El proceso de remoción episcopal de Urgel no le ha podido salir de peor manera a Vives. No pierdan el itinerario de vista. Un año antes de presentar la preceptiva renuncia pide un coadjutor a Roma esperando que le designen a uno de sus dos estrechos colaboradores (Antoni Elvira o Ignasi Navarri). Para ello confía plenamente en el cardenal Parolin, con el que tuvo mucho contacto cuando se firmó el Concordato entre Andorra y la Santa Sede. El Secretario de Estado visita el principado pirenaico en septiembre de 2023 y asegura que se proveerá el coadjutor, dado que así tendrá el tiempo necesario para poder prepararse para la jefatura de estado compartida con el presidente de la República Francesa. A partir de ahí, todo se le gira al arzobispo-obispo. Le nombran coadjutor, pero no a uno de los que él proponía, sino a un desconocido funcionario de Secretaría de Estado, el tortosino Josep Lluis Serrano Pentinat, el cual toma posesión en septiembre de 2024. Con todo, Vives cree que se le respetará un plazo similar al que se guardó en la coadjutoría con su predecesor Martí Alanis: casi dos años. Pues tampoco: a los nueve meses se le acepta la renuncia, cuando aún no ha cumplido los 76.
Ni ha pilotado su sucesión ni ha podido gozar de ninguna prórroga en su mandato. Le habría salido más rentable no haber pedido coadjutor y, a lo mejor, seguiría en el cargo, como ha conseguido su amigo Taltavull, que sigue como obispo de Mallorca con 77 años más que cumplidos. A nadie se le escapará que estas expectativas frustradas le han ocasionado una auténtica decepción. Y entonces ha venido la sorpresa: cuando todo el mundo esperaba que volviese a Barcelona, anuncia que se queda en la diócesis y vivirá en la residencia para sacerdotes jubilados que existe en el edificio del Seminario. Completamente al revés que su antecesor Martí Alanis que se fue a residir a Barcelona y dejó a Vives solo para que pudiese desempeñar su labor sin interferencias.
Efectivamente, nadie esperaba que se quedase en La Seo, máxime cuando Vives siempre bajaba mucho a Barcelona. Ahora va diciendo que como murió su hermana en octubre, ya no tiene a nadie en su querido barrio de Pueblo Nuevo. Lo que sucede es que en Barcelona sería uno más y el obispo recién jubilado no sabe ser uno más, sobre todo después de 22 años de saborear las mieles de una jefatura de estado, aunque sea de un país minúsculo como el andorrano. En Barcelona, sería un vicario de Romeu y en Sant Feliu de Llobregat, donde conserva cierta ascendencia, no posee vínculo alguno con el nuevo obispo. Y ya se sabe que el clero estará más con el ordinario que con un emérito sin poder. Solo le queda Andorra, donde no tendrá poder, pero sí el rango de expríncipe. Algo es algo.
Tan pronto como se publicó la aceptación de la renuncia, el siempre agradecido Llisterri publicó en Catalunyareligió un reportaje sobre los tiempos jobaqueros de Vives. ¡Qué lejos quedan! ¡Cuánto cambió el personaje! Del hijo de la pollera al Vives al que le encantaba pasar revista a la guardia andorrana, que iba al funeral de la Reina de Inglaterra como un soberano más, que se sentaba con los jefes de estado en las celebraciones vaticanas. Del animador juvenil con guitarra y jersey de cuello alto a ese atildamiento con cabello blanco pelderic. Del bailarín en guateques de barrio al bon vivant que conducía coches de alta gama con pasaporte diplomático a toda velocidad. Velocidad que le hizo estrellar el penúltimo que tuvo en un accidente el pasado verano viniendo de una celebración en Llavorsí, tras el cual hizo gastar a la diócesis más de 50.000 € en un nuevo vehículo, según información de La Valira.
Todas estas pretensiones, sin embargo, le resultaron contraproducentes. Vives solo tenía un deseo mayor que la soberanía andorrana: ser cardenal de Barcelona. Era el sucesor natural de Sistach. Pero se topó con Bergoglio, que ni congeniaba con sus ostentaciones mundanas ni con el anacronismo del coprincipado pirenaico. Por el momento, León XIV lo ha ejecutado con suma celeridad, tras mostrar una deferencia inusitada con su sucesor Serrano, cuando le saludó tras la misa de inicio de pontificado. Vives es un emérito que no tiene donde reposar la cabeza en Barcelona, ha perdido cualquier sintonía con Roma y se ha de contentar con el reducido espacio de los valles de Andorra.
Oriol Trillas
Al loro con el trío Prevost, Omella, Serrano-Pentinat. Algunas jugadas brillantes nos deparan en el próximo match. Ya lo verán.
ResponderEliminarRecemos para que León XIV sea iluminado por Dios y acoge primero los males y, luego, los vaya remediando. Y qué no huya de los lobos rapaces que le acechan
ResponderEliminar...contenga primero los males y, luego, los vaya remediando
EliminarJarabe de palo y el brebaje de ajo y agua va a tener que usar... Tiene muchos problemas, abundantes, de calado y los va a tener que solucionar rapidillo
EliminarEn fin: sic transit gloria mundi. Y, en su lugar, yo empezaría a meditar sobre la próxima etapa, fuera ya del siglo.
ResponderEliminarTiene que ir sin contemplaciones contra todo el tipo de herejes engendrados de la mafia de San Gallo.
EliminarPERO YA!!!
Vives genio y figura hasta el final.
ResponderEliminarEl papel de Reina Madre siempre es difícil. En España, las dos últimas, lo han desempeñado con mucho decoro: María Cristina de Habsburgo Lorena y Sofía de Grecia y Dinamarca. Lecciones que da la historia.
ResponderEliminarAgradecería saber los colores Litúrgicos que llevan los Arzobispos -Obispos.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Azul. Color mariano. Privilegio para España y países hispanos para la Inmaculada, 8 diciembre.
EliminarAMÉN. Anónimo de las 6:55
ResponderEliminarAmén, amén, amén, amén.......
EliminarJoan Vives ha sido un gran arzobispo y un buen copríncipe. Ha dicho que estaba para ayudar con discreción, que mejor que vivir con sus hermanos sacerdotes ! El coche nuevo creo que será para el obispado.
ResponderEliminar1. Da la sensación de que el Vaticano se ha sacado encima por la vía rápida a Su Andorranísima y Reverendísima Episcopaidad Vives, Kumbayá I de Andorra y II de Urgel, quién tenía en su despacho un reservado donde decía "Esteu entrant dins del territorio d'Andorra"... para encauzarlo a la vía muerta de Su Emeritaidad... Aquella especie de dinoprogresaurio postconciliarense de los 1970 ya va itinerante por los inescrutables caminos de la extinción...
ResponderEliminar2. Sobre su Palatina Coadjutoriedad Vaticanense, Pentinat, tres objeciones... O más...
a) Su edad
b) Su conocimiento
c) Su inexperiencia pastoral
d) Su asinodalidad
Tiene 47 años ahora el obispo más joven, aunque Novell tuvo 41. Pero es bien extraño que se nombre a un joven en España, que no es un país de reciente evangelización. Solo se explica porque es un diplomático un Vaticano y ocupa un obispado que, como el obispo de Roma, tiene incorporado la jefatura de Estado.
Su conocimiento adquirido a lo largo de su vida, aparece más enfocado a una misión, cargo y oficio de diplomático que no la de párroco.
Aunque tiene oficio de párroco (2002-2005 y 2007-2009), su experiencia no llegan a 7 años, y no ha sido en territorio urgelense, y desde entonces ha sido un diplomático que ha pilotado muy bien en las mesas de los despachos estatales de la Roma intramuros altoclerical y sus misiones, totalmente alejado de lo que es la realidad pastoral y parroquial.
Pero el asunto más grave es que carece de sinodalidad, es decir, de la característica que según Francisco, debía de tener la Iglesia desde el año 2021.
En definitiva, su selección y elección no tiene la legitimidad de origen y ejercicio sinodal, no ha sido su nombre y persona escrutada a través de la participación popular del Pueblo de Dios de la Iglesia Particular de la Seo de Urgel, mediante información transparente de su candidatura, deliberación y decisión.
En conclusión ni por edad, ni por conocimiento, ni por experiencia, ni por legitimidad de origen y ejercicio sinodal, no son indicios que aporten una idoneidad para el cargo de obispo, sino que su enfoque está exclusivamente orientada a la jefatura de Estado y en directo servitud de Roma.
Al menos el obispado de la Seo de Urgel está igualado a la par con el obispado de Roma: sus titulares son también jefes de Estado.
'Pero el asunto más grave es que carece de sinodalidad, es decir, de la característica que SEGÚN FRANCISCO, debía de tener la Iglesia desde el año 2021....'
ResponderEliminarPerò no t'han explicat com era de poc fiable aquell desgraciat papa:
Va treballar 4 o 5 anys en BA amb mossèn Zanchetta sense assabentar-se de les seves proclivitats sexuals.
Va treballar 4 o 5 anys en Domus Santa Marta amb el bisbe Becciu sense assabentar-se de les seves proclivitats econòmiques de lladre.
Va treballar 8 o 9 anys, encara més potser, en el C9 amb el cardenal Madariaga fent el paper de líder d'aquell grup estrany sense assabentar-se dels diners que cobrava en Honduras o que el bisbat seu de Tegucigalpa era controlat per un bisbe auxiliar Pineda amb proclivitats d'abús a seminaristes; idèntic amb el mossèn/ bisbe Zanchetta !
Vol sentir més...?
FEM
Hay una cosa en la que no termino de estar de acuerdo: si el obispo de Urgell es de hace siglos el Copríncipe de Andorra, pues tiene la obligación de lucirlo. No es por él sino por respeto al cargo y al legado institucional que debe conservar. Por la misma razón que el Papa debe lucir la Guardia Suiza. Tampoco entiendo la manía de que el de Urgell deje de ser jefe de estado, ni la razón de por qué sólo el Papa tiene ese derecho de mantener tal privilegio histórico.
ResponderEliminarBien dicho, carajo!
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