Omella ha hablado

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Le dieron cuerda y coba en un reciente desayuno informativo de “Nueva Economía Forum” que ha dejado por ahí unos cuantos titulares que están dando bastante que hablar. Es innegable su estilo campechano y cautivador, que de dicho en redicho le lleva a hablar con pretendida llaneza que desemboca en simpleza, de temas serios que no son para tratarlos en desayunos más o menos protocolarios tirando de ocurrencia. 
 
Acabé viendo-oyendo el video, porque me llevó a él una noticia sobre la ingeniosa visión que dijo tener Omella sobre la nueva ley del aborto que está gestándose actualmente en las Cortes: como cura de pueblo que no he dejado de ser -vino a decir-, me malicio que esa ley es una cortina de humo para desviar nuestra atención de otros problemas más importantes. Francamente, eso me descolocó. ¿El aborto como espantajo de los políticos para desviar nuestra atención? ¿Y eso lo dice todo un cardenal de la santa madre Iglesia, la máxima autoridad de esta santa institución en España? Genial ocurrencia para explicar por qué la Iglesia está doctrinalmente de brazos cruzados y con la boca cerrada, mientras el poder político comete semejantes atropellos. Eso sí, con un magnífico balance oenegístico del que hicieron memoria en el desayuno.
 
 
Y luego vino lo de la Iglesia inclusiva para explicar la “paciencia” que estaba teniendo el cardenal con las banderas separatistas (los separadores dentro, y los separados fuera de la iglesia) que se exhiben en iglesias y campanarios. Quiera Dios que la actual convulsión migratoria no le obligue a ser igual de inclusivo con otras banderas conflictivas (y sus portadores) que siguen merodeando por Europa. Pero esto último no me incomodó en exceso, a pesar de que entraba de lleno en esa tan bien ensayada política de rebautizado de realidades nada cristianas para darles aspecto candoroso.
 
Por cierto, se le veía a Omella muy en su salsa, haciendo juegos malabares con palabras y números, en el mejor estilo político hoy vigente. Salió triunfante y glorioso de todas las preguntas. ¡Qué menos!, ¿no? 
 
Lo que me soliviantó, junto a su agudísima trivialización de la nueva ley del aborto que nos quieren imponer con carácter de urgencia (parece que, como la Iglesia, el tribunal Constitucional está convencidísimo de que el aborto no es una cuestión urgente para ir dando la lata todo el rato); lo que me descolocó fue su igualmente trivial respuesta a la pregunta sobre el sacerdocio femenino. Eso sí, con ínfulas teológicas.
 
Vino a decir que él no tiene ninguna convicción al respecto. Que él se someterá a lo que diga el papa: en sinodalidad, claro está. Que Juan Pablo II lo declaró tema cerrado, pero que a pesar de eso, seguía el tema abierto en canal. Dejaba entender que a él este tema no le chirría en absoluto. 
 
Y dio su explicación: que el pueblo de Dios se mueve en círculo y el pastor (el obispo) está en medio y se mueve con el pueblo. Y que, claro, siendo visto como autoridad del pueblo, es totalmente legítima la pregunta de por qué no podría ostentar esa autoridad una mujer. Pues sí, tendría toda la razón si la Iglesia quedase reducida a esa oenegé que compite con las grandes oenegés de Jorge Soros, de Bill y Melinda Gates, de la familia Rockefeller y demás monstruos filantrópico-ecologéticos. Demasiados miembros de la Iglesia suspiran por reducirla a eso. Y si el sacerdote y el obispo (y los cardenales y el papa) no son más que los jefes de esa gran organización benéfica, no tiene el menor sentido que a la mujer se le cierre el paso a los más altos cargos directivos de la Iglesia.
 
Pero no, el sacerdote no es ante todo un oenegista, como intentan serlo los misioneros no sólo católicos. Para ser misionero oenegista no se necesita el sacerdocio en absoluto. En la cultura judeocristiana (igual que en la inmensa mayoría de culturas, el sacerdocio (de sacer, sacra, sacrum) es el que celebra el sacrificio, es el sacrificador, el que mata a la víctima de la que ha de alimentarse la familia (y en los sacrificios más solemnes, el pueblo). Y por un montón de obviedades, ése ha sido siempre oficio del varón. Incluso en el día a día, al margen ya de ritos, las mujeres mayoritariamente han rehuido matar a los animales de los que se alimenta la familia y le han pasado ese quehacer al varón. Por eso, en el oficio abortista no son los varones los que desertan, sino las mujeres.
 
No nos engañemos, el principal oficio y la razón de ser del sacerdote, es la celebración del sacrificio de la misa, renovación perpetua del sacrificio de la Cruz. Si no respetamos la sacralidad en el ritual eje de nuestra religión; si tratamos el sacrificio de la misa como mera cuestión pragmática, ¿nos quedará en toda nuestra construcción religiosa, algo que merezca ser respetado y reverenciado?
 
Lo del sacerdocio masculino no es un capricho de la religión: toda la antropología va en esa misma dirección. La caza tiene sus leyes, compartidas por toda la naturaleza; y en la medida en que el hombre se sometió a ellas mientras fue cazador, pudo vivir entre los demás animales cazadores. Pero cuando por lo que fuere no pudiendo vivir ya de la caza tuvo que recurrir a la ganadería (que hoy, saltándose toda conciencia, toda norma y toda ley presenta su cara más horrible), tuvo que instituir el sacerdocio, es decir el oficio de sacrificador, que eso es en todas las culturas el sacerdocio: la sacralidad y exclusividad de una actividad que tenía que ser sagrada, súper regulada, porque de ella dependía la supervivencia de todos. No olvidemos la época oscura en que se sacrificaban también niños: época cancelada con el sacrificio (¿¡transubstanciado!?) de Isaac.
 
Y he aquí que en la economía de la Redención de la especie humana, nos encontramos nada menos que con el Sacrificio de la Cruz. No me digan que la celebración de este máximo sacrificio puede sustraerse de las leyes multimilenarias de los sacrificios. En la Biblia tenemos un minucioso desarrollo de lo que fueron. Pero claro, ¿quién lee hoy el Levítico? Si no les apetece estudiar teología, estudien antropología por lo menos. Basta ver en qué ha llegado a convertirse la misa, para entender mucho de lo que pasa.
 
Es obvio que en los ritos sacrificiales ordinarios, la muerte de los animales que sirven de alimento, y en general todo derramamiento de sangre fue objeto de una sacralidad y de una ritualización rigurosa. Núcleo jamás discutido de esa ritualidad fue que ése, igual que la guerra, fue oficio del varón. El derramamiento de sangre quedaba para el varón. Sí, claro, cuanto más cerca estamos de la naturaleza, más pesan los condicionamientos biológicos. Hoy que tanto hemos llegado a alejarnos de la naturaleza, dejando en manos de la economía las directrices de nuestras vidas, reclamamos como lo más normal, el derecho de la mujer (sí, sí, derecho específico de la mujer) a matar a sus hijos cada vez con más facilidad y el derecho a elegir sexo saltándonos las determinaciones de nuestra naturaleza. ¡Y pensar que hubo épocas en que el máximo derecho de la mujer era la maternidad! Claro que en un mundo que pretende ser exclusivamente económico, no tiene por qué haber diferencias entre el hombre y la mujer. Pero de ahí a pretender desdibujar las diferencias biológicas para adecuarnos mejor a ese mundo que nos hemos creado tan contra natura, hay un abismo.
 
Y evidentemente, lo del sacerdocio femenino va totalmente enfilado en esa dirección: si tanto el hombre como la mujer son por encima de todo, entes económicos (rebaño, que viene a decir Omella con su metáfora), y si como resulta de esa metáfora, el único quehacer de la Iglesia es económico-oenegista, no se ve ninguna razón clara para que ese oficio sea exclusivo del hombre, y se le niegue a la mujer el acceso al sacerdocio, al episcopado, al cardenalato o al papado. 
 
Si la Iglesia ha decidido convivir con la normalidad del aborto incluso en sus formas más evidentes y espeluznantes de infanticidio (¡derecho “sagrado” de la mujer, no lo olvidemos!), no hay absolutamente nada que le impida reconocerle a la mujer dotada ya del derecho de sacrificar a sus hijos, el derecho sacerdotal de celebrar el gran sacrificio. 
 
 
Es que, claro, se ha desnaturalizado totalmente el sacerdocio, sobre todo con la puesta al día de las misiones (creadas por Gregorio XV para frenar la competencia del protestantismo en la evangelización de los nuevos países descubiertos y conquistados por Europa). Tuvo todo su sentido que los misioneros fueran sacerdotes, cuando su misión era propagar la fe católica, cuyo núcleo es la celebración del sacrificio de la misa. Su acción oenegística no era más que una derivada.
 
Pero nos encontramos con la paradoja de que, al estar tan mal visto el proselitismo en la acción misionera que al final queda ésta reducida al oenegismo, la principal formación y función de los misioneros es la acción social: totalmente encomiable, claro está, pero ya sin tiempo ni función para el auténtico sacerdocio. De resultas de lo cual, la Iglesia muy a menudo silencia su doctrina, esconde o elimina los crucifijos, renuncia a la formación religiosa en sus colegios e incluso a promocionar en ellos las vocaciones misioneras y sacerdotales. Sí, porque hemos conseguido que el proselitismo religioso esté mal visto y se haya dejado de practicar: no sólo en tierra de misiones, sino también entre nosotros.
 
¿Y cuál está siendo el resultado? Pues que el oenegismo competidor anticristiano no ha tardado en ocupar todo el espacio doctrinal abandonado por sacerdotes y misioneros en todos los niveles de la sociedad; y se ha volcado en un proselitismo feroz de sus doctrinas corruptoras, llegando a ocupar los medios de comunicación, las leyes (¡sobre todo las leyes, en los ámbitos legislativo y judicial!) y hasta las escuelas de todos los niveles. La Iglesia no hace ya proselitismo (¡ya no predica de verdad!); pero sí que lo hace el todopoderoso oenegismo mundialista, invirtiendo en ello sumas ingentes y empleando en ello ejércitos de adictos remunerados y a la expectativa de remuneración, que superan ya con creces (sobre todo en eficacia) el aparato evangelizador proselitista de la Iglesia. Es lo que tiene la “Nueva” evangelización. No parece que nos haya traído nada bueno esa novedad. Mientras la Iglesia guarda un discretísimo silencio ante las barbaridades que nos van imponiendo nuestros competidores, éstos nos machacan por tierra mar y aire con sus doctrinas, y no nos dejan ni a sol ni a sombra. Y nosotros, tan ufanos, felicitándonos de lo bien que lo estamos haciendo.
 
Virtelius Temerarius 

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13 comentarios

  1. Me parece aterrador e inhumano que un alto representante de la IC pase de puntillas sobre el tema del holocausto del SXXI. Claro que el Papa Francisco también lo ha hecho.¿Hay algo más urgente que defender la vida de un ser TOTALMENTE INDEFENSO. La IC se está hundiendo en el barro y los altos cargos, siguen mirando hacia otro sitio. Los católicos, siempre que tengamos ocasión, hemos de defender el derecho a la vida. Pienso lo mismo del horror de la eutanasia. María Auxiliadora ruega por nosotros pecadores.

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  2. Una Jerarquía eclesial muerta espiritual e intelectualmente (i)27 de mayo de 2022, 5:04

    Hay una buena noticia: Batalla por la Vida, asociaciones provida de toda España convocan a una gran manifestación en Madrid el 26 de junio. ¡A vapulear al Gobierno!

    ...

    Hay dos recientes discursos de Omella que reflejan el nulo tono vital y postración moral y espiritual de los obispos españoles sobre el tema del aborto, crimen de lesa Humanidad que fue bandera de guerra de Juan Pablo II y Benedicto XVI en la civilización del amor contra la cultura de la muerte de origen satánico. ¡¡¡Qué decadencia más grave de la Iglesia desde el cese de Benedicto!!!

    A. Juan José Omella, Presidente de la Conferencia Episcopal Española
    Desayuno Informativo de Nueva Economía Fórum (NEF), lunes 13 de mayo
    youtube.com/watch?v=ebSGpwAu4NA&t=1784s
    Minuto 31:35

    - La Iglesia proclama la defensa de la vida en todos sus estadios. Ahora bien ¿cuándo empieza la vida? Éste es un tema que lo han de decir los científicos y los médicos, no es cosa de la Iglesia... nosotros, después de lo que dicen los científicos y los médicos, lo que hay en el seno de la madre después de la concepción es una vida distinta y que es un ser humano y nosotros decimos defendamos al ser humano, en todo momento, y si se ayuda para abortar, ayudemos también a la madre que no quiera abortar...


    B. Juan José Omella, Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE)
    Sesión Inaugural de la 19º Asamblea Plenaria CEE, lunes 25 de abril
    youtube.com/watch?v=oli81tYFOaI&t=2388s
    Texto: conferenciaepiscopal.es/discurso-cardenal-omella-y-saludo-nuncio-plenaria-abril-2022
    Minuto 20:50

    - Al Estado no le corresponde hacer proselitismo del aborto, sino garantizar la libertad y la asistencia a la persona sea cual sea su decisión.

    .....

    Se puede observar las graves contradicciones de Omella en el caso del aborto.

    1. En el discurso del NEF, se dice que la Iglesia protege la vida desde su concepción hasta su muerte natural, pero se desdice totalmente cuando afirma que los científicos determinan el momento del inicio de la personalidad, o sea, que Omella en realidad dice que la vida NO EMPIEZA EN EL EMBRIÓN. Algo pasmoso, parece que no sabe usar el lenguaje y las implicaciones lógico-racionales del mismo.

    2. En el discurso de la CEE, admite que el Estado tiene derecho a reconocer el crimen de lesa Humanidad del aborto, algo aún más asombroso que lo anterior, pues está diciendo que la Iglesia no reconoce validez universal al V Mandamiento de la Ley de Dios "no matarás", y al hecho de que se está asesinando a un niño inocente e indefenso, el sujeto humano sobre el que recae la opción preferencial por los más pobres, vulnerables y necesitados de protección estatal.

    3. De otro lado, Omella tiene un pensamiento muy atrasado de la realidad, está en los años 1980. La cultura de la muerte contra la que iban Juan Pablo II y Benedicto XVI tiene hoy muchas derivadas. Por favor, obispos, dejen de ser ya unos fósiles intelectuales, actualícense, modernícense, estamos en el 2022:

    1) Aborto físico y químico-farmacológico (menores sin permiso paterno): Ley Orgánica 2/2010
    Aborto EUGENÉSICO Y EUTANÁSICO: se mata al feto en el vientre de la madre bien porque no es de calidad o porque está enfermo (en Esparta, el Consejo de Ancianos mataba a los niños anormales despeñándolos por el monte Taigeto o ahogándolos en el río Eurotas)
    2) Anticoncepción con efectos abortivos
    3) Reproducción asistida: Ley 14/2006
    a) aborto inducido
    b) congelación o criopreservación de embriones
    c) "cancelación" de la criopreservación
    d) EUGENESIA: "cancelación" de embriones o bien por no ser deseados, o bien "no idóneos", o bien por no ser implantables o bien por no ser de "máxima calidad"
    e) Investigación y experimentación sobre embriones
    4) Eutanasia: Ley Orgánica 3/2021
    5) Suicidio asistido
    6) Vientres de alquiler: riesgo abortivos por haber fetos y embriones de "insuficiente idoneidad, calidad o deseabilidad"
    7) Transexualidad: alta tasa de suicidios

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  3. Una Jerarquía eclesial que no construye la Civilización del Amor (ii)27 de mayo de 2022, 5:05

    4. Otro ejemplo de mentalidad atrasada, arcaica y fosilizada de los obispos españoles se encuentra en su desconocimiento e ignorancia de la mejor doctrina de la Iglesia contra el aborto: aquí parece que están en 1950. No sólo no saben la moderna cultura de la muerte, sino que desconocen la tradición dogmática antiabortista de la Iglesia, que considera el aborto como un intrinsece malum o malum in se:

    1) Catecismo Mayor San Pío X, 967
    2) Catecismo San Juan Pablo II, 1867, 2270-2275, 2370
    3) Discurso Pío XII al Congreso de Unión Católica Italia de Obstétricas III (1951)
    4) Discurso Pío XII sobre los errores de la moral de situación (1952)
    5) Discurso Pío XII a los participantes en el II Congreso Mundial de la fertilidad y la esterilidad (19 mayo 1956)
    6) Gaudium et spes, n. 51, ap. 3
    7) Gaudium et spes, n. 27
    8) Humanae vitae, n. 14
    9) Declaración sobre el aborto (Doctrina Fé, 18.11.74), n. 26
    10) Consejo Pontificio para la interpretación de los Textos Legislativos, respuesta auténtica de 23 de mayo de 1988
    11) Donum vitae, n. 2 (relacionada con Humanae vitae)
    12) EVANGELIUM VITAE, nn. 62 y 73
    13) Código Derecho Canónico, c. 1398
    14) Aclaración Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el aborto provocado (L'Osservatore Romano», Año CXLIX n. 157, 11.7.2009, p. 7)
    15) Dignidad para recibir la Sagrada Comunión. Principios Generales», 10 junio 2004: los políticos abortistas tiene prohibido comulgar
    16) SOBRE LA PROYECTADA NUEVA «LEY DEL ABORTO». Declaración de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, 22.9.94
    17) Comisión Permanente. Declaración sobre el Anteproyecto de la "Ley del Aborto": atentar contra la vida de los que van a nacer, convertido en derecho, 17 junio 2009
    18) Actos morales malum in se o intrinsece malum: Catecismo 1753-56, y Veritatis splendor 79-83/95-97


    5. Otro grave desconocimiento de los obispos y de Omella, es tanto de tipo biológico como jurídico:

    a) Biológicamente, el embrión ya tiene un código genético y 23 pares de cromosomas propios del ser humano.

    Por otra parte, el embrión ya puede tiene el 5G+F: genitales, gametos, gónadas, glándulas, genotipo y fenotipo. Su fenotipo ya está individualizándose: características físicas, bioquímicas y del comportamiento que se pueden observar o ya son existentes: la estatura, el color de los ojos, el color del pelo, el tipo de sangre, el comportamiento y determinadas enfermedades prenatales.

    b) Jurídicamente, como consecuencia de la biología, el embrión ya tiene la titularidad de los derechos fundamentales a la dignidad, vida, la salud, la integridad física, la igualdad y al libre desarrollo biológico, s.e.u.o.:

    i. Convención sobre los Derechos del Niño, ONU 20.11.1989: los niños tienen los mismos derechos que los adultos. Sus derechos son universales, indivisibles e interdependientes: interés superior del niño, no discriminación, derecho a la vida, a la sobrevivencia y al desarrollo

    ii. Derecho del niño por nacer o nasciturus a la vida

    - Art. 3 Declaración Universal de Derechos Humanos, ONU 10.12.1948
    - Art. 6 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ONU 16.12.1966
    - Art. 2 Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, Roma 4.11.1950
    - Art. 2 Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, Estrasburgo 12.12.2007
    - Art. 15 Constitución Española 1978

    iii. Derecho a la integridad del nasciturus
    - Art. 3 Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, Estrasburgo 12.12.2007
    - Art. 15 Constitución Española 1978

    iv. Derecho a la salud del nasciturus
    - Art. 25 Declaración Universal de Derechos Humanos, ONU 10.12.1948
    - Art. 12 Pacto Internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales; ONU 16.12.1966
    - Art. 11, 13, 19.2 Carta Social Europea revisada, Estrasburgo 3.5.1996
    - Art. 35 Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, Estrasburgo 12.12.2007
    - Art. 43 Constitución Española 1978

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  4. Una Jerarquía no combativa y cómplice de la cultura de la muerte (iii)27 de mayo de 2022, 5:05

    6. Dentro de la Iglesia, los grandes documentos sobre la defensa de la vida son Humanae vitae, Evangelium vitae y Donum vitae. Desconocen aspectos elementales como que al ser el aborto un malum in se o intrinsece malum, es una verdad divinamente revelada que el aborto es un crimen de lesa Humanidad, con independencia de todas las opiniones y opciones ideológicas, religiosas y políticas. Los católicos que aprueben el aborto no pueden comulgar, al pecar gravemente en un homicidio. No se puede votar a un partido abortista, criminal de lesa Humanidad.

    Así, en Evangelium vitae 73, párrafo 2º, se dice que "en el caso pues de una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, «ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto». El párrafo 3º habla de la opción del mal menor: la limitación-disminución de una ley del aborto.



    7. En conclusión: en Omella y los obispos españoles se observa un grave desconocimiento de la verdadera realidad de la cultura de la muerte en España, y una desadaptación a los modernos conocimientos teológicos, biológicos y jurídicos. No saben la teología de la vida, desconocen la dogmática, magisterio y tradición, no saben biología, ni la ciencia jurídica de los derechos humanos, ignoran que el aborto es un crimen de lesa Humanidad, un genocidio de mujeres (la mitad de los abortos o más son mujeres), la historia y evolución social con sus efectos sociales de la cultura de la muerte y el diseño satánico de sociedad.

    La pasividad y omisión del obispado español es un grave pecado de complicidad en la extensión e intensificación de la cultura de la muerte que va contra la Civilizacion del Amor de Juan Pablo II y los principios innegociables de Benedicto XVI: vida, familia, educación de los hijos por los padres, bien común (Patria y Nación).

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  5. Cita de Virtelius: "...su estilo campechano y cautivador, que de dicho en redicho le lleva a hablar con pretendida llaneza que desemboca en simpleza...". --------Yo resp: Podría el cardenal Omella hablar como un científico de Ciencia Teológica, pero ha hablado más bien como un predicador de Moral. Es el defecto del Catolicismo actual que no saca los dientes de su Ciencia Experimental. La Teología ha quedado reducida a lo de "pecado si, pecado no".

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    Respuestas
    1. Peor aún, la teología se reduce a teochascarrillos y teobanalidades...

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    2. Totalmente de acuerdo con el Señor Silverio Garrell.

      Su ciencia solo es vaciar lonjas de marisco enteras.

      Pagando la C.E.E, claro.

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  6. Mi conciencia me obliga a abandonar Y NO VOLVER a las iglesias que llevan el churro amarillo o cubana no son cristianas, son de partidos políticos totalitarios y uno acude a recibir los SACRAMENTOS y rezar a DIOS, UNO y TRINO, doy gracias a Dios porque en la conurbanizacion de Barcelona puedes encontrar alguna iglesia católica, pero en muchas zonas de la tarraconensis ni viajando 100 Km. encuentras una. Gracias OBISPILLOS bien alimentados habéis vaciado las iglesias a cambio de las migajas del plato de lentejas, que con el asesinato de bebes silenciado llenáis sin trabajar.
    Existen esplendidos grupos LAICOS que pasan por delante de las inútiles jerarquías de los obispillos en defender a la religión católica y realizar muy buenas evangelizaciones. Por ejemplo una de ellas organiza el sábado el rezo del Santo Rosario frente a un abortorio.

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  7. Creo que si Mr. Omella fuese ingeniero naval, diseñaría muy eficaces submarinos: sabe navegar entre dos aguas... Pero como sacerdote de Cristo debe imitar al Maestro y hoy más que nunca ¡navegar en superficie!

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  8. Silveri!! Quiero un calendario de María Auxiliadora!!

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  9. Artículo sumamente didáctico sobre el ministerio sacerdotal en su perspectiva histórico-teológica. Una de las causas determinantes de la situación lastimosa en que se encuentra la Iglesia es la falta de pulso doctrinal. Empezando por la cabeza. Los disparates que se han difundido dese santa Marta han intentado obscurecerse con un ecologismo de baratillo y una literatura huera porteña. Por eso no se crean obispos de doctrina sólida que sepan hacer frente a los disparates del Vaticano y de ciertas conferencias episcopales. Estos días en que leemos los Hechos, las aventuras de Pablo dimanan una luz orientadora. Su guión es Cristo muerto y resucitado, salvador de todos, los gentiles incluidos. aunque eso le comporte juicios, encarcelaciones, penalidades.

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  10. Totalmente de acuerdo con el Señor Valderas Gallardo .

    Desde Santa Marta solo salen soflamas de una persona que no está en sus cabales.

    Lo lamentable es que nadie haga algo para evitar males mayores.

    Para qué sirve el Código de Derecho Canónico???





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  11. no me puedo creer lo de las leyes en el ámbito legislativo

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