La semana pasada les hablaba del discurso del cardenal Omella en la inauguración de la última plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que sorprendió a muchos e indignó a unos cuantos, concretamente a la izquierda política y al progresismo eclesial, unos sectores que hasta ahora estaban contentísimos con él y que no entienden que ha pasado para que se haya producido ese aparente giro hacia un estilo que les recuerda, en parte, al del cardenal Rouco Varela.
Nadie sabe a qué se debe ese cambio, todos son especulaciones, desde los que dicen que Omella se ha dado cuenta de que no está representando a sus compañeros de episcopado, muy críticos con el gobierno de Sánchez, y ha hecho un guiño a los sectores más conservadores, o bien a los que intuyen que desde Roma ya se está dando por finiquitada la etapa del gobierno social-comunista y que a estas alturas ya no hay que quedar bien con ellos, sino que se tiene que empezar a allanar el camino para los nuevos tiempos políticos que aparentemente se acercan.
Sea como sea, están pasando otras cosas alrededor de la persona de Don Juan José que indican que algo se está moviendo, y que probablemente ya no es el hombre tan fuerte de la Iglesia en España que hasta ahora veíamos, y que como en todos los mortales, llegará el momento de su jubilación, que ya se ve más cerca y, por tanto, también su influencia poco a poco va disminuyendo.
Omella con rostro serio, parece que hay cosas que ya no son como antes
Además del ya comentado tema del discurso, en esa Plenaria se eligieron algunos cargos, que recayeron en obispos que no están ni mucho menos en la línea de Omella o de Osoro. Así, José Rico Pavés ha sido nombrado Presidente de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, el obispo de Solsona, que parece más apuesta del Nuncio que de Omella, como presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales, y atención porque como obispo delegado de la CEE en la COMECE de los obispos europeos, nada menos que han elegido al ninguneado obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, hombre de confianza de Rouco y como sustituto suyo en la COMECE a Alfonso Carrasco Rouco, sobrino del que fuera arzobispo de Madrid. También se ha elegido a José María Gil Tamayo que fue en su momento secretario de la Conferencia Episcopal como Presidente del Consejo de Estudios Pontificios y Proyectos.
Cada día se ve más claro que los obispos españoles eligieron a Omella y Osoro por presiones del "señor del gran poder" y porque se hizo correr que su no elección haría enfadar muchísimo al Papa Francisco, pero que una vez pasaron por el aro, van dejando claro que esa es la única concesión y que van a ir eligiendo nombres que no llevan el sello de los actuales obispos de Madrid y Barcelona.
Y si hay un tema que se comentaba entre los prelados los días de Plenaria es la carta de la Congregación para los Obispos, de la que Omella es miembro, dirigida a su presidente, en la que se instaba a no elegir cargos para la Conferencia Episcopal en obispos que ya han presentado la renuncia o que están muy cerca de ello. Es una bofetada en toda regla para Omella y Osoro que fueron elegidos para la presidencia y la vicepresidencia, y que como es sabido, están ocupando esos cargos en este momento, cuando ya llevan uno y dos años respectivamente "caducados", es decir, desde el momento en que presentaron su renuncia.
José Ángel Saiz Meneses, en su salsa sevillana
Otra noticia que también es muy comentada en ámbitos eclesiales, hace referencia al actual arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, uno de los prelados más queridos por sus colegas, al que Omella se sacó de encima de Cataluña, para que no le hiciera sombra y además no pudiera optar a su relevo en Barcelona. Pero no solo en España es querido y valorado el que fuera protegido y hombre de confianza del cardenal Carles, en Roma también, y buena muestra de ello es que acaba de ser nombrado como miembro de la Congregación para la causa de los Santos, y ya tiene un cargo de reconocimiento en el Vaticano, de la misma manera que Omella que es miembro de la Congregación para los obispos. La diferencia es la edad y la proyección, Omella está en el tramo final de su episcopado, en cambio, a Saiz Meneses, aún le queda camino por delante y probablemente más muestras de confianza por parte de Roma hacia su persona. Ahora que Sevilla se ha quedado sin cardenal por el fallecimiento de Monseñor Amigo, el cardenalato es una opción que no hay que descartar.
Por si no fuera poco con todo lo comentado, parece bastante claro que el Nuncio Bernardito Auza le ha ganado la batalla al tándem Omella-Arana, y ha reclamado que sus derechos como representante del Papa en España en el nombramiento de obispos no pueden estar controlados por comisiones fantasmas como la que intentaron montarle. Parece que Roma se ha puesto del lado del Nuncio y es otra muestra más de la debilidad de esos dos hombres hasta ahora tan poderosos.
El Nuncio Bernardito C. Auza, el cardenal Omella y el cardenal Osoro
Y atención, porque aún podría haber una última sorpresa, y es que desde Roma no se le concediera a Omella un sustituto para el fallecido auxiliar Antoni Vadell, y es que teniendo en cuenta la antes citada carta de la Congregación de los Obispos a Omella sobre los nombramientos para la Conferencia Episcopal, hay quien dice que ese mismo argumento se puede aplicar para decirle al cardenal turolense que él ya está en periodo de "descuento" y que, por tanto, ya no se le nombran más obispos auxiliares.
Francesco Della Rovere
La Congregación para los Obispos, a la que pertenece Omella, es mucho más influyente en el devenir de la Iglesia que la Congregación para las causas de los Santos, de la que forma parte Sáiz Meneses. No son nombramientos comparables.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con usted. Y lo de los nombramientos en la CEE no tiene la menor importancia.
EliminarLa Conferencia Episcopal tendría que desaparecer y "devolver" la libertad y autoridad a cada obispo titular. Todos estos organismos de "pastoral de conjunto" tienen que ser revisados a la luz del s. XXI
ResponderEliminarAmén
Eliminar"probablemente ya no es el hombre tan fuerte de la Iglesia en España que hasta ahora veíamos, y que como en todos los mortales, llegará el momento de su jubilación, que ya se ve más cerca y, por tanto, también su influencia poco a poco va disminuyendo."
ResponderEliminarHay una serie de hechos que indican que desde el covid, dejó de tener el viento de cara:
1. Durante dos meses cerró las iglesias no sólo de Barcelona, sino que en casi toda España como presidente de la CEE en compañía de otros obispos. Nos dejaron sin eucaristía durante los primeros 2 meses, desde el 14 de marzo del 2020, cuando el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, artículo 11, sí permitía hacer misas, y nos dejó sin eucaristía en la boca durante 1 año y 7 meses.
Este cerrar las iglesias demostró a los ateos y agnósticos que las iglesias no creían en su propio Dios y que habían fracasado en sus creencias, y a nosotros nos demostró el poco interés y estima que los presbíteros y obispos nos profesaban. Esto no es imputable en exclusiva a Omella, sino a Bergoglio y a casi todos los obispos.
Se pensaban que acabados los 2 meses, la gente regresaría en masa, pero lo único que causó fue la desafección de los fieles y, de paso, un golpe económico sin precedentes a las finanzas eclesiales, que en Barcelona se demostró en el intento de venta de la parroquia del Espíritu Santo, pasando totalmente de su propio plan de agrupación de parroquias.
2. Plan de agrupación de parroquias. Este fue un segundo fracaso de Omella. Nada menos que una oscura troika, designada clericalmente por él, en opacidad plena de información y transparencia, efectuó una absurda agrupación parroquial sin sinodalidad, en pleno Sínodo de la sinodalidad... luego, el intento de venta de la parroquia del Espíritu Santo, conservada como parroquia por el propio plan, se encargó de dinamitar dicha agrupación... en fin...
3. Abusos. Hay aquí una falta de planificación estratégica del tema. No se podía aceptar de ninguna manera una comisión de investigación parlamentaria con el Defensor del Pueblo, cuando es una simple operación de acoso y derribo de la Iglesia, y el Defensor del Pueblo, un ex fraile de una escuela que dicen con casos de abuso (se puede impugnar por falta de imparcialidad, neutralidad y objetividad), y cuando el Defensor del Pueblo sólo es competente para las Administraciones Públicas, según indica su propia Ley Orgánica 3/1981:
Art. 6.1. El Defensor del Pueblo no estará sujeto a mandato imperativo alguno. No recibirá instrucciones de ninguna Autoridad. Desempeñará sus funciones con autonomía y según su criterio.
Art. 9.1. El Defensor del Pueblo podrá iniciar y proseguir de oficio o a petición de parte, cualquier investigación conducente al esclarecimiento de los ACTOS Y RESOLUCIONES de la ADMINISTRACIÓN PÚBLICA... EN RELACIÓN A LOS CIUDADANOS...
Art. 9.2. Las atribuciones del Defensor del Pueblo se extienden a la actividad de los ministros, autoridades administrativas, funcionarios y CUALQUIER PERSONA QUE ACTÚE AL SERVICIO DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS.
Art. 10. 2. Los Diputados y Senadores individualmente, las COMISIONES DE INVESTIGACIÓN o relacionadas con la defensa general o parcial de los derechos y libertades públicas... podrán solicitar... la intervención del Defensor del Pueblo para la investigación o esclarecimiento de ACTOS, RESOLUCIONES Y CONDUCTAS CONCRETAS PRODUCIDAS EN LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, que afecten a un ciudadano o grupo de ciudadanos, en el ámbito de sus competencias.
Además, la comisión es una causa general contra la Iglesia, que viene a acusar, fuera de juicio penal y civil, la presunción de inocencia de muchos curas y agentes eclesiales, en un espectáculo de desfile de supuestas víctimas, en lugar de concretarse a los casos judiciales cerrados definitivamente, con víctimas acreditadas judicialmente. Finalmente, es un agravio comparativo, pues los abusos eclesiales son ultraminoría en la sociedad.
Ya que cerraron las iglesias, ¿Por qué no cierran obispados?
ResponderEliminarSin ir mas lejos, el de Gerona, donde habrá mas sacerdotes en curia obispal que en parroquias.
Lo dicho, nadie con cerebro puede poner la X en el IRPF para alimentar este desaguisado, que los obispillos trabajen y hagan trabajar a sus sacerdotes, hay quien abre la parroquia menos de dos horas y no todos los días.
"Sin ir mas lejos, el de Gerona, donde habrá mas sacerdotes en curia obispal que en parroquias."
EliminarBueno, es que Gerona va a quedar reducida a esto, un obispo rodeado de unos pocos curas que serán los únicos en toda la diócesis de Gerona, los cuales sólo oficiarán en la Catedral de Gerona. Los demás, ajo y agua, pan y sopa de ajo.
"Lo dicho, nadie con cerebro puede poner la X en el IRPF para alimentar este desaguisado, que los obispillos trabajen y hagan trabajar a sus sacerdotes, hay quien abre la parroquia menos de dos horas y no todos los días."
Estoy de acuerdo, pero hay que mirar la carga de trabajo y la edad de los curas: son pocos, ancianos y han de cubrir el máximo. Por desgracia, te quejas y dicen desde la Curia: "Quejas al maese armero"...
Pues anda que los que llevan varias parroquias…
EliminarTotalmente de acuerdo con el Señor Joaquín Marcos.
EliminarEn otras diócesis que no son catalanas, y de las que dependemos totalmente de la X, las iglesias suelen estar abiertas todo el día...
ResponderEliminarNo es cierto lo que se dice de los curas de la diócesis de Gerona. Conozco a muchos que están trabajando en sus parroquias, empezando por la mía. Creo que como Iglesia diocesana, desde el administrador diocesano hasta el último laico comprometido está cada cual en su puesto. Por favor, no inventen.
ResponderEliminarLlamamiento a desengañarse con Sáiz Menesses. No es oro todo lo que reluce. Hablar con su clero de Terrasa (y hablo del bueno) y pedid opiniones. Hay un mito entorno a él que deforma la realidad.
ResponderEliminarHablad*
EliminarPuede ser más claro?
ResponderEliminarNada grave o escandaloso. Simplemente que no es el héroe que pintan ni ese gran salvador de Cataluña ni Terrassa una neo-Toledo ni su seminario siquiera bueno (no más que Barcelona).
EliminarDigo hasta ahí.