendria, en absolut, que li diguin "no havies de matar" o bé no sentiria res de res si li diuen "has matat".
Necessitaríem, única i forçosament, l'adoctrinament o la repressió social, o bé, en el cas de la fe, la veritat revelada del cinquè manament "no mataràs" o, més afinat, "No facis a un altre el que no vulguis que et facin a tu".
Per a escoltar la profunditat de l'ànima, amb els seus valors morals, necessitem la raó i el sentiment, malgrat aquests també estiguin influenciats per l'entorn social.