El Papa Francisco en su homilía de la Fiesta de la Asunción en Castelgandolfo |
Francisco estaba leyendo este párrafo de su homilía de la Asunción, durante la misa que celebró este jueves en Castelgandolfo: "María, por el contrario, nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. La oración con María, en especial el Rosario, tiene también esta dimensión «agonística», es decir, de lucha, una oración que sostiene en la batalla contra el maligno y sus cómplices".
Entonces se interrumpió al llegar a "en especial el Rosario" y dijo: "Habéis oído bien: el Rosario, ¿eh?". Miró a los fieles presentes en el patio del palacio pontificio y les preguntó: "¿Vosotros rezáis el Rosario? ¿Todos los días?".
"Sííí...", respondieron los fieles. Aunque no debieron mostrar mucha convicción, porque Francisco les hizo reír: "Bueno, no sé... ¿Seguro?". Para terminar con un "Ecco [Vale]".
Me ha encantado que el Papa nos recuerde lo importante que es rezar el Rosario todos los días y que lo haya hecho con ese tono simpático que le caracteriza, que no sólo le sirve para ganarse al público en general sino también para recordarnos a los católicos lo que tenemos que hacer.
No es algo nuevo, aunque la manera de decirlo si que es novedosa, pero todos los últimos Papas han recordado a los fieles la importancia de rezar esta oración mariana. Cada día millones de católicos de toda condición la rezan con fe y con devoción, aunque estoy convencido que aquí en nuestra tierra catalana los números serían muy bajos en comparación con otros territorios católicos.
Una de las causas de esta situación es que hay una parte de nuestro clero que no reza el Rosario y que por consiguiente tampoco anima ni recomienda a hacerlo. Algunas personas tienen experiencias desagradables con algún párroco al que le han insinuado la posibilidad de que se rezara el Rosario en el templo: "Eso está pasado de moda", "Récelo usted en su casa", "Hay oraciones más interesantes"... Incluso alguno ha respondido con una sonora carcajada ante el demandante por pedir algo tan descabellado.
Un buen amigo mío que estudió en el Seminario de Barcelona, aunque no llegó al sacerdocio, me decía que en los tiempos en que fue seminarista nunca se rezó el Rosario en comunidad, y que él tenia que hacerlo sólo y a escondidas para evitar burlas de otros compañeros e incluso de algún sacerdote formador. Así nos ha salido el clero de algunas generaciones y así han salido algunas de nuestras parroquias donde es misión imposible conseguir que se rece el Rosario.
Tampoco he visto nunca que el cardenal Martínez Sistach incluya el rezo del Rosario en algunas de sus múltiples actividades diocesanas, y es que se mira demasiado lo "políticamente correcto" y lo que no haga enfadar a una parte del clero tan poco mariano y piadoso.
Mn. Ramon Corts rezando el Rosario en una salida parroquial |
Los obispo también deberían ayudar a fomentar el rezo del Rosario como ha hecho el Santo Padre, a algunos les he oído con mucha insistencia como al obispo de Vic, Monseñor Casanovas (recomendado recientemente que se rezara mientras se conduce), o al de Terrassa, Monseñor Saiz Meneses, que en el entierro de su madre, agradeció que les hubiera enseñado a rezar el Rosario en familia. Otros obispos más bien poquito o nada.
Espero que este Papa tan mediático, consiga que sus mensajes, calen en el Pueblo cristiano, y no sólo los que despiertan aplausos en ciertos sectores de la sociedad no demasiado creyentes, sino todos, también cuando el Papa habla claro o muestra signos claros como el de ponerse a confesar él mismo en la Jornada Mundial de la Juventud.
Francesco Della Rovere
Palabras así compensan otras cosas como su silencio en cuestiones como los gaymonios o su actitud excesivamente tibia con el aborto.
ResponderEliminarHay dos custiones sobre este Papa que algún germinante informado debería explicar. Ha manifestado que está en contra de la clericalización de los laicos y en contra del carrerismo eclesiástico.
EliminarVamos a ver, ¿los laicos clericalizados son los laicos devotos, también denominados despectivamente "beatos o "beatas"?¿Cómo pretende desclericalizarlos? ¿Por qué es malo estar clericalizado? ¿Los miembros y seguidores de Germinans estamos clericalizados?
Si uno tiene la capaciddades necesarias para ser obispo y tiene vocación de obispo, ¿esto es malo? Yo creo que en esta vida hay sin duda gente -poca- con vocación episcopal, sí, sin falsas modestias ni tonterías. ¿Esto es carrerismo? ¿Querer ser obispo es ser carrerista? ¿Es malo que uno oriente su trayectoría eclesiástica con la ilusión de alcanzar el episcopado? ¿Es que es malo ser obispo?
Por supuesto no es malo ser obispo, es la plenitud del sacerdocio. Pero la vocación es la misma: la del sacerdocio, servir por Cristo a los demás, a la Iglesia.
EliminarLo malo es el ego, el carrerismo, querer conseguir cargos, incluso el episcopado, para lucimiento propio, no como servicio.
Y la expresión de laicos clericalizados pues es lo opuesto al laicado entendido por el Vaticano II, por San Josemaría Escrivà y por Juan Pablo II. El laico cuanto más devoto, mejor. Y está llamado a la santidad, igual que un sacerdotes o un religioso, aunque en diferentes ámbitos, con diferentes carismas y tareas.
Por un lado, el laico es más libre que el consagrado -no tiene voto de obediencia ni superior jerárquico- pero también tiene más cargas -los hijos, el trabajo, las facturas, etc.-.
Por laico clericalizado entiendo al clásico "meapilas", hay un dicho que dice que en España siempre se va detrás de los curas, con un cirio o con un palo. Tal vez los laicos clericalizados son aquellos a los que les hubiera gustado ser sacerdotes y o bien no pudieron o no se decidieron y desahogan todo su "compromiso cristiano" haciendo tareas auxiliares en la iglesia, como sagristanes, haciendo seguidismo del sacerdote...
No digo con eso que no haya que ayudar en la iglesia, cuando es menester. Pero su lugar está fuera, en el mundo. A la iglesia se va a aprender y a recibir gracia de Dios para, después, en la casa, en el trabajo, en la calle trabajar por nuestra santificación.
Si, Gracias Santo Padre, por ecordarnos que el Rosario es la mejor oracion para Dios y para Maria, es nuestra ayuda, nuestra fortaleza y es tan sencilla !!! nos deja una ansiada paz interior. GRACIAS
ResponderEliminarEn el Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de Barcelona, se reza diariamente a las 19,30 desde siempre.
ResponderEliminarY en mi casa también-
EliminarSr. Francesco Della Rovere, agradecido y totalmente de acuerdo con la homilia del Papa Francisco y con su articulo.
ResponderEliminarCuántas coses cambiarían si los católicos rezaramos el Rosario todos los días.!!!
Pero ayer como dijo el Papa Francisco es la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.
Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
Ahora bien, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a este interrogante:
"La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (#966).
La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección.
Más aún, la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo es un Dogma de nuestra fe católica, expresamente definido por el Papa Pío XII hablando "ex-cathedra". Y ... ¿qué es un Dogma? Puesto en los términos más sencillos, Dogma es una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios.
El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".
Y el Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes términos:
"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio" (JP II, 2-julio-97).
Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de quienes `oyen la Palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial" (JP II, 15-agosto-97)
El Papa Francisco recomienda rezar el rosario todos los días, pero, por otra parte, considera "pelagianos" a quienes llevan la cuenta del número de rosarios rezados. «Cuando me eligieron, recibí una carta de uno de estos grupos, y me decían; “Santidad, le ofrecemos este tesoro espiritual; 3.525 rosarios”. Por qué no dicen rezamos por usted, pedimos… pero esto de llevar las cuentas…»:
ResponderEliminarhttp://vaticaninsider.lastampa.it/es/vaticano/dettagliospain/articolo/francesco-francis-francisco-benedetto-xvi-benedict-xvi-benedicto-xvi-25586/
Don Hermenegildo, en qué año nació usted? Es acaso pariente del rey de los godos?
Eliminarja.ja.ja... muy bueno! Porque mira que es carca ese hombre!
Eliminar¿Algun libro o devocionario con los misterios ilustrados, comentados, con las citas bíblicas?
ResponderEliminarSr. Anónimo de las 11,42.
EliminarLas cites bíblicas son las siguientes:
Los Misterios Gozosos
(lunes y sábados)
1- La Anunciación.
(Lucas 1, 30-32, 38)
2- La Visitación (de María a su prima Santa Isabel).
(Lucas 1, 39-43)
3- El Nacimiento de Jesús
(Lucas 2, 6-11)
4- La Presentación
(Lc 2, 22-25, 34-35)
5- El Niño Perdido y Hallado en el Templo
(Lc 2, 41-47)
Los Misterios Luminosos
(jueves)
1- Su bautismo en el Jordán
(Mt 3, 13, 16-17)
2- Su autorrevelación en las bodas del Caná
(Jn 2,1-5)
3- Su Anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión
(Mc 1, 15, 21; 2,3-11; Lc 7, 47-48)
4- Su Transfiguración
(Mt 17, 1-3, 5)
5- Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.
(Jn, 13, 1; Mt 26, 26-29)
Los Misterios Dolorosos
(martes y viernes)
1- La Agonía en el Huerto
(Lc 22, 39-46)
2- La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo
(Jn 18, 33, 19;1)
3- La Coronación de Espinas
(Mt 27, 29-30)
4- Jesucristo, la cruz a cuestas y camino al Calvario.
(Mt, 27, 31; Jn 19, 17; Mc 15, 21)
5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor
(Lc 23, 33-34, 44-46; Jn 19, 33-35)
Los Misterios Gloriosos
(miércoles y domingo)
1- La Resurrección del Señor
(Mt 28, 5-6)
2- La Ascensión
(Lc 24, 50-51; Mc 16, 20)
3- La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés
(Hch 1, 14; 2, 1-4)
4- La Asunción de la Virgen Santísima
(Ct 2, 10-11, 14)
5 -La Coronación de la Virgen Santísima como Reina de Cielos y Tierra.
(Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1)