¿SUCESOR DE FRANCISCO O SUCESOR DE PEDRO?. LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO

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El papa Francisco ha muerto. Pero hace ya muchísimo de eso. Se han sucedido desde ese lejanísimo 21 de abril, infinidad de noticias y especulaciones (que ése es el mundo en que vivimos instalados), ya no en torno al papa, sino en torno a la Iglesia, que es hoy la preocupación dominante. Se han precipitado las Congregaciones Generales de los cardenales, sin dar tiempo siquiera a que lleguen todos ellos a Roma. Los medios están enfrascados en el debate sobre el sucesor de Francisco (es la apuesta de la mayoría, con la IA incluida, a la que se han cursado las respectivas consultas). Los medios, en efecto, no están preocupados por el sucesor de Pedro, sino por el sucesor de Francisco. No es la Iglesia lo que les preocupa, es evidente, sino el alineamiento (o el desenganche) del poder de la Iglesia con los poderes del mundo. Y más en un momento en que el mundo sufre una de las peores convulsiones doctrinales que jamás ha sufrido. Y por ahí anda la Iglesia. Deseando unos, y temiendo otros, un Francisco II.
Por otra parte, basta que afinemos el olfato para darnos cuenta de que “la Iglesia”, que no es exactamente su cabeza y sus cabecillas, sino mucho más, lo inmutable, que se resiste a ser contabilizado (¿cómo se contabilizan la fe, la doctrina, la moral?); la Iglesia, digo, con la terminación de este pontificado, se ha quitado un gran peso de encima, una losa que no le permitía respirar libremente. En efecto, al margen de las preceptivas condolencias, se la ve respirar con una libertad que le ha faltado durante todo el pontificado que ha muerto con Francisco. 
Con la Ilustración, el hombre se rebeló contra Dios, apeándolo del teocentrismo en el que había vivido durante tantos siglos. Y fundó el antropocentrismo. Pasó de la teología a la antropología: Dios fue desplazado del centro de la vida; y su lugar lo ocupó el hombre (el hombre-pueblo, para más señas, cuya sacrosanta religión, llena de trampas, es la democracia). Pero “el progreso” no se detuvo ahí. Con infinita audacia, pasamos de negar a Dios, a negar al hombre (lo que vale no es lo que eres, sino lo que te sientes), es decir a negar la realidad y con ella también la naturaleza: sobre todo, la naturaleza humana. Se pasó de la seguridad doctrinal, a la más absoluta fluidez, pasando a dominar el mundo, no las doctrinas más sólidas, sino las mejor financiadas: por absurdas que fuesen.
Y como ése era el signo máximo del “progreso”, y la Iglesia llevaba ya más de medio siglo empeñada en “progresar”, en modernizarse, en ponerse al día (aggiornamento) y en acercarse todo lo posible al mundo, he aquí que quedó atrapada en esa alocada vorágine de reformas, alcanzando su paroxismo en el pontificado del papa difunto, que llegó con medio siglo de retraso. Y obviamente no es el difunto papa Francisco el que nos inquieta ahora, que Dios decidirá sobre su alma, sino la Iglesia: de la que responde su fundador. Y, justicia divina, los más inquietos son los que formaron la máquina de la dominación que tejió el finado para sostener su poder sobre ellos; y ahora andan como pollo sin cabeza. La muerte del que los eligió, los ha destituido de un plumazo.  
Como en el milagro de la resurrección de Lázaro (Juan 11), nos dirigimos a Jesús diciéndole: Señor, he aquí que aquel a quien amas, está enfermo. Por cierto, en el episodio anterior del Evangelio de Mateo (8: 21-22), le dice a uno que, haciendo amago de seguirle, se excusa con que en ese momento no puede, porque tiene que enterrar a su padre: “sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos”. Evidente de toda evidencia: el papa Francisco se ha ido dejándonos una Iglesia enferma. Y ojalá que Dios nos responda: “esta enfermedad no es para morirse, sino para la gloria de Dios, para que sea glorificado el Hijo de Dios por medio de ella”. Y aún se demoró Jesús un par de días, tras los cuales decidió ir a ver a Lázaro: Nuestro amigo Lázaro está dormido. Pero voy a ir a verle, para despertarle. No, la Iglesia no está muerta, sino dormida, víctima de una terrible pesadilla. Cuando llegó Jesús a Betania, le dijo Marta: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no hubiese muerto. No lo dudemos, Jesús estuvo en la barca de Pedro en medio de la tempestad, pero dormido. Y la situación parece que se repite hoy. De vuelta a la resurrección de Lázaro, cuando Jesús dice: Tóllite lápidem, quitad la piedra, Marta le dijo: Señor, ya hiede, es de cuatro días. Quitad la piedra. Ya hiede.

 Ojalá que cuando Cristo se despierte y decida entrar en acción tras la muerte de este pontificado, no tenga que escuchar de alguna Marta:
Dómine, iam foetet; no tenga que reconocer que algo fétido flota en el aire. Ojalá pueda decir Jesús: Esta enfermedad no es mortal. Y consiga sacar a la Iglesia del lodazal en que se ha hundido.
Quiera Dios que los cardenales reunidos en el cónclave, además de atender al negocio de la elección del próximo papa (el sucesor de Pedro, recordémoslo, no de Francisco), caigan en la cuenta todos ellos de que la barca de Pedro está en medio de una terrible tempestad, tremendamente cubierta y zarandeada por las olas, mientras el Señor duerme en ella, como si la cosa no fuese tan grave. Ojalá acudan a él suplicándole con fervor: Señor, sálvanos, que perecemos (Mt 8: 26).   
Aunque el papa Francisco murió en plena Pascua de Resurrección, me resisto a recurrir a la Resurrección de Cristo como imagen y preludio de la resurrección de la Iglesia. No, la Iglesia no está muerta, está dormida en el vértice de una tremenda pesadilla. Y como el difunto Lázaro, ya lleva demasiados días en la sepultura, demasiados días. Y hiede. Algo huele a podrido en Dinamarca. El estilo tan “personal”, tan al margen de cualquier límite del papa difunto, ha amplificado tremendamente el hedor. Dime con quién andas: con Tucho Fernández el pornógrafo, ocupando el dicasterio que ocupó Ratzinger, y los increíbles protegidos que empedraron su camino. Sí, pero aunque la Iglesia hieda a cadaverina, como Lázaro, no podemos darla por muerta, en absoluto. Cristo es la Resurrección y la Vida.  
El Señor sabe lo que se hace. Consintió que muriese Lázaro y consintió la enfermedad purulenta y hedionda de la Iglesia. Y consintió el pontificado de Francisco quizá para que se manifestara en toda su crudeza la debilidad (y en momentos, la maldad) humana: de manera que los electores del próximo papa consideren la necesidad de un papa que haga todo lo posible por que se sanen y cicatricen las heridas que amenazan corromper o acaso escindir la Iglesia. Dios dejó que el diablo se cebase con Job; pero al final lo sanó de todas sus heridas y le devolvió la dignidad y la prosperidad de que había gozado. El Apocalipsis no termina en los cuatro jinetes portadores del mal, sino en el triunfo del bien.    
Virtelius Temerarius

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11 comentarios

  1. Así sea Virtelius, Jesucristo es el gran Médico, El conoce la enfermedad y sabe cuál es el remedio. El Espíritu Santo guiará a los cardenales pero de su libertad depende la elección del nuevo pontífice. Lo ue si es seguro es que Burke o Sarah o Müller van a tener más de un "bronca" con el cardenal Tucho.

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    Respuestas
    1. El Cardenal Trucho no puede meter ninguna bronca al sucesor de San Pedro.

      No es su potestad.

      Al revés SÍ!

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  2. 'Los medios, en efecto, no están preocupados por el sucesor de Pedro, sino por el sucesor de Francisco. '

    Ditto: El cardenal-bisbe (espanyol) de Rabat que ens ha explicat que el seu vot anirà al 1r cardenal que fa un programa basat en Sinodalitat 2.0


    Catolicisme 1.0?

    Home, no siguis 'rígid'

    FEM

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  3. Que Dios te escuche Virtelius, te has lucido ahora en este artículo. El Tucho y sus socios han sido derribados. Comienza una nueva era.

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  4. Aunque el papa Francisco murió en plena Pascua de Resurrección, me resisto a recurrir a la Resurrección de Cristo como imagen y preludio de la resurrección de la Iglesia. No, la Iglesia no está muerta, está dormida en el vértice de una tremenda pesadilla.

    ...

    Luego del rezo del Ángelus del domingo 26 de enero del 2014, el Papa Francisco liberó dos palomas como símbolo de paz en Ucrania durante el Ángelus, pero una gaviota y un cuervo las atacaron. Este incidente fue ampliamente difundido, fluyendo una vez más imágenes y memes de la lucha entre las aves que parecían simbolizar la guerra en Ucrania: la paloma, un símbolo tradicional de paz, fue víctima de la agresión de la gaviota y el cuervo, pero otros la asociaron a Francisco y su pésimo pontificado, junto con el rayo en la cúpula.

    PALOMA

    En el catolicismo, la paloma blanca es un símbolo múltiple:

    a) del Espíritu Santo (como en el bautismo de Jesús, Mateo 3:16) y, por extensión, de la Iglesia Católica, que se considera guiada por el Espíritu (la Iglesia Ortodoxa es cismático-herética, y los demás protestantes no son iglesias sino comunidades);

    b) representa la paz (basada en el relato de Noé y la paloma que regresa con una rama de olivo, Génesis 8:11)

    c) es ofrenda en el Templo (Levítico 1:14)

    CUERVO

    El cuervo es un símbolo de muerte, juicio o maldad. En la Biblia, los cuervos son aves impuras (Levítico 11:15) y están asociados con la desolación (Isaías 34:11) ya que son carroñeras. Su asociación con la muerte, la desolación o lo ominoso los hace símbolos de un juicio o de la adversidad

    Pero Dios transforma lo impuro en agente o instrumento divino: en 1 Reyes 17, Dios ordena al profeta Elías que se refugie junto al arroyo de Querit durante una sequía que Él mismo había anunciado como castigo al pueblo de Israel por su idolatría bajo el rey Acab. Dios promete a Elías: "Beberás del arroyo, y yo he ordenado a los cuervos que te sustenten allí" (1 Reyes 17:4). Los cuervos traen pan y carne a Elías cada mañana y cada tarde, permitiéndole sobrevivir. Orígenes o San Agustín dicen que la providencia divina trasciende las cualidades naturales de las criaturas. Los cuervos, impuros y asociados con lo negativo, no actúan por su propia voluntad, sino por mandato divino.

    También los cuervos un símbolo de humildad: Elías, un gran profeta, debe depender de aves impuras para sobrevivir, lo que refuerza la idea de que la salvación viene de Dios, no de la dignidad de los medios utilizados.


    GAVIOTA

    La Torá (Levítico 11:13-19 y Deuteronomio 14:11-20) enumera las aves que son impuras y no aptas para el consumo según las leyes de kashrut, pero las gaviotas no se mencionan por su nombre, aún así el judaísmo actual las considera aves impuras al tener características depredadoras, oportunistas, carroñeras o que no cumplen con los criterios de pureza establecidos por la tradición judía, como cuervos y águilas.

    SIMBOLOGÍA

    Las dos palomas serían la Iglesia y la paz en Ucrania o el mundo. El cuervo se asocia a la Iglesia (el mal pontificado de Francisco ¿y sus malos efectos hoy?) y la gaviota a la paz (las guerras en el mundo, sobre todo Ucrania). El rayo en la cúpula de San Pedro, el mal fin de Benedicto y el mal inicio con Francisco.

    Por cierto, al fallecer Francisco, la campana de difuntos no funcionó y se debió accionar manualmente. El simbolismo del sonido grave del campanón central anunciando al mundo el fallecimiento del Pontífice y la sede vacante no funcionó, el silencio se impuso.

    elobservadorenlinea.com/2025/04/un-imprevisto-el-sonido-que-no-llego-cuando-murio-el-papa-francisco/

    Las campanas, según el rito de bendición, están relacionadas con la vida del pueblo de Dios: su toque, en efecto, nos señala los momentos de la oración, reúne al pueblo para las celebraciones li­túrgicas, advierte a los fieles cuando se produce algún suce­so importante que es motivo de alegría o de tristeza para ­la parte de la Iglesia (para esta población) o para cualquiera de los fieles.

    Lo que simboliza que no se activó para que el suceso importante no diera el motivo correspondiente.

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  5. Parece que el obispo Vives es uno de los que no sabe cómo hay que comportarse en un funeral. Pero ya se sabe, el vicio de sacar fotos con el móvil es irresistible. Ved la serie de fotos de la siguiente página:

    https://www.radiohochstift.de/nachrichten/paderborn-hoexter/detailansicht/rom-bemerkenswerte-momente-rund-um-die-papst-trauerfeier.html

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  6. El Planellas apuesta por un candidato muy joven por cierto y dice que sería una buena opción. Aquí https://www.diaridegirona.cat/comarques/2025/04/26/larquebisbe-gironi-joan-planellas-creu-116761050.html

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  7. Suelo escuchar reiteradamente estos días de Pascua la secuencia Victimae Paschali Laudes. Ese texto milenario, traducido con tristeza en la misa posconciliar, encierra todo un tratado soteriología: quién es la victima de la nueva Pascua, su muerte, su victoria sobre ella con la resurrección, que es, a su vez, signo y esperanza de la nuestra. Para eso se dio la Encarnación y la Redención. En estos años negros de obscurecimiento de los misterios divinos, que son también misterios del hombre, se nos ha quedado desdibujada nuestra vida peregrina y efímera. Si se hubiera prestado una mínima parte a la salvación del hombre de la atención concedida a conceptos nebulosos de afueras, descartes, discernimientos (en vez de conciencia recta y bien formada), no habríamos vivido en esa atmósfera de zozobra que temía un próxima entrevista, otra nueva ocurrencia, otra ambigüedad. Buena metáfora la comparación de la situación de Lázaro con la de la Iglesia. Jesús le dice, Lázaro exi foras, sal fuera. Es decir, vente a la luz, a la vida. No al revés.

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  8. Mientras no haya continuidad de la mafia del San Gallo ese, de triste memoria , iremos bien.

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  9. Sr. Virtelius. Me ha dado Paz y llenado de esperanza su comentario. Hago mías, humildemente, las exposiciones que ha desarrollado en su comentario. Espero que no sea un Francisco II quien suceda a San Pedro. No obstante, he rezado por él, para que Dios Padre tenga Misericordia de su alma en todo cuanto no ha estado acertado.

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  10. Los hay que son divertidos por los fines del mundo:

    Feneció, allá en Roma, el papa Francisco,
    sin pastor se queda el sagrado aprisco.
    Mientras en la tierra hay solemnes ritos,
    su alma atraviesa espacio infinito.

    Llega finalmente a una enorme puerta;
    ingresa Bergoglio, pues está entreabierta.
    Le da bienvenida Diego Maradona;
    lleva albiceleste remera campeona.

    Diego dice “Eh”, le ofrece un habano
    y el papa susurra , dándole la mano:
    “- Yo ya me esperaba que me abrieras vos;
    lógico que al papa lo reciba D10s”.

    Un ser misterioso hacia el papa avanza,
    llevando en sus manos una gran balanza.
    “- Ha llegado el tiempo de la evaluación:
    ¿Cuál es el estado de su corazón?”.

    “- Estará impecable, yo nunca lo he usado:
    tengo mil testigos ‘misericordiados’”.
    El papa Francisco mira a los costados:
    siente que se encuentra bien acompañado.

    Por allá en el fondo, en una mesita,
    ve tomando mate a Perón y a Evita;
    en un rinconcito, con su boina rara,
    fumándose un puro está el Che Guevara.

    Le sirven fernet; el papa lo bebe,
    en tanto se abraza, contento, con Hebe;
    “Siéntese a mi lado, Francisco, le pido,
    pues tenemos tantos ‘sueños compartidos’”.

    Una voz se escucha: “-¡Qué gusto de verte!”,
    grita acariciando una caja fuerte.
    “- ¡Éxtasis!” exclama, se pone de hinojos
    mirándolo al papa, pero de reojo.

    Y Néstor añade: “-Hoy dame tu luz”,
    haciéndose el signo de la ‘Santa Cruz’”.
    El papa bendice y sigue mirando;
    algo muy extraño lo viene inquietando.

    No ve a Benedicto, no ve a Juan Pablo,
    no están a la vista San Pedro y San Pablo;
    tampoco Gregorio, Clemente ni Lino.

    Por eso decide el papa argentino
    pararse y decirles a todos: “- ¡Señores!
    ¿por qué no se encuentran mis predecesores
    en estos benditos lugares eternos?”
    “-¿Qué? ¿No le dijeron? ¡Esto es el infierno!”.

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