Vi en ReL la noticia de la visita al Santo Padre del seminario de Barcelona en pleno. Me impresionó la calidad del discurso del papa, tan hondo y tan apropiado para los que han elegido dedicar sus vidas al sacerdocio. Ese era, obviamente, el corazón de la noticia. Francamente, me pareció un gran acierto esa iniciativa de la diócesis, promocionada verosímilmente por el cardenal arzobispo.
Pero ya de entrada, había algunas cosas que me
chirriaban: el guía de los seminaristas en su visita al Santo Padre no fue el
cardenal Omella (sin embargo fue él quien la gestionó), sino el obispo
auxiliar, mons. Javier Vilanova. Digo que este dato me chirrió porque Omella no
es de los que delegan ni de los que ceden protagonismo (incluso en las
operaciones inmobiliarias sin relumbrón se implica él personalmente). Y en este
caso, por un “compromiso” menor (digamos una coartada), cual fue la asistencia
a la toma de posesión de Enrique Benavent como arzobispo de Valencia.
Efectivamente, la ausencia de Omella fue muy ostentosa (seguro que también al
Santo Padre le resultó llamativa). Y como le gusta decir al Santo Padre, es
inevitable ser malpensado. Sí, los malos pensamientos me llevan a pensar que sabiendo
muy bien el cardenal qué pie calza su amigo, prefirió no encontrarse con lo que
efectivamente hubo: que salió a la luz (y cada vez lo hace con más frecuencia)
el argentino desenvuelto que lleva dentro el papa. Habló, en efecto, a juicio
de la mayoría de los asistentes a esa audiencia, con excesiva “naturalidad” y
desenvoltura. Poca audiencia y mucha locuencia (locuacidad suele decirse), renunciando
al discurso realmente elocuente que llevaba escrito. Parece razonable concluir,
pues, que la ausencia de Omella no fue ni casual ni inevitable. Tal como está
la cosa en el Vaticano, es evidente que vienen curvas a muy corto plazo; y es
necesario agarrarse bien. Si de alguna cualidad anda sobrado Omella, es de
astucia.
Y no andaba mal encaminado nuestro cardenal, porque he
aquí que nada más saltar la noticia a los medios, salta el escándalo. Los
primeros escandalizados fueron los mismos seminaristas con sus acompañantes,
que cuando quisieron recrearse con la noticia y compartirla con parientes y
amigos, ven con toda claridad y evidencia que lo único veraz que respecto a esa
audiencia han difundido los servicios de prensa del Vaticano, son las fotos.
Ellos fueron los primeros sorprendidos y estupefactos. No se parecían en nada
las piadosas palabras que esos servicios de prensa pusieron en boca del papa,
con las que efectivamente pronunció, en un alarde de sinceridad (ex abundancia cordis) y de campechanía.
De chabacanería, dijeron los más contrariados con ese discurso.
Y salta en toda su crudeza, un tremendo conflicto que
nos puso de manifiesto nuestro ínclito Oriolt en su reciente artículo, a saber:
¿están los servicios vaticanos extendiendo un tupido velo sobre las
inconveniencias en que incurre el papa? ¿Están maquillando lo que dice y hace?
¿Le están organizando la agenda (¡venga viajes!) para tenerlo ocupado en
entornos totalmente controlados y protocolizados, para que no ande suelto
demasiado tiempo?
Es que el conflicto se manifestará en toda su crudeza
cuando incluso a instancias de los servicios de comunicación del Vaticano, se
proceda a investigar de quién o quiénes ha salido la información sobre el
auténtico contenido de la audiencia en cuestión. Como si la verdad sobre las
palabras y las conductas del papa fuese “materia reservada”, que ha de ser
tratada con la discreción y el secretismo que corresponde a temas comprometidos.
El problema no es lo que dijo o dejó de decir el papa
a los seminaristas de Barcelona; no es ahí donde está el problema, sino en la
duda razonable de que los servicios de prensa del Vaticano filtran con rigor
las palabras del papa, porque entienden que no puedan dar publicidad a todo lo
que dice en las audiencias públicas. Es decir que los todopoderosos servicios
del Vaticano ejercen una rigurosa censura sobre su jefe al menos nominal. Si
esto es así, si los mensajes del papa son filtrados, podados y maquillados
incluso hasta el extremo de eliminarlos del todo, como ha sido en este caso,
tiene todo el sentido que nos preguntemos qué está pasando en el Vaticano, si
al papa le organizan la agenda sin miramientos y le ponen y le quitan el bozal
según convenga a esos poderes que están por encima del papa.
Y parece inevitable que esta tormenta se traslade al
seminario de Barcelona en busca de los responsables de haber dado publicidad
(obviamente en privado) a un discurso papal que el poder vaticano ha calificado
de impublicable por dañar la imagen del papa. En el seminario se vivirán
semanas desapacibles bajo la mala conciencia de estar haciéndole un mal
servicio a la Iglesia por revelar el contenido real de una audiencia papal a
los seminaristas.
Y es totalmente pertinente que nos preguntemos qué
hace a todo eso nuestro cardenal. Si a la vista de cómo está llevando el papa
el timón de las sinodalidades de vía ancha y de vía estrecha, con el tremendo
riesgo de que las del Vaticano sean las de vía ancha, se han disparado las
alarmas y se han puesto en guardia las fuerzas internas de la Iglesia; si algo
de esto está ocurriendo, es totalmente obvio y loable que el cardenal Omella vaya
marcando distancias con su amigo, para no verse implicado en sus extrañas
maniobras (que bastante se ha implicado hasta ahora).
Puedo imaginarme
perfectamente la zozobra de Omella si hubiese sido él el acompañante de los
seminaristas. El papa desestimando el discurso que le han dado escrito
(bellísimo, por cierto) y soltándose la melena en un discurso totalmente
distinto; tan distinto y tan sui géneris,
que los medios deciden (con muy buen criterio, por cierto) relegarlo al limbo
del olvido. ¡Por preservar la imagen del papa!
Es que eso de “asumir la propia cruz” y el “sacrificio
de la vida”, y la alusión al rosario sacerdotal de san Manuel González, con
tanto ascetismo; en fin, todo eso que aparece en el bellísimo discurso que le
habían preparado, no le pega al papa para nada. El papa está en los caminos y
autopistas sinodales, está en la JMJ de Lisboa, está en el capitalismo
inclusivo with de Vatican (ver la web
oficial), está en la Agenda 2030, está en el sacerdocio trans-sacerdotal que
les propuso a los seminaristas. Y como puede comprender el más ingenuo, si todo
eso lo dice en presencia de Omella, a éste no le queda más remedio que asumir
como si fuesen suyas todas esas palabras y aplaudirlas como todos los demás
(tal como ilustran las fotos). Con la conclusión obvia para todo el que ve las
imágenes y lee el discurso, que Omella y el papa, el papa y Omella son una
misma cosa.
Y obviamente, tal como están las cosas, cada vez son
más los que se bajan del barco que tan temerariamente está timoneando el papa.
Y aquí, lo llamativo es que Omella sea uno de los que prefiere apearse
discretamente, a la vista de las tormentas que amenazan a la Iglesia. Juzgando
por las apariencias, se diría que la programada visita canónica a los
seminarios de España, la ha iniciado el mismo papa haciéndose visitar por el
seminario de Barcelona en pleno. Y ahí ha hecho entender sin el menor género de
dudas, cuál es el sentido que piensa imprimir a esas visitas. Por empezar, no
es Omella el visitador (es a él a quien le correspondería), sino aquellos a quienes
designa el papa pasando por encima de él. Y Omella, aplaudiendo con las orejas.
Y del mismo modo que se ha hecho a un lado en este delicado asunto, ha
procurado estar ausente también en su iniciación con los seminaristas de
Barcelona. Y por lo que se está viendo, su instinto astuto le va guiando
certeramente.
Virtelius
Temerarius
¿Conspiranoia vaticana o vaticanismo?
ResponderEliminarLos servicios de prensa Vaticanos, lo que sienten es vergüenza ajena.
ResponderEliminarEs lo que hay!!!
Espero que no lo censuren.
ResponderEliminarUstedes tienen un problema con los obispos en esta página.
Primero que yo recuerde Cardenal Carles mal.
Seguidamente Cardenal Lluís Maria Sixtach fatal
Seguidamente Cardenal Omella no recuerdo ningún frase buena de él.
El próximo sin nombre tambien mal. A ver que ustedes no són perfectos para nada mucho hablar, dar lecciones pero el tema de la humilidad no li dominan.
Anónimo de las 20:36, ¿Cabe la posibilidad de tengas un problema de memoria, especialmente en lo tocante al cardenal Carles?
ResponderEliminarQue un servidor recuerde, en esta página se han reconocido los méritos, más o menos abundantes, de los prelados que mencionas.
Al Cardenal Don Ricardo
ResponderEliminarCarles, nunca jamas se criticó para mal en Germinans.
Cuidado con afirmaciones fraudulentas .
Lo único criticable a Don Ricardo Carles es no dar un buen golpe encima de la mesa y mandar al estado laical a todos los nazi- progres de Barna.
EliminarÉsos señores no tenían nada de Cristianos ni mucho menos Católicos!
El Cardenal R.M. Carles era humilde, eucarístico y tenía luz.
EliminarAMIEES
"Y por lo que se está viendo, su instinto astuto le va guiando certeramente."
ResponderEliminarPienso lo mismo. Para que el instinto funcione, hay que tener conocimiento: si sabes un mínimo de economía y sus nociones básicas, sabes por instinto qué opción de las diferentes posibles puede darse en la realidad de manera efectiva. Y así en física, geología, derecho, religión, sociología, medicina, política, pesca, minería, pagesia...
Y luego, nuestro estimadísimo Omella tiene experiencia de huroneador y cazador de ureñas, dirigido por su gran maestro el Yanero Solitario de Zaragoza, ya difunto...
Y es que Omella, aunque no lo parezca, es cardenal, y entre ellos ya se saben de qué pie cojea (literal y metafóricamente) Jorge Mario Bergoglio... ya saben, de sobras sobradísimas, que han elegido a la antítesis total de Juan Pablo II y Benedicto XVI, el cual dijo de él que "al menos, se sabe que estudió teología porque fue seminarista", una fina crítica irónica para decir que nada sabe...
De Bergoglio tenemos los gravísimos errores de la falsa aprobación como magisterio auténtico de la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes (Amoris laetitia, n. 305, notas 336-351, Rescripto 5 junio 2017, AAS 7 octubre 2016, pág. 1071-76), Lutero entronizado y declarado testigo del Evangelio, la Pachamama (antes de la pandemia), los acuerdos secretos con la comunista China, la no excomunión de Biden como abortista, eutanasista e ideólogo de género, la prohibición de la misa tradicional en las inicuas Traditionis custodes y Desiderio desideravi, los centenares de declaraciones y enseñanzas erróneas y temerarias, y sobre todo de todo, la impunidad e inmunidad de sanción y disciplina con que escandalosamente trata a los obispos alemanes apóstatas del Camino sinodal...
Precisamente hoy, Bergoglio ha dicho que ha firmado la renuncia en caso de incapacidad física absoluta, cosa innecesaria, puesto que en realidad se puede deponerlo sin su renuncia anticipada, pues la sede impedida del papa por demencia o incapacidad absoluta se regula por analogía con las sedes impedidas episcopales (canon 335; por analogía cánones 412-415).
Y es que dentro de tres meses tendremos el gravísimo problema del Camino sinodal, porque aprobarán las conclusiones finales, las cuales serán apostáticas, y aunque deberán de esperar la aprobación o rechazo de Roma (puede tardar un año), pueden aplicarlas de inmediato, causando así un cisma y apostasía inmediatas en la Iglesia... y el husmeador de ureñas, Omella, oliéndoselo, da un pasito discretito hacia atrás, no sea que le pille el torito novillo...
En efecto, tenemos el calendario comparativo con Benedicto en relación con la dimisión inmediata que puede plantear Bergoglio (donde dice 2013 puede especularse que puede ser 2023, y donde dice Benedicto póngase Bergoglio):
ResponderEliminar1. Benedicto XVI anunció su dimisión el 11 de febrero del 2013
2. El 28 de febrero, Benedicto XVI hizo efectiva su renuncia saliendo en helicóptero. Algunos pensamos que aquello parecía la fuga de Alcatraz:
- ¡Adiós, chicos, os dejo el embolado a vosotros!
Lo mismo puede hacer Bergoglio, dejar la patata caliente al cónclave y ande yo caliente y ríase la gente, allá os quedéis todos...
3. El 12 de marzo del 2013, a un mes de la renuncia, se inició el cónclave, y el 13 ya fue elegido quien sería el peor papa de la historia eclesial, Jorge Mario Bergoglio Sívori, como Francisco, no precisamente Franco...
4. Del 9 al 11 de marzo del 2023, habrá la 5ª y última asamblea sinodal alemana, donde se aprobarán definitivamente (posiblemente, pues los apóstatas pueden alterar las fechas, no la decisión) todas las grandes decisiones que destruirán irreversiblemente la unidad con la verdadera Iglesia Católica: final de la Fé, moral, liturgia y eclesiología católicas (sacerdotes y obispos mujeres, casados o divorciados, matrimonio y emparejamiento libres...)
5. El 14 de abril del 2023 tiene lugar el Jueves Santo, el año 1990 de la institución por Jesús del Sacerdocio y la Eucaristía, momento ideal para los apóstatas alemanes para instituir sacerdotes mujeres y casados y lgbt, sin esperar ninguna autorización de Roma, para constituir así la falsa Nueva Iglesia, un golpe sobre la mesa... basta ya, no se puede tardar más, ha pasado 58 años después del fin del Concilio Vaticano II, que si no, morimos todos...
La Cuaresma empieza el Miércoles 22 de febrero del 2023 y termina en Sábado 8 de abril. La Semana Santa comienza el Domingo 2 de Abril hasta el Domingo 9 de Abril.
......
Por un momento, tuve un delirio visual y pensé haber leído que Bergoglio había ido a Barcelona a ver a los seminaristas... pero no, fue al revés...
Es bien significativo que Bergoglio NUNCA haya visitado ni España, la Madre Patria, ni Argentina, la patria chica... Hay canales interconectados...
No veo una sola sotana.
ResponderEliminar¿Cómo sabemos que esos jóvenes son católicos y no protestantes?
Y los que posan en la escalera es peor:
parecen misioneros de la Iglesia de los santos de los últimos días.
¿Quién nos asegura a nosotros que cuando ejerzan su ministerio lo harán impartiendo la sana doctrina y no la enferma herejía?
¿A quien pretenden engañar?
O sea con sotana seguro que imparten la sana doctrina. Anda ya, que el hábito no hace al monje. Un poquito de por favor. jjjj
EliminarEl hábito no hace al monje pero ayuda a identificarlo.
EliminarQueramos o no reconocerlo el clero católico y las ideas protestantes cada vez se asemejan a la misma cosa: triste confusión, triste desorientación...
ResponderEliminarToda la culpa del clero y los laicos donde quedan?
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