La señora que aparece en la fotografía es la nueva priora del monasterio benedictino de Sant Pere de les Puel·les, en la ciudad de Barcelona, cargo que compaginará con el de priora del monasterio de la Mare de Déu de Puiggraciós, dependiente del primero. Desde el pasado 16 de enero Roser Caminal Homar es la máxima responsable de estos dos monasterios, y sucede en el cargo a Esperança Altés, hasta ahora abadesa, a la que le dedicamos un escrito en este portal con el título "la abadesa sectaria", por su vinculación con Puigdemont y la causa independentista, además de haberle hecho la vida imposible a una religiosa de origen no catalán. La nueva priora es prima del actor Lluís Homar y de su hermano, el excelente sacerdote Manuel Homar, misionero en la diócesis de Cienfuegos (Cuba).
Como suele suceder en este tipo de monasterios, el panorama es desolador, con una edad media altísima y con casi todas las religiosas muy ancianas, para maquillar esa situación apuestan por una de sus monjas más jóvenes para que al menos la imagen pública no sea gerontocrática. No hay ningún espíritu crítico por la falta de vocaciones, y tampoco ninguna preocupación por el futuro, la última que cierre la puerta y apague la luz.
La falta de vocaciones en algunas órdenes monásticas es genérica en casi todas partes, excluyendo algunos nuevos carismas, normalmente de corte muy tradicionalista, pero en Cataluña viene agravada por la implicación de monjes y monjas en política, sirviendo servilmente al independentismo, en eso los benedictinos y benedictinas van a la cabeza, motivo por el que no es de extrañar que jóvenes que no compartan ese ideario o simplemente que no quieran que en un monasterio se haga política opten por buscarse otro lugar para profundizar su vocación.
Es penosa la fotografía en que aparecen algunas monjas benedictinas ancianas saliendo a la puerta del monasterio de Sant Pere de les Puel·les, en la calle Anglí de Barcelona, para manifestarse con carteles en las manos a favor de la liberación de los políticos presos por la declaración ilegal de la independencia de 2017. ¿A qué chica se le va a ocurrir entrar en ese monasterio como novicia?, porque por muy independentista que sea, preferirá apuntarse a las juventudes de un partido secesionista y no a estas monjas decrépitas.
El independentismo de estas monjas es tan latente que les ha costado muchísimo aceptar que tienen que formar parte de la Congregación de Santa Hildegarda, es decir, lo que vendría a ser la provincia benedictina española, junto a otros 23 monasterios en el territorio nacional. Y es que casi todas las Órdenes y Congregaciones religiosas han tenido que asumir que solo puede haber una provincia para toda España, y que las antiguas provincias catalanas no tienen actualmente suficiente fuerza para ser independientes. Las benedictinas de Montserrat, las de la monja Forcades, no aceptaron esta fórmula y prefirieron formar parte de la provincia europea de la Resurrección. Las de San Daniel de Girona aún han ido más allá y han montado una especie de asociación cultural benedictina (Àmbit cultural de benedictines) para no depender de nadie y solo de ellas mismas, lo que es la antesala de un monasterio que muy pronto va a desaparecer y va a pasar a manos de una entidad cultural no religiosa.
Mientras tanto estos días hemos escuchado que otras monjas de Barcelona, las clarisas del histórico monasterio de Pedralbes, cierran el chiringuito. Solo quedaban tres y las obligan a marchar, siguiendo las directrices que desde Roma fueron imponiendo Braz de Aviz y Carballo, Matapelo y Chamame Pepe para los amigos, en la Congregación para religiosos. Las monjas no querían irse y los vecinos y amigos del monasterio tampoco, e incluso organizaron una campaña para evitar esa marcha, pero ya sabemos que no les va a quedar otra que obedecer. Veremos a ver si cambian algo las cosas en Roma ahora que hay una "Prefecta" en el Dicasterio.
Francisco Fabra
Que vergüenza de religiosas.
ResponderEliminarEso les pasa, de no haber relevo generacional, por abominar miserablemente del otrora Caudillo protector y santificar la destrucción de España, a manos de los herederos del frente popular.
Así es...todas estas décadas pra descobrir que los "demócratas" no són mas que un remedo del Frente Popular. En 1931-39 fueron a "saco" a tierra quemada...ahora han querido y quieren hacer lo mismo con martirio blanco y destrucción por infiltración de todos los sectores
EliminarQuisiera aportar mi contribución a las Clarisas de Pedralbes. Hará cosa de un año se me ocurrió visitar la preciosa capilla de Sant Miquel y quedarme a oír misa. Mire, aquello fue patético..monjas tristes allí que cantaban muy desafinadamente...¿qué hubiera pensado Elisenda de Montcada? Y para remate...El sacerdote que oficiaba era un africano que a duras oenas se defendía en catalán pero estaba allí, vigilado por un sacerdote anciano que debía ser el rector. Muy triste todo
Eliminar11:20 : ojalá hubieran ido a tierra quemada... Al menos habría habido algo, tierra quemada... Era como La Historia Interminable, donde el Vacío dejaba la Nada...
EliminarI. Unos estudios sobre el declive de estas órdenes y congregaciones religiosas y de las vocaciones sacerdotales en las diócesis:
ResponderEliminar1. Factores del declive de las vocaciones religiosas
El descenso de vocaciones religiosas y sacerdotales comenzó en Europa antes de lo que se suele asumir. Holanda tiene pérdida de vocaciones desde la década de 1930 y un aumento de abandonos en los años 50, que coinciden con la I y II Guerras Mundiales y las fases de reconstrucción de la posguerra; en 1950 se da la fase de los 25 gloriosos, el mayor período de crecimiento de la riqueza de Occidente
Factores históricos, sociales, eclesiales y teológicos influyeron en la crisis vocacional de forma interdependiente.
La rigidez teológica y el dualismo ascético del período preconciliar redujeron la capacidad de adaptación de las congregaciones a los cambios sociales.
2. Impacto en la Iglesia y la sociedad
La disminución de religiosos ha afectado gravemente la labor misionera, la educación y la asistencia hospitalaria, lo que ha generado consecuencias en la sociedad.
Los superiores de congregaciones en crisis tienen responsabilidad en la gestión del declive y deberían recuperar la espiritualidad fundacional.
Las comunidades religiosas en crecimiento deberían ser modelos a seguir, mientras que aquellas que no muestran signos de recuperación deberían ser reformadas o suprimidas.
3. Relación con el Concilio Vaticano II
Aunque se esperaba que el Concilio resolviera la crisis vocacional, la tendencia al descenso se intensificó en el período postconciliar.
Desde los años 70-80, la situación se ha estabilizado, pero el número de sacerdotes no crece al ritmo de la población católica.
La escasez de vocaciones impone desafíos a la misión pastoral en un mundo cada vez más secularizado.
4. El papel de la liturgia y la fe (Lex Orandi, Lex Credendi)
Existe una conexión entre la forma de oración y la solidez de la fe; la crisis litúrgica ha llevado a un debilitamiento doctrinal.
La vitalidad de las órdenes religiosas depende de cuatro factores:
a) fidelidad doctrinal
b) vida religiosa inspirada en la Fé y el carisma del santo fundador
c) fidelidad a la liturgia
d) protección del entorno del que surgen vocaciones: la Iglesia Doméstica de las familias y la parroquia
Las congregaciones en declive comparten una desconexión con estos principios, es más, todas son modernistas y progresistas, mientras que las florecientes mantienen tradiciones preconciliares y tradicionalistas.
5. El papel de la tradición en la supervivencia de las congregaciones
Los institutos que siguen las normas de sus fundadores, conservan hábitos tradicionales y mantienen prácticas litúrgicas anteriores al Concilio parecen tener más futuro.
Muchas órdenes fundadas después de 1967 buscaron recuperar aspectos espirituales que se perdieron en instituciones más antiguas.
La "tradición", más que términos como “conservador” o “liberal”, parece ser el factor común en las congregaciones que siguen atrayendo vocaciones.
En conclusión, la crisis vocacional responde a múltiples causas interrelacionadas.
Las congregaciones que han resistido el declive han mantenido una conexión con la tradición y la espiritualidad original de sus fundadores, más la ortodoxia y fidelidad a la verdadera Fé, moral, liturgia y eclesiología, junto con el carisma de su fundador y el acogimiento de la Iglesia Doméstica.
II. Qué análisis se hizo en el Concilio Vaticano II y por qué fracasó
ResponderEliminarA. La vida religiosa había colapsado, se decía, por dos causas:
1. Mentalidad de Clausura (Cloister Mentality)
Es una forma de entender la vida religiosa como separación radical del mundo
Se basa en la idea de que para alcanzar la santidad hay que "alejarse" físicamente y mentalmente del mundo secular
Implica una visión de la vida religiosa como un espacio cerrado y protegido del "mundo exterior"
Esta mentalidad creaba una dicotomía fuerte entre lo "sagrado" (el convento/monasterio) y lo "profano" (el mundo exterior)
2. Dualismo ascético:
Es una visión teológica que separa radicalmente:
- Lo espiritual (considerado superior) de lo material (considerado inferior)
- El alma del cuerpo
- Lo sagrado de lo mundano
- Enfatiza la mortificación del cuerpo y el rechazo de lo material como camino a la perfección espiritual
- Promueve una espiritualidad basada en la negación del mundo más que en el compromiso con él
B. El problema con estos dos elementos es que:
1. Se volvieron cada vez más difíciles de sostener en una sociedad moderna que valoraba:
- La integración en lugar de la separación
- Una visión más holística de la persona
- El compromiso con el mundo en lugar del alejamiento
2. Crearon una desconexión creciente entre:
- La vida religiosa y las necesidades de la sociedad
- La espiritualidad y la vida cotidiana
- Los ideales religiosos y la realidad social
- La sociedad del bienestar, del estrés y de los estilos de vida
- La crisis de la Iglesia se concentra sobre todo en la Edad de Oro del Capitalismo o Años Dorados, conocida también en francés como Trente Glorieuses o Treinta Años Gloriosos o expansión económica de la postguerra, de 1945 a 1975 con la crisis del petróleo, cambios que conocemos los que los hemos vivido
3. Esta mentalidad dual y separadora se volvió especialmente problemática cuando la sociedad empezó a valorar más:
- La integración de todas las dimensiones de la persona
- El compromiso social activo
- Una espiritualidad encarnada en la realidad cotidiana
- Una sociedad de consumo y de prosperidad material
C. El Vaticano II intentó ser la solución pero, paradójicamente, aceleró la crisis por varios motivos, según se cree actualmente:
1. Llegó tarde:
- La crisis ya estaba en marcha desde los años 1930 (al menos en Holanda)
- Cuando el Concilio llegó (1962-1965), ya había una generación entera de declive vocacional
- Los abandonos ya habían comenzado a aumentar en los 1950 (Holanda)
2. Creó un "choque de adaptación":
- Las congregaciones religiosas pasaron bruscamente de una mentalidad de clausura a tener que "abrirse al mundo"
- Muchos religiosos no estaban preparados para esta transición tan radical
- La rapidez del cambio creó desorientación e inseguridad
3. Generó una crisis de identidad:
- Al cuestionar el modelo tradicional de vida religiosa
- Sin ofrecer un modelo alternativo suficientemente claro y atractivo
- Creando confusión sobre el papel específico de los religiosos en la Iglesia
4. Doble efecto en las vocaciones:
- Los más tradicionales se sintieron traicionados por los cambios
- Los más progresistas descubrieron que podían vivir su fe y servir a la Iglesia también como laicos
5. Implícitamente, hoy en día se piensa todavía que lo que se necesita es:
- Una transición más gradual
- Un nuevo marco teológico que integrara tradición y renovación
- Una adaptación que mantuviera clara la identidad específica de la vida religiosa
- La importancia de desarrollar "una teología de la vida religiosa para el tercer milenio, en línea con el enfoque encarnacional y holístico del Concilio Vaticano II"
6. En resumen: se creía que el Concilio identificó el problema (la desconexión entre la vida religiosa y el mundo moderno), pero la implementación de las soluciones, por su radicalidad y rapidez, acabó agravando temporalmente la crisis que pretendía resolver. Es un clásico caso, se pensaba, de "la medicina correcta, pero en dosis y posología equivocados"
7. Crítica:
ResponderEliminarHan pasado 65 años desde el Concilio Vaticano II y ya se ha visto que la medicina no ha servido para nada, es más, sólo crecen las órdenes y diócesis tradicionales y conservadoras, las progresistas y modernistas están en fase de decadencia y extinción. Por lo tanto:
1. La perspectiva temporal es reveladora:
- 65 años son más que suficientes para que una "medicina" muestre su eficacia
- Ya han pasado más de tres generaciones desde el Concilio
- El declive no solo no se ha detenido sino que se ha acelerado en muchas regiones
2. Los problemas son más estructurales:
- La secularización ha seguido avanzando inexorablemente
- La plausibilidad social de la vida religiosa tradicional ha disminuido aún más
- Las vocaciones religiosas son cada vez más difíciles de entender para las nuevas generaciones
- Sólo crecen las órdenes y diócesis tradicionales, aún teniendo a Francisco en contra
3. Las adaptaciones post-conciliares no han funcionado como se esperaba:
- La "apertura al mundo" no ha generado más vocaciones, las ha destruido
- Los intentos de modernización y progreso no han hecho la vida religiosa más atractiva, la ha aniquilado
- La difuminación de la identidad religiosa específica ha agravado el problema hasta lo indecible
4. La realidad actual sugiere que:
O bien la crisis es más profunda que una simple cuestión de adaptación
O bien el modelo tradicional de vida religiosa responde a un contexto sociocultural que ya no existe
O necesitamos repensar completamente qué significa la vida consagrada en el siglo XXI
O sólo lo tradicional y ortodoxo y conservador es una línea a explorar, junto con la promoción del laicado pero en un sentido más fiel a la eclesiología de la Iglesia
5. En conclusión:
a) El diagnóstico inicial (medicina correcta, dosis y posología equivocadas) parece ahora demasiado optimista. La persistencia y profundización de la crisis sugiere que estamos ante un cambio cultural y social más profundo, que empezó por los 1930, como consecuencia de la primera gran guerra industrial con sus millones de muertos y heridos, la destrucción de los Imperios otomano, ruso, II Reich y Austro-húngaro, la Crisis de 1929 y el crecimiento del progreso tecno-científico (cine, radio, electrificación, industrialización, servicios).
b) La solución modernista y progresista ha fracasado sin remedio alguno, siendo el pontificado de Francisco su máxima expresión como ejemplo de Gran Desastre y Hundimiento al seguir la línea progresista y modernista (camino sinodal alemán, Amoris laetitia, Fiducia supplicans, Traditionis custodes), y sólo tiene éxito la que continúa dentro de la tradición y ortodoxia, incluso hoy cuando estamos en la nueva era de la IA: la valoración del esfuerzo, vitalidad y seguimiento del carisma tradicional y ortodoxo siguen vigentes, el modernismo progresista ha muerto.
c) Sin duda, después de Francisco, la Iglesia experimentará un nuevo impulso, pero mientras, hay que luchar por la tradición y ortodoxia y contra el modernismo y progresismo, dos ideologías de muerte y devastación desoladora, y oponerse a todas las reformas modernistas del Vaticano: no durará mucho, un día habrá el cambio.
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Los cardenales ya deberían de pedir todas las estadísticas referentes a la Iglesia Católica desde 1920 hasta hoy, en especial, a la evolución del número de sacerdotes y religiosos correlacionados según la población mundial, y más en concreto, durante los últimos 66 años, el período que va del Concilio Vaticano II (1959) hasta Francisco (2025), para ver y meditar sobre la magnitud de la eclesiocatástrofe francisquista. Han de estudiar la situación, junto con todos los obispos, curas, teólogos y el resto de christifideles, pues cuando Francisco deje de ser papa hasta la celebración del cónclave, sólo habrán disponibles 30 días, dentro de los cuales se realiza el precónclave -dos semanas- y el cónclave -unos días-. Y la Iglesia afronta 15 años, 2025-2040, los más decisivos de su historia, nada menos que su existencia y su ser.
Pues a renovar con la inmigración, no queda más remedio. El plantel en nuestra España no crece por falta de ingenieria obispal. Si no regamos el plantel con buenas filosofías religiosas poniendo como elementos, Creación en 6 Días, Adán y Eva, Noé y Diluvio, Sodoma y Gomorra, y Jesucristo en su discurso completo sin recortar, pues el plantel de vocaciones queda sin alimentos y vitaminas por esto no crece. Las dificultades normalmente son un estímulo para mejorar los sistemas y espero que los responsables que llevan la Mitra se den cuenta de lo contrario serían como unos ciegos que guían a otros ciegos como dice el Evangelio.
ResponderEliminarSr. Garrell, leyendo sus escritos entiendo que haya tantas personas sin fe. ¿Cree que hay alguien que se mueva al oir hablar de la Creación en 6 días, de Adán y Eva, Noé, Diluvio, Sodoma y Gomorra? ¿Por qué no se detiene aplicando su consejo "leer el discurso completo de Jesucristo sin recortar?
Eliminar10.06 Lo que si no mueve ni conmueve a nadie es todo el modernismo, que es un absoluto caos. Foc d'encenalles
EliminarBueno las ordenes religiosas en España, les quedan muy pocos telediaris en general.
ResponderEliminarComo don Silveri dice, se deberá proveer con la inmigración. Lo tendremos negro. En la diócesis de Vic ya son en mayoría los sacerdotes procedentes de África. Todos ellos se esfuerzan en mostrarse simpáticos, hablando catalán y eucaristía en catalán, por supuesto. Pero la presencia de asistentes a la misa se presenta en declive constante. Y fieles procedentes de África negra no están ni se les espera. No se pueden importar. No hay regeneración alguna en los templos. Los jóvenes brillan por su ausencia.
ResponderEliminarCuánto más se quiera adaptar la Biblia y los Evangelios a la mundanal gente, peor será el resultado. Es que entonces ya no les hará falta pertenecer a la comunidad cristiana.
Tomar nota del Islam: Nada de interpretaciones modernas ni adaptaciones a la vida hedonista y amoral que lleva el occidental. El credo musulmán es el mismo desde los tiempos de Mahoma. Resultado: es la religión que más crece en el mundo.
10.10 Acertado comentario el suyo pero no se nos convierta al Islam ni abandone a la Iglesia de Cristo aunque Francisco nos lo ponga difícil
EliminarEl Islam es una religión inadaptada a toda modernidad desde aproximadamente el siglo XIII, paralizada en su quimérica Sociedad Ideal de la Umma del siglo VII arábigo-premedieval, su sectores más violentos están abocados al fracaso más absoluto, están divididos en escuelas de interpretación, no tienen un pontífice, y evidentemente no es la religión verdadera.
EliminarEn su conjunto el Islam, afronta la nueva era desde muchas casillas atrás y sin posibilidad de recuperar ningún terreno perdido.
A la élite globalista lo único que le importa es la Iglesia Católica por motivos evidentemente escatológicos (Anticristo, la única religión verdadera, el Papa), saben que es la única religión verdadera y es aquí en que hay que hacer la incidencia más absoluta.
El resto de religiones son peoncillos del tablero mundial, incluida la hindú y la islámica
Casi todo depende de casi nada. Esta nada podría ser lo que dice Silveri, como la falta de fe en la Biblia por culpa de una ciencia falsa, u otra cosa que está en la esquina: volver a la ascética y a la mística, la primera asignatura que desapareció de las aulas de Teología de los seminarios: Ascética y mística. También desapateció la Mariología. O sea, falta de fe en la teología y exceso de fe en la Ciencia. Estoy con Silveri a muerte.
ResponderEliminarYo también estoy con Silver.
EliminarPero no solo del Diluvio y la TETRAPOLIS habla el Antiguo Testamento.
Estas son las que sacaron del convento a Sor Maria Dolores Diaz de Miranda por « falta de taraná »
ResponderEliminarLa mayoría de negros en Catalufia son de origen musulmán.
ResponderEliminarDifícil su conversión.
Y predicando homilías tipo James Martín aún peor me lo ponéis.
16.51 ciertamente, africanos y musulmanes no están para la ideología de género que es una de las muchas ramas del modernismo
EliminarMire, antes se convertirán los negros musulmanes, es profecía, que estos curas y monjas nacional-progresistas...
EliminarLa saga religiosa de los Homar se remonta a una época anterior, concretamente a los años cincuenta del siglo pasado en la que el sacerdote D. Josep Homar fue rector de Hospitalet de Llobregat.( Sta.Eulalia de Mérida).
ResponderEliminarEste cura poseía una biblioteca particular de 7.000 volúmenes que cedió a.la ciudad. En agradecimiento, el Ayuntamiento le dedicó " media" plaza y una biblioteca con su nombre.
En la actualidad, permanece la " media plaza" pero la biblioteca se integró en otra más grande.
Señor Garrell, con tanto sacerdote de más abajo de Gibraltar, no tenemos muy negro.
ResponderEliminarY conste que no soy para nada racista.
17/03, que significa eso de media plaza?
ResponderEliminarPues si, el panorama pinta muy negro menos para el pontífice actual y sus secuaces.
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