Juanjo, entérate bien, tus paisanos te queremos y te admiramos, no lo dudes ni por un minuto. Pero ya sabes, cuanto más te encumbres, más avanzará la maledicencia contra ti. Te hemos seguido en la preparación de la JMJ. Has sido el héroe indiscutible, sin ti habrían sido cuatro gatos. Conseguiste movilizar casi 100.000 españoles, poniendo en frenético movimiento y con gran eficacia a todos los obispos de España. Sintieron todos tu mirada inquisitiva sobre sus espaldas: sabían que no se podían descuidar. Y por supuesto, conseguiste poner en marcha la locomotora que tiró de muchos más españoles y a partir de ahí, de todo el mundo. Los calandinos sabemos que la JMJ ha sido un éxito tuyo indiscutible. Con él has conseguido afianzar mucho más la confianza que tiene puesta en ti el papa, que se la juega de nuevo en el grandioso Sínodo de la Sinodalidad dos meses más tarde. Pero con tu entrega y eficacia y éxito arrollador en la JMJ, sabe ya con plena certeza que la gran aventura de su pontificado, el Sínodo de la Sinodalidad, será un éxito gracias también a tu genial colaboración que empezó ya en el manejo presinodal de tu diócesis y el de toda España. El papa confía en ti, Juanjo, y tus paisanos mucho más.
Es que estás que te sales de nuevo, Juan José. La Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa te ha puesto en forma…. ¡Y de qué manera! Eso no lo duda nadie. Pero ya sabes, ahí están tus detractores, cada vez más insoportables, diciendo que tus homilías se parecen cada vez más al cuentecito del indio Mimú o que tus prosaicas declaraciones sobre un posible milagro -aquella chica que recobró la vista y tuvo el acierto de ponerlo en tus manos- carezcan de la más mínima emoción piadosa. Lo que de verdad les ha tocado las narices a tus paisanos del Bar La Bellota es lo que has dicho de Txapote. Les ha sentado fatal.
En la triunfal rueda de prensa que convocó “esa institución amoral llamada Conferencia Episcopal” -terció el tío Caldú, Dios le confunda, recalcitrante donde los haya-, dirigida con mano de hierro por ti, Juanjo, tuviste que lidiar una vez más con esos periodistas descastados y tocanarices. Manifestaste, con la seguridad, aplomo y transparencia que te caracterizan, que ese “Que te vote Txapote”, escuchado entre algunos grupos de peregrinos españoles, “no coincide con el sentir de la Conferencia Episcopal”. El padre Raúl Tinajero, factótum de la discotequera Jornada (es una apreciación del tío Caldú), afirmó por su parte lo contrario de lo que dijo el arzobispo de Lisboa: “el objetivo de la JMJ es evangelizar y eso ha estado por encima de pequeñas muestras que se salieron del guión, como eso de “Que te vote Txapote, Pedro!”; expresiones que iban sin afán de ningún tipo”. “Son cosas pequeñas y esporádicas”, añadió el pobre.
Sí, Juanjo. Han sido cosas tan pequeñas y esporádicas que podrías haber afirmado simplemente que “los obispos somos responsables de lo que decimos nosotros, no de lo que dicen otros”. Pero no te has limitado a eso -ha comentado encendido el tío Caldú-, sino que has ido mucho más allá. Vamos, que te has pasado tres pueblos, dicen tus queridos paisanos. A esos, tú les quieres también, porque como el papa, dices que la Iglesia ha de mantener sus brazos abiertos para todos, todos, todos. Incluso para esos que tan demonizados están por los puritanos. Todos es todos; incluso los que se han empeñado en cambiar a su favor la doctrina de la Iglesia. “Y a fe que lo están consiguiendo”, masculla el tío Caldú, y asiente entusiasmada su camarilla.
Tendrías que saber, Juanjo -igual lo ignoras, con lo ocupado que estás- que el slogan “Que te vote Txapote” se hizo popular a raíz de los pactos del gobierno de Pedro Sánchez con los nacionalistas de Bildu, los herederos de ETA. Esos que le han permitido mantenerse en el poder hasta ahora. Eso lo tenemos claro casi todos aquí en Calanda. Si “Que te vote Txapote” no es el sentir de la Conferencia Episcopal, ¿cual es entonces, Juanjo? ¿Ponerle las cosas fáciles al abyecto Pedro Sánchez para que se mantenga en el poder indefinidamente?
Mira, Juanjo, se enfureció el tío Caldú. El tal Txapote – decía-, Francisco Javier García Gaztelu, empezó su carrera criminal como etarra en el “Comando Donosti,” hasta llegar a jefe indiscutido de la banda terrorista. El angelito asesinó a Alfonso Morcillo, sargento de la Policía Municipal de San Sebastián y al parlamentario vasco del Partido Popular Gregorio Ordóñez. Ametralló viviendas militares, atentó contra la casa-cuartel de Arnedo y participó en el asesinato del dirigente socialista Fernando Mújica. Asesinó personalmente a Miguel Ángel Blanco el 12 de julio de 1997 con dos tiros en la nuca, tras mantenerlo secuestrado durante 48 horas exigiendo al gobierno español el acercamiento de todos los presos etarras a las cárceles del País Vasco, cosa que por fin se la ha concedido Pedro Sánchez y con creces. Asesinó al concejal del Partido Popular en Rentería José Luis Caso Cortines y, con bomba lapa, reventó a José Ignacio Iruretagoyena. Se cargó al también concejal popular de Rentería, Manuel Zamarreño. Atentó finalmente en Sallent de Gállego, Huesca, asesinando a dos Guardias Civiles.
Que a ti no te duela todo esto, Juanjo, y que tampoco te duela el dolor de las víctimas y de los que siguen estando a su lado, es algo totalmente legítimo. Pero es imprudente y ofensivo que no te calles esos sentimientos. Y más que imprudente, es temerario que les imputes a todos tus colegiados de la Conferencia Episcopal ese mismo sentimiento y ese desparpajo en cosas tan sumamente delicadas.
Ciertamente, tus paisanos sabemos, querido Juanjo, que tu gran corazón te lleva a ser muchas veces ingenuo y confiado. Y es eso lo que te salva. Sin embargo -y aquí juega tu astucia-, cuando intuyes que tu relación con el poder puede verse afectada por alguna cosa “tan pequeña y esporádica” como unos chicos gritando “Que te vote Txapote”, inmediatamente haces una plancha y aquí paz y allá gloria. Pero piensa, amigo, no es que te humilles tú, humillas a la Iglesia y la conviertes en la esclava sumeria del gobierno constituido, que te importa bien poco cuál sea. Que el pérfido Pedro Sánchez, que ha arrasado con cualquier valor moral, convirtiendo la nación en un erial demográfico y ético, se merezca el respeto que pareces mostrarle tú, Juanjo, nos retrotrae al cesaropapismo más rampante.
Aquí, en Calanda, ya sabemos que lo haces por bien, Juanjo, pero nos duele que los recalcitrantes conviertan tus grandes victorias en patéticas meteduras de pata que, tal vez, sean las únicas que acaben pasando a la historia.
El Cojo de Calanda
Ui querido se nota el odio que tienes al cardenal. Se nota demasiado el recalcitrante odio.
ResponderEliminarLa critica no es para destruir al que manda , sino para que mejore. Si la crítica es odio. Ya tenemos la dictadura
EliminarSr. Cojo, ¿por qué no se queda en casa mirando la televisión en vez de ir sembrando odio y propaganda para sus amigotes? GG debería dar al Cojo unas vacaciones (no merecidas).
EliminarSeñor anónimo de las 23:40, le veo a usted bastante primitivo. Empiece por pensar que la crítica siempre es positiva: aunque escueza. Como el alcohol: el hecho de que escueza no está en contra de su acción desinfectante.
EliminarOcurre que a determinado perfil de personas nos encanta la crítica. No sólo por ser un ejercicio algo más elevado del intelecto, sino también porque contribuye a pulir y mejorar aquello que se critica. ¡Qué enorme déficit de crítica sufrieron los legionarios de Cristo Rey, los jesuitas, el Opus Dei y hasta el papa. No se hubiesen enfangado tanto en los errores y en los abusos.
Y créame, el hecho de que tal como usted percibe, la crítica esté inspirada en el odio, no le quita ni un ápice de valor si está bien argumentada. A mí, que el articulista ame u odie a Omella, me la trae al pairo. Lo que me interesa es leer una crítica bien construida. Y si es con gracia, mejor que mejor.
Solo los soberbios no toleran la critica y la quieren asimilar al odio.
EliminarHoy en dia hay demasiados papanatas y babosos del poder politico y religioso.
Volvió el irrespetuoso usurpador de personalidad, con matices de cerebro dañado, que alardea de aires de superioridad en el trato a la figura del Cardenal Omella.
ResponderEliminarSr.Cojo, no le quepa duda de que Dios no necesita conocer sus opiniones para juzgar a tan alta personalidad.
Y ¿Qué cree usted que necesitará Dios para juzgarle a usted?
Yo no lo sé, pero me imagino que tendrá material de sobras sólo con echar un vistazo a sus filípicas.
TEROL.
Que te vote Txapote no tiene ya mucho sentido pues lo triste es que parece que a muchos poco les ha importado y han votado a Sánchez.Podrian haber gritado que te vote Puigdemont y, claro, Omella que fue apercibido en una misa por el atentado de las Ramblas por Puigdemont porque se atrevió a decir que Cataluña era una autonomía estaría más contento. Si recuerdan su servilismo y estupidez durante la pandemia y sus miedos y complejos pues lo que buscan es ser funcionarios de Sánchez. Sánchez se ha destacado por absorver todas las instituciones del Estado, podría hacer lo mismo con la CEE nombrando virrey a Omella, y son tan tontos que no lo atisban.
ResponderEliminarEn el fondo parece que Fe hay poca y con tal de mantener el tinglado de la X, cuatro buenismos y poco más pues se conforman.
Grandioso y verídico relato del Cojo.
ResponderEliminarQuién tenga pulgas, que se las rasque.
La VERDAD ES LA VERDAD.....
Discrepo de los calificativos que usa. El humor de "El Cojo" es humor troglodita.
EliminarPienso que hay que ser transparentes al hablar y exportarse unos a otros con caridad.
ResponderEliminarPues pienso que el interior sale las acusaciones .
Sinceramente es mejor no usar ironía y especificar que se quiere mejorar o corregir.
Eso es la santa reprensión
Pero si se calumnia o se dice con dolor y sin una unidad fallamos, por eso sería bueno que se hablase de los sacerdotes siempre sin ironía.
Aquí dejo lo de la JMJ en este sentido este video si es de reprensión y sin ironías,
https://m.youtube.com/watch?v=0md9yGEtA6E&t=963s
A mí me sale también del alma, "que te vote Xapote". Porque si ese sujeto es el epítome de la maldad y de la muerte de inocentes, no lo es menos Sánchez con su gestión de la pandemia en la que murieron ciento y pico mil. Tuvo responsabilidad directa. Primero instando una manifestación contra el dictamen de la autoridad médica europea. Pero había que mostrar quién mandaba. En la manifestación, pudo oírse ( la cabeza estaba la flor del socialismo y comunismo: la mujer de Sánchez, Marlaska, Calviño y varias ministras más) "Nada de besos". Es decir, a las ministras el consejo de prudencia, al resto que les zurzan. De eso fue responsable Sánchez, el Xapote de la epidemia. Cuando hubo que repartir epis no había y muchos sanitarios tuvieron que improvisar con plásticos y mascarillas de fundidor. Illa, el íntimo de Omella, mintió en nombre del gobierno y dijo que sobraban epis y mascarillas para los sanitarios. Los primeros en morir fueron centenares de médico y enfermeras. No había respiradores y se recurrió al triaje, es decir, a los mayores de setenta años directamente a la morgue. Los obispos callados, Omella silente. Podríamos continuar con el esperpento dantesco.
ResponderEliminarLlegaron leyes contrarias a la vida, como la del aborto a plazos y la de la eutanasia. Leyes asesinasa tout court. Pero Omella recibía en mangas de camisa a un Illa que le interesaba el silencio de Omella.
Ante un gobierno que parece una hiena oliendo sangre inocente, con el aplauso de los separatistas de ERC, el PNV y Junts, y por supuesto de los proetarras, el grito de que te vote Xapote es un grito limpio, honrado. Necesario.
Que te vote Xapote es lo que hubiera dicho Blanco, de no haber disparado éste antes su nueve milímetros parabellum contra la cabeza del edil del PP.
Que te vote Xapote es el grito de la vida, de la dignidad. (Para quien la tenga,)
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarSr. Valderas. El comentari que vostè fa és sobre doctrina o sobre política?
EliminarY pregunto, ¿qué sentido tiene un grito político (de marcado sesgo) en un acto religioso? En este blog "religioso" se llenan todos la boca en hablar de política, curiosamente siempre en la misma dirección...
EliminarDan coba a cualquier pájaro que vuele sobre su cabeza.
ResponderEliminarSólo piensan en la famosa X y mantener el status Quo para no perder parroquia pagana.
PAGANA, nunca mejor dicho.
De Dios....ni se acuerdan, del bolsillo SI!!!
Lo del milagro no está certificado de manera científica, hay que decirlo bien claro. Muchas cifras declaradas sobre la JMJ carecen también de la certificación.
ResponderEliminarQue no les pase como cuando los progresistas criticaban a las JMJ con Juan Pablo II y Benedicto XVI: mucha gente convencida, poca o nula incidencia social, el circo en marcha, iglesia jerárquica constantiniana triunfante... :)
Germinans es cáustico y nació para serlo. Y si el señor cardenal mete la pata o pone otras prioridades por delante de las propias de su oficio, tiene que saber encajar la crítica.
ResponderEliminar¿Y no es Germinans quien debe empezar a hacer autocrítica?
EliminarNo, en ningún caso!!!
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