Bueno, pues hasta podría ser cierto eso de que Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam. Os anuncio un gran gozo: Tenemos papa: León XIV. Quizás hasta consiga ser un digno sucesor del gran León XIII, el de la Rerum Novarum, “de las cosas nuevas”. Un papa que tuvo el valor de introducir los principios cristianos en las relaciones sociales. Impresionante. Y se trataba, efectivamente de cosas nuevas, muy nuevas. El momento de León XIII, un momento de grandes innovaciones en las relaciones humanas (sobre todo las económicas y laborales), se parece mucho al momento actual, el de León XIV, en el que se le está dando un vuelco tremendo a la humanidad. Un vuelco para el que los dueños de este mundo están dispuestos a unir entre sí las guerras actualmente abiertas para desembocar en una guerra de enormes dimensiones. “La paz sea con todos vosotros”, así inició su presentación el nuevo papa. Con el saludo de Cristo resucitado: La paz sea con vosotros. Invocando la paz en un momento en que hay una tremenda voluntad de alimentar guerras. Los Estados Unidos, de donde procede el nuevo papa, los más destacados y determinantes. Buen reto para León XIV.
Sería una bendición de Dios, un regalo de la Divina Providencia, que fuese una continuación del gran León XIII. Y ya puestos a pedir y desear, sería ya el no va más, que siendo el nuevo papa un religioso agustino, se empapase de la piedad y de la genialidad de este Padre de la Iglesia. En mi actual relectura de las Confesiones se me ha pegado esta frase: Quis homo est quilibet homo cum sit homo? ¿Quién es cualquier hombre, siendo hombre?
¡Qué queréis que os diga! A mí me da que el Espíritu Santo se ha empleado a fondo en la elección de este papa. Si Jesús estaba dormido en la barca de Pedro, en medio de la tempestad, pues quiero creer que ya se ha despertado, que es su momento. El momento en que Estados Unidos, en medio de sus descalabros, está liderando -y parece que ganando- una guerra frontal contra el movimiento doctrinal que ha corrompido a Occidente (y ha dejado tocada a la Iglesia); que en este momento el Espíritu Santo haya maniobrado para que resulte elegido para dirigir la Iglesia, un papa norteamericano con sólidos vínculos sudamericanos; un papa que para colmo se lleva fatal con el gerifalte norteamericano (¡una insignificancia!); que Dios haya juntado estos dos colosos (sí, ya sé, soy un visionario) en este momento, es algo que nos augura grandes cosas. ¿Entre dificultades de todo género? ¡Por supuesto! Pero Dios proveerá. De momento hemos salido del túnel: Deo gratias, gaudium magnum, habemus papam.
El mundo está como está. Gran reto para León XIV, que cogerá el toro por los cuernos. ¿Y la Iglesia que se va a encontrar? La conoce ya, porque estuvo dos años en el Dicasterio para los obispos. Probablemente siguiendo órdenes, o quizá tomando decisiones muy controvertidas. Pero es cierto que durante el anterior pontificado hemos sufrido tribulaciones innecesarias que han desembocado en enfrentamientos que han enrarecido el clima de la Iglesia. Y de entrada no es fácil pacificar a los alineados en bandos opuestos. Y siempre, en el fondo de las calamidades de la Iglesia, el problemón de los abusos, que está siendo usado por los enemigos de la Iglesia como dardo envenenado. Complicó hasta lo indecible (parece que hasta la dimisión) a Benedicto XVI y llenó de sombras el papado de Francisco, por la forma de gestionarlo, con apariencias totalmente desconcertantes. Y circula en la red un “informe Prevost”, susceptible de perversa utilización por los de siempre.
Pero además de esa herida abierta que no hay manera de cerrar, tenemos la cosa ésa de los sínodos, esa supuesta reforma democratizadora de la Iglesia, o algo así, y otras cuestiones doctrinales de gran calado. Sí, claro, habemus papam. ¿Todos los católicos? ¿Todos, todos, todos? Sí, los amparados bajo la Fiducia súplicans y bajo el manto protector del cardenal Fernández. Y los del Camino Sinodal y los encandilados con la Sinodalidad que dejó empantanada el Sumo Pontífice al que sucede León XIV, ¿han proclamado también con alivio y esperanza habemus papam? Bueno, y están también los afectados por la Traditionis custodes: ¿también éstos han proclamado con alivio que por fin habemus papam? Y los enemigos de la Iglesia que tan a gusto estaban con el anterior Sumo Pontífice, que prefirió ser llamado Obispo de Roma, ¿también esos estarán repitiendo alegres el habemus papam? ¿También ha sido para éstos el Annuntio vobis gaudium magnum? ¿También éstos y los de la Leticia suplicante experimentan una gran alegría con el anuncio del nuevo papa? Yo a todos esos los veo llorando aún desconsolados la muerte del papa que tanto hizo por ellos. Porque habrá que restaurar el orden y la unidad en una Iglesia sobresaltada y en ocasiones atemorizada, y evidentemente en una peligrosísima división de opiniones durante el pasado pontificado. Es de esperar alguna clarificación y alguna corrección, y algún cosido de una túnica de Cristo que ha sufrido tantos desgarrones. Y entre otras cosas, enderezar el Camino Sinodal y hacer algo sensato con el Sínodo de la Sinodalidad. Mucho trabajo por delante, y nada fácil, es el que tiene por delante el nuevo papa.
Un papa norteamericano cuando en Norteamérica está en marcha una revolución cultural y moral que dejó totalmente fuera de juego al anterior papa. Un papa “misionero” como sucesor del papa que condenó el proselitismo cristiano. Un papa que invoca dos veces la paz en un mundo envuelto en guerras y a punto de desencadenar la tercera gran guerra. No ha invocado la paz en la Iglesia, que tanto la necesita después de un pontificado que tantas desuniones y enfrentamientos fomentó y tantos miedos cultivó. Un papa que ha citado la sinodalidad (quizás inevitable la cita), que ha hablado de tender puentes cuando es más cierto que nunca que son los puentes que hemos tendido hacia el mundo, esos mismos puentes los que ha usado el mundo para penetrar hasta el corazón de la Iglesia. Un papa que ha apelado al consenso, tan peligroso, y que nos ha traído tantos desastres. Pero al fin, un papa de porte hierático, figura sagrada, sin alardes de simplicidad y con los ornamentos sagrados que le corresponden como papa.
Un papa empeñado en su primera alocución urbi et orbi, en que Dios nos ama a todos incondicionalmente (¿no son los mandamientos condiciones para estar en paz con Dios?) y que nos propone un “pacto de reconciliación”. Ojalá que se refiriese a la reconciliación entre las banderías enfrentadas entre sí en la Iglesia. Un papa, en fin, al que no podemos tildar de conservador ni de progresista, a pesar de la historia que arrastra consigo. La primera impresión es de un papa con el que no ganan ni los conservadores ni los progresistas: un papa de consenso, sin vencedores ni vencidos. Hasta ahora, todo bien. Se le ve un papa de orden. Cuando empiecen los nombramientos, quizá veamos ya con toda claridad si es precisamente un papa de consenso entre las distintas facciones.
No me he acostumbrado al “queridos hermanos y hermanas” (volvió a chocarme cuando lo dijo el nuevo papa) introducido bastante después del Concilio Vaticano II (mercancía que ha entrado en la Iglesia por los puentes que hemos tendido hacia el mundo). “Fratelli e sorelle carissimi” La pace sia con tutti voi, éste es el primer saludo de Cristo resucitado, la pace sia con voi. Pero bueno, me da esperanzas la cara de buena persona, la necesidad que tiene la Iglesia de poner paz en tantas cosas, incluyendo las finanzas, la recuperación de la vestimenta papal y el nobilísimo nombre que ha elegido: León XIV. Dicen los más enterados que es en homenaje a León XIII, el papa que salvó la orden de los agustinos (“hijo de san Agustín” se ha declarado) a la cual él pertenece.
La pésima gestión del Concilio Vaticano II (y ya no digamos del superelástico “espíritu del Concilio) que alcanzó su paroxismo en los dos últimos pontificados, le ha dejado al nuevo papa, que tanto necesitará la asistencia de Dios y la fidelidad de su equipo de gobierno, una Iglesia tremendamente polarizada, en la que se han alentado peligrosísimos extremismos. El guiño a la Iglesia sinodal que hizo en su breve plática de presentación, produjo un estremecimiento en vivo y en directo, en algunos de los que transmitían el acto. ¿Tan necesario era en ese momento proclamar la “sinodalidad” de la Iglesia, si no era precisamente ésta una de las claves de la pronta fumata blanca?
En todo el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI, el papado ha sido una auténtica jerarquía: hierá - arjía. Poderes sagrados, autoridades sagradas. Y así es, todos los papas (si exceptuamos a Juan XXIII) tenían un porte y un estilo hierático, de persona sagrada. Y como tales se les respetó. Evidentemente, eso dio lugar a lo que se ha denominado “papolatría”. En el pueblo llano eran inconcebibles las críticas al papa: eran vistas casi como sacrilegios. Pero con el reformismo irrefrenable del Concilio Vaticano II, con la consigna de que había que reformarlo todo de raíz, desde la liturgia a la moral, pasando por las más peregrinas teologías que fueron surgiendo por aquí y por allí, le dieron un severo mazazo a la disciplina eclesiástica. Y justamente el mayor mazazo que recibió la institución del papado en estos últimos tiempos, fue el que le dio el anterior papa. Con la elección de un nombre totalmente ajeno a la jerarquía papal (el actual papa ha vuelto a la antigua nobleza papal con el nombre de León XIV: buena señal); con la renuncia a los zapatos rojos, tradicional homenaje de México al papa (veremos qué hace este papa al respecto); con la renuncia al palacio papal, sustituido por el hotel Santa Marta, del que acabó ocupando un piso entero; con la elección del título de “obispo de Roma” en lugar del de Sumo Pontífice o papa: con la devaluación de los ornamentos papales… hasta llegar a aparecer en público vestido con un poncho; y con la persecución encarnizada de la liturgia milenaria de la Iglesia. Y para colmo, empleaba un lenguaje con el que pretendía hacerse más próximo al vulgo, como uno de ellos, saltándose unos cuantos límites. Está por ver como se traducirá en la práctica su apelación al “caminar juntos, con vosotros como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo a anunciar el Evangelio, a ser misioneros”. También está por ver esa referencia al “queremos ser una Iglesia sinodal”.
En fin, ecce homo, ahí tenemos a nuestro papa León XIV. Sus obras le preceden; aunque nunca hemos de olvidar que las hizo a las órdenes de los papas que le precedieron. Auguro que, investido de la autoridad suprema de la Iglesia, se despojará del hombre viejo y llegará a ser el papa que necesita hoy el mundo y el que necesita la Iglesia. Tanto él como todos nosotros, estamos en manos de Dios.
Virtelius Temerarius
Uno espera, caro Virtellius, que el homenaje a León XIII sea cabal. Este pontífice escribió la encíclica Rerum Novarum sobre la visión cristiana del trabajo y la economía apoyándose en la filosofía de santo Tomás de Aquino, a quien le consagró una encíclica no menos importante para la vida de la Iglesia, Aeterni Patris.
ResponderEliminarPerdieron miserablemente el tiempo teólogos dominicos españoles intentando justificar lo injustificable en los textos de Francisco, quien llegaba incluso a citar erróneamente a santo Tomás, como demostró otro teólogo dominico, éste norteamericano. Flanco favor han hecho a la Iglesia jesuitas y dominicos hispanos enalteciendo lo que es vituperable.
Dice León XIV que quiere aportar la respuesta de la Iglesia al reto de la sociedad de nuestros días, la inteligencia artificial. También deberá ahondar, a imagen de León XIII, en la genuina doctrina del hombre que ha ido elaborando la Iglesia en su estudio de santo Tomás.
El mundo de la ciencia no espera boutades del estilo de la ecología integral, ni simplismos de un mundo posthumano. La dignidad del hombre, centro de su estructura moral, habrá de estimular la elaboración de una respuesta sistemática y articulada. Para ello sobran los filosofemas de tanto teólogo a la violeta que pulula en redes de órdenes religiosas o portales sedicentes cristianos.
El rigor matemático, tan ponderado estos primeros días, acostumbrado a partir de axiomas, se subsumirá en los primeros principios de la llamada filosofía cristiana.
Todo ello envuelto en el amor de Dios, que todo lo llena.
Confiemos en que León XIV vuelva a poner a la Iglesia en los raíles de los que nunca debió salir, lo mismo que León XIII. Esa sería una auténtica restauración.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
Eliminar1. Cierre del Convento de las Capuchinas de Manresa tras cuatro siglos de historia
ResponderEliminarEl convento de las Clarisas Capuchinas de Manresa, un pilar de la vida espiritual y cultural de la ciudad durante 387 años, ha cerrado sus puertas definitivamente. Sor Pilar, la última monja de la comunidad, ha abandonado el edificio, marcando el fin de una presencia religiosa que comenzó en 1638. La Federación de la Inmaculada Concepción de las Clarisas Capuchinas deberá ahora decidir el futuro del inmueble de 1.800 metros cuadrados, con el Ayuntamiento de Manresa como comprador preferente en caso de jugosa venta o suculenta cesión.
Un legado de fe y comunidad
Fundado en 1638, el convento se erigió en el lugar donde nació Ángela Serafina, hija ilustre de Manresa y fundadora de la Orden de las Clarisas Capuchinas en España. En su apogeo, la comunidad albergó hasta 25 monjas, dedicadas a la oración y al servicio. Sin embargo, el declive vocacional golpeó con fuerza: hace 60 años, en 1965, cuando Sor Pilar llegó, solo quedaban 16 hermanas. Hoy, la ausencia de nuevas vocaciones ha extinguido la presencia de las Capuchinas en la ciudad, yéndose la referida monja a otro convento de Montblanch.
El futuro del edificio
El convento, un edificio de valor histórico y arquitectónico, enfrenta un destino incierto. La Federación de la Inmaculada Concepción evaluará si cederlo a la ciudad o venderlo. El Ayuntamiento, consciente de su relevancia cultural, se posiciona como el principal interesado, aunque aún no se han detallado los planes para su uso futuro, que podrían incluir un museo, un centro cultural o un espacio comunitario. ¿No es mejor poner viviendas sociales?
Un reflejo de una crisis mayor
El cierre del convento de Manresa no es un caso aislado. La disminución, desplome, de vocaciones religiosas en España y Cataluña ha llevado al cierre de numerosos conventos y monasterios, dejando un vacío en comunidades donde, teóricamente, estas instituciones eran faros de espiritualidad y cohesión social, tanto desde un punto de vista invisible a través de las oraciones, como desde una perspectiva visible a través de las obras.
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2. Cierre del Monasterio de Pedralbes en Barcelona tras siete siglos
El monasterio de Santa María de Pedralbes, joya gótica y referente espiritual de Barcelona durante 700 años, ha cerrado tras la partida de su última monja. Fundado en 1326 por la reina Elisenda de Montcada, el cenobio de las Clarisas no resistió la falta de vocaciones. La Archidiócesis de Barcelona y las autoridades civiles negocian ahora el destino del complejo, que podría convertirse en un espacio cultural o museo, preservando su valor histórico. Pero de esta eclesiocatástrofe no responde nadie en la Iglesia, ni en Barcelona ni en Roma, ni el Papa ni el superior religioso
En su momento álgido, Pedralbes acogió a decenas de monjas y fue un centro de oración y cultura. Sin embargo, la comunidad se redujo drásticamente en las últimas décadas, y la última hermana abandonó el monasterio este año.
3. Conclusión
ResponderEliminara) El cierre de Pedralbes, tras siete siglos de presencia ininterrumpida, y la desaparición de las Capuchinas de Manresa refleja la ya definitiva desaparición y extinción de la religiosidad Nacional-progresista de los 1960 con el Concilio Vaticano II. Fin.
b) También evidencia el absoluto fracaso, lindando con la estafa y el fraude, de la Iglesia sinodal: no existe ninguna transparencia informativa sinodal de todas las órdenes y congregaciones religiosas en Cataluña, con sus monasterios, casas y conventos, que nos indican cuántas religiosas, su edad, los edificios y propiedades que tienen, el número de vocaciones presentes, su personal contratado, situación financiera y contable, su actividad religiosa. Nada.
c) Refleja también un fracaso de los superiores religiosos y de los obispos, arzobispos y cardenal Omella en Cataluña: la sensación percibida es que no les importa para nada la vida religiosa, y parece que sólo esperan la liquidación económica del patrimonio religioso. Dinerets i calerons.
d) Es de lamentar que 400 años y 700 años de donaciones, herencias y legados de laicos, fruto de su devoción y de su trabajo, hayan sido absolutamente dilapidados por una ideología eclesial, el nacional-progresismo, en 60 años.
e) La buena noticia es que se puede todo reconstruir libre de esta pandemia del nacional progresismo mortal.
Incluso el actual Papa procede de los agustinos que son una orden decadente hacia la extinción, pues en 1960 tenían unos 4.200 miembros, y ahora tiene 2.200 aproximadamente, sin vocaciones y envejecidos...
Parece haberse puesto de moda en la iglesia de poner papas y obispos religiosos, pero la cosa no funciona en absoluto, porque la Iglesia sigue el mismo ritmo de decadencia.
Al paso que vamos, sólo quedará el Papa, unos cuantos obispos, algunos sacerdotes, algún religioso y cuatro laicos con el gato...
¿Hay vida inteligente, natural o artificial, en Roma?
Estaría bien que León XIV devolviese a la Santa Misa la oración a San Miguel Arcangel, para defensa contra los demonios, que promulgó su tocayo León XIII.
ResponderEliminarLo más importante fue la bendición que impartió. El resto, lo que dijo, interesante, pero secundario. Hable o calle, él es Pedro y "cum Petro et sub Petro". Haga o deshaga, él tiene las llaves. Que ofrezca los santos misterios, que sea santo, que enseñe lo que se tiene que enseñar y que viva como se debe vivir. Y el resto son detalles que poco nos han de importar. En definitiva, que sea el Vicario de Cristo y nos confirme en la fe. Luego, eso sí, que no sea muy original, que ya tuvimos bastantes gracias durante 12 años.
ResponderEliminarO sea el Papa que haga la misa y no moleste a los poderes del mundo.
EliminarLo siento pero no. Más doctrina social van a tener que tanto les molesta y a los católicos nos aproxima al amor al prójimo.
Hable o calle, él es Pedro y "cum Petro et sub Petro". Haga o deshaga, él tiene las llaves
Eliminar...
Hay que matizar...
El Papa goza de potestad ordinaria, suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia, que puede ejercer siempre libremente.
Suprema: Nadie en la Iglesia tiene una autoridad superior al Papa.
Plena: Abarca todos los ámbitos de la vida eclesial (doctrina, disciplina, gobierno).
Ordinaria: Inherente al oficio papal, no delegada.
Inmediata: Puede ejercerse directamente sobre cualquier fiel o institución sin intermediarios.
Universal: Se extiende a toda la Iglesia, en cualquier lugar.
...
Pero NO dice:
Absoluta: porque está limitado total y absolutamente a la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y el Magisterio eclesial.
Inmune a la herejía: el munus o título del Papa está determinado absolutamente a su adscripción a la plena comunión con la Iglesia, un Papa hereje está excomulgado latae sententiae non declarata y pierde su munus y ministerium, el título y el ejercicio, pues su misión es la de confirmar en la fe a sus hermanos y ser servidor de servidores, y si está fuera de la plena comunión pierde totalmente su razón de ser, y debe ser desobedecido, resistido y opuesto con todas las fuerzas, de acuerdo con el derecho y deber de defender la Fé por parte de todos los fieles que son sacerdotes bautismales, según dijo Benedicto XVI
Ese poder de atar y de desatar y ese poder de las llaves está total, absoluta, completa y plenamente ligado a su plena comunión dentro de la Fé católica, que es el problema que tenía Francisco.
En definitiva, carece de potestad absoluta, está totalmente dependiente de su integración íntegra dentro de la plena fe católica, si se sale de ella pierde su condición de Pastor Supremo, porque está llevando a las ovejas hacia el abismo y por lo tanto hay que apartarse de este Papa heresiarca, pues obedecer a un Papa hereje constituye el pecado grave de la papolatría, la idolatría al Pontífice, el cual tendría mayor potestad que la de Cristo Pontífice.
Anónimo de las 8:11. Usted no leyó "que enseñe lo que se tiene que enseñar"... No que se limite como dice usted a la Misa.
EliminarEl nuevo papa León es una gran bendición para el mundo y especialmente para los EEUU, esta nación que proclama en su política el "Dios Salve América", este latiguillo teológico cristiano ausente en la política de todas las naciones cristianas del mundo y sólo igualado por el "Por Dios Y Por España" del Franquismo pasado español. Solo por este detalle ya merecen los estadounidenses tener un paisano como el Papa de los Católicos. Esperemos que predique las Sagradas Escrituras sin omitir los pasajes más espectaculares y que de increíbles estos pasajes pasen a ser creíbles gracias a las encíclicas del papa León. Y el Diluvio que no falte, es la gran solución para esclarecer el asunto.
ResponderEliminarPapa tenemos todos los católicos, guste o no.
ResponderEliminarQue la situación actual es dura, claro, miremos cualquier siglo y nada ha sido fácil en la Historia, disputas dogmáticas, invasión islámica, división, herejías, polipapismo, protestantismo, masonería...
Cruz con reliquia del mártir Obispo Polanco, vestidura litúrgica, saludo que me recordó al: No tengais miedo, visitas al Valle de los Caídos antes de ser Papa, es republicano, como la mayoría católica, y los conversos en la administración de Trump, incluso he oído que Trump después del atentado estuvo en Medjugore, ha sido misionero, tiene conocimiento del mundo laical, vocación tardía, ha celebrado con rito antiguo y nuevo...
Nunca fue fácil, André Gidé escribió en su obra: Los sótanos del Vaticano sobre un posible secuestro a León XIII por masones por sus escritos...
Actue comp actue, diga lo que diga, no lo hará a gusto de todos. Y aquí, seguramente no gustará si sigue la linea de Francisco. Que ha de seguirla y si no la sigue pues Laus Deo
ResponderEliminarVeremos, yo no me fío demasiado. Mateo 7, 16
ResponderEliminarDe momento la Caram no ha dicho ni pío.
ResponderEliminarBuena señal 🚧
Ha estado en Lourdes y en Fátima?
ResponderEliminarEn el Valle de los Caídos.
EliminarPues muy BIEN si ha estado en el Valle de los Caídos, por Dios y por España.
ResponderEliminarAunque haya muchos que no merecen estar allí.