Fachada del Real Monasterio de Santa Isabel en Barcelona
Pocos conocen en Barcelona el Real Monasterio de Santa Isabel, ubicado en el barrio de Sarriá, muy cerca de la plaza Artós. Puede que algunos conozcan el colegio de igual nombre, pero ignoran que detrás de aquel gran centro educativo, con sus concurridas instalaciones deportivas, se halla un histórico santuario barcelonés, que en los últimos años se está convirtiendo en uno de los motores del catolicismo catalán. Un santuario escondido dentro de las calles más antiguas del viejo Sarriá.
El monasterio fue construido a finales del siglo XIX y a él se trasladaron unas monjas clarisas, popularmente denominadas Elisabets, que poseían un convento cerca de las Ramblas, el cual dio nombre a la calle donde se hallaba enclavado que pasó a llamarse de Elisabets. En los años 40 del siglo XX, quien era el capellán del convento, Mn. Francesc Ros Vendrell, fundó con las monjas el colegio Santa Isabel en parte de los terrenos que eran propiedad de las clarisas en Sarrià.
Aquel monasterio les fue quedando grande a las hermanas y en 1990 decidieron trasladarse a la localidad de Sant Pere de Lavern, en el Alt Penedès, donde adaptaron la antigua rectoría como pequeño convento. Un año después fallecía Mn. Francesc Ros y el colegio parecía que iba a entrar en un abandono similar al del cenobio. Sin embargo, el cardenal Carles tuvo una luminosa idea: encomendar colegio y monasterio al movimiento Regnum Christi.
Era mediados de los años 90. La decisión fue criticadísima, con las patrañas de siempre y el argumento ad hominem de que se favorecía a una corriente ultra religiosa. ¡Caray con los ultras! Reformaron las instalaciones educativas, crearon unos magníficos campos deportivos, construyeron una gran piscina en el subterráneo, consiguieron que el centro pasase a tener 16.000 m2 edificados, contase con 1.100 alumnos y se pudiesen impartir clases hasta bachillerato. A la par, adecuaron el monasterio, respetando el claustro, la capilla y la sala capitular originales.
Hermano Pablo Lorenzo-Penalva L.C, ordenado diácono.
Casi 30 años después el colegio Santa Isabel es uno de los centros más reputados de Barcelona. Que nadie se confunda por su ubicación en la zona alta de Barcelona. Es un centro concertado, no es un centro elitista. Lo que sí es un colegio católico. Un colegio católico nada vergonzante, que no solo se cuida de propagar la fe entre sus alumnos, sino que logra el milagro de que, entre ellos, surjan vocaciones. Aquello que no logran la inmensa mayoría de los colegios religiosos catalanes, en los que no solo se han dejado de aportar vocaciones a la vida sacerdotal o religiosa, sino que ni tan siquiera se aportan chicos a los sacramentos de iniciación cristiana, ya sea la primera comunión o la confirmación. Del colegio Santa Isabel han salido varios consagrados. El último fue ordenado diácono este último sábado por el obispo auxiliar Javier Vilanova: se trata del hermano Pablo Lorenzo Penalva L.C, antiguo alumno de Santa Isabel.
Otra particularidad diferencia Santa Isabel de otros santuarios o parroquias regidos por órdenes religiosas: la abundante presencia de jóvenes en sus celebraciones. Es más, sorprende cuando acudes a ellas y contemplas los pocos abuelos que asisten. Acostumbrados como estamos a solo ver cabezas canas y calvas en nuestros templos, en el Monasterio de Santa Isabel lo chocante es la ausencia de esas cabezas canas y calvas. Solo aparece alguna como mera anécdota. La misma mera anécdota de la presencia de un joven en aquellas celebraciones donde la media de edad supera los ochenta años, pero al revés. Muchos adolescentes y muchos matrimonios jóvenes con niños pequeños. Bebés que lloran en la Iglesia. Otro de los cuadros que han pasado a la historia. No hay bebés que lloran, porque ningún matrimonio joven acude a la inmensa mayoría de nuestros templos.
Jóvenes del Regnum Christi al servicio de la iglesia en Barcelona
Obviamente, esto no se consigue por arte de magia, sino por un trabajo pastoral abnegado y constante, en el que destacan los diferentes sacerdotes de Regnum Christi que han pasado por Santa Isabel, los cuales no solo mantienen el rumbo, sino que lo han venido acrecentando en los últimos años, cual se puede comprobar con la capilla de Adoración Perpetua que se inauguró en el año 2017 o en la procesión de Corpus que salió este 2022 por primera vez por las calles de Sarriá, desde el Monasterio hasta la iglesia de Sant Vicenç. Únanse a ello las diferentes misiones propias del movimiento o los grupos de Effetá y Emaús que redondean un verdadero foco de evangelización en plena Barcelona.
Cuando no hay juventud en nuestras parroquias, cuando nuestros templos se han convertido en el club del sonotone, cuando las próximas generaciones vivirán en la absoluta ignorancia religiosa, cuando los matrimonios ya no enseñan a sus hijos ni a rezar, cuando ni tan siquiera las parejas se casan, solo quedan esos faros que alumbran algunas de las realidades vivas del catolicismo catalán. Entre ellas, la de Santa Isabel. Pero, descuídense, jamás será reconocida por los medios que siguen dominando la información religiosa catalana, herederos de ese nacional progresismo que ha conseguido el enorme fracaso de que los hijos no hayan seguido la fe de sus padres. En Santa Isabel (y en alguna otra comunidad) existe una juventud viva, dinámica en su catolicismo, que aporta vocaciones y realiza una labor social y asistencial encomiable. Aunque puede que no les guste porque habla en castellano y por eso le niegan el pan y la sal.
Oriolt
Muchas gracias por esta buena noticia.
ResponderEliminarGoyo
ResponderEliminarEl Espíritu del Señor no abandona ni abandonará nunca la Iglesia fundada por Jesucristo, único Salvador y Señor nuestro. Que San José guíe y ayude al Movimiento Regnum Christi y haga que otras congregaciones, hay una muy cerca del monasterio, aprendan y quieran imitar la entrega a la evangelización de RC. y no se dejen llevar por el populismo y mundanismo que viven la mayoría de las Congregaciones. Maria Auxiliadora ten piedad de nosotros.
1. "Pero, descuídense, jamás será reconocida por los medios que siguen dominando la información religiosa catalana, herederos de ese nacional progresismo que ha conseguido el enorme fracaso de que los hijos no hayan seguido la fe de sus padres."
ResponderEliminar2. "Lo que sí es un colegio católico. Un colegio católico nada vergonzante, que no solo se cuida de propagar la fe entre sus alumnos, sino que logra el milagro de que, entre ellos, surjan vocaciones. Aquello que no logran la inmensa mayoría de los colegios religiosos catalanes, en los que no solo se han dejado de aportar vocaciones a la vida sacerdotal o religiosa, sino que ni tan siquiera se aportan chicos a los sacramentos de iniciación cristiana, ya sea la primera comunión o la confirmación. Del colegio Santa Isabel han salido varios consagrados."
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Muy interesante para ir confeccionando el Informe sobre la Situación Espiritual de la diócesis de Barcelona, dado que la sinodalidad así lo exige, y al hecho de que pronto, en dos años, Mons. Omella será cesado y se procederá al nombramiento de nuevo obispo, y quien sabe, de carambola, también de nuevo Papa (ojalá, y ojalá salga mejor).
Y es que en efecto, por ahora el Nuncio pide la lista de los candidatos a obispo, las comprueba y las remite al Dicasterio de los obispos, el cual a su vez le remite la terna de candidatos a Francisco para que los elija. Como se ve, puro clericalismo al 100% y sinodalidad con el 0,00% de componentes participativos. Algunas diócesis alemanas y suizas tienen al menos el derecho de poder elegir a su terna.
Para mí, otro hecho deficiente, defectuoso e imperfecto es que el obispo saliente se va de rositas, sin sufrir ningún tipo de juicio sobre el ejercicio de sus potestades episcopales: se va trasladado hacia otra diócesis o se retira a la jubilación. Así, obispos perniciosos van de diócesis en diócesis descalabrando toda la vida espiritual y patrimonial. Esto acabará pronto, pues la dinámica natural vendrá de manos de la sociedad de la información.
En definitiva, opino que el clericalismo posconciliar ha aumentado hasta cifras inauditas. En efecto, observo que la autoridad del Papa llega a niveles ultramontanos en grado estratosférico: es una monarquía de poderes superconcentrados absolutamente absolutos, ilimitados e infinitos, por siempre infalibles, incriticables y con deber de obediencia aunque yerre, totalmente desresponsabilizado, imnune e impune, lo que causa la actual eclesiocatástrofe: que Bergoglio apruebe el error grave de la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes en Amoris laetitia y no le haya dado la gana de contestar a las Dubia, o que haya castigado con la suspensión al Padre Jesusmary Missigbètò por criticar públicamente el apoyo del Papa Francisco a las uniones civiles entre personas del mismo sexo [1], y de otro lado, no prohíbe la comunión de Biden, aún siendo un abortista contumaz, al aprobar un decreto federal proabortista y querer aprobar una ley y una enmienda constitucional favorable al aborto. A los chicos (P. Jesusmary) se los trata a baqueta, a los grandes del mundo, con laxitud: dos varas de medir, dos pesas...
Clericalismo que observo que se extiende a toda la Iglesia: obispos y cardenales, hasta el punto que en nada sea tenida en cuenta una petición, queja o denuncia de curas y lacios: un cero a la izquierda. Y es que un jerarca de la Iglesia tiene, no la presunción, sino la certeza de "infalibilidad absoluta inmaculada" en el ejercicio de sus potestades eclesiásticas, tanto por acción como por omisión (todo lo hacen bien, incluso si toleran y disimulan), gozan de un principio de veracidad por el que sólo por el hecho de ser Jerarca se tiene la certeza total que todo lo que hacen es legal y correcto, ajustado a la verdad doctrinal.
ResponderEliminarEn mi opinión, todo ello causa el mal ejercicio del poder sin temor a vese sometido a juicio de responsabilidad alguna, surgida de la actividad reivindicativa del llamado Pueblo de Dios: como dijo Sistach, de cardenal a cardenal va cero. Pero la sinodalidad también es judicial y honorífica: exigir la sanción penal o premial (reconocer el mérito y demérito), la sinodalidad tiene un aspecto disciplinario, revocatorio (expulsar al obispo si actúa mal) y sancionador (castigarlo si ejerció mal), como distintivo (premiarlo si lo hizo bien, elogiarlo).
Así pues, en la carpeta de la sinodalidad del futuro obispo de Barcelona, hay que poner estos dos temas como mínimo:
1. VOCACIONES Y COLEGIOS CATÓLICOS
a) ¿Cuántos colegios católicos hay y cuántos alumnos tienen?
b) ¿Cuántos religiosos están en funciones educativas y si su orden religiosa es decadente o germinante?
c) ¿Cuántas vocaciones religiosas, sacerdotales y laicales salen, colegio por colegio?
d) ¿Dan clases de religión católica, o de Nueva Era o ideología politizada?
e) ¿Su educación católica es integral o está ya desplazada por otras doctrinas humanas?
f) ¿Siguen el carisma de su Fundador y ofrecen espiritualidad y teología integralmente católicas?
g) ¿Cuáles son los colegios católicos más y menos fieles a la Fé?
h) ¿Cuáles son los colegios católicos mejores y peores?
2. MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL CATÓLICOS
a) ¿Cuántos son?
b) ¿Su orientación católica es ortodoxa o bien son heterodoxos del nacional-progresismo y están politizados a favor de opciones partidistas?
c) ¿Informan de todo con veracidad, de acuerdo con el código deontológico?
d) ¿Sirven a la extensión e intensificación de la Fé católica?
e) ¿Combaten la apostasía, la herejía y el pensamiento moderno anticatólico?
f) ¿Discriminan por razón de la lengua o de la ortodoxia?
g) ¿Fomentan la espiritualidad y la doctrina católicas?
h) ¿Están bajo la influencia de grupos de poder y presión anticatólicos?
Estas preguntas implican que el futuro obispo de Barcelona debe de tener plenos poderes para intervenir en la totalidad de las órdenes y movimientos religiosos en Barcelona, sobre todo si tienen labores educativas. Pero todos ellos, sean educativos o no, los ha de inspeccionar y disciplinar, en especial, a las órdenes decadentes y rebeldes, politizadas y desviadas.
La sinodalidad ha de dar información con plenitud de transparencia, hoy no lo tenemos, pero la sinodalidad inevitablemente las deberá de dar, y ciertamente, con efectos de imputación, responsabilización y culpabilización contra los malos gestores y jerarcas, pues la sinodalidad es también sancionadora, vindicativa y represora en la justicia y la verdad. O también sirve para distinguir, premiar y recompensar la virtud ejemplarizante.
El gran escritor Miguel de Unamuno, siendo Rector de la Universidad de Salamanca, agradeció a S.M. Alfonso XIII una condecoración con estas palabras: «Gracias, Majestad, me la merezco». «Caramba, –se asombró el Rey–, hasta ahora todos los premiados me habían dicho que no merecían este honor» «Y tenían razón», remató Unamuno.
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[1] infovaticana.com/2022/07/05/sacerdote-africano-sancionado-responde-al-papa-ha-faltado-respeto-y-la-obediencia-a-dios-y-al-pueblo-de-dios/
Por favorrr...
ResponderEliminarNo sean insensatos.
Qué no ven que si se entera algún alto mando , los van a cerrar la Iglesia y los misericordearan a todos!!!
Por Dios!
Me consta que el Real Monasterio de Santa Isabel da doctrina heterodoxa nacional-progresista y modernista... :)
EliminarHa un error importante en este artículo. En Santa Isabel se habla castellano.....y catalán. De la foto de jóvenes que han puesto, el único que conozco personalmente es catalano parlante, siendo esta su lengua materna. Conozco otros que no salen en la foto y que están en el mismo caso.. Lo relevante para mi es que no es una comunidad contaminada por el separatismo, dónde prima la religion, la vivencia del mensaje Evangélico.
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