Los recientes nombramientos en la diócesis de Barcelona han encendido una inquietud y una zozobra que exigen una respuesta que se hace cada vez más urgente: ¿gestionamos la Iglesia como una institución burocrática o la vivimos como un Cuerpo que discierne verdaderamente sus decisiones a la luz del Evangelio?
Las siguientes seis claves parecen revelar esas tensiones que merecen una mirada crítica, también profética y, por lo tanto, incómoda.
1. Decisiones sin consulta
Los cambios parroquiales comunicados por decreto, sin diálogo previo con las comunidades ni casi con los sacerdotes afectados, transmiten una gestión impersonal. La “sinodalidad” proclamada como horizonte pastoral se desvanece cuando no se escucha ni se involucra al Pueblo de Dios ni al propio clero, al que se le hace receptor pasivo de las decisiones del staff episcopal. Esta práctica erosiona la confianza y convierte la autoridad en un acto frío, más cercano a una estructura de gestión administrativa y económica que a una familia.
2. Clericalismo disfrazado de organización
Detrás del aparente interés por una planificación adecuada a causa -dicen- de la falta de sacerdotes, asoma no un clericalismo renovado sino un episcopalismo desaforado: jerárquico hasta el extremo, piramidal y ajeno al sinodalismo eclesial, que se convierte en una dictadura impositiva que no admite ninguna disidencia. La obediencia formal se impone sobre la corresponsabilidad, relegando al laico y al mismo sacerdote a un papel de obsequiosa aceptación, si no quiere ser definitivamente descartado. Por tanto, el riesgo es claro: confundir la unidad con uniformidad y la obediencia con sumisión.
3. Nomadismo forzado
Por un lado, el ritmo de traslados, cada pocos años, impide que las comunidades echen raíces y los vínculos maduren. Por otro, las llamadas “Comunidades pastorales”, que agrupan diversas parroquias, servidas por un “equipo” sacerdotal en las que nadie es el párroco o lo son todos solidariamente y sirven indistintamente a las comunidades encomendadas. En consecuencia, el sacerdote deviene un funcionario itinerante, y la comunidad queda herida, sin tiempo para consolidar un proyecto pastoral profundo. Esta dinámica fragmenta el tejido espiritual y convierte la pastoral en un modelo de “pasar por” sin “permanecer en”.
4. Parroquias sin pertenencia
Los tablones de anuncios de las iglesias parecen itinerarios de una estación de tren donde el jefe siempre está ausente: “Cambia el párroco y nadie sabe quién dirá la misa el próximo domingo, pero el servicio continúa,” dirá la oligarquía eclesiástica. Por ello, se enseña a no apegarse, a esperar al próximo cura, al que sea, como si el vínculo entre pastor y comunidad fuera irrelevante. Pero sin pertenencia, no hay identidad. Y sin identidad, no hay verdadera misión. Sin un verdadero e identificable pastor, las ovejas se dispersan.
5. Sacerdote: más que un empleado
El sacerdote no es un gestor, no es un fabricante de sacramentos, sino el rostro visible de Cristo entre su gente. Su presencia encarnada, la de Cristo en el sacerdote, transforma la comunidad parroquial; sólo la permanencia del párroco permite compartir vida, penas, esperanzas y fe. Rotar de sacerdote constantemente (ese es el plan en las comunidades pastorales) debilita esta vocación profundamente humana y pastoral: ser padre, no solo servidor, administrador o funcionario. Sin embargo, siempre habrá un grupo de intocables que conserven para su uso exclusivo magníficas y bien financiadas parroquias, aunque su vida moral deje mucho que desear. Sólo cuando se hace público el escándalo se actúa, a pesar de todos los protocolos de pacotilla ya promulgados.
6. Una advertencia profética
La cita de Isaías golpea con fuerza: “Se ha embotado el corazón de este pueblo...”. ¿Nos hemos cerrado a la escucha, endurecido en la rutina, distraído por una eficiencia mal entendida? La sinodalidad no es un slogan (o tal vez sí), sino un estilo evangélico de gobernar. En tiempos de cambio, necesitamos menos decretos y más encuentros personales con el pueblo y con el mismo clero. Sin pastor conocido, no habrá rebaño y el sacerdote itinerante exento de toda responsabilidad irá vegetando en una adolescencia permanente hasta que la primera o segunda crisis de identidad se lo lleve definitivamente.
Gerásimo Fillat
ResponderEliminarSocietat
«Perestroika» a l'arquebisbat de Barcelona
https://naciodigital.cat/societat/perestroika-a-larquebisbat-de-barcelona.html
Gracias, Gerásimo. Su articulo es documentado, conciso y no tendencioso. Ejemplar.
EliminarCrec que l article és molt clar.
EliminarLa élite directiva clerical como dinámica de poder.
ResponderEliminarLa tesis de una élite directiva clerical propone que las órdenes religiosas (jesuitas, dominicos, etc.) y las diócesis podrían estar reduciendo intencionadamente o bien aprovechando la disminución del número de religiosos y sacerdotes para consolidar una minoría poderosa que controle recursos, autoridad y decisiones, relegando a los laicos a roles subordinados: el elitismo religioso y presbiterial, considerando la posibilidad de que la disminución de vocaciones, aunque atribuida a la secularización, pueda ser explotada para maximizar la elitización.
La visión puede ser malévola, pero es una aproximación ante el extraño e inexplicable fenómeno de la aparente inepcia, estupidez e ineficacia de todas las cientos, miles de élites de la Jerarquías Vaticana y de las Iglesias Particulares y órdenes y congregaciones: la Jaula de Hierro de la Burocracia weberiana, la Jaula de Hierro de la Optimización y Aprovechamiento Oportunista de las Ventajas de la Crisis, formada por actores como cardenales, obispos, superiores religiosos y altos burócratas:
- ¿No ven que se extingue el número de religiosos y presbíteros, ordenaciones y postulaciones, novicios y seminaristas, familias y matrimonios (Iglesia Doméstica)?
La respuesta puede ser weberiana y durkheimiana: la burocracia elitista emprende una mutación elitista radical sin importar su función de salvación de almas sino de sus propios cuerpos, con indiferencia de su misión. La implacabilidad del empresario con sus resultados, la impecabilidad del burócrata con sus procesos.
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1. Disciplinas
La dinámica de la élite clerical se examina desde disciplinas con una perspectiva específica:
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1.1 Sociología: estratificación social y teoría de élites
- La élite clerical constituye un estrato superior dentro de la Iglesia, monopolizando recursos (finanzas, propiedades) y autoridad (sacramental, administrativa), mientras los laicos ocupan posiciones subordinadas.
- Pareto y Mosca argumentan que una minoría domina en toda estructura social. Aquí, la formación teológica (seminarios, doctorados) y el papel sacramental (ordenación) legitiman la exclusión de los laicos de la dirección.
- Ejemplo: Un obispo supervisa parroquias y decide sobre el clero, mientras un laico, aunque formado, no puede presidir la Eucaristía ni liderar pastoralmente.
1.2 Politología: Centralización del poder y burocracia
ResponderEliminar- Reducir clérigos centraliza el poder en una élite, agilizando decisiones y control institucional.
- Max Weber describe la burocracia como una estructura donde una élite tecnocrática gestiona racionalmente. La élite clerical, en cargos como obispos o superiores, opera como una oligarquía eclesiástica.
- Ejemplo: Un superior provincial decide cerrar una misión deficitaria, reasignando recursos sin consultar a los laicos operativos: vende el patrimonio para el bienestar de los religiosos y de la cúpula dirigente, sobre todo para su senescencia (residencia bien dotada para la vejez).
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1.3 Antropología: Rituales y símbolos de poder
- Rituales (ordenación, sacramentos) y símbolos (sotanas, mitras) refuerzan la autoridad clerical, creando una legitimación cultural.
- Clifford Geertz ve la religión como un sistema simbólico que consolida estatus. Estos elementos distinguen a los clérigos, perpetuando su poder.
- Ejemplo: Las ceremonias y títulos y cargos de superior religioso y obispo eleva por encima de los fieles.
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1.4 Economía: Control de recursos y eficiencia
- Menos clérigos optimizan la gestión de recursos, maximizando beneficios y minimizando costos al delegar a los laicos.
- La teoría de la agencia sugiere que los principales (élite clerical) controlan a los agentes (laicos) para eficiencia económica.
- Ejemplo: Un rector clérigo dirige un colegio con profesores laicos mal pagados y laicos voluntarios que no cobran nada, reteniendo el excedente financiero para la orden.
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1.5 Psicología: Dinámicas de poder y obediencia
- La autoridad clerical fomenta la obediencia de los laicos mediante su estatus "sagrado".
- Stanley Milgram muestra cómo la autoridad genera sumisión; la teoría de la identidad social (Tajfel) explica la cohesión de la élite como grupo privilegiado.
- Ejemplo: Un obispo impone directrices pastorales que los laicos acatan por reverencia, o pasotismo, o rutina, no por consenso o sinodalidad.
2. Beneficios intraeclesiales de la élite clerical
ResponderEliminarLa élite disfruta de ventajas exclusivas dentro de la Iglesia que refuerzan su dominio y bienestar:
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2.1 Cargos y oficios distinguidos
- Diócesis: Obispos, vicarios episcopales, cancilleres, con autoridad sobre clérigos y laicos.
- Órdenes religiosas: Superiores provinciales, generales, rectores, con control estratégico.
- Vaticano: Miembros de congregaciones (Doctrina de la Fe, Clero), influyendo globalmente.
- Detalle: Un obispo nombra párrocos y aprueba agrupar, vender y cerrar templos; un general jesuita decide la apertura de universidades o vender escuelas.
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2.2 Control de recursos y gestión
- Bienes: Parroquias, seminarios, terrenos; un obispo puede vender una iglesia para financiar otra diócesis.
- Finanzas: Presupuestos diocesanos, donaciones; un superior provincial asigna fondos a misiones prioritarias.
- Personal: Supervisión de clérigos y laicos; un vicario organiza catequistas sin darles poder decisorio.
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2.3 Privilegios materiales y económicos
- Sueldos: Estipendios por misas, superiores a lo que recibe un laico por tareas similares.
- Bienes: Casas parroquiales, vehículos eclesiásticos (un sacerdote usa un coche diocesano).
- Servicios: Cursos en Roma, salud privada (un clérigo recibe tratamiento en clínicas exclusivas).
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2.4 Seguridad social y atención en la dependencia
- Cobertura: Pensiones, residencias para sacerdotes ancianos (un jubilado vive en un hogar eclesiástico cómodo).
- Contraste: Los laicos voluntarios dependen de sistemas públicos menos generosos.
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2.5 Influencia doctrinal y estratégica
- Participación: Sínodos (obispos votan sobre moral), comisiones (teólogos clérigos redactan documentos).
- Ejemplo: Un obispo en el Sínodo de la Familia influye en políticas sobre matrimonio, excluyendo a los laicos; el papa organiza todo el sínodo para que salga como él quiere.
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3. Beneficios extraeclesiales de la élite clerical
Fuera de la Iglesia, la élite amplía su influencia y estatus:
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3.1 Reconocimiento social
- Prestigio: Invitaciones a eventos (un obispo bendice una plaza pública), premios locales.
- Capital social: Ser referente moral eleva su visibilidad.
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3.2 Redes de influencia
- Políticas: Alianzas con alcaldes (un obispo negocia exenciones fiscales para la Iglesia).
- Económicas: Contactos con empresarios (un superior recauda fondos para colegios).
- Culturales: Colaboraciones con académicos (un jesuita coedita revistas teológicas).
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3.3 Acceso a educación y formación
- Instituciones: Pontificia Gregoriana, Oxford (un vicario obtiene un doctorado).
- Resultado: Mayor autoridad intelectual y acceso a élites globales.
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3.4 Movilidad geográfica
- Traslados: De un pueblo a una catedral urbana, o a misiones internacionales (un sacerdote pasa de Perú a Nueva York).
- Beneficio: Redes y experiencias diversas.
4. Ventajas de tener pocos religiosos y sacerdotes
ResponderEliminarLa reducción de clérigos ofrece beneficios estratégicos a la élite:
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4.1 Concentración de poder
- Menos competencia: Un obispo con pocos sacerdotes decide sin oposición.
- Centralización: Decisiones rápidas (cerrar una parroquia sin debate).
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4.2 Eficiencia en la gestión
- Delegación: Profesores laicos enseñan mientras un rector clérigo controla finanzas.
- Ahorro: Menos clérigos reducen costos salariales.
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4.3 Exclusividad y prestigio
- Escasez: Ser uno de pocos sacerdotes aumenta la reverencia (un párroco único en una región es más valorado).
- Simbolismo: La rareza eleva el estatus.
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4.4 Mayor control sobre los laicos
- Supervisión directa: Un vicario forma catequistas, asegurando lealtad.
- Minimización de disidencia: Sin clérigos intermedios (vicario), la élite domina.
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4.5 Flexibilidad estratégica
- Adaptación: Una orden con pocos miembros reasigna clérigos ante crisis (cerrar un convento poco rentable).
- Agilidad: Respuestas rápidas a cambios sociales.
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5. Reflexión: Disminución de vocaciones y elitización
La crisis vocacional, a menudo atribuida a la secularización, podría ser una oportunidad para la élite. Menos clérigos justifican la concentración de poder bajo la excusa de la "escasez", optimizando la elitización.
Por ejemplo, una diócesis con pocos sacerdotes delega misas a diáconos y laicos bajo la modalidad de la Misa sin cura (ADAP), pero el obispo retiene el control financiero y doctrinal. Este reverso de la moneda sugiere que la reducción no es solo un problema, sino una estrategia para maximizar privilegios.
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Conclusión
Se espera qué decisión tomarán en el Gran Centro, Roma, y su nuevo Papa, León XIV, cómo serán, cómo serán recibidas.
La tesis de la élite clerical, revela una dinámica donde una minoría podría consolidar poder, recursos y prestigio mediante la reducción de clérigos. Los aportes interdisciplinarios muestran cómo esta estructura se sostiene en la estratificación, la burocracia, los símbolos, la eficiencia económica y la obediencia.
Los beneficios intraeclesiales (cargos, bienes) y extraeclesiales (redes, movilidad) refuerzan su posición, mientras la escasez de clérigos optimiza su dominio. La disminución de vocaciones, real o inducida, podría ser una herramienta para esta elitización maximizada, transformando una crisis en una ventaja estratégica:
"Disminuímos, ¡mucho mejor! ¡Así tocarán mas perdices por barba!.
El sacerdocio va hacia la paternidad dinámica de cambios frecuente de sitios en contraste de la paternidad estática de fijación inmovilista tradicional. Si a los fieles esto les cuesta de tragar es por falta de formación cristiana en que la Cruz y la Penitencia no se mencionan frecuente, hasta ahora se confundía penitencia con confesión pero en la segunda se requiere mucho tiempo que los pocos curas no disponen. Muchos fieles tienen a su "padre" director pero Jesús mismo ya previno este fenómeno y dijo de no llamar "padre" a nadie sobre la tierra.
ResponderEliminarLa Sinodalidad de Francisco et al. no es más que peronismo que se incrusta bien en esta Catalunya tan desnortada. ¿Se acuedan de aquella movida de la CUP diciendo que ellos querían una presidencia "coral"? Todo son patrañas con un mismo objetivo que el articulista destaca: desenraizar. Ese es el fin de toda esta movida de comunidad pastoral de sacerdotes itinerantes, destruir y allanar el caminos a la religión del estado, el laicismo beligerante de cuño masón.
ResponderEliminarY eso sin contar con las más numerosas "celebraciones de la Palabra " que van sustituyendo al Sacrificio de Cristo en la Misa , sin sacerdotes y a cargo de los cuatro feligreses o feligreses que "dominan el cotarro" en los nada saludables Consejos Parroquiales.
ResponderEliminarNada de feligreses/as que dominen ningún "cotarro". Para eso valdria una caseta de feria. Una tristeza se abate sobre Occidente
EliminarNo cabe duda de que es una apuesta arriesgada. Y con muchas posibilidades de salir mal. Y Omella no estará allí para recoger los laureles si funciona o los reproches si falla, cosa esta última que es lo más probable.
ResponderEliminarEs imposible que esta nueva organización diocesana funcione.
EliminarEs la destrucción práctica de muchas parroquias, de muchas comunidades parroquiales que quedan sin la cabeza, el pastor, y además va a quemar a muchos sacerdotes.
Un desastre en toda regla.
Y a eso se añade el desacierto en algunos de los sacerdotes escogidos para arciprestes.
El problema es que Omella se ha dedicado a Roma y Madrid, y si le queda tiempo a Barcelona.
Después de los años de su pontificado a punto de concluir no conoce en profundidad a la mayoria de su presbiterio.
Y se ha movido, antes y ahora con sus recientes nombramientos, por nombra a tal o cual, y así salieron los nombramientos. ¿Quién sera que le apunta a quién nombrar?.
Y llama mucho la atención el nombramiento de dos de los canonigos, alguien debera decirnos sus meritos,...
Un buen sacerdote amigo que le pregunte por los últimos nombramientos me respondio: "desacertados, ja s´ho faran"
Y yo añado se han destruido los Arciprestazgos un nombre de toda la vida, y se han inventado eso de las Comunidades Pastorales.
Siento mucha pena por como queda todo.
Al final acabaremos comulgando por streaming o por el guasap ese.
ResponderEliminarPARA 😿😢😿!!!
No pierda la Esperanza y manténgase firme en la Fe. Da igual lo que hagan los botarates que han infiltrado la Iglesia. Acabará mal y siempre quedarán "islas" donde preservar la sana doctrina/liturgia.
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