Jordi Bertomeu hablándole al Papa Francisco con una mano en el bolsillo
Jordi Bertomeu está emergiendo como un personaje en auge, fundamental en el destino de la Iglesia en Cataluña, la actual y la de futuro, está muy implicado en los dos últimos nombramientos episcopales, el del actual obispo de Girona Fray Octavi Vilà y el del coadjutor de Urgell, Josep Lluís Serrano. Omella, por mucho que aún tenga su peso, está en el tramo final de su carrera eclesial, con ya 78 años a sus espaldas, y otros personajes más jóvenes como el mismo Bertomeu de 56 años, el alumno de Omella, José Antonio Satué, obispo de Teruel, también de 56 años, al que hay que agradecerle el dar o romperse la cara en el caso Gazteluza, colegio del Opus Dei, o el "trampantojo" Ángel Pérez Pueyo, ya con 68 años, pero 10 menos que Omella, al que habrá que agradecerlo hacer de kamikaze contra el santuario de Torreciudad, también del Opus Dei.
Monseñor Bertomeu ha realizado grandes servicios a la Iglesia Universal, y muy concretamente al Papa Francisco, especialmente en casos de pederastia en América Latina y de manera muy concreta en Perú, donde hay escandalosos casos de abusos sexuales que afectan a eclesiásticos o a instituciones de la Iglesia. Uno de los casos en que el tándem formado por el arzobispo Charles Scicluna y el mismo Bertomeu han resuelto de forma tajante y ejemplar, por orden directa del Pontífice es el del Sodalicio de Vida Cristiana, una institución fundada por el seglar peruano Luis Figali, como respuesta conservadora a la Teología de la Liberación, claramente izquierdista e incluso marxista, fundada por el sacerdote también peruano Gustavo Gutiérrez.
El problema del Sodalicio lógicamente no es político, aunque es fácil de entender las pocas simpatías ideológicas hacia ese grupo por parte del Papa Francisco, se trata de una cuestión de pederastia que afecta entre otros a su propio fundador. El Vaticano ha sido inflexible y ha expulsado a Figali y a nueve dirigentes más del movimiento que él mismo fundó. Nada que decir, si las acusaciones son ciertas, la Iglesia tiene que ser clara y rotunda y actuar con contundencia.
El problema es que muy cerca de este país no se ha actuado con la misma dureza con otros abusadores, que pertenecían a la Compañía de Jesús, concretamente a los que abusaron en el colegio de Cochabamba de alumnos menores, entre los que se encontraban algunos jesuitas catalanes. Las víctimas salieron muy decepcionadas de la actuación de Bertomeu, ninguna medida ejemplar ni contra los abusadores ni contra los encubridores, y los principales cabecillas que pedían justicia, y que al no encontrarla en la Iglesia, la buscaron por la vía civil, maltratados y amenazados con la excomunión. Todo lo contrario que en el caso de Figali donde, como se puede ver en la fotografía, Scicluna y Bertomeu aparecen bien satisfechos junto a Pedro Salinas, uno de los cabecillas que pedían justicia para las víctimas del Sodalicio.
Es lo mismo que sucedió en Cataluña, la doble vara de medir. Implacable la persecución que se realizó contra el Seminari del Poble de Déu, donde injustamente inocentes y culpables sufrieron la misma suerte, Omella y Planellas, cuando aún no era obispo, fueron con toda la artillería contra ellos, y no se hicieron prisioneros, creando malestar en obispos como Vives o Pujol, que confiaban que algunos de sus sacerdotes del Poble de Déu no habían cometido ningún acto deleznable. Nada que ver con la actitud contra los más graves abusos de pederastia que se han cometido en Cataluña, que son los de institución pijo-progre de la Casa de Santiago, donde hace décadas que se mira para otro lado, incluyendo a Sistach y Omella, mientras que el único que mínimamente hizo algo, fue el bueno de Don Ricardo. El cardenal turolense incluso rescató a uno de esos sacerdotes pederastas de la Casa de Santiago, Ramon Santacana, que se encontraba en Taiwán y lo puso al frente de la parroquia de Sant Martí del Clot, solo la presión de la prensa y de este mismo portal, hicieron que Omella tuviera que retirarlo.
Está claro que el Papa Francisco y sus peones como Bertomeu, no actúan de la misma manera cuando el posible pederasta está vinculado al Opus Dei como en Gazteluza o a movimientos y grupos conservadores o cuando está vinculado a la Compañía de Jesús u otras Congregaciones religiosas de las que están en completo declive como escolapios, salesianos, claretianos... Solo hay que ver la nefasta gestión de Omella como presidente de la Conferencia Episcopal en ese tema. En un caso no les tiembla la mano, en los otros se hacen los suecos.
Francesco Della Rovere
Las expulsiones del Sodalicio, dictadas por el Papa, no son por abusos sexuales, sino por abuso de poder , de disciplina y de "abuso periodístico" (nuevo delito).
ResponderEliminarTambién lo han sido por el encubrimiento de algunos miembros del sodalicio en lo referente a esos abusos sexuales.
EliminarEs de sobra conocido que Jordi Bertomeu despegó en su carrera eclesiástica cuando, acompañando al obispo de Tortosa en un viaje, D. Javier Salinas tuvo un grave percance automovilístico. Bertomeu, para exonerar al obispo de su responsabilidad al volante, declaró que conducía él. D. Javier Salinas lo envió a Roma como recompensa.
ResponderEliminarAmigos-mártires como estos, si pasó así, son oro con diamantes en paño...
EliminarEs un verdadero escándalo que, desde Roma, se haya excomulgado a dos laicos peruanos por denunciar a la fiscalía civil que Jordi Bertomeu había violado el secreto profesional al filtrar a la prensa conversaciones reservadas sólo al papa. ¡Qué prisa han tenido en taparle las vergüenzas!
ResponderEliminarEstá claro que el Papa Francisco y sus peones como Bertomeu, no actúan de la misma manera cuando el posible pederasta está vinculado al Opus Dei como en Gazteluza o a movimientos y grupos conservadores o cuando está vinculado a la Compañía de Jesús u otras Congregaciones religiosas de las que están en completo declive como escolapios, salesianos, claretianos... Solo hay que ver la nefasta gestión de Omella como presidente de la Conferencia Episcopal en ese tema. En un caso no les tiembla la mano, en los otros se hacen los suecos.
EliminarNo está claro, está clarísimo... hasta deslumbra...
Francisco está necesitado de legitimidad y autoridad moral tal como un ahogado de aire. La Iglesia se hunde, algunos en red le dicen que su sede está vacante por herejía (Amoris laetitia y Fiducia supplicans) y parece necesitar de estas razzias emprendidas en campo enemigo, es decir, de instituciones conservadoras o tradicionales. Blanco y en botella, y el que no quiere verlo, es por presbicia intelectual... :)
La prueba está evidente y notoria: los tres pesos y las tres medidas que indica este artículo. Si son amigos el favor, si son enemigos la ley, si son de fuera, el amor.
De tal manera que frente a Bergoglio es mejor, no, lo óptimo, ser cismático, hereje, ateo o incrédulo de otra religión que ser católico tradicionalista o conservador.
Otra demostración es que el tal Bertomeu parece un mal bichito, con un cuchillín entre las ínfulas, al servicio de este tipo de políticas de triple rasero: al progre indulto y amnistía (que entre amigotes todo se arregla), al carca patada al trasero, y al protestante, budista, musulmán y ateo, amor amor amor...
Aquí hay una historia actualísima sobre dos católicos peruanos y Bertomeu. Presuntamente, el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós reveló información confidencial de las declaraciones de Giuliana Caccia y Sebastián Blanco a terceras personas, transmitiendo el contenido de unas reuniones sostenidas con Bertomeu y que se filtraron a cierta prensa que luego los difamó y dañó moralmente.
Esa supuesta filtración de Bertomeu sería un posible delito tipificado en el Perú como violación del secreto profesional.
Pero parece que por el hecho de haber denunciado esta hipotética ilícita revelación de secretos de Bertomeu, se les ha iniciado un proceso de excomunión ferendae sententiae.
Más información:
x.com/giulianacaccia/status/1840545107738578946
ejercitoremanente.com/2024/09/28/nos-quieren-excomulgar/
Una vez que estos dos católicos peruanos denunciaron la presunta la filtración ilícita de secretos confidenciales por Bertomeu, les llega una respuesta que, atentos, nos indica qué malas pulgas llevan por ciertos lares clericalicios.
Ante esta filtración, los dos católicos interponen una denuncia penal contra el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós, miembro del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, por violar el secreto profesional.
Como respuesta, a estos dos católicos se les envía una imputación de delitos canónicos con sanción de excomunión ferendae sententiae.
En el documento de excomunión afirma que los actos de estos dos católicos, el denunciar penalmente a Bertomeu por el presunto delito, son calificados de delitos canónicos, porque habrían tenido como finalidad:
1. Suscitar públicamente el odio contra la Sede Apostólica (intento de atentar contra la reputación de la Iglesia al presentar públicamente denuncias que la perjudican)
2. Impedir la libertad del ejercicio de la potestad eclesiástica (la denuncia podría estar interfiriendo contra la Autoridad Eclesial, contra el ejercicio del ministerio, cargo u oficio de un sacerdote, lo que es una ofensa en el derecho canónico)
3. Lesionar ilegítimamente la buena fama de terceros (daño causado a la reputación de Bertomeu)
Ante esto les piden 5 condiciones para no ser excomunicados:
Eliminar1. Retirar de manera inmediata la denuncia penal
2. Disculparse con los miembros de la Misión especial
3. Dar explicaciones a medios de comunicación con los que se hayan contactado
4. Notificar de lo anterior al Nuncio
5. Prohibido realizar en el futuro ninguna otra manifestación pública en los medios de comunicación social o denuncia sobre los hechos objeto de la Misión especial
En caso no se cumplan estas 5 condiciones:
1. Excomunión ferendae sententiae. Por tanto, quedan prohibidos de recibir los sacramentos y los ministros celebrantes deben de alejarlos o interrumpir cualquier acción litúrgica a la que asistan estos dos católicos
2. Pagar como pena expiatoria 100.000 soles peruanos (25.000 euros) cada uno (50.000 euros en total) a Cáritas Lima
3. Nunca jamás se podrán presentar como católicos en público ni representar a la Iglesia católica en ningún acto social
La excomunión ferendae sententiae es una pena eclesiástica que se impone mediante un juicio y que excluye a la persona de la comunión con la Iglesia.
En este caso, se condiciona a la excomunión al cumplimiento de ciertas exigencias, lo que sugiere un intento de coacción para silenciar a los denunciantes.
Las cinco Condiciones:
1. Coacción percibida: El hecho de que se les ofrezcan condiciones estrictas para evitar la excomunión puede verse, desde una perspectiva externa, como una forma de presión o coacción, ya que se les exige retirar la denuncia penal, disculparse públicamente y abstenerse de hacer futuras declaraciones sobre el caso. Esto puede generar la percepción de que el derecho canónico se estaría utilizando para proteger a un clérigo y evitar que las denuncias lleguen a las instancias civiles.
2. Implicaciones de la excomunión: Si no cumplen con las condiciones impuestas, enfrentan la excomunión, lo que implica ser excluidos de la vida sacramental de la Iglesia, así como una sanción económica considerable. Esto, en términos de derecho canónico, es una medida extremadamente severa, lo que refuerza la percepción de que las consecuencias para quienes buscan justicia a través de canales civiles pueden ser desproporcionadas dentro del ámbito eclesiástico.
En resumen, lo que parece suceder aquí es que, desde la perspectiva del derecho canónico, se considera que la denuncia penal pone en riesgo la autoridad de la Iglesia y la reputación de uno de sus sacerdotes. Esto lleva a imponer medidas canónicas severas que, desde la óptica civil, podrían interpretarse como una forma de coerción para evitar que el caso siga su curso en tribunales civiles.
En conclusión: recuerdo el caso de la demolición completa de la parroquia del Espíritu Santo y su reconstrucción más pequeña para que el solar sea ocupado en todo su esplendor por una facultad de la salud de Blanquerna.
El cura que organizó la resistencia ante este acto injusto, P. Llorca, se comenta que sin procedimiento disciplinario alguno, fue suspendido a divinis por unos meses con multa de 1.500 euros.
Lección: una cosa es predicar y otra es dar trigo, lo cierto es que el Vaticano actual usa de la coerción ante los católicos que se atreven a cantarle las cuarenta a este pontificado deslegitimado y desautorizado (por ser católicos, pues les puedes sancionar canónicamente; a los que no, nada). Hay unos jerarcas que confunden la libertad del fiel a denunciar justificadamente el mal (canon 212 CDC) como una agresión personal al jerarca... uso instrumental del derecho para beneficio personal... despotismo... tiranía... el jerarca es la Iglesia... L'État, c'est moi...
Bertomeu parece cosechar su segundo gran fracaso, después de Bolivia, pero en Perú ya está denunciado penalmente:
germinansgerminabit.blogspot.com/2024/08/jordi-bertomeu-en-el-ojo-del-huracan.html
Todos todos todos... misericordia y amor... ¿quién soy yo para juzgar?... Iglesia sinodal... Pueblo de Dios que delibera y decide en transparencia y libertad... jajajja...
Las denuncias de esos "laicos Peruanos" carecían de todo fundamento. Esos laicos son muy cercanos al sodalicio, como ha sido probado. Es totalmente correcto que hayan sido excomulgados.
EliminarCambios en la cúpula de Montserrat:
ResponderEliminarL'abat de Montserrat reorganitza la cúpula del seu govern
L'abat, Manel Gasch, designa el fins ara prior, Bernat Juliol, nou majordom de la comunitat i designa Jordi Puigdevall com a número dos
Lo primero, Cochabamba no está en el Perú, sino en Bolivia, se trata de dos países diferentes. Si la lucha contra la pederastia en la Iglesia hace distingos, de modo que los pederastas de determinados grupos son castigados, pero los del Opus, la Compañía y otras entidades salen indemnes, es que sigue sin haber lucha contra la pederastia. Lo que hay son luchas ideológicas y rivalidades por el poder, en las que el escándalo de la pederastia se emplea como arma arrojadiza, se lo instrumentaliza, se lo convierte en pretexto. Pero en realidad a quienes llevan adelante estas luchas el asunto de la pederastia les importa un comino. De este modo nuestra Iglesia sigue corrompiéndose, salpicando de heces al cristianismo en su conjunto e insultando a Dios. De la mano de Satán marchamos hacia el abismo.
ResponderEliminarCochabamba no está en Perú apreciado columnista. Cochabamba esta en Bolivia y allí sí que hubo un escándalo con la Compañía.
ResponderEliminarVamos a la notícia en serio y no al pamfleto que inventa y desconoce.
ResponderEliminarhttps://www.religiondigital.org/opinion/asegurar-momento-Bertomeu-Bolivia-investigativos-abusos_0_2698230163.html