El nombramiento de Don Francisco Conesa como obispo de Solsona, no sentó nada bien entre el nacional-progresismo catalán, y tenían sus motivos, no va a tener nada que ver con su antecesor en su implicación política independentista, pero en cuestiones doctrinales no va a ser tan diferente de Novell, eso sí, sin excentricidades, sin buscar protagonismo, con mucha más discreción, pero con firmeza y con las ideas muy claras. Esperemos que no caiga en el miedo escénico de otros valencianos que vinieron con muy buen currículum, pero aquí optaron por no crearse problemas y pasar sin pena ni gloria, o lo que es peor intentando ganarse a la gente aunque para ello tuvieran que hacer el payaso (como hizo en su momento el obispo Piris en Lérida) o presumiendo de catalanistas a pesar de su origen no catalán.
El que fuera obispo de Lérida, el valenciano Joan Piris, haciendo el payaso
Un ejemplo de la manera de ser de Don Francisco es lo que le sucedió en Menorca, cuando tuvo conocimiento de que una catequista lesbiana había contraído matrimonio civil con otra mujer. El obispo decidió apartarla de su función catequética y asumir las consecuencias de tal decisión, podía haberse hecho el sueco y hacer ver que no se había enterado como hacen otros obispos y ahorrarse una buena cascada de críticas y movilizaciones para dejar al prelado como un retrógrado y homófobo, moviendo cielo y tierra para que se echara atrás o que en caso contrario quedara señalado de por vida. Lo primero que se hizo correr en todos los medios afines al colectivo LGTBI (que son muchísimos) es que el obispo menorquín estaba en contra del Santo Padre, ya que según decían el Pontífice nunca hubiera tomado una decisión así, la realidad es que el obispo no recibió ninguna orden de más arriba, para que rectificara.
No sólo no se echó atrás, pidiendo perdón como han hecho en otros temas otros mitrados cuando ha saltado una polémica, sino que se reafirmó en su decisión y sin ningún miedo proporcionó los argumentos por los que apartó a la catequista lesbiana. Concretamente dijo: «Ser catequista es una misión que la Iglesia encarga a determinadas personas para que, en su nombre, enseñen la fe que ella profesa. No existe un derecho previo a ser catequista. Corresponde a la Iglesia valorar las cualidades que debe tener un catequista antes de confiarle o retirarle esta misión, sin que ello suponga discriminación ni exclusión». Y añadió: «En la comunidad eclesial, a medida que aumenta la responsabilidad de sus miembros, se exige un mayor grado de compromiso. Además de poseer unas cualidades objetivas por parte de los que ejercen algún cargo, también se valora mucho la ejemplaridad de vida que ha de ser un referente claro para los demás». El entonces obispo de Menorca hablaba de "una cuestión de coherencia", y recordaba que "Acoger no significa dar por bueno todo lo que los demás hacen", añadiendo que "Respetamos aunque no compartimos su decisión de contraer matrimonio civil con otra persona del mismo sexo" porque ello supone "públicamente no aceptar la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio".
Me parecen unas argumentaciones muy claras, pero a la vez ponderadas, es decir firmes pero también pedagógicas. Novell también se ganó las iras del colectivo arco iris, pero fue por unas afirmaciones en las que insinuaba que la homosexualidad podía tener su origen, en algunos casos, por la ausencia de la figura paterna. Hay que dar la cara y asumir las consecuencias por defender la doctrina y la disciplina de la Iglesia, pero crear polémica por opiniones personales que pueden ser discutibles incluso desde el mismo ámbito eclesial, es algo que podía haberse ahorrado.
El obispo Novell increpado en la calle por los colectivos homosexuales
Cataluña no es Menorca, que es una isla bastante tranquila. Aquí la capacidad de movilización de colectivos como el homosexual (con apoyos políticos importantes con gran capacidad para hacer ruido como la CUP), es muy grande, esperemos que Don Francisco no se amedrente y haga y diga las cosas como tiene que hacer un buen obispo, aunque a algunos (o a muchos) no les guste.
No hay ninguna duda que Don Juan José Omella sabía perfectamente quien era y como era el obispo Conesa, y aun así lo ha promocionado o al menos lo ha aceptado, está claro que se ha primado pasar página de la era Novell y buscar alguien con solidez doctrinal, que no se meta en política, y que no salga rana como el obispo casado.
Aun así hay otro punto en el que coincide Don Francisco con su antecesor y es en la preocupación por el ateísmo y por el alejamiento de las personas de Dios, en este sentido no hay que negar el gran esfuerzo evangelizador de Novell en la que fue su diócesis, de Conesa sabemos que es un tema que ha analizado profundamente al menos en el ámbito académico y doctrinal, esperemos que también sea capaz de transmitirlo e implementarlo en la nueva diócesis que le ha sido confiada.
Antoninus Pius
"En la comunidad eclesial, a medida que aumenta la responsabilidad de sus miembros, se exige un mayor grado de compromiso."
ResponderEliminarEl Arzobispo de Tarragona y Primado de España, Mn. Planellas, ha dicho una falsedad de Fé católica, que el proponer el sacramento del Orden (diaconado, presbiterado y episcopado) y el Papado a las mujeres:
Dice que el sacerdocio masculino tiene una connotación sacramental de configuración a Cristo como Cabeza de la Comunidad, que era hombre, y que sigue la tradición de 20 siglos, pero luego se desdice al afirmar que no le molestaría ver una mujer sacerdote (aprueba el sacerdocio femenino), pero que eso molestaría a otros colectivos, porque el peso de la tradición es importante, y a la Iglesia Ortodoxa, junto con el problema del tema sacramental.
ccma.cat/tv3/alacarta/signes-dels-temps/joan-planellas-i-barnosell-arquebisbe-de-tarragona/video/6137664/?ext=SMA_TW_F4_CE24_: desde el minuto 9:03
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1. Ordinatio sacerdotalis dice en el número 4 que el sacerdocio exclusivamente masculino no es una verdad divinamente revelada aún, sino por ahora es una doctrina que debe ser sostenida como VERDAD DEFINITIVA:
"declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia."
2. En la Respuesta a la Duda propuesta sobre la doctrina de la Carta Apostólica Ordinatio sacerdotales, de 28 de octubre de 1995, establece esto:
"que la doctrina del sacerdocio exclusivamente masculino exige un asentimiento definitivo porque está basada en la Palabra de Dios escrita y constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia desde el principio, ha sido propuesta infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal (Lumen gentium, 25,2). El Sumo Pontífice, al ejercer su ministerio de confirmar en la fe a sus hermanos (Lc 22,32), ha propuesto la misma doctrina con una declaración formal, afirmando explícitamente lo que siempre, en todas partes y por todos los fieles se debe mantener, en cuanto perteneciente al depósito de la fe."
3. En la Nota doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de la Professio fidei, dice en el número 11 sobre Ordenatio sacerdotalis 4:
"La intención del Sumo Pontífice, sin querer llegar a una definición dogmática, ha sido la de reafirmar que tal doctrina debe ser tenida en modo definitivo, pues, fundada sobre la Palabra de Dios escrita, constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia, ha sido propuesta infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal. Nada impide que, como muestra el ejemplo precedente, en el futuro la conciencia de la Iglesia pueda progresar hasta llegar a definir tal doctrina de forma que deba ser creída como divinamente revelada."
4. La Declaración sobre la cuestión de la admisión de las mujeres al sacerdocio ministerial, Inter insigniores, n. 5, de 15 octubre de 1976, lo dejó muy claro en su justificación: el sacerdote actúa en la persona de Cristo, Esposo de la Iglesia, y su ser hombre es un elemento indispensable de esta representación sacramental:
ResponderEliminar"...el obispo o el sacerdote, en el ejercicio de su ministerio, no actúa en nombre propio, in persona propria: representa a Cristo que obra a través de él: «el sacerdote tiene verdaderamente el puesto de Cristo», escribía ya San Cipriano. Este valor de representación de Cristo es lo que San Pablo consideraba como característico de su función apostólica (2 Cor. 5, 20; Gál. 4, 14). Esta representación de Cristo alcanza su más alta expresión y un modo muy particular en la celebración de la Eucaristía que es la fuente y el centro de unidad de la Iglesia, banquete-sacrificio en el que el Pueblo de Dios se asocia al sacrificio de Cristo: el sacerdote, el único que tiene el poder de llevarlo a cabo, actúa entonces no sólo en virtud de la eficacia que le confiere Cristo, sino in persona Christi, haciendo las veces de Cristo, hasta el punto de ser su imagen misma cuando pronuncia las palabras de la consagración...
Cristo es un hombre... importancia de este simbolismo para la economía de la Revelación, hay que admitir que, en las acciones que exigen el carácter de la ordenación y donde se representa a Cristo mismo, autor de la Alianza, esposo y jefe de la Iglesia, ejerciendo su ministerio de salvación –lo cual sucede en la forma más alta en la Eucaristía– su papel lo debe realizar (este es el sentido obvio de la palabra persona) un hombre." (reconocido por el Concilio Vaticano II en Sacrosanctum Concilium n. 33 y Lumen Gentium, n. 10)
5. Hasta incluso Bergoglio ha reafirmado la verdad semper et pro semper, en el documento de Ladaria "A propósito de algunas dudas acerca del carácter definitivo de la doctrina de Ordinatio sacerdotalis", mayo del 2018:
"la Iglesia reconoce que la imposibilidad de ordenar a las mujeres pertenece a la «sustancia del sacramento» del Orden (DH 1728). La Iglesia no tiene la capacidad para cambiar esta sustancia, porque es precisamente a partir de los sacramentos, instituidos por Cristo, que se genera como Iglesia. No es solo un elemento disciplinar, sino doctrinal, en cuanto concierne a la estructura de los sacramentos, que son el lugar originario del encuentro con Cristo y de la transmisión de la fe.
Por lo tanto, no estamos ante un límite que impediría a la Iglesia ser más eficaz en su actividad en el mundo. Si la Iglesia no puede intervenir, es porque en ese punto interviene el amor originario de Dios. Él actúa en la ordenación de los presbíteros, de modo que la Iglesia contenga siempre, en cada situación de su historia, la presencia visible y eficaz de Jesucristo «como fuente capital de la gracia» (Francisco, Evangelii gaudium, n. 104).
6. En el ámbito de las sanciones, se viola una VERDAD DEFINITIVA descrita en el canon 750.2 CDC:
"se han de aceptar y retener firmemente todas y cada una de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres propuestas de modo DEFINITIVO por el magisterio de la Iglesia, a saber, aquellas que son necesarias para custodiar santamente y exponer fielmente el mismo depósito de la fe; se opone por tanto a la doctrina de la Iglesia católica quien rechaza dichas proposiciones que deben retenerse en modo definitivo."
7. Por tanto, quien niega o duda de la verdad definitiva de la exclusividad del sacerdocio masculino, está fuera de la plena comunión, según la Nota doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de la Professio fidei, 6:
"Quién las negara, asumiría la posición de rechazo de la verdad de la doctrina católica y por lo tanto no estaría en plena comunión con la Iglesia católica."
8. Las sanciones concretas están en el canon 1365 y 1366 CDC:
ResponderEliminara) Canon 1365: Quien... rechaza pertinazmente la doctrina descrita en el c. 750,2, o en el c. 752, y, amonestado por la Sede Apostólica o por el Ordinario, no se retracta, sea castigado con una censura y con la privación del oficio; a estas sanciones pueden añadirse otras de las que están enumeradas en el c. 1336, 2-4.
-- Las censuras están en el canon 1331 y ss.: excomunión, entredicho y suspensión.
b) Canon 1366, 2-4: Es un canon largo, y relaciona las penas expiatorias: multa, prohibiciones y privaciones, pérdida de oficios, cargos, ministerios, funciones o actividades, expulsión del estado clerical.
CONCLUSIÓN:
- Aunque hay que analizar el caso, pero el Arzobispo de Tarragona Mn. Planella está fuera de la plena comunión con la Iglesia Católica, y se le ha impuesto una censura latae sententiae non declarata, que implicaría como mínimo la pérdida del munus docendi como expulsado de la comunión católica: el obispo es un administrador de los misterios de Dios» (1Co 4,1) y le corresponde el ministerio de la enseñanza, el (munus docendi), que es una parte de esa administración de los misterios de Dios.
- Revela el estado de prostración teológico de los obispos de la Iglesia en Cataluña, y muestra el orgullo de Mn. Planella de situarse por encima de la Sagrada Escritura y Tradición de la Iglesia. Simplemente, no hay ignorancia, lo que hay es, como mínimo, una culposa negligente falta de formación teológica exigible a un obispo, lo que le deja como un pésimo teólogo, y como obispo está incapacitado de ejercer el munus docendi, pues está separado de la plena comunión. Si no sabes de lo tuyo, ¿qué nos vas a enseñar, Planellas?
- Se necesitan obispos "con solidez doctrinal", pues estamos ante un nuevo momento social de "ateísmo y por el alejamiento de las personas de Dios" y que sin ortodoxia no se puede emprender ningún "esfuerzo evangelizador" ni se pueden hacer análisis en el "ámbito académico y doctrinal".
Estamos en una sociedad ya predicha providencialmente desde el origen del tiempo en las Cartas del Apocalipsis, dando la solución: a la Iglesia de Sardes (= Cataluña), Cristo le dice que está MUERTA, que se ha quedado SIN OBRAS, que trate de REANIMAR lo que le queda, que se ACUERDE cómo recibió la Palabra, sino hay un castigo: vendrá de improviso.
Recordar y reanimar, no hay más, dos soluciones profetizadas hace 2.000 años...
...
Apocalipsis 3: A la Iglesia de SARDES: "Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Ponte en vela, reanima lo que te queda y está a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras llenas a los ojos de mi Dios. Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi Palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Tienes no obstante en Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco; porque lo merecen. El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus Ángeles."
Mons. Planella no faci cas del que ha escrit l'autor de "solidez doctrinal (c)". No hi entén i es pensa que és l'Esperit Sant. Fixi's que només sap condemnar. Quina diferència respecte de l'Evangeli. No coneix Jesús.
EliminarMateo 16:23, Marcos 8:33 - Mateo 21:12-17, Marcos 11:15-18, Lucas 19:45, Juan 2:13-25 - Marcos 11:12-14, Marcos 11:20-25, Mateo 21:18-22 - Mateo 25:1-13 - Mateo 22:2-14, Lucas 14:15-24 - Mateo 18:6, Marcos 9:42, Lucas 17:2
EliminarNuestro Señor Jesucristo es grande en su misericordia, pero también terrible en su justa ira. Si queremos vivir el Evangelio, hemos de leerlo y meditarlo en nuestro corazón. La Iglesia nos ha de dar ejemplo.
Con el debido respeto, las palabras del señor arzobispo de Tarragona demuestran que el aprobado general ya se daba en el seminario antes de la logse.
EliminarY así le va a la Santa Madre Iglesia.
Y a los feligreses.
Como residente en la Comunidad Valenciana tengo un cierta sensibilidad que no tienen que tener desde Cataluña cuando obispos de esta zona son destinados allí.(viene un valenciano),el obispo emérito de la foto es valenciano porque nació en una localidad de Valencia.Mons. Joan Piris Frígola nació en Cullera (Valencia).
ResponderEliminarEl actual Obispo de Solsona es natural de una localidad de Alicante (Elche/Elx), y el actual Obispo de Lleida es de Alicante (natural de Muro del Alcoy), a 11 kms. De Alcoy/Alcoi.
Es que como demuestra el caso de Planella:
Eliminar1. El que quiere ser obispo no debería de serlo jamás por ser un heterodoxo nacional-progresistas
2. El que debería serlo porque es capaz no quiere saber nada de nada.
Una exposición nítida y esperanzadora de la realidad. Magnífica pieza, Antoninus, con la sobriedad de lo bueno.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el sobrio Sr. Valderas Gallardo.
EliminarSr. Valderas, veig que parla per parlar. Ens hi té acostumats, malgrat que hi ha lectors seguidors fidels de les seves exposicions.
EliminarSr. Valderas: me uno totalmente a su comentario sobre el artículo de Antoninus Pius.
EliminarMARTÍN
Sí, es un obispo aparentemente firme y sabedor...
EliminarUn comentarista de más arriba nombra a Planellas como Primado de España.
ResponderEliminarPor favor....
Si no es Primado ni de SU casa, como puede serlo de España, a la que tanto odia.