¿Dónde estamos? ¿Cuál es el campo de batalla? ¿A quién ha vencido Trump? Esa es la gran cuestión. Estábamos (de hecho, todavía estamos) en una confrontación a vida o muerte entre la ideología y la moral tradicional cristiana conservadora, y la ideología de izquierdas, reactiva, llamada “de progreso”, que se inauguró con la Ilustración impuesta mediante la Revolución francesa; y por lo que respecta a Estados Unidos, culminó en el mandato de Joe Biden, el derrotado en las recientes elecciones. Dicen de éste que es católico, pero dispuesto también a llegar tan lejos como le sea posible en la imposición de la agenda ideológica de la izquierda. Parece en efecto que el campo de batalla es la Agenda 2030.
La cuestión básica de fondo es el dogma común tanto de la izquierda como de la derecha, en virtud del cual el hombre, por naturaleza, tiende al bien. Para la izquierda es tan honda la inclinación al bien, que el hombre, por sí mismo, es incapaz de obrar mal. Y, en consecuencia, cuando se produce una mala conducta es absolutamente injusto culpar y castigar al delincuente, porque la responsabilidad y la culpa recaen en todo caso en las estructuras sociales radicalmente delictivas que ha montado alguien (por lo visto, no humano, porque todo hombre está inclinado al bien). De tal modo que basta que uno se deje llevar por su naturaleza original, (sana por definición) para que todas sus conductas sean buenas. En cualquier caso, la justicia no puede tender más que a la reeducación. Y proscribiendo, por supuesto, toda conciencia de culpa, porque eso es lo más perjudicial en el camino hacia la moral, la decencia y la buena conducta. Por lo que parece, muchos en la Iglesia han tirado el carro por ese pedregal.
Todo eso en la izquierda, siendo sus faros inconfundibles, el Emilio de Rousseau y el insuperable Segismundo Freud. De todos modos, ya nos lo advierten desde la Nouvelle Théologie, progresista y reformista donde las haya: en la confesión (¿para qué sirve eso, si los psicólogos y las psicólogas profesionales serían más útiles?) hay que perdonarlo todo, todo, todo. Porque no lleva la Iglesia conservadora peor lastre de su pasado, que la conciencia de culpa. De la que le es urgentísimo desprenderse para homologarse con las doctrinas de “progreso” del mundo. Y claro, es el ala izquierda la que ostenta la eclesial vara de mando.
Y qué ocurre en la derecha, es decir en el bando conservador? También este bando está convencido de que el corazón del hombre tiende naturalmente al bien o, al menos, puede reconocerlo; pero que, a partir de la profunda herida del pecado original, el hombre necesita la ayuda de la gracia para huir de su inclinación al mal. Y el cristiano accede a la Gracia Santificante a través de los Sacramentos que ha puesto Dios a su alcance a través de la Redención por Jesucristo.
Y, mal que nos pese, puesto que al mundo no lo mueven los dineros ni las armas, sino las ideas, nos encontramos en medio del fragor de una feroz guerra por las ideas. Un área en la que, por cierto, la Iglesia católica ha sido la gran triunfadora durante siglos. Todo el que sigue atentamente la evolución de las novísimas ideologías impuestas desde los poderes públicos (¿qué tal la ideología de género?) y, sobre todo, los avances rápidos con que iban conquistando el mundo occidental, ve claro que Trump es el coloso que se ha atrevido a dar la batalla a la que hasta los clérigos han renunciado: si no en su totalidad, sí en muy gran parte, y con escandalosas deserciones. En efecto, son muy pocos, realmente muy pocos los líderes políticos y eclesiásticos que se atreven a hacer frente a la ideología hoy de moda en el mundo.
Porque todo el que ha querido enterarse, se ha enterado de que se trata de ideologías con las que se pretende barrer no ya la religión sostenida mayoritariamente durante tantos siglos por la Iglesia católica, sino toda la huella cultural del cristianismo en el mundo.
Y evidentemente, la locomotora que tiraba con enorme fuerza de ese movimiento (en su nómina están los grandes productores y vendedores de doctrinas vía entretenimiento, y los dueños de las redes sociales) eran los Estados Unidos, cuyo poder estaba en manos de poderosísimas élites integristas, partidarias de esas ideologías diseñadas con el fin de borrar la huella cristiana de la faz de la tierra. Y gracias a Dios estamos asistiendo al milagro del cambio de rumbo de esa locomotora, que pasa de las manos de un católico adicto a todas las perversiones de las ideologías anticristianas, a ser gobernada por un cristiano-no-católico, totalmente consecuente con sus principios cristianos, que son por otra parte los de la mayoría de los ciudadanos norteamericanos. Y de los europeos, no nos engañemos.
Mientras los católicos andamos templando gaitas en busca de puntos de encuentro con los valores que nos está imponiendo el mundo, -auxiliado poderosísimamente por el demonio y por la carne-, partiendo del caritativo acogimiento de todos los que profesan y promocionan esos valores (con el riesgo de extender la caridad también a esos valores); mientras los católicos estamos ocupados en eso, he aquí que un hermano nuestro, cristiano-no-católico, ha tenido la osadía de defender desde su posición comprometidísima, los valores que, ¡vaya por Dios!, resulta que mueven a la mayoría de sus conciudadanos.
Y, ¡nueva paradoja!, parece que este triunfo de un presidente que se aferra a los valores fundacionales de su país, ha desencantado a los integristas del “progreso”, no ya a costa de los valores tradicionales (cristianos, claro está), sino incluso a costa de la misma naturaleza humana. Y eso, no sólo en el ámbito político, sino también en el eclesiástico católico. Con la obvia particularidad de que los grupos más conservadores de la Iglesia están de enhorabuena con la victoria de Trump; mientras que a los “reformadores”, sobre todo a los de las capas jerárquicas más altas, se les ha quedado cara de pepinillos en vinagre.
La gente de bien, horrorizada por la depravación moral de occidente (del que formamos parte la antaño católica España y la aún hoy Iglesia católica), recibió con enorme alivio la victoria de Trump. Es que resulta que el núcleo duro de esa victoria es ideológico y moral. Resulta, en efecto, que a la ideología que llaman de progreso, que parecía tener dominado todo occidente, le ha infligido Trump una derrota histórica. Tan definitiva, tan aplastante, que no tendrá fuerzas para levantarse de nuevo.
Creo, en efecto, que una mayoría holgada de estadounidenses vio que estas elecciones eran la gran oportunidad para huir de la náusea que les produce tanta depravación. Y al ser ésta la gran prerrogativa con que se adornó la izquierda, poco les ha costado a esos ciudadanos hacer la ecuación: izquierda, igual a depravación. Lo cual ha constituido un auténtico tsunami que, simplemente, no ha hecho más que anunciarse con su rugido. En el segmento de esos perdedores se siente la parte de esa “iglesia” que se apuntó con tanto entusiasmo a la izquierda llamada “de progreso”. Con un inconveniente aún más grave: al ir tan ligadas la izquierda y la depravación, queda levantada la sospecha de cuántos de los clérigos que se apuntaron a la reforma y al “progreso” de la Iglesia, se sintieron atraídos por lo que de licencia moral (inmoralidad) traía consigo ese progreso. Porque resulta que los hechos apuntan cruelmente en esa dirección.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.www.sacerdotesporlavida.info
Trump és boig.
ResponderEliminarEls catòlics, que majoritàriament durant més de 11 anys no hem pogut aclarir, encara menys enfrontar-nos amb, el caràcter verdadera del mossèn Francesc, difícilment tindrem èxit en analitzar el caràcter, primariament infantil i malèvola d'aquell President re-elegit dels Estats Units
Opino jo.
FEM
Monseñor Jorge Mario ya ha montado bastante lío...si hay que buscar pistas contacten con 007 o sor Caram
EliminarTrump no es boix. Es un personatge excèntric, amb una personalitat complexa, difícil d’entendre pels europeus, es el típic Cowboy americà. Però es mil vegades més assenyat que Biden y Kamala que han perdut el nord amb la ideologia woke, i ens han ficat a una guerra a Ucrania que poc acabar amb una 3ª mundial.
EliminarA mi em semblen molt mes bojos Biden i Kamala
Un pequeño ecosistema de youtubers catalanes en lengua ambidiestra en romance-castellano y romance-catalán, de diferentes temas e ideologías, que me parece que está naciendo, al calor del Gran Árbol Padre, UltraTrump Fachoffering, que aquí doy pero que si alguien quiere añadir lo que falta, bienvenida la nueva fauna y flora alternativa:
ResponderEliminar- La Catalunya Woke: youtube.com/@LaCatalunyaWoke
- Xavier Rius: youtube.com/@Xavier_Rius_TV (periodista represaliado por el Parlament de la Catalogne au Sud)
- Germinans Germinans: germinansgerminabit.blogspot.com (represaliat pel Palau, el degà dels repressaliats al Principat i la Ciutat Comtal)
- Dolça Catalunya: youtube.com/c/Dol%C3%A7aCatalunyaOficial (Empipadors normalitzats del Dit a l'Ull del Poder Oficial)
- Octuvre: youtube.com/@OCTUVRE/videos (Els Guaitadors Oficials i Pals de Paller del Procés Degudament de Pedra Picada)
A los que se van de X-Twitter: a veces, no todo es culpa del algoritmo que lo cambian conspiranoicamente, es que quizás el mundo cambia (Trump gana, Milei gana, Meloni gana...)... detallazo, al loro...
Hay algunos vídeos de estas plataformas que superan a los de los diarios como La Vanguardia, El Periódico, Ara... Feu-vos-ho mirar, nois...
Fabián es un generoso gallego universal, pero también chapurrea el catalán; por lo que por la temática tratada en sus vídeos, me atrevo a citarlo aquí:
Eliminarhttps://www.youtube.com/@fabiancbarrio
Totalmente de acuerdo con el Sr. Anónimo 13/42.
EliminarMe imagino que el cardenal arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, no estará contento con la victoria del Trump, pues dijo que el mismo no le prohibiría comulgar con la Eucaristía al Biden a pesar de que éste es favorable al Aborto. Algo se ha movido a Provida con la victoria del Trump, es un pasito pequeño hacia la Moral Cristiana americana. Si se me permite hago propaganda del cava "Castell D'Or Brut Orgànic" con que he celebrado la victoria del Trump. También un "olé" a los grandes propagadores del Creacionismo en los EEUU con el Diluvio, los dinosaurios y todos los temas. Esperemos que el Trump conceda más facilidades para introducir el Creacionismo en las escuelas, es la gran réplica a la Ideología De Género pues el tema es intelectual compuesto de mucha ciencia y demostraciones científicas. El Diablo ha sido derrotado en una pequeña parte que ya es algo, vale la pena celebrarlo con un buen champán.
ResponderEliminarSr. Garrell, per a vostè què és la moral cristiana? es refereix a l'avortament? Té un concepte molt pobre de la moral. Per això entenc que somiï que amb el Diluvi els dinosaures, tenim la salvació. Faci-s'ho mirar!
EliminarSr Garrell, usted siempre tan acertado con las plagas de Egipto y la lluvia de azufre sobre la Pentápolis...tenga cuidado de echar las campanas con Trump...que están haciendo todo lo posible para que no llegue a la Casa Blanca. Declaren un "estado de emergencia" y sigan los malignos de hoy pero con Kamala de jefa..con lo que se supera la apuesta Obama al ser negra y mujer.
EliminarYo, en compañía de mis seres propios lo celebre con un DOM PERIGNON super dulce, Don Silverio.
EliminarAbajo Mister Momia y ke-mala y viva la Tradición.
Leñe!!!
¿Se sabe algo sobre si Trump pararía la guerra y hará un pacto con muchos? Si fuere así suena a Anticristo o a algún colaborador cercano.
ResponderEliminarPadre Custodio, entiendo el fondo, pero ni es serio mezclar las categorías políticas de conservador (como decía Chesterton, y como sucede hoy, son como los progresistas pero caminan más despacio) y progresista con las categorías de la Iglesia; ni es correcto leer los resultados desde la visión de la victoria de una cosmovisión cristiana católica; ni lamentablemente es cierto que no se vayan a levantar de nuevo los progres; ni veo correcto decir que toda la gente de bien recibe con los brazos abiertos a Trump. Ojalá haga mucho bien, pero ya hemos aprendido hace siglos que es mejor no ser demasiado triunfalista con reyes puestos y depuestos.
ResponderEliminar8.44. Totalmente de acuerdo..no nos dejemos seducir por hombres ni veamos a Trump como un Salvador. Sólo Jesús salva
EliminarSobrado anda usted de razón, mosén Custodio, cuando afirma que la batalla es ideológica, por más que la inercia marxista siga manteniendo que la infraestructura de todo tenga cemento económico. La ideología vence a menudo a la doctrina; a la misma ciencia y a la verdad.
ResponderEliminarA propósito de la batalla entre Trump y Harris, algunas revistas científicas se pronunciaron sobre la amenaza que el republicano suponía para el progreso de la ciencia en Estados Unidos. Una opinión respetable, que venía avalada por la experiencia de su primer mandato, muy controvertida, sazonada con sus opiniones sobre vacunas, lejías, etcétera.
Pero de matute esas mismas publicaciones que alentaban el voto a Kamala Harris introducían las promesa de ésta sobre "los derechos reproductivos", es decir, sobre el aborto. Nada tiene que ver el progreso de la ciencia con el aborto. Quien defiende la necesidad del aumento del conocimiento científico no tiene por qué estar contra la vida del no nacido. De hecho, no debe estar, porque antes que científico es hombre, es persona. ¿Qué ocurre? Que la gente sin formación acabe pensando que los científicos son partidarios del aborto y que los que se oponen a éste se oponen también a la ciencia.
Con la llegada de Francisco al pontificado, su deriva ideológica, capitaneada por varios cardenales instalados por él en puntos clave, se ha impuesto sobre la doctrina. Vivimos tiempos de una ideología rastrera, de un sofocamiento de la doctrina evangélica transmitida a través de la Tradición. Necesitamos con urgencia un fuego purificador.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarEl disgusto que se llevaron en la plana mayor del Vaticano fue brutal.
Peor aún que cuando ganó la Melones.
Personalmente estoy con Trump, por muy mujeriego que haya sido!
Interesante artículo en Infovaticana sobre el mecanismo de la supuesta falsificación de las elecciones anteriores en las que perdió Trump. https://infovaticana.com/2024/11/16/hay-algunas-lecciones-de-historia-que-conviene-aprender/
ResponderEliminarAbans d'aconsellar un article de "Infovaticana" li suggereixo que busqui altres escrits on s'afirmi el contrari. Vostè va amb un lliri a la mà i s'ho empassa tot: des del Diluvi (sense pensar en el sentit que té aquesta narració) fins a la falsificació de les eleccions americanes del 2000. Informi's bé, per tenir més autoritat.
EliminarNo hay duda de que en el bando de los católicos derrotados con el triunfo de Trump, está el papa Francisco, firmemente abducido por la Agenda 2030 y por el Capitalismo Inclusivo "with de Vatican" (ahí sigue el video maravilloso presidido por el mismísimo papa).
ResponderEliminarNo cabe duda de que al papa Francisco le repugna el rígido Trump, nostálgico de la antigua moral cristiana (común a los católicos y protestantes); porque su corazón está con el católico Biden, tan abierto, tan inclusivo, tan progresista y tan modernista.
Seguro que Francisco andará temiendo que los obispos (o peor, los católicos de a pie) americanos conservadores, se envalentonen con el triunfo de Trump y le tuerzan sus planes. Pero bueno, algo se le ocurrirá.
¿Biden y Francisco son católicos?
Eliminar14:55 : de Francisco se observa que viste de blanco y se pasea y vive en el Vaticano y la gente de allá le obedece, por lo que según la doctrina Pujol, es vaticanero quien vive y trabaja en el Vaticano, y es el mandamás aquél quien manda y los otros son los mandados.
EliminarDe Biden eso dicen, sí, que es católico, pero claro, viendo algunos videos donde confunde las cortinas con una puerta o da la mano a un fantasma, indica que al menos lo es de nombre...
Gracias Sr Anónimo de las 18.00 por aportar prueba válida sobre la "autoridad papal" de Francisco basándose en nuestro homenot Nr 1, mossen Pujol i Missals.
EliminarQue en algunos aspectos Trump sea mejor que Biden (cosa nada difícil) no quiere decir que sea bueno ni muchísimo menos. Declararlo "totalmente consecuente con sus principios cristianos" es un disparate, basta ver cómo se expresa, su agresividad, sus insultos, sus tesis absolutamente incompatibles con la doctrina social de la Iglesia, etc. Sí, en cuestiones "de género" está mucho más cerca del cristianismo que sus adversarios, pero ¿es que eso es todo? ¿Es que con eso basta? Es un inmenso error identificar al cristianismo con una corriente política y más aún con un personaje. Es una forma de idolatría y un modo de arrastrar a la fe por el barro de las fechorías políticas, sea el fango de la derecha, sea de la izquierda. Y hablando de izquierda y de derecha. ¿Son de izquierda los demócratas de Biden sostenidos por oligarcas y plutócratas capitalistas que en nada se diferencian del multimillonario Trump y su amigo Musk? Por favor padre, no se deje llevar por la ideología y la pasión política, no nos decepcione, precisamente usted. La verdad es que vivimos en un mundo gobernado por anticristos, que lo siguen siendo aunque se disfracen. No nos dejemos engañar por falsos profetas.
ResponderEliminar11.37 aquí y allà se levantaran anticristos y falsos profetas. ¡No nos dejemos confundir!
EliminarAl anónimo de las 11:37 y al de las 8:44
ResponderEliminarEstá claro que cada uno ve la realidad con las gafas que lleva puestas. Y al menos yo, un lector más de este blog y de la realidad que me rodea, considero que es totalmente irrelevante la religión de los contrincantes a la Casa Blanca. Para mí y para muchos (supongo que entre ellos el P. Custodio) ha representado un enorme alivio comprobar que una persona (se supone que con un gran equipo detrás), el futuro presidente Trump, se ha atrevido a ir contra una corriente más poderosa que las corrientes religiosas, la de la ideología de género y colaterales, que parecía imparable; que se estaba llevando al abismo incluso a la Iglesia católica y a no pocas iglesias protestantes.
Para mí este solo hecho justifica la celebración y el regocijo (¡incluso de la mejor porción de la Iglesia!), porque estábamos yendo (aún no está echada la suerte) de cabeza al abismo. La situación ideológica (¡y no digamos la religiosa, con la claudicación de no pocas religiones!) era lo peor que pudiéramos imaginarnos. Por si faltase poco, la Camala ésa reivindicaba como un gran progreso de los derechos de la mujer, el derecho a matar a su hijo incluso en el momento de nacer (aborto por nacimiento parcial). Para mí, esa sola derrota merece una buena borrachera de champagne y de cava junto con nuestro don Silverio.
No, no existe el bien absoluto. Y no lo encarna Trump; y ni siquiera nuestro amadísimo papa Francisco, ¡tan bueno él!
Sin embargo hay potentísimos motivos para alegrarnos por la victoria de Trump. Como dice el artículo, no somos todos los católicos los que nos alegramos por esa victoria. Algunos hubiesen preferido la de Camala Harris a pesar de sus insignificantes defectos morales e ideológicos. Según éstos, mucho más afines con la doctrina de la Iglesia.
Yo siempre con Silveri, el seny català de l'Empordà. Ciencia y creacionismo es lo que nos conviene con urgencia. La gente no es tonta, creen en la ciencia, pero ahora creen en la pseudociencia que nos aleja de la fe, no en la ciencia que lleva a Dios , incompatible con la cultura marxista reinante. Lo dijo un sabio, la gente será de centro en lo político, de derechas en lo económico y de izquierdas en la cultura. Está programado así.
ResponderEliminar'Trump no es boix. Es un personatge excèntric,.... es el típic Cowboy americà.
ResponderEliminarÒbviament en general un boig també és excèntric, però un excèntric no és necessàriament boig.
No és concloent, però als vuit mesos de l'elecció inicial del senyor Trump, un grup de 27 psiquiatres dels EUA va publicar un llibre titulat 'El cas perillós de Donald Trump' que inclou aquest text com a introducció:
"Col·lectivament advertim que a qualsevol persona tan inestable mentalment com el Sr. Trump simplement no se li hauria de confiar els poders de vida o mort de la presidència"
FEM
Dons aquest 27 psiquiatres ja poden plegar per incompetents.
EliminarLa maquinària de propaganda contra Trump es brutal: falses trames ruses, falses violacions, falsos psiquiatres, etc.
El seu primer mandat va demostrar que era mes assenyat que Obama, y Biden, que varen iniciar varies guerres.
'No cabe duda de que al papa Francisco le repugna el rígido Trump, nostálgico de la antigua moral cristiana (común a los católicos y protestantes); porque su corazón está con el católico Biden, tan abierto, tan inclusivo, tan progresista y tan modernista.'
ResponderEliminarEncara que estic totalment d'acord que, després de la gent de GH dins de l'Argentina (país del seu naixement al qual no ha tornat tampoc aquest any malgrat la multitud de promeses de fer-ho finalment el 2024), Biden és el polític preferit del mossèn Francesc, ...la descripció dalt del senyor Trump és simplement una 'bogeria.'
FEM
Sr FEM Biden es tan católico como la Kamala...o sea, más bien poco. Si Francisco compadreaba con esos "seres de luz" es por su rol activo en desmontar la Iglesia de Cristo y montarse un tinglado maya
EliminarTrump promueve una política económica de clarísimo signo liberal, aunque no necesariamente globalista. No en vano es muy amigo del libertario Milei y adorador como él del dios mercado, liberal, libérrimo, libertario y libertino. Yo creía que el liberalismo era incompatible con el catolicismo, igual que el marxismo. Al menos así fue durante los siglos XIX y XX. Pero ahora resulta que no. Ahora para hacer frente a una aberración nos apuntamos a otra. Ahora para combatir una herejía recurrimos a otra. Se puede prostituir a la Iglesia por la derecha y por la izquierda. Y si se puede, lo hacemos, lo que importa es fastidiar al contrario y si para eso hay que vender el alma a Satán, pues se hace. Mientras unos le ponen velas a san Biden, otros suben a san Trump a los altares. Y después nos asustamos de que cada vez haya menos católicos.
ResponderEliminarInformo que en Estados Unidos la ideología woke está en franca retirada, pese a que todavía no manda Trump, su feroz enemigo. Los medios wokistas están teniendo una gran pērdida de audiencia, con los consiguientes numerosos despidos y viraje hacia posiciones más moderadas. Las multinacionales están renunciando a promover el wokismo y disolviendo los departamentos encargados de promoverlo o de controlar el personal, porque ahora se da el axioma de que woke igual a ruina. La dictadura del pensamiento único europea se queda huérfana. De broche, Elon Musk creará una productora de películas y series en las que no se promoverá el wokismo con su propaganda de la transexualidad, ideología de género, lgtb etc.
ResponderEliminarPara los despistados, les invito a ver el vídeo del mitin de Kamala en el que dos hombres gritan “ Jesús es El Salvador, Jesús es Rey”, y cómo ella la pifia riéndose y les dice que se han equivocado de mitin y que se vayan al de Trump, entre el entusiasmo de los asistentes y sus gritos de odio a los dos espontáneos y al cristianismo. También ese odio queda patente en la insólita negativa de Kamala a ir a la tradicional fiesta benéfica de los católicos a la que vienen asistiendo los dos candidatos, y que hizo decir al cardenal Dolan que solo había habido un precedente, y que quien lo protagonizó perdió en 50 de los 52 estados.
Bueno, si alguien prefiere la guerra de Ucrania, el derecho al aborto, la ideología de género, el que se nos tape la boca a los disidentes, la promoción de la homosexualidad y de la ideología lgtb, la implantación de una tiranía con el pretexto del cambio climático, etc, muy católico no me parece. Como dijo Cristo, o conmigo o contra mí. Y creo que se refería al bando del diablo.
Qué bien dicho. Aquí me quedo.
EliminarBien argumentada su exposición. Biden/Kamala esos si que son marionetas diabólicas que "predican" el nefasto wokismo y merecen de sobra la derrota. Pero, ojo, con santificar a Trump...mucho tira hacia el sionismo y el liberalismo
ResponderEliminar'Sr FEM Biden es tan católico como la Kamala...o sea, más bien poco. Si Francisco compadreaba con esos "seres de luz" es por su rol activo en desmontar la Iglesia de Cristo y montarse un tinglado maya'
ResponderEliminarD'acord amb la 1era part. Amb la segona... em costa de trobar indicis en contra d'aquest tesi.
Molt.
++++++
'Mientras unos[*] le ponen velas a san Biden, otros suben a san Trump a los altares. Y después nos asustamos de que cada vez haya menos católicos.'
D'acord
[*] No obstant, mereix l'esforç comentar que el 1r en posar espelmes al Sant Biden no és un rector de poble de Sicília ni un catequista progre català encara borratxo amb els fums de fa 60 anys però és el mateix mossèn Francesc.