Pero ahora que se cumplen 50 años de la entrevista de José Antonio Novais, conviene rescatar del olvido uno de los episodios más sórdidos y crueles del mandato abacial de Dom Aureli María. Se trata del rapto, encarcelamiento y tortura del monje Maiol Baraut i Obiols.
El padre Maiol Baraut, nacido en 1910 en el minúsculo pueblo pirenaico de El Vilar de Cabó, era un demócrata convencido. Su actividad anti-franquista se remontaba al mismo inicio de la posguerra. A principios de los 40, el monje Baraut residía en una casa de Engordany (Andorra), propiedad del cenobio benedictino. Desde allí se las ingenió para enviar correspondencia clandestina a los exiliados españoles en Francia. Una vez a la semana, Maiol se desplazaba a Montserrat a recoger correo y lo subía a Andorra, burlando la férrea censura de la época. Desde el Principado lo remitía a sus destinatarios por medio del correo francés.
Baraut era compañero de curso de Escarré, pero éste, a diferencia de aquél, se había distinguido por su adhesión inquebrantable al régimen de Franco. Durante los años de su abadiado se encargó de purgar a aquellos elementos del monasterio que pudiesen representar la más mínima desafección. Maiol era uno de ellos. Además, en el Capítulo Provincial de la Congregación de Subiaco del año 1952, fue elegido Visitador, con 8 votos a favor y 2 para Dom Aureli. Eso sentó como un tiro al abad, que utilizó todas sus artimañas para que Baraut declinase la oferta.
Desde aquel incidente, la frágil salud del padre Maiol se resintió tanto que tuvo que ser ingresado en la Clínica Ribas de Barcelona. Con motivo de su ausencia, Escarré ordenó registrar su habitación y pertenencias, en busca de unos supuestos papeles comprometedores. Al regresar del hospital, Baraut fue trasladado a una residencia, denominada Can Castells, que era propiedad de la comunidad montserratina en Esparreguera. El abad le visitó y le dijo que si se humillaba, le devolvía los papeles y se arrodillaba delante de él todo quedaría zanjado.
“Ull de bruixot”, era como se conocía al abad Escarré,
por su ojo derecho más apagado |
Al preso le entró una verdadera obsesión por huir del ergástulo hasta el extremo que logró escaparse una noche del mes de enero de 1954, si bien su enorme debilidad sólo le permitió llegar a la cercana Colonia Sedó, donde fue acogido, tembloroso, mal vestido y muerto de frio.
Inmediatamente volvió a ser arrestado, vejado y abofeteado por los esbirros de Escarré, siendo prohibida la visita a sus familiares, a pesar de contar entre ellos con otro benedictino, su hermano menor Cebrià, y un salesiano, a la sazón padre provincial.
Pero el padre Baraut, a diferencia de otras víctimas de Escarré, pudo contar con la influencia de sus hermanos, especialmente del salesiano Lluís. Este se desplazó a Montserrat a entrevistarse con el abad, sin que se dignase recibirlo. Sin embargo, el buen discípulo de Don Bosco no se arredró y acudió a la Congregación de Religiosos en Roma, donde se entrevistó con el padre Larraona, que en aquellos momentos era el Secretario.
Inmediatamente después Escarré liberó a su cautivo, pero sin que pudiera ver a nadie ni recoger sus pertenencias, lo montó en un barco con destino a Chile. En 1957 es trasladado al monasterio de Medellín, donde se hallaban otros compañeros objeto de las purgas del abad de L’Arboç. En el cenobio colombiano contactó, entre otros, con el monje Hilari Raguer, que era maestro de novicios. Otro auténtico anti-franquista que también había sufrido las purgas de Dom Aureli María. Con él volvió a Montserrat, tras la muerte del abad, falleciendo en el año 1975, con 65 años de edad. Sin el testimonio de Raguer o el del ex monje Narcis Xifra i Riera (otro represaliado), en su libro "L’abat Escarré: historia i mite", nadie habría conocido la historia del preso Baraut.
Baraut no fue el único que padeció la vesania de un abad autoritario e inhumano. Otros monjes, especialmente los más distinguidos por su catalanismo, la sufrieron en similar medida, sin tener la “suerte” de contar con un hermano provincial de una orden religiosa que le salvase, aunque bastante tarde, de una cárcel arbitraria y de un trato vejatorio.
Este abad carcelero y torturador se convirtió en un mito del nacionalismo. Miles de calles de poblaciones catalanas llevan su nombre. Ahora se celebran los 50 años de sus declaraciones con toda pompa y circunstancia. Los más letrados nos advierten que Escarré fue un franquista arrepentido. A ellos sólo debe recordársele que se arrepintió muy tarde: después de 24 años de mandato, cuando ya se le había nombrado coadjutor en la persona del padre Brasó y sus facultades mentales dejaban mucho que desear. Hasta entonces había sido el verdadero azote de los monjes antifranquistas. Escarré, una manipulación más del nacionalismo catalán.
Oriolt
La última frase es la que buscaba para entender la voluntad última del artículo. Por cierto, si en Cataluña hay 946 municipios, ¿como puede haber miles de calles dedicadas al abad Escarré? Quien es el manipulador generalizando las argucias de Benet y Manent a todo el nacionalismo catalán, como si todo nacionalista fuera un manipulador?
ResponderEliminarEn Arenys de Munt donde empezaró todo el tema de las consultas soberanistas no hay ninguna calle dedicada al abad Escarré. Pero seguro que Paco Pepe te linka el artículo en la Cigueña de la Torre ! Nos apostamos un mosto en el restaurante La Camarga?
ResponderEliminar"Linka", no, "enlaza". No usemos extranjerismos cuando en nuestro idioma existen palabras equivalentes.
EliminarLo dicho, Paco Pepe ha linkado el artículo. Me pido mi mosto en el restaurante La Camarga, prometo no llevar micrófonos.
Eliminar"El padre Maiol Baraut, (...), era un demócrata convencido. Su actividad anti-franquista se remontaba al mismo inicio de la posguerra".
ResponderEliminarSer antifranquista no era necesariamente sinónimo de ser demócrata. Antifranquistas eran los marxistas, anarquistas y nacionalistas totalitarios, que de demócratas tenían muy poco.
Me ha dejado pasmao! El manipulador Benet! Lo era tanto y tan preclaro que ya colaboraba en la circular de los monaguillos monstserratinos de los cuarenta/cincuenta. Saben cómo se llamaba esta hoja, queridos germinantes? A que no lo adivinan de tal infausto manipulador? Pues se llamaba GERMINABIT! Coñe con nuestro Benet, el historiador manipulador! Es que a veces la realidad supera a la ficción. Con tanto anónimo firmante de este tipo de artículos a uno no le queda más remedio que irse a orar a la capilla abierta más próxima...
ResponderEliminarAnscarius Barchinonensis
Las fotos del indomable Abad de la Patria Oprimida yendo al lado del Gran Ogro Opresor Shrek están completamente manipuladas. Son metafísicamente imposibles.
ResponderEliminarNo encajan en el discurso, políticamente correcto y adecuado, descrito por la historiografía oficial catalanista.
Ojiplático (o.o) por el montaje.
La foto real: el general Francis Frank recibiendo una tunda del abad.
http://2.bp.blogspot.com/_rsf96fPth_w/SwG9GeCRN9I/AAAAAAAABqU/KSgBW_eMuZM/s400/fotos-graciosas-perros-gatos-p.jpg
Supongo que en la época, debía de aplicarse el Código de Derecho Canónico de 1917, y me supongo que un caso de retención y lesión de un religioso ¡por su abad! quizás estaba penado con la excomunión.
ResponderEliminarComo no se puede imponer una excomunión si no se ha amonestado antes al delincuente almenos una vez para que cese en su contumacia, me imagino que le debieron de avisar y lo liberaron.
Me imagino además que, obviamente, la cosa no fue a más, porque el escándalo de un juicio canónico con pena de excomunión contra un abad de un monasterio tan famoso por semejante delito canónico, habría hecho temblar a Franco, al catalanismo, a los Pirineos y al mismísimo Poseidón y su tridente, además de ser una verdadera vergüenza internacional, tanto para el Vaticano, para España como para Cataluña.
Así que todos debieron de echar tierrar, piedras y cemento, más un estúpido velo, a este escabroso asunto.
Rezar por el alma del abad Escarré, por la víctima y por todos los religiosos fallecidos, y por todo el mal que pudiera haber aún de remanente.
Hay que agradecer de nuevo a Franco para que tampoco le iniciara un procedimiento penal por secuestro y lesiones.
EliminarPor otra parte, ¿por qué Manent no reconoce que toda la entrevista fue amañada?. Pues hay indicios muy evidentes de ello.
Jordi Lopez Camps publico hace unos dias un panegirico sobre este turbio personaje de la Iglesia catalana http://jordilopezcamps.blogspot.com.es/2013/11/labat-escarre-i-les-declaracions-le.html. Parece que el antiguo socialista ahora se ha pasado al lado separatista despues de estar un tiempo trabajando para el PP como gerente de cultura de la Diputacion de Barcelona.
ResponderEliminarEl mito de Escarré recuerda, salvando las distancias, a los construidos en torno al P. Llanos o el Cardenal Tarancón, franquistas convencidos durante muchos años hasta que llegó la hora de "evolucionar"...
ResponderEliminarEs de sabios rectificar.
EliminarMe río yo de algunas de estas "rectificaciones".
EliminarBarceloni, Ciscu Pep: Poderosa argumentación, siempre ad hominem. Siempre descalificando sin otra base que una expresión metafórica. Son las notas distintivas de los segregacionistas. No quería intervenir en las andanzas de este curioso abad , pero los comentarios de los citados más los que pueden leerse en las web seudocristianas contra monseñor Rouco, siempre ad hominem, me ha impelido a expresar de qué calaña están constituidos. Den alguna razón alguna vez, aunque sólo sea para despistar
ResponderEliminarUn consejo para JMVG, no utilices frases tan largas que te vas a atragantar. Has hecho una de 41 parabras. Tienes que mejorar tu construcción de frases, a parte de su occitano (como a le dijeron el jueves pasado) claro està.
EliminarSe conoce el escritor patán, me enseña mi mujer, profesora de español y de filosofía en institución académica extranjera, en que no sabe utilizar las subordinadas. O se asusta de su empleo. Agur, hermano, busque argumentos y no desbarre, que esa es una nota distintiva de la esencia del separatismo, que diría la metafísica de Zubiri.
EliminarHay calles dedicadas a este personaje en, al menos: Argentona, Badalona, Banyeres del Penedés, Barcelona, Blanes, Castellcir, Corbera de Llobregat, El Papiol, El Vendrell, Girona (en castellano Gerona), Lleida (en castellano Lérida), Masnou, Mataró, Mollet del Vallés, Montgat, Montroig del Camp, Palafrugell, Premiá de Dalt, Reus, Rubi, Sabadell, Sant Boi de Llobregat, Sant Cugat, Tarragona, Tárrega, Vilanova i la Geltrú y Vila-Seca. Eso suman veintisiete municipios catalanes, incluyendo todas las capitales de provincia. De manera que lo de "miles de calles" es una hipérbole perfectamente justificable.
ResponderEliminarPues el General Prim tiene calles dedicadas en Cataluña, y fue el bombardeador de Barcelona (la destruyó en un tercio en un asedio por mar y tierra de meses) que le dio el fajín de General ("o caixa o faixa", o féretro o fajín de general).
EliminarI una Plaça a L´Arbos.
EliminarEs que en el resto de Cataluña tampoco tenían muchas simpatías por Barcelona...
EliminarSr. Oriolt, gracias por su artículo semanal
ResponderEliminarAureli Maria Escarré le dijo en marzo de 1960 a David Fritzlan, cónsul de Estados Unidos en Barcelona, que le preocupaba mucho la falta de intuición del franquismo para promover reformas sociales y políticas. El diplomático quedó impresionado por la franqueza del abad y, fiel a la tendencia norteamericana de obtener información por la vía más directa posible, se citó de nuevo con Escarré. Ambos conversaron otra vez en Montserrat el 24 de enero de 1961. Escarré le habló de la detención y condena de Jordi Pujol, de que Franco habían insistido personalmente en que le castigaran y que la única solución que veía para España era el desarrollo gradual de los principios democráticos. Pero añadió que no esperaba milagros.
El cónsul Fritzlan - al que tenían especial estima en el Departamento de Estado- se reunió con Escarré "con el fin de renovar los contactos con este liberal español y uno de los principales exponentes del catalanismo", según escribió en un informe secreto hoy en poder de La Vanguardia.
El abad le recibió cordialmente y tuvieron 45 minutos de charla a solas, que fue seguida por un almuerzo relajado al que se unieron otros cuatro monjes. "Durante mi charla, el abad tocó el desarrollo político en EE. UU., las relaciones entre EE. UU. y España, los cambios en el gobierno provincial de Barcelona, los desarrollos culturales catalanes y la situación política y económica en España y en Cataluña".
Escarré expresó ante el cónsul un entusiasta interés por la elección del presidente Kennedy y estaba gratamente impresionado por su discurso inaugural y, aunque "le habría gustado que hubiera sido elegido Nixon", las primeras impresiones de la Administración Kennedy suponían para él un buen augurio. "Escarré creía - informó Fritzlan- que la aceptación general del veredicto popular, aunque había estado muy igualado, era un buen ejemplo de democracia en acción para el mundo". Así las cosas, el abad Escarré consideraba que EE. UU. estaba en una buena posición para ejercer cierta influenciada sobre el régimen español.
Fritzlan le preguntó si tenía alguna idea concreta sobre lo que EE. UU. podría hacer para ayudar al desarrollo de instituciones liberales en España, matizando que ésta era una cuestión delicada que, si no se trataba con cuidado, podía provocar acusaciones de intervencionismo. Escarré estuvo completamente de acuerdo y dejó claro que no pretendía de la Casa Blanca declaraciones públicas en contra del régimen. Esta medida "ya se había intentado al final de la Segunda Guerra Mundial y que el resultado final fue la mejora de la popularidad de Franco en España", alegó el abad. No, en su lugar, pensaba en declaraciones realizadas al propio Franco en el momento adecuado referentes a la conveniencia de instituir reformas políticas modernas en España antes de que fuera demasiado tarde.
En su opinión, EE. UU. debía mostrarse públicamente menos entusiasta con el régimen y asociarse más con el país y con la gente que con Franco, su entorno y sus seguidores más activos. El cónsul respondió que podía tener la seguridad de que la política de EE. UU. no era adepta al régimen de Franco y que "nosotros no estábamos menos interesados que él en el desarrollo de instituciones liberales en España".
Además Escarré reveló al diplomático que el gobernador militar, Ángel González de Mendoza Dorvier, que había dejado Barcelona hacía poco, en realidad había sido trasladado por sus superiores debido a que cuando presidió el tribunal militar que condenó a Jordi Pujol le "había permitido pronunciar amplios comentarios en defensa de la democracia y de la libertad humana".
Franco no era estúpido y sabía de estos clérigos acomodaticios al buen viento de los tiempos, prestos al cambio de chaqueta.
EliminarConocía del poder de seducción del marxismo y del nacionalismo y la acción de la masonería, de la que era un experto.
El ejemplo es su carta sobre el Vietnam (dos años después del asesinato de Kennedy), y que por su interés en los asuntos internos la reproduzco:
Mi querido Presidente Johnson
Mucho le agradezco el sincero enjuiciamiento que me envía de la situación en el Vietnam del Sur y los esfuerzos políticos y diplomáticos que, paralelamente a los militares, los Estados Unidos vienen desarrollando para abrir paso a un arreglo pacífico. Comprendo vuestras responsabilidades como nación rectora en esta hora del mundo y comparto vuestro interés y preocupación de los que los españoles nos sentimos solidarios en todos los momentos. Comprendo que un abandono militar de Vietnam por parte de los Estados Unidos afectaría a todo el sistema de seguridad del mundo libre.
Mi experiencia militar y política me permite apreciar las grandes dificultades de la empresa en que os veis empeñados: la guerra de guerrillas en la selva ofrece ventajas a los elementos indígenas subversivos que con muy pocos efectivos pueden mantener en jaque a contingentes de tropas muy superiores; las más potentes armas pierden su eficacia ante la atomización de los objetivos; no existen puntos vitales que destruir para que la guerra termine; las comunicaciones se poseen en precario y su custodia exige cuantiosas fuerzas. Con las armas convencionales se hace muy difícil acabar con la subversión. La guerra en la jungla constituye una aventura sin límites.
Por otra parte, aunque reconociendo la insoslayable cuestión de prestigio que el empeño pueda presentar para vuestro país, no se puede prescindir de pesar las consecuencias inmediatas del conflicto. Cuanto más se prolongue la guerra, más empuja al Vietnam a ser fácil presa del imperialismo chino, y aun suponiendo que pueda llegar a quebrantarse la fortaleza del Vietcong. Subsistirá mucho tiempo la acción larvada de las guerrillas que impondrá la ocupación prolongada del país en que siempre seréis extranjeros. Los resultados como veis, no parecen estar en relación con los sacrificios.
La subversión en el Vietnam, aunque a primera vista se presente como un problema militar, constituye, a mi juicio, un hondo problema político; está incluido en el destino de los pueblos nuevos. No es fácil al Occidente comprender la entraña y la raíz de sus cuestiones. Su lucha por la independencia ha estimulado sus sentimientos nacionalistas; la falta de intereses que conservar y su estado de pobreza les empuja hacia el social-comunismo que les ofrece mayores posibilidades y esperanzas que el sistema liberal patrocinado por Occidente que les recuerda la gran humillación del colonialismo. Los países se inclinan en general al comunismo porque, aparte de su poder de captación es el único camino eficaz que se les deja. El juego de las ayudas comunistas rusa y china viene siendo para ellos una cuestión de oportunidad y de provecho.
De los nueve hermanos Baraut Obiols, dos fueron benedictinos, como bien indica el artículo, y no uno, sino tres salesianos.
ResponderEliminarhttp://ca.wikipedia.org/wiki/Cebri%C3%A0_Baraut_i_Obiols
También son ganas de remover la historia... ¿Por qué no iniciamos un proceso contra Caín por matar a su hermano Abel? Así no acabaremos nunca con el pasado.
ResponderEliminarEs preciso no perder de vista estos hechos. Las cosas son como son y no como nosotros quisiéramos que fueran. Se necesita trabajar con las realidades del mundo nuevo y no con quimeras. ¿No es Rusia una realidad con la que ha habido que contar? ¿No estaremos en esta hora sacrificando el futuro a aparentes imperativos del presente? A mi juicio hay que ayudar a estos pueblos a encontrar su camino político, lo mismo que nosotros hemos encontrado el nuestro.
ResponderEliminarAnte estos hechos nuevos no es posible sostener la rigidez de las viejas posiciones. Una cosa es lo que puedan acordar las grandes naciones en Ginebra y otra el que tales decisiones agradan a los pueblos y se conformen con ellas. Es difícil de defender en el futuro y ante los ojos del mundo esa división artificial de los países que sí fue conveniente de momento dejará siempre abierta una aspiración a la unidad.
Comprendo que el problema es muy complejo y que está presidido por el interés americano de defender a las naciones del Sudeste asiático de la amenaza comunista; pero siendo ésta de carácter eminentemente político, no es sólo por la fuerza de las armas cómo esta amenaza puede desaparecer.
Al observar, como hacemos, los sucesos desde esta área europea, cabe que nos equivoquemos. Guardamos, sin embargo, la esperanza de que todo pueda solucionarse ya que en el fondo los principales actores aspiran a lo mismo; los Estados Unidos a que el comunismo chino no invada los territorios del sudeste asiático; los estados del sudeste asiático a mantener a China lo más alejada de sus fronteras; Rusia, a su vez, a que su futura rival, China, no se extienda y crezca; Ho Chi Minh, por su parte, a unir el Vietnam en un Estado fuerte y a que China no lo absorba.
No conozco a Ho Chi Minh, pero por su historia y sus empeños por expulsar a los japoneses, primero, a los chinos después y a los franceses más tarde, hemos de conferirle un crédito de patriota, al que no puede dejar indiferente el aniquilamiento de su país. Y dejando a un lado su reconocido carácter de duro adversario, podría, sin duda ser el hombre de esta hora, el que Vietnam necesita.
En este interés superior de salvar al pueblo vietnamita y a los pueblos del sudeste asiático, creo que vale la pena de que todos sacrifiquemos algo.
He deseado, mi querido Presidente, haceros estas reflexiones confidenciales en el lenguaje directo de la amistad. Aunque sé que muchas están en vuestro ánimo, le expongo lealmente mi juicio con el propósito de ayudar al mejor servicio de la paz y del futuro de los pueblos asiáticos.
Suyo buen amigo
Francisco Franco.
En definitiva, Franco los tenía a todos bien medidos, a los nacionalistas, comunistas y socialistas marxistas, sabía de qué pie calzaban, y que ninguno tenía la calidad correosa de Ho Chi Minh, para suerte de todos (por cierto, me parece que Benet ya cobraba en aquella época de la Caja B de Banca Catalana de los Pujol Pater et Filius, banco creado en 1959 por Florenci Pujol i Brugat y su hijo Jordi Pujol i Soley junto con Francesc Cabana i Vancells).
Os dejo esta interesante entrevista a Javier Barraycoa, autor de "Cataluña hispana":
ResponderEliminar.
http://mitesimentides.wordpress.com/2013/11/17/1387/