“Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta,
denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados” (Isaías 58,1)
El Decreto de la Penitenciaría Apostólica al objeto de lucrar Indulgencia plenaria para los fieles en la actual situación de pandemia, ha provocado pintorescas reacciones… Leo en La Vanguardia: El Vaticano concede indulgencias a los enfermos y a los que les cuidan. Y como subtítulo: Las indulgencias para los católicos son como poner el cuentaquilómetros a cero en cuanto a pecados se refiere. El Nacional.cat también afirma en la misma línea: El papa Francisco ha confirmado en su misa diaria el decreto de la Penitenciaría Apostólica por la cual da un indulto especial a los creyentes que hayan dado positivo por coronavirus. Y en El Periódico remachan el clavo: La Iglesia perdona los pecados a los enfermos de coronavirus...
Todos ignoran -supongo que nadie se ha molestado en explicárselo- que la Indulgencia no se refiere al pecado, que debe ser perdonado a través de la confesión sacramental, sino a la pena temporal que conlleva ese pecado; porque éste, aunque perdonado, tiene consecuencias espirituales y hasta materiales. La mentira, el robo, el adulterio y el concubinato, la fornicación o el aborto, por nombrar los más llamativos… tienen consecuencias: requieren al menos resarcimiento del mal ocasionado. Y esa es la carga básica de la penitencia. Cualquier pecado -la violación de alguno de los Diez Mandamientos- tiene consecuencias, que han de ser afrontadas en la penitencia. De esa pena, de esa penitencia pendiente, pueden liberar las Indulgencias para que el alma no se presente a Dios con cuentas pendientes. Hay que presentarse ante Dios o con la pena cumplida, o con el indulto (¡la indulgencia!) en la mano.
La doctrina de las Indulgencias es un concepto de la teología católica estrechamente ligado a los conceptos de pecado, penitencia, remisión y Purgatorio. En su formulación actual, consiste en que las consecuencias del pecado pueden conllevar una pena temporal y, por tanto, ser objeto de remisión o indulgencia (del latín indulgentia: Bondad, benevolencia, gracia, remisión, favor…) concedida por la Iglesia, depositaria de todo el caudal de redención logrado por los méritos de la Cruz de Cristo. En el orden temporal, lo más parecido a las indulgencias son los indultos. No olvidemos que los actuales Ministerios de Justicia proceden del original Ministerio de Gracia: el asesor del rey para la concesión de indultos (obsérvese que es una forma distinta de la palabra “indulgencia”). Luego ese Ministerio pasó a llamarse de Gracia y Justicia, para acabar llamándose únicamente Ministerio de Justicia.
Para entender pues de Indulgencias, hemos de comenzar desde el principio. ¿Qué es el pecado? ¿Por qué se produce? ¿De dónde surge? Si no se reconoce el vínculo profundo del ser humano con Dios que lo creó a su imagen y semejanza, no puede mostrase el pecado como lo que realmente es: rechazo y oposición al mismo Dios.
Dios creó al hombre a su imagen y lo estableció en su amistad. El hombre no puede vivir esta amistad sino desde la libre sumisión a la voluntad del buen Dios. A diferencia de los demás animales, que están sometidos únicamente a las leyes de la naturaleza, el ser humano depende de Dios (religare-religión) y está sometido también a las leyes naturales, pero sobre todo a las normas morales que regulan una libertad que debe tener como referencia el bien y la verdad. La prohibición de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal hecha al hombre en el libro del Génesis, evoca el límite infranqueable que el ser humano debe reconocer libremente y confiadamente respetar.
Luego, abusando de su libertad, el hombre -creado varón y mujer- desobedeció el mandato divino y se prefirió a sí mismo y despreció a su Creador. Por la seducción del diablo quiso ser como Dios, pero sin Dios, antes que Dios y no según Dios (Máximo el Confesor). Las consecuencias de esto las conocemos: se escondieron de Dios, perdieron su santidad original, se quebró el dominio de sus facultades espirituales sobre su cuerpo y surgieron así las tensiones en la relación hombre-mujer, sometidas al deseo y al dominio. La creación se volvió hostil y, sometida a la esclavitud de la corrupción (Romanos 8, 21), entró en la vida del hombre la enfermedad y la muerte.
Sólo a través del sacramento de la penitencia, es decir, a través de la confesión, la Sangre de Cristo borra y destruye nuestros pecados y nos da un corazón puro. Es la absolución sacramental la que pone a cero el cuentaquilómetros de los pecados, ¡no las indulgencias!, que pertenecen al ámbito de la reparación pendiente, de la pena que conlleva el pecado.
El perdón del pecado, condicionado al arrepentimiento, al propósito de enmienda, a la confesión individual y a la correspondiente absolución sacramental, restaura la comunión con Dios y concede la remisión de las penas eternas del pecado. Pero las penas temporales del pecado, sus consecuencias -espirituales o materiales-, las cuentas pendientes permanecen y es necesario resarcir del daño ocasionado. El cristiano debe por tanto esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase que pueda experimentar y, llegado el día, enfrentarse serenamente a la muerte y aceptar como una gracia estas penas temporales del pecado, es decir, la purificación del Purgatorio (purgar es purificar). Por ello, el bautizado debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad, como mediante la oración y las distintas prácticas de penitencia, en despojarse completamente del "hombre viejo" y a revestirse del "hombre nuevo" (cf. Colosenses 3,9), imagen de Cristo -justicia y santidad verdaderas-, mientras dura su vida mortal.
El bien que hagas, el mal que puedas sufrir, te sirva como remedio de tus pecados y premio de vida eterna, afirma el sacerdote tras la absolución sacramental. La purificación que no se alcanza en la vida mortal, purificación que libera de lo que se llama la "pena temporal" del pecado, debe realizarse tras la muerte en el Purgatorio.
Pongamos un ejemplo. Imaginemos que estamos jugando a futbol en la calzada de una calle. Entonces, el más gamberro lanza un pelotazo a la cristalera de la tienda de comestibles rompiéndola en pedazos. Luego, el culpable, armándose de valor, se dirige al dueño del establecimiento y le pide perdón. El amable propietario le dice: Estás perdonado, sí. Pero la cristalera se ha roto y hay que reparar los daños. La gamberrada se reparará reconstruyendo la cristalera y cambiando un vidrio, que el culpable tendrá que pagar trabajando duramente: es la pena temporal merecida por el pecado, el Purgatorio, en definitiva. Y si antes de empezar a pagar en dinero o en especie, el generoso propietario se apiadase del infractor y le dijese que no hacía falta ya pagar, que él mismo asumía la deuda con su propio peculio… Eso sería la Indulgencia plenaria: la remisión total de las penas temporales que conlleva el pecado.
Así pues, la Indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos.
Otra cosa es que esta explicación, indispensable para quien desconozca la doctrina católica sobre el pecado, la penitencia y el perdón, quede reducida en el Decreto Pontificio a la débil y única referencia a un espíritu desprendido de cualquier pecado para vivir la epidemia en espíritu de conversión personal. De esta manera, uno acaba perdiéndose no en lo fundamental, sino en la letra pequeña que te indica cómo lucrar materialmente la Indulgencia en un determinado momento histórico -la pandemia- sin entender su verdadero significado. La Indulgencia plenaria puede lucrarse siempre, en cualquier momento, simplemente rezando -entre otras cosas- el Santo Rosario: rezándolo en una iglesia, en un oratorio, en familia (¡tanto más meritorio!) o en comunidad, confesando los pecados y orando por las intenciones de Papa.
Por tanto, proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo -también durante la pandemia-, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo - ¿no está ya aquí? - en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas- la ideología de género y la transexualidad-. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio (2Timoteo 4). ¿De verdad estamos siguiendo las instrucciones del Apóstol de las gentes, además de mostrar nuestra ya irrefrenable inclinación al indulto y a la indulgencia incluso para el que ni reconoce sus pecados, ni los confiesa, ni se arrepiente de ellos, ni manifiesta el menor propósito de enmienda?
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.info
Cuando hay un corazón realmente arrepentido y convertido, Dios perdona totalmente. Las consecuencias del pecado deben ser reparadas por el pecador siempre que sea posible.. Siempre. Pero si no hay posibilidad, el perdón de Dios cubre totalmente el pecado y sus consecuencias de cara al pecador, como dicen diferentes salmos. Las indulgencias es una doctrina católica romana, una interpretación bíblica que para mi no es cierta, es falsa. El pecado queda borrado en su totalidad, Dios no impone más pena, sino de que clase de perdón si no parcial hablamos?
ResponderEliminarEntiendo que no seas católico, pero tampoco entiendo que vengas a darnos lecciones. Nosotros no las damos en las webs protestantes.
EliminarAnónimo de las 11:43 sino te gusta mi opinión.... Pues ajo y agua...tengo libertad de opinión, revisa tu integrismo.
EliminarAnónimo de las 23,14. Se nota que eres calvinista, os consideráis una raza superior ya salvada porque sois los elegidos.
EliminarAprende la católica humildad, pues muchos serán los llamados y muy pocos los elegidos, ademas los últimos serán los primeros en el reino de los cielos.
Para tu información la confesión se hace a Jesús, ya que su sacerdote actúa "in persona chisti", como en todos los sacramentos.
Esa es la caridad de la que presumes: "ajo y agua". ¡Cuánto fariserísmo cuando se habla de perdón y misericordia...!
Eliminar¿Cómo lo sabes?
Eliminar¿Te lo ha dicho a ti personalmente Dios?
¿Tan poco vale la salvación eterna que ante peligro de muerte, asustados, baste un acto de contricion influenciado por el miedo y ya está?
¡Vale más un billete de metro!
Espero por tu bien que busques en los Evangelios lo que dice y hace Jesús al respecto, que parece que no tiene nada que ver con tus elucubraciones.
Piensa que, como con el coronavirus, no cabe decir cuando estás en las últimas:
"¡Pues tenías razón!; no sé cómo me pude equivocar así".
Además tu te sentirás mejor, como cualquiera se siente mejor, en los asuntos del día a día, confesando el daño y hacer lo posible para compensarlo, con independencia del cielo y el infierno.
"¿De verdad estamos siguiendo las instrucciones del Apóstol de las gentes, además de mostrar nuestra ya irrefrenable inclinación al indulto y a la indulgencia incluso para el que ni reconoce sus pecados, ni los confiesa, ni se arrepiente de ellos, ni manifiesta el menor propósito de enmienda?"
ResponderEliminarBuenas preguntas ante el vacío total de los obispos y ustedes, Mn. Custodio, los curas, que ya se que es por obediencia, pero me parece que ya vamos por los tres domingos sin misa, un hecho histórico que sólo se dio en la Guerra Civil, aquí en Barcelona y Cataluña.
Por eso pediría a Mons. Omella y a la conferencia episcopal tarraconense, para que reanude las misas, y permita una mayor acción de los curas en los hospitales.
MISAS
1. Parroquia de referencia
2. Curas, diáconos, religiosos y laicos voluntarios
3. Turno obtenido por teléfono o red social (Whatsapp, Telegraf, Twitter, Facebook), dando normas de conducta para antes, durante y después de la misa, avisando a la población de riesgo: mayores de 70 años, contagiados y enfermos
4. Límite de aglomeración y aforo máximo: limitarlo entre mínimo 10 y máximo 20 personas por misa (1 persona por cada dos bancos)
5. Distanciamiento: 1,5-2 metros. Para entrar, salir y circular dentro del interior de la iglesia. Eso implica 1 persona por cada dos bancos
6. Indicar en el banco el asiento que guarda la distancia de 1,5-2 metros.
7. Hacer muchas misas: cada 30 minutos
8. Misa con la breve Plegaria Eucarística II, lecturas por el cura, brevedad: homilía, intenciones, avisos finales. Sin saludo con la mano al ser facultativo (nº 149 Ordinario de la Misa)
9. Cura que se limpia las manos en un recipiente antes de dar la comunión en una mesita auxiliar al altar (credencia)
10. Comunión en dos filas: una para la comunión en la mano con o sin corporal, y otra para la comunión en la boca, separación de 1,5-2 m. Cura con guantes y mascarilla
...................
HOSPITALES
Que el arzobispo y los obispos pidan a la Generalidad que los curas puedan entrar en las plantas de los hospitales para que puedan confesar y dar la extremaunción.
CONFESIÓN
1. Que pidan perdón sin necesidad de contar verbalmente los pecados
2. Fórmulas aprendidas de memoria por el cura, abreviadas al máximo
3. Imponer manos sin tocar al enfermo
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
1. Vestido EPI (equipo protección individual): guante, mascarilla, gafas, bata y delantal sanitarios, luego puesto en el contenedor de residuos clínicos contaminados
2. Recipiente del óleo sólo para enfermos covid
3. Memorizar la fórmula del ritual y hacerlo lo máximo de abreviado
4. Cambio de guantes si se toca algo, siempre
5. No hacerlo si hay una prohibición expresa del hospital
SALUDAR ENFERMOS
1. Desde la puerta
2. No tocar nada
3. Dar palabras de ánimo, bendecir, recitar versículos, salmos
.....
¡Ánimo! Pidámoslo a nuestros obispos...
No dice nada sobre los exorcismos. ¿Acaso no tienen que seguir practicándose exorcismos en este periodo? Las posesiones demoniacas, la infición diabólica, siguen todavía.
Eliminarhttp://justicia.gencat.cat/ca/detalls/Noticia/Especificacions-en-relacio-a-llocs-de-culte
Eliminarhttp://justicia.gencat.cat/ca/detalls/Noticia/Coronavirus-ambit-funerari
http://canalsalut.gencat.cat/ca/salut-a-z/c/coronavirus-2019-ncov/
Es una recomendación no una obligación, pueden ir perfectamente grupos de hasta 10 personas en la misa, las cuales están en su 90% del tiempo en posición estática.
EliminarEso dice la Generalidad, lo cual es una RECOMENDACIÓN, NO UN DEBER, y por lo tanto, lo único que vale es el Real Decreto de Sánchez.
La norma tiene dos partes: la situación de hecho y la consecuencia jurídica. El hecho cierto es que la ciencia médica permite que puedan reunirse grupos de personas hasta un límite de seguridad, que puede ser 10 personas, por lo que la consecuencia jurídica lógica y racional es que SÍ PUEDEN HACERSE MISAS PÚBLICAS CON AFORO Y MEDIDAS LIMITATIVAS.
Tal norma de la Generalidad ni es norma jurídica ni atiende a las permisiones de la ciencia médica. Y es absurda: hay millones de españoles en lugares de trabajo, trenes, metros, buses, autobuses, taxis, vehículos, hospitales, etc.
OMELLA, APRUEBA LAS MISAS PÚBLICAS...
.....
Eso dice la Generalidad, en una norma no jurídica y que recomienda, no obliga, y que carece de base científica médica alguna en la parte de los centros de culto, pues olvida decir cuál es el distanciamiento (¿1, 1'5 ó 2 metros), ni da el aforo máximo (que pueden ser perfectamente 10 personas), ni dice las medidas (¿mascarilla quirúrgica o sanitaria FFP2 o FFP3? ¿guantes para el cura cuando da la Sagrad Hostia? ¿El cura no debe limpiarse las manos?. Vaya desastre de Generalidad:
- Está prohibida la circulación de personas a pie o en vehículos, salvo en casos excepcionales (abastecimiento de alimentos, necesidades sanitarias, trabajo en servicios esenciales ...). Entre estas excepciones NO SE ENCUENTRA la asistencia a centros de culto.
Con el fin de no poner en riesgo a las personas, evitar el contacto entre personas y facilitar el cumplimiento de la orden de confinamiento, RECOMENDAMOS (NO ES UNA OBLIGACIÓN) la supresión de toda actividad pública o colectiva en los centros de culto.
- Como se ve, la Generalidad no justifica y argumenta sus afirmaciones a nivel científico, y además, se olvida de dar normas de distanciamiento, aforo y medidas...
¡¡¡Esto es una chapuza!!!
Omella, habla con la Generalidad para que se recomiende ir a la misa con distanciamiento, aforo y medidas... ¡¡¡Muévete!!!¡Llevamos 3 semanas sin la Eucaristía!
.....
Esta chapuza de la Generalidad olvida que hay normas de obligado cumplimiento en España, incluida Cataluña, y están aquí, de forma muy bien detalladas:
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/home.htm
Gracias Mn. Custodio, por esta CATEQUESIS, recordatorio, de nuestras creencias y practicas de FE Y RELIGIÓN, si ahora no renovamos y ponemos en practica, nuestras obras seran esteriles.
ResponderEliminarPido a los Parrocos, Religiosos, que se abran YA TODAS las Iglesias, sin mas excusas.
Goyo
ResponderEliminar"¿De verdad estamos siguiendo las instrucciones del Apóstol de las gentes, además de mostrar nuestra ya irrefrenable inclinación al indulto y a la indulgencia incluso para el que ni reconoce sus pecados, ni los confiesa, ni se arrepiente de ellos, ni manifiesta el menor propósito de enmienda?"
Sin arrepentimiento no hay posible perdón. Cada vez se dan más facilidades para que nadie se confiese. Manga ancha por donde se van "escapando" todos los que pensamos que nos están cambiando nuestra Fe. Que lean el Catecismo de la Iglesia católica. Todos los de la cúspide son culpables y habrán de dar cuentas a Dios Padre del mal que están haciendo. Hipocresía colectiva. Mucho bla,bla,bla y nada más. Si levantaran la cabeza los santos sacerdotes, que muchos hemos tenido la suerte de ayudar en nuestras parroquias, se pasarían el día llorando desconsoladamente. ¿Para qué tanto esfuerzo y entrega, si los mismos que tendrían que defender los principios , valores y dogmas, que siempre ha defendido y practicado nuestra querida IC, los están anulando?. Una vez pasada esta situación tan desgraciada, nos deberíamos manifestar, rezando Rosarios, ante el "palacio episcopal". Santa María y San José, danos sacerdotes santos.
ANÓNIMO de las 10:59, En palacio estan sentados en un buen sofa,(visto en una foto publicada) les tendria que dar verguenza, naturalmente si alguna vez la tuvieran.
EliminarMuy de acuerdo con lo que expone. Ahora bien: no olvidemos que el Catecismo, que lo tengo muy cerca de mí, lo han escrito los hombres, no Dios.
Eliminar¿Y Ud, Sr.Salvador- nombre de pila- dónde está sentado? ¿Un un banco del si no fos? aunque en la calle no lo creo,.. Colaborando con los voluntarios en esta maléfica pandemia? Quizá viendo la tela en obligado confinamiento.¿Ha visto U. a los prelados así? No sea tan criticón y de fantasía tortuosa, subjetiva y seguramente falsa.
EliminarParece ser que los calvinistas predestinados no necesitan confesarse, arrepentirse ni reparar el daño causado:
EliminarDios les ha salvado desde el principio de los tiempos.
Excelente clase de catequesis.
ResponderEliminarPara bien recordar.
Gracias, Mossén Custodio
Estimado padre Custodio: sobre el contenido del artículo -en realidad sobre la doctrina de la Iglesia católica al respecto- me gustaría plantearle una duda: ¿Qué pasa con el buen ladrón?
ResponderEliminarGracias anticipadas y que Dios le bendiga.
La Iglesia aplica el caudal de la gracia salvadora que brota de la Cruz de Cristo. En el caso particular de Buen ladrón es el mismo Cristo que le aplica directamente la Indulgencia. La Iglesia, a la que se ha confiado administrar los méritos de Jesucristo hasta que vuelva, no existía todavía.
EliminarPues pasa que los dos fueron al cielo!
EliminarMuchas gracias anónimo de las 0:47. Su respuesta me ha aclarado totalmente mi duda.
EliminarGracias por la aclaración.
ResponderEliminarEl anuncio de la indulgencia plenaria constituye una noticia consoladora para muchos creyentes que ven cómo las posibilidades de confesión y penitencia se le acortan en el horizonte. Que ven muy cercano el juicio de Dios. Seguro que estos días muchos están volviendo a plantearse la necesidad de Dios, a arrepentirse de sus pecados.
ResponderEliminarPara el cristiano formado, las explicaciones catequéticas de don Custodio le sirven de luz. Para el alejado que no ha apagado la fe y le queda un rescoldo, el anuncio de la misericordia sin duda le moverá a elevar la mirada a Dios. Sin saberlo asociará su muerte , su vida arrebatada, a la de Cristo. Si con El morimos, viviremos con El.
Grandioso artículo, Mosén Custodio. En Europa nos hacer comulgar con ruedas de molino, con ideologías muchas de ellas ABERRANTES, pero a la hora de ayudar a los países mas pobres a combatir la crisis MÉDICA y ECONÓMICA , ellos contestan : Que cada palo aguante su vela.
ResponderEliminarParece que tenemos lo que nos merecemos !!
Alguien me ha comentado que en Italia Hay un pecado en los 10 mandamientos ( creo que el 9 ) que es concretamente "no defradar al fisco" ya que tal pecado perjudica a toda la sociedad. Aqui se habla de "pecados personales" pero recordemos que el último día seremos juzgados por "Tenia hambre y no me diste de comer ... etc. "
ResponderEliminarPersonalmente creo que el "pecado social" es el más grave de todos los pecados, ya que atenta contra toda la humnanidad. Por desgracia, según mi modesta opinión, es el pecado más común y el menos mal visto. Ruego , en caridad que si estoy equivocado, me lo digais Gracias
También hay un pecado que dice que "el político no robará al Fisco".
EliminarSi el político se corrompe a costa del Fisco, que son nuestros dineros, entonces es absurdo pagar a Hacienda... ¿para qué pagar los impuestos? ¿para que el político se corrompa con el 3% o más?
¿Es pecado mortal no engordar las cuentas de los corruptos políticos?
Eliminar¿Es pecado mortal no pagar con tu trabajo el funcionamiento de los partidos políticos, a sabiendas de que es contrario a la Constitución?
¿Es pecado mortal que la casta progresista y la neocasta progresista compren con el fruto del sudor de tu frente sus votos, creando caciquismo electoral?
¿Es pecado mortal negarte a pagar la religión laica de los marxistas culturales y la descatolización de España?
A lo mejor es que tu quieres consumir más a costa de los demás; pero eso no es una virtud sino un vicio; y por tanto un pecado. Tuyo, no de los que no se quieren dejar esquilmar.
Por lo menos habría que establecer la voluntariedad del pecado mortal para aquel que parasite de los demás.
A lo mejor, en vez de promover cómo podemos vivir a costa del vecino, nos sería más provechoso promover el trabajo, el civismo y las ganas de prosperar: habría muchos menos necesitados y muchos más satisfechos.
Nada extraordinario: lo que conocíamos aquí antes de que Pujol metiese la mano en la caja.
Algún pecado mortal tendrán los corruptos políticos y los que les votan cuando se empeñan en que no prosperes por tu cuenta y que se las arreglan para que la economía nunca funcione y les tengas que votar sí o sí creyendo que así podras sobrevivir.
Esto si que es un pecado social y, como ves, es el peor de los pecados por el alcance, la gravedad y los daños que causa.
Y como ves, aquí no hay nada de "tuve hambre y me disteis de comer".
Jesús predicó la caridad, sí; pero nunca el gorronismo o el socialismo.
ResponderEliminar"Paternalisticamente" es ayudar a alguien desde una situación superior: la del que no necesita ayuda y ayuda voluntariamente al necesitado.
"Solidariamente" es ayudar desde una situación de igualdad: los que se encuentran en una situación de necesidad se ayudan entre sí. (la mayoría de las veces NO es gratuita es un "hoy por ti, mañana por mi", lo que tampoco está mal)
No sé dónde ve usted "olvidar" al pobre. Ya pagamos unos servicios sociales para el "pobre" que nos cuestan un ojo de la cara y que no vemos los resultados deseados ( que no haya pobres)
Lo que usted dice "justificar su conciencia", todos obramos por un sentido interior; y ese sentido interior que te dice que te preocupes, te dice también hasta donde.
En cualquier caso, este comportamiento es uno más de los que obligan a cristiano. Será Cristo el que juzgue en su momento si era o no el que esperaba, no usted.
La limosna era lo que daba Cristo y de lo que a veces viviría (cuando predicaba no trabajaba) ¿Es malo?
Dar la mitad de la capa en una tormenta de frío es una opción santa, nunca una obligación.
Los "pobres" son una proporción muy pequeña de la población.
No son la piedra de toque del cristianismo, aunque parezca que si lo sea para Francisco (no tiene otra creencia):
socialismo cristiano: que unos consuman del trabajo de otros.
Por ejemplo para tener un móvil de última generación.
los "pobres" son un resultado:
Son pobres porque no tienen trabajo o porque no saben hacer nada para ganarse la vida.
No se trata de buscar culpables o responsables, pero todos viviríamos mejor si estás situaciones se evitasen, por ejemplo aprendiendo una profesión y oficio, administrando con prudencia el salario, ahorrando y votando que la economía funcione...
... y también que los servicios públicos funcionen (que los pagamos para algo, no para mantener a corruptos políticos y a sus enchufados)
Parece que yo (no puedo hablar por otros) "olvido" al "pobre"... Eso lo dirá usted, que conoce mi situación y sabe lo que doy o ayudo al "pobre" (ayudarles es también escucharle).
No tengo por qué justificante ante ningún tartufo. Sólo soy responsable de mis acciones y omisiones ante Cristo Rey; y de mis impuestos ante Hacienda.
El Catolicismo no es Francisco revelado.
Dejando a parte lo que pensaría Jesús, que de sus dichos y actos se desprende otra cosa, tenemos 2000 de práctica católica para destilar un comportamiento que en su momento fue sistematizado por filósofos católicos: los Padres de la Iglesia, la escolástica y Santo Tomás.
Según usted, entonces, ¿qué tanto por ciento de lo que ganase (estoy en paro sin desempleo) tendría que dar a un pobre?
¿Para qué un pobre sea pobre, qué tiene que tener o qué le tiene que faltar?
¿Está obligado a algo o sólo a exigir de los demás en nombre de Cristo?
Esto no es catolicismo, mucho menos protestantismo; el francisquismo demagógico no ayuda y no es una opción.
La doctrina tradicional cristiana es ver a Cristo en el pobre. De ahí cualquiera puede sacar libremente sus consecuencias y elegir libremente su comportamiento.
Yo me estoy dando cuenta que o no sé el catecismo o lo he olvidado.
ResponderEliminar¿Podía dedicar algún apartado a exponer y comentar las verdades de la fe? Con ejemplos prácticos. Gracias.
Estimado Señor, Sus razonamientos son más propios de un Liberal contumaz ( Recuerde que su Santidad Pio Nono en el "Syllabus" de 1864 condenó energicamente el Liberalismo. En Cataluña El Dr. Felix Sarda y Salvany en "El liberalismo es pecado" (1884 Barcelona -Libería y tipografia católica) explica clara y muy didacticamente el Syllabus de Pio IX , el cual y en el cual se considera el liberalismo como la nueva "herejía moderna".
ResponderEliminarSiento decirle, en caridad , que sus argumentos son más proximos al Calvinismo que a la doctrina de la Igesia Romana Católica y Apostólica. Doctina expuesta por el Papa Pio IX y refrendada por la doctrina del Papa Francisco, del cual usted no parece ser muy feviente devoto. El Concilio Vaticano I definió la Infalibilidad del Papa cuando habla ex-Catedra.
Por favor sigamos la doctrina de Jesucristo el Hijo de Dios y no la doctrina del Dinero y el egosismo que conlleva, ambos engendros del diablo.
Ni sin comunión ni confesión sacramental en la próxima ocasión ni oración por el Papa. Esto se llama juridicamente en estos casos de indulgencia en casos extraordinarios, condición suspensiva, que anula la temporal de los 15 dias antes o después de la bendición, enncasos ordinarios, y de los que no se habla en el artículo. Si mientras se encuentra en esa condición suspensiva muere es válida si no pudo cumplir esas otras condiciones de validez.
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