No está nada mal que en un tiempo en que la Iglesia está tan inclinada a rebajar la lista de los pecados, andemos obsesionados en la persecución del pecador que ha incurrido en pecados ya despenalizados por la Iglesia. La pertinacia en escarnecer a Novell sea como sea, es un síntoma de grave patología en quienes así actúan.
Lo de la obra de teatro, al parecer de bastante mal gusto, haciendo chirigota de alguien que no le debe nada ni ha ofendido nunca al autor de la obra, es de lo más obsceno. No sé si eso le va a dar réditos económicos; pero montar un espectáculo público para poner en ridículo y arrastrar por el fango a una persona que se enfrenta a las dificultades de la vida; una persona cuyos hijos van a la escuela; una persona que acaba de tener un par de criaturas más a las que proteger; eso en esas condiciones, es de una gran bajeza moral. Y darle aliento a todo eso, secundarlo y propiciarlo, es simplemente indecente.
Y que eso ocurra en un momento en que el mundo está dispuesto a aplaudir todo lo que hagan o digan los miembros de la Iglesia yendo contra dirección de la moral tradicional, y siguiendo parámetros morales totalmente anticristianos; que eso ocurra en la vorágine del Camino Sinodal y del Sínodo de la Sinodalidad, que buscan por encima de todo un consenso lo más amplio posible en esa defenestración de la moral cristiana tradicional; que esa obsesión por lapidar al pecador sin el menor gesto de piedad se produzca en un momento en que se pretende la abolición del pecado, abre todos los interrogantes sobre la hipocresía en que tantos se alimentan.
Y mira por dónde, resulta que se ha apuntado a tirar también su piedra contra el obispo adúltero, la santísima y purísima Lucía Caram. Sí, claro, la monja predilecta del papa, tenía que sentar doctrina, haciendo un alarde de caridad cristiana: la del que hace leña del árbol caído.
Parece que sí, que las altas instancias de la Iglesia le impusieron silencio a Novell para evitar que su pequeña historia se convirtiese en una epopeya. Y que Novell, tan dado a dar explicaciones, aceptó guardar silencio y dejar que pasara la tormenta que había desencadenado su pasión.
Pero Novell no era un obispo cualquiera, y menos en el singular contexto de la Iglesia en Cataluña, tan entregada al nacionalismo. No desde las bases (a las que se recurre hoy para sinodalizar los tremendos disparates que se han puesto en circulación), sino desde el clericalismo más exacerbado. Novell embistió siempre con valentía y con temeridad, sin esconderse por tanto, sin hipocresías. Y por supuesto es un personaje al que se le tienen ganas. Desde esta perspectiva es comprensible que sus enemigos declarados, no suelten la presa. Pero no creo que vaya en esa dirección el encarnizamiento con que se le está tratando.
Mi visión es que no va en esa dirección, en la del nacionalismo, sino que queda ahí un poso de fariseísmo, de hipocresía (tan difícil de vencer por otra parte), que nos empuja a asistir a las ejecuciones públicas. Hace un par de siglos, eran espectáculo aleccionador preferido, al que los padres llevaban a sus hijos. Hoy nos hemos civilizado, y eso se ve con malos ojos, como manifestaciones propias de países nada democráticos.
Hoy, más modernos, las ejecuciones públicas se hacen en las redes sociales. Es donde se desahogan (tan a menudo de forma anónima) todas las hipocresías y los fariseísmos que nos hacen quedar como cristianos modernos, perfectamente encajados en las agendas que nos llevan al Nuevo Orden Mundial: la 20-30; y para subsanar lo que deje colgado ésta, la 20-50. Todo rabiosamente anticristiano, pero perfectamente sinodalizado, que es lo que hoy se lleva. Por cierto, ¿os ha llegado la noticia de la joven a la que “suicidaron” las redes sociales? Sí, claro, eso ocurre.
Y mira por dónde, ahí aparecen enfrentadas sor Lucía Caram y la esposa del obispo, la escritora Silvia Caballol. El obispo sigue guardando silencio; pero su esposa ha estallado ante tanta basura que lanzan gratuitamente contra su marido. La ofende que la monja use expresiones como “perturbado mental”, “desequilibrado mental” y otras por el estilo en sus apariciones en televisión. “una piedra más, que el que se siente libre de culpa y mejor que otro, lanza sin piedad sin conocerle apenas: por no saber, no entender, no preguntar y no averiguar… Tengo el convencimiento de que criticar a otra persona de forma cruel aun con motivos y razones suficientes para hacerlo, te convierte en igual o peor que la persona objeto de crítica”. Así se expresa Silvia Caballol en la “Carta a sor Lucía Caram”. Silvia Caballol defiende a su familia, de la que forma parte también Novell y las dos gemelas, de sólo meses, recientemente bautizadas. ¿A quién defiende sor Lucía Caram? No se le habrá ocurrido erigirse en defensora de la moral católica, ¿no? No en este momento, digo yo, y no de esa forma tan cruel. Crueldad gratuita que rebota inexorablemente en las dos criaturicas. Sí, ya sé que la Caram está en cosas más altas y que no puede atender a esas menudencias.
Pero claro, aquí, todo el que puede se agarra a un clavo ardiendo. Resulta que la esposa de Novell se ha hartado de tanta basura lanzada contra su familia: no, Novell no está solo, forma parte de una extensa familia. Ojalá le dé Dios la gracia necesaria para sacar adelante a su familia cristianamente, cosa cada vez más difícil en esta sociedad tan empeñada en luchar contra la Iglesia, contra Dios y contra el hombre.
Pues resulta que el periódico El Mundo escribió recientemente un artículo cebándose en Novell. Y la Caballol ha explotado. Su respuesta a ese artículo es feroz: una ferocidad justa y proporcionada a la dureza del ataque. Moralmente superiores: ahí estamos, en la superioridad moral de los que van pontificando su moral pret a porter. Sí, claro, la moral del discernimiento. Con derecho a hablar despectivamente y con sorna de los demás, de los situados en la inferioridad moral. “Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Sí, claro, estamos en plena lapidación. Y claro, apuntando a las niñas, a las gemelas. Realmente durísima la réplica, que termina con un “¡Qué asco dais!”
En efecto, uno puede tener contra el exobispo Novell, todo lo que quiera. Pero en cuanto aparecen las dos niñas en escena, hay que guardar un respetuoso silencio. Estando ahí las niñas, hay que reprimir las ganas de criticar al padre. Las niñas son sagradas. El odio al padre, por más justificado que pudiera estar si uno va de moralista y de defensor de las sanas costumbres, no ha de rozarlas ni con el aliento. ¿Qué sanas costumbres puede defender el que no es capaz de respetar la inocencia y la vida en paz de esas criaturas?
Virtelius Temerarius
Vale más pasar página de este hombre. Y de la Caram, allá con su conciencia quienes la consienten, en esta Iglesia en la que se puede hacer o decir cualquier cosa.
ResponderEliminarSe puede hacer o decir cualquier cosa, menos defender la recta doctrina y ya no digamos celebrar la misa tradicional.
EliminarPrimero cuelgas los hábitos y después, según tu conciencia, haces de tu vida lo qué quieras.
ResponderEliminarHa hecho mucho mucho daño a lo poco que queda de Católico en Cataluña.
Por cierto, ésos de la obra satírica, son los mismos compadres que fueron a votar con el el 1 de octubre del 17.
Con sus panes se lo coman!
No creo que haya hecho tanto daño, michas otras cosas hacen mucho mas daño, el que era católico seguirá siéndolo, no creo que nadie abandone la iglesia porque un obispo se enamorara y lo dejara, hay que tener una fe muy ñoña para perderla por eso
EliminarLa maldad se está extendiendo cada vez más por toda la faz de la tierra. El maligno pasea a sus anchas. Y se atreve a escalar los muros de los conventos en busca de carnaza. Es muy grave que una persona togada y supuestamente entregada a Dios, se haya olvidado de no ser murmuradora, ni criticadora y de guardarse de palabras que solo causean daño y que no van a cambiar en nada la persona del señor Novell. Quien, por cierto, fue bastante buen obispo. Muy buen obispo, pienso.
ResponderEliminarAfrontó su pecado /decisión con dignidad y moral responsable.
ResponderEliminarParece q su pecado es mayor q la soberbia, desprecio al prójimo, … q otros q siguen de bisbes
No, Novell en persona todavía no ha justificado dando la cara y manifestando el por qué de su acción. Dar la callada por respuesta o que hable Caballol, en nombre propio o suyo, no es en absoluto cumplir con su deber a que juró en sus diferentes pasos por el sacramento del orden. Hasta que no hable él, sí él en persona, su conducta es reprochable y reprobable, es un ejemplo de actitud no evangélica, pues él se comprometió con un matrimonio místico con la Iglesia, asumiendo una familia, las familias domésticas de la iglesia particular diocesana y haciéndose un alter Christus: que hable Novell, sin excusas.
EliminarPues yo creo que ha hecho muy bien, en lugar de llevar una doble vida y seguir chupando del bote se ha ido y vive de acuerdo con su conciencia y sin aprovecharse de la , además parece que le impusieron silencio y está manteniendo el compromiso, aparte que quiere usted que haga, ¿que salga en la tele a decir me enamoré siendo obispo?, ¿para qué?, ¿para que la tele haga negocio con el escándalo?, hace
Eliminarmuy bien en callar y
Seguir su vida, ojalá fueran otros así de honestos
Magnífico artículo que retrata muy bien la hipocresía y la perversión de hacer leña del árbol caido. Anticristianismo de manual. Novell y su esposa tienen derecho a criar en paz a sus hijas. Claro que a los católicos nos disgustó lo que ocurrió, más al tratarse de un obispo. Pero para eso se supone que nos formamos, para perdonar, ser pacientes y para orar por quien atraviesa un camino tortuoso, nunca para lapidarlo.
ResponderEliminarLeí con tristeza lo que publicó "El Mundo", diario que tiene méritos reconocidos y que con este ensañamiento morboso se equivocó. Lo mismo que quienes se recrean representando y viendo representar el bodrio teatral a costa de otra persona: compasión, cero. Y a la monja no la he escuchado; pero me fío de la queja sincera Silvia Caballol. ¿Alguien de la diócesis o la propia Lucía Caram va a pedir disculpas por haber proferido tales palabras excesivas?
Es raro lo de Caram. Acusar de loco sin más pruebas que los exorcismos (legales) y la evangelización (legal) carece de fundamento alguno. Hay algo profundo que le ha conmovido a la Caram.
ResponderEliminarLas quejas de Caballol son legítimas, pero lo de dos hijos en lugar de tres recuerdo que estaba en todos los medios, y en Viquipèdia se pone la cifra correcta, tres hijos, advirtiendo que el artículo ha sido redactado por alguien cercano.
https://ca.m.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADlvia_Caballol_Clemente#/issues/0
Un editor principal d'aquest article sembla tenir una estreta relació amb aquest tema. El seu contingut actual és sospitós de no ser objectiu. Vegeu la discussió per a més informació. Aquest avís es pot treure una vegada s'hagi trobat un consens sobre els punts discutits.
Otra cuestión es la total falta de explicación de Novell. Es un personaje público relevante que ha motivado por diferentes motivos y desde determinados puntos de vista concretas acciones polémicas. Como tal está sujeto a la crítica pública con independencia de que tenga hijas o no, pues la libertad de expresión es un derecho fundamental.
Otra cuestión es que Silvia Caballol también es otro personaje público relevante de menor importancia que un obispo por causa de su profesión de escritora. La polémica sobre su persona se sustenta sobre la propaganda y las reseñas que la editorial ha realizado sobre sus obras literarias y su personalidad:
«Una persona que anhela vivir la vida al máximo, sin ninguna duda, una buscadora de emociones y sensaciones nuevas». Así describe la editorial Lacre a su autora Silvia Caballol, la mujer que ha hecho colgar el hábito al obispo independentista de Solsona, Xavier Novell. Caballol es escritora de novelas erótico-satánicas y licenciada en psicología clínica por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también estudió el post-grado en Psicología de la Salud. Como indica en uno de sus libros, también ha realizado cursos de sexología, técnicas anti estrés, yoga y de religión católica e islámica. (El Correo).
Si desea desvincularse de estas obras porque fueron escritas en un determinado momento de su biografía entonces puede donar la propiedad económica de los rendimientos que generen las posibles ventas futuras de estos libros por ejemplo a dos personas, o más, necesitadas.
¿Por qué hacéis caso a la Caram? Va de lista, pero es tonta, va de buena, pero es mala... Es una ególatra y egocéntrica perdida! Nada bueno hay en ella. Vanitas vanitatis et omnia vanitas!
EliminarPor una vez, estoy completamente de acuerdo con el artículo de esta publicación. Ya vale de fariseísmo. No hubiéa pasado con un celibato voluntario en el marcó de los derechos humanos y del propio Evangelio. Enhorabuena a Novell y adelante con su vida.
ResponderEliminar1. Novell rompió con los votos diaconales, presbiteriales y episcopales que prometió y por lo tanto tiene un de ver de justificar públicamente la razón de su renuncia.
Eliminar2. Novell ejerció sus potestades episcopales de enseñanza, santificación y gobierno por los que tenía que cumplir él y hacer cumplir al clero y al Pueblo los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia; ejerció los sacramentos en especial el de confesión y extrema unción y ejercitó también los sacramentales, en especial el exorcismo y la bendición, razón de más para justificar públicamente la razón de su renuncia.
3. Novell tiene siempre la obligación de justificar el rompimiento de los votos a los que se sometió para evitar el escándalo de la confusión del pueblo de Dios, pues su actitud da a entender de que es una situación absolutamente intrascendente e irrelevante, que el episcopado es una profesión cualquiera, y que la consagración es un acto sin ninguna consecuencia, causando con ello confusión y escándalo en la parte más débil y vulnerable del pueblo de Dios, los que no comprenden las razones de tal proceder. Esta obligación de justificar públicamente las razones de su renuncia son imprescriptibles y lo puede hacer desde el momento en que renunció hasta su deceso, pudiendo hacerlo en el documento de las últimas voluntades, pero es un deber del cual responderá tanto aquí como en el cielo.
El celibato ya es voluntario. Si no lo quieres, no te hagas cura
Eliminarvergonzoso el comentario de las 17:19. Veo que os gusta lapidar eh...
EliminarSe enamoró de la chica esa y no tenía que haberlo hecho siendo obispo, de acuerdo. A partir de ahí hizo lo correcto.
EliminarMuy sensato, muy oportuno y, sobre todo, muy fraterno su comentario Virtellius
ResponderEliminarMe está usted decepcionando Sr. Valderas.
EliminarNo me puedo creer que usted defienda al ex-obispullo de marras.
Por Dios.
Si no me equivoco, la doctrina católica al respecto es odiar el pecado y amar al pecador. Más si éste asume las consecuencias de sus actos.
ResponderEliminarEl Gran Cardenal Mendoza, importante colaborador de Isabel la Católica, tuvo tres hijos a los que la mejor reina que ha tenido España se refería como "los lindos pecados del Cardenal".
Claro que es más posible, pienso, la canonización de la Reina Católica que la de sor Caram.
Ay Mercedes, usted quiere que Dios se asemeje a semejantes pecadores.
ResponderEliminarVa usted muy ERRADA.
La compadezco de semejante desatino.
Por una vez ,en su dilatada carrera fuera del claustro qué le es propio, estoy total y absolutamente de acuerdo con las reflexiones realizadas por la " Monja" Caram.
ResponderEliminarCaram sabía más que los demás.
EliminarMuy bien escrito el artículo la caram desconoce lo que es sencillamente vergüenza
ResponderEliminarTantos exorcismos mal gestionados, le han pasado factura.
ResponderEliminarÉste criatura tiene demonios que le salen hasta por las orejas!
19:05 También lo creo. Personaje complicado complejo y con múltiples contradicciones.
EliminarCreo que nos queda mucho por saber.
Ojalá encuentre sosiego en la familia que queriendo o sin querer ha formado.
9/16, totalmente de acuerdo con usted.
ResponderEliminarPero como se atreve la monja esa del Demonio, la Caram a dar lecciones de moral a nadie. Ella que habla de lo divino y lo humano sin tener ni puñetera idea de nada haciendo demagogia de todo y populismo de tercera. Vividora de la imagen de monja que son de clausura que lo mismo habla de fútbol, de messi, de la virginidad de la Virgen que de nacionalismo catalán o de lo guapo que es Artur Mas.
ResponderEliminar¡Pobre Novell! Una víctima inocente, un héroe, un mártir de la fe... Predicador riguroso que exigía alta moralidad de sus feligreses. Se dice que increpaba desde el púlpito a mujeres que no iban a la iglesia no lo bastante pudorosamente ataviadas. Un San Juan Bautista. Incansable luchador por la sacrosanta independencia de Cataluña. ¿Qué culpa tiene él, pobrecillo, si una sra. que emborrona papeles con pornografía y fantasías satánicas le hace perder la chaveta? Pero si es ejemplar, hasta se casa con ella después de haberla dejado doblemente embarazada, pero qué acto tan heroico. Y ahora hasta trabaja para mantener a su familia, algo inaudito, nunca visto...
ResponderEliminarHaz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. Da mihi castitatem et continentiam, noli modo.
Novell es un pobre hombre que nunca debió llegar a seminarista. El problema no es él, el problema es una Iglesia que permitió su ascenso. El problema es que, por haber sido obispo, algunos están dispuestos a justificarle todas sus barbaridades (humanas demasiado humanas), mientras se rasgan las vestiduras en otros casos: doble moral. Vamos muy mal.