El desafío de la Posmodernidad

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En la sociedad occidental, el individuo puede asociarse en la polis, en la ekklesía y en la familia. Y resulta que además de estar las tres instituciones en crisis severa (inducida por la polis), el individuo está sometido a terribles tensiones desintegradoras: por ejemplo la polis, con el objeto de acentuar su dominación sobre el individuo, está haciendo cuanto está en su mano por poner en cuestión y en crisis su identidad biológica, hoy llamada “de género”. En estas condiciones, es muy difícil escapar a situaciones tanto individuales como colectivas de verdadera angustia.
La crisis de los chalecos amarillos en Francia es probablemente algo más que una reacción ante un hartazgo fiscal. De hecho hemos visto cómo todos  los intentos del gobierno francés para la solución de tal crisis y de conciliación con los movimientos que lideran la rebelión y las protestas, están siendo estériles. Y eso es debido a que todas las promesas basadas en el inicio de una reforma fiscal en Francia, incluso en profundidad, no parecen ser suficientes para extinguir la hoguera de la rebelión.  Esta forma de rebelión profunda de los ciudadanos es el fruto de la "disociación" contemporánea, es decir, de la sociedad del individuo disociado. Lo que aquí en España hemos llamado la sociedad del individuo desvinculado o sociedad desvinculada. Concepto perfectamente desarrollado por el fundador de e-Cristians Josep Miró i Ardèvol en su libro “La sociedad desvinculada”. Accediendo a su web “Sociedad Desvinculada”  podemos adentrarnos en los conceptos  principales perfectamente hilvanados por Miró.

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Josep Miró i Ardèvol
Como bien concluye el gran filósofo y académico Pierre Manent “Probablemente seamos los primeros, y ciertamente seguiremos siendo los únicos en la historia, que ofrecen todos los componentes de la vida social, todos los contenidos de la vida humana a la soberanía ilimitada del individuo particular” Se puede plantear un segundo factor para explicar la increíble dislocación del vínculo social: la financiarización del mundo  que desde principios de la década de 1990 cambió gradualmente nuestras democracias liberales conduciéndolas a una era post-política. Esto significa que la soberanía de la política es, en muchos aspectos, abolida. Así es como el vínculo social se alcanza al mismo tiempo en su base y en su cima, aunque los cuerpos intermedios estén enfermos. A esto se añade la crisis cultural, que alcanza el sentimiento de pertenencia, pero también la crisis moral y espiritual de un mundo occidental sin Dios: nuestra sociedad ya no puede referirse a un “super-ego trascendente” común capaz de estructurar sus límites, determinando lo que debe ser prohibido y lo que no; lo que debe promoverse y lo que debe ser descartado.
En este contexto, se ha vuelto casi imposible deliberar sobre lo bueno y lo malo; y el árbitro se convierte en lo que es técnicamente posible y económicamente rentable.  Sin embargo, esta modernidad triunfante está llegando hoy a sus límites. De hecho, la sociología de las profundidades de nuestros países europeos rechaza cada vez más la "narrativa global" del "nuevo mundo". Ideológicamente, estamos presenciando un cambio: el paradigma liberal, progresista y europeo parece alcanzar su techo de cristal, quebrado en medio de la nada. Son muchos los pensadores que constatan y empiezan a afirmar, a menudo sin comprender las causas, que ya no podemos vivir juntos. Ya no podemos "hacer sociedad", como decimos en la jerga sociológica. Manent afirmaba que el hombre contemporáneo,  teniendo la ciencia moderna, la conciencia individual y la libertad, envía a la religión (la imposible Salvación sic) al cuarto de los trastos (Sartre decía:  Si je range l'impossible Salut au magasin des accessoires, que reste-t-il ? Tout un homme, fait de tous les hommes et qui les vaut tous et que vaut n'importe qui - Si relego la imposible Salvación al almacén de los accesorios, ¿qué queda? Todo un hombre, hecho de todos los hombres, que los vale todos y que vale como cualquiera). Ese es el obstáculo intelectual que bloquea el futuro de los creyentes.
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Pierre Manent
En este contexto, creo con convicción que el momento católico está llegando para Europa; aunque en nuestro país, por la falta de pensadores católicos, por falta de un laicado comprometido en lo público, en lo social y en lo político y por falta de una jerarquía con preparación intelectual y altura de miras, la corriente tardará en llegar. El pensamiento social de la Iglesia católica ofrece de hecho principios elementales de la vida en la sociedad, cuya negación contemporánea valida, por sus fracasos, su relevancia. En este sentido, la "disociación" o desvinculación (llamémosla como queramos)  también dice lo que es la sociedad. Y es que la Iglesia además de ser una experta en humanidad, es una experta en sociabilidad. Los nuevos problemas sociales de los que ahora se está tomando conciencia en las democracias occidentales, pueden marcar un punto de inflexión para el compromiso católico en la sociedad, es decir en la Ciudad Terrena. En el siglo XIX, la cuestión social se centró o se confundió (véase como se quiera) con la cuestión laboral. Los católicos sociales, provenientes de diferentes escuelas de pensamiento, se movilizaron a favor de los trabajadores y contribuyeron al desarrollo de leyes sociales que pudieron resolver, al menos en parte, la cuestión social.
En el siglo XXI, la cuestión social, mucho más compleja y multiforme, no puede resolverse solo mediante leyes, va mucho más allá del marco de condiciones dignas o indignas en las que vive o trabaja una clase social en particular. El problema estriba en los fundamentos del vínculo social como tal, alterado ahora en todas sus dimensiones. Y concierne a una parte muy importante de la ciudadanía europea, que no puede vivir dignamente del fruto de su trabajo y que lucha por educar a sus hijos, ya que las condiciones culturales y familiares son perjudiciales.
Esta nueva cuestión social implica un nuevo catolicismo social. Para eso no es suficiente, sin embargo, afirmar los principios perennes de la vida en la sociedad, contenidos en la Doctrina Social de la Iglesia, sino que además se necesita una renovación radical de las prácticas políticas y sociales de los católicos; para religar a la sociedad, reconstruir y animar a las comunidades solidarias, pero también para devolver la política al noble lugar que le pertenece.  De hecho, el orden social que se construye desde la base, no se mantiene si no hay algo que lo mantenga desde arriba.
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La mediación de lo político sigue siendo indispensable. De otra manera  nuestro catolicismo social seguirá siendo solo humanitario y se contentará sólo con curar las heridas, lo que ya es bueno, pero sin resolver las causas  que ocasionan esas heridas sociales. El papel de los laicos es decisivo para pensar y practicar esta renovación. El Concilio Vaticano II afirmó que pertenece en particular a los laicos el arrojar luz sobre cuestiones temporales. Esta llamada debe tomarse en serio: significa que los laicos no pueden esperar que la solución caiga desde el cielo o que ésta venga desde la cúpula de la jerarquía eclesial. El laicado ha de ser el motor para la puesta al día del pensamiento social de la Iglesia. Los laicos han de ser los protagonistas de su actualización.
La Doctrina Social de la Iglesia no es principalmente un objeto clerical. ¿Acaso podría León XIII haber escrito la encíclica fundadora “Rerum novarum” si no hubiera sido iluminado por varias décadas de prácticas políticas y sociales de los laicos católicos? Ciertamente no. Hay así, en la Doctrina Social de la Iglesia, un doble movimiento, ascendente y descendente. Esto implica que nosotros los clérigos mismos, hemos de aceptar ser iluminados sobre temas temporales por aquellos que, como los laicos, son responsables de ellos. Esto implica, quizás, abrir la doctrina social de la Iglesia más allá del campo exclusivo de la teología moral, un ámbito clerical donde los haya.
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Laurente Bouvet
Por ejemplo, la nueva cuestión social está vinculada a la cuestión de la identidad, como Laurent Bouvet mostró en su ensayo “L´insécurité culturelle” (Ed. Fayard 2015). Y la cuestión de la identidad tiene que ver con la inmigración. ¿Cómo podría haber cohesión social sin una cultura común, sin experimentar la experiencia compartida de lo que San Agustín llamó "la comunidad de seres queridos"? Es una cuestión política y social, y no solo una cuestión moral, incluso si la moral evangélica tiene algo esencial que decir sobre el extranjero. Pero arrinconar y limitar la cuestión migratoria a una  cuestión moral es condenarse a uno mismo a aprehender solo una parte de lo que constituye un elemento estructurador de la historia contemporánea; y esto también conlleva el riesgo de afirmar, a través de la autoridad eclesiástica, una moralidad migratoria que se impone a los laicos como un imperativo kantiano categórico, donde el argumento de autoridad presenta el riesgo de convertirse en un abuso de autoridad.
Con un agravante, y es que la política migratoria es burdamente empleada por los países ricos como un remedio para el fracaso de la política familiar, que al requerir menos compromiso (puro egoísmo), es mucho más maniobrable. Un paso más en la financiarización de la vida, absolutamente lejos de la “comunidad de seres queridos” que propone san Agustín como definición de sociedad con perspectiva cristiana.
En este momento crítico de la historia de Europa, los laicos católicos están llamados a unirnos en torno a las nuevas cuestiones sociales en su conjunto. A modo de ejemplo: los aparentes desórdenes en la rebelión de los chalecos amarillos, ​​en el fondo expresan un deseo de orden que comienza con una sed de justicia y continúa con una sed de participación en la obra común de la construcción social.
Lo católicos no estamos llamados a construir una "aldea cristiana", sino nuestra gran comunidad cívica europea que se va a rehacer yendo a conocer, en contacto con la sociología, los problemas en profundidad de nuestra ciudadanía. Esta misión requiere prácticas políticas y sociales concretas y arraigadas que van mucho más allá de la defensa de una base de valores. Ciertamente hay una brecha sociológica entre el rostro del catolicismo y los problemas más profundos de las personas, de nuestra ciudadanía. Pero existen aspiraciones comunes que pueden permitirnos encontrar puntos de referencia, una identidad colectiva, un proyecto común, para satisfacer la necesidad y el deseo de protección y seguridad frente a la globalización. Por eso, las diferencias sociológicas no pueden entenderse como un obstáculo insuperable. Estas diferencias ya existían en el siglo XIX cuando los católicos sociales se movilizaron en Europa.  Siempre he creído que los católicos no podemos desentendernos de la cuestión social, so pena de fallar en nuestras obligaciones para con nuestros congéneres y conciudadanos. Hoy necesitamos la audacia de permanecer fieles a nuestra vocación social y de encontrar un aliento que permita crear comunidades de destino y tejer las solidaridades que Europa necesita.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet
Licenciado en Derecho Canónico e Historia

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14 comentarios

  1. La implicación del católico en la vida social es imperiosa. Tan imperiosa cuan difícil. A lo largo de la historia del catolicismo político español de los dos últimos siglos, podríamos decir desde la revolución de 1848, ha vivido momentos de desorientación, pero nunca como en nuestros días. En la Cataluña, en concreto, hubo momentos de absoluta desorientación, que indujo a muchos católicos de zonas rurales a enrocarse en un viejo carlismo y a los católicos de zonas industriales a vivir en total desamparo doctrinal, sobre todo en la Barcelona anarquista de Francisco Ferrer, Ascaso, Pestaña o Durruti. No llegó aquí el impulso de don Angel Herrera y sus Propagandistas. Tras la guerra, y tras un primer decenio de recomposición de la ruina moral y material, el resurgimiento económico trajo en algunos clérigos la inquietud social, que buscaba modelo en los sacerdotes obreros de Francia. Pero las asociaciones católicas no tardaron en convertirse en asociaciones marxistas. El Instituto León XIII, perfectamente dirigido por Sánchez Agesta, no tuvo en Barcelona resonancia alguna, pese a que Guix, que sería obispo de Vich, perteneciera al mismo. Los colaboradores catalanes de Cuadernos para el Diálogo, por citar un ejemplo, eran un granadino (Jiménez de Parga) y, por benevolencia de Joaquín Ruiz-Jiménez, Paco Candel y un cura esperpéntico (RIP) que desbarraba en cada párrafo para hazmerreír de la redacción. El mosén terminó en los límites de la irracionalidad con ecologías de baratillo. Pero, serio, serio, para nuestra desgracia, no hubo en estos lares, un catolicismo social fuerte.

    Ahora nos hallamos a la intemperie. Hay católicos formados, con capacidad de influir, que no quieren ver a la jerarquía eclesiástica ni en pintura ante la deriva secesionista. ¿Cómo van a arrimarse a los mitrados que nombran pregonera de las misiones a una radical secesionista? ¿Qué va a decir del prójimo quien pugna día sí y día también en ahogar los derechos de ese otro?

    Sin duda hay personas que se autotitulan católicos y como tales participan en foros pagados por la Iglesia. Pero uno tiene el convencimiento de que no arrastran a nadie ni tienen nada que decir, salvo que los obispos deberían firmar no sé qué panfletos.

    Quienes podrían arrastrar están adormecidos. O escondidos. Resulta paradigmático que un grupo intelectualmente potente tenga que sumergirse en las catacumbas de su discreción para celebrar la festividad de santo Tomás de Aquino.

    Otro gallo nos cantara si los obispos tuvieran las ideas claras. Y valentía suficiente para defenderlas.
    A uno le parece que la cuestión social no puede ir separada de la cuestión doctrinal. En efecto, los problemas planteados por la ciencia, en particular por la medicina regenerativa, la manipulación genética, la degradación del medio, el trato a los animales, etcétera, están alejando también a muchos de la Iglesia. A este respecto, recuerdo que en determinada ocasión le pregunté a un profesor de moral de san Paciano si conocía algún católico (laico o sacerdote) que pudiera responder a determinadas objeciones planteadas por la neurociencia a propósito de la manipulación de la conducta. Me citó a un cura...ignaro en la materia, aunque con cátedra en los medios eclesiales. Así no se va a ninguna parte.

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    1. Doctor Valderas, VIC hace ya muchos años que se escribe así! no con H... Modernícese hombre!

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  2. Totalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo. Los Mitrados secesionistas no son Católicos en ningun caso.

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  3. Un grupo de cristianos (Miró Ardèvol y Eugeni Gay entre ellos) firmaba conjuntamente un escrito de intento de recobrar en Barcelona y por extensión en Cataluña el pulso católico, escrito que los domingos publicaba La Vanguardia. Leí esa sección dos o tres domingos, hace alrededor de un año, pero no acababa de convencerme por la sensación ecléctica que me dejaba. Cuando un texto lo firman más de tres o cuatro personas seguro que ha habido que recortarlo para contentar a todos. El resultado es un texto "acomodado" cuando lo que la sociedad necesita son palabras proféticas. Esto es así y por este camino bienintencionado no creo que se consiga ese influjo social que de alguna manera el artículo de Mn. Francesc demanda de los laicos.
    Sea cual sea la acción laical, tengo claro que si no hay claridad doctrinal no prosperará cuanto se emprenda porque solo desde la piedra sólida de la verdad puede edificarse.

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  4. Considero muy atinado traer a colación a Josep Miro i Ardevol al reflexionar sobre este estado actual de dominación sobre el individuo, que crea situaciones tanto individuales como colectivas de verdadera angustia, debida en gran parte a la financiarización del mundo.

    Miro i Ardevol más que un teórico es un agente activo en este mundo. Y explica a las claras esta situación de angustia, colectiva y en muchos casos individual, que provoca el prusés de la discordia, en Cataluña, en toda España, y quieren extenderlo lo más posible a Europa.

    “Escucha España” JOSEP MIRÓ I ARDÈVOL
    15/02/2016

    “Es la hora de la responsabilidad del Estado,( Reconoced de una vez su naturaleza de comunidad nacional, de nación cultural, y otórguese la solución competencial en consonancia, en una disposición adicional a la Constitución, como propugnaba Duran Lleida) Esto o el enquistamiento del conflicto, el barrizal interminable y la inestabilidad política.”

    http://www.lavanguardia.com/opinion/20160215/302159619911/escucha-espana.html

    JOSEP MIRÓ I ARDÈVOL 24/07/2017

    “la manifestación que España tiene un proyecto común, que hoy tiene como primera premisa conseguir una buena incorporación de Catalunya. Si no lo logra que nadie lo dude, tarde o temprano España se fracturará, y antes vivirá instalada en un conflicto permanente”

    http://www.lavanguardia.com/opinion/20170724/4351308116/gobernar-contra-catalunya.html

    Escuchando a Miró i Ardevol queda claro que la desestabilización social actual está provocada por algunos para conseguir sus objetivos y que pretenden mantenerla hasta lograrlo. Existen las profecías autocumplidas. Afortunadamente, hace poco el Papa ha cesado a Miró i Ardevol de su cargo en el Vaticano en el consejo de laicos, lo que han hecho pasar desapercibido.

    La señalada financiarización está detrás de tantas angustias colectivas. En las mismas páginas de Miró i Ardevol y en los mismos días, el financiero López Burniol, vicepresidente de La Caixa, explicaba de que va realmente esto del prusés, una cuestión de poder:

    “9 sept. 2017 - Se trata de resolver de una vez –¡y ya es tiempo!– de qué manera se organiza y reparte el poder en España” López Burniol

    https://www.lavanguardia.com/opinion/20170909/431136878023/espanoles-a-las-cosas.html

    Algunos tienen mucho más poder que el resto pero quieren más y más poder. El cercle es ya muy explícito.

    Se pone como ejemplo los llamados “chalecos amarillos” en Francia. Hay que tener en cuenta que los poderosos saben como explotar y utilizar para sus fines cualquier situación potencialmente conflictiva. Ayer, en esas mismas páginas, lo explicaba Enric Juliana, compañero del financiero López Burniol en la escritura del famoso “editorial conjunto”.

    “La huelga de taxistas concentra todas las tensiones políticas que explotarán en las elecciones de mayo” Enric Juliana

    https://www.lavanguardia.com/politica/20190203/46177363723/franz-von-taxis.html

    Me parece que la disociación entre los relatos explicativos de lo que pasa y los agentes que realmente provocan eso que pasa nos sume en un estado de dominación y angustia. Al final, unos y otros conductores de vehículos se quedan chafados, sin saber que ha pasado (y algunos listos se quedan con la financiarización de las licencias)


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  5. Es posible que esto sea una fake news con aviesas intenciones, dentro del mismo pack:

    “El Papa sobre un posible viaje a España: "Primero tienen que ponerse de acuerdo ustedes" 03/02/2019 21:20:09

    “Así ha respondido a preguntas de una periodista española que ha transcrito la conversación a través de Twitter bajo el hastag #diálogos a bordo con RNE”

    https://www.europapress.es/sociedad/noticia-papa-posible-viaje-espana-primero-tienen-ponerse-acuerdo-ustedes-20190203212009.html

    Rápidamente lo han usado con retorcimiento:

    ¿”UNA INSULTANTE Y OFENSIVA REFERENCIA A LOS INDEPENDENTISTAS CATALANES?
    El Papa Francisco y su venenoso comentario: "Viajaría a España si primero se ponen de acuerdo ustedes"

    Periodista Digital, 03 de febrero de 2019 a las 19:56”

    https://www.periodistadigital.com/mundo/europa/2019/02/03/el-papa-francisco-viajaria-a-espana-si-primero-se-ponen-de-acuerdo-ustedes.shtml

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    Respuestas
    1. Sigue la posible fake news de supuestas declaraciones del Papa sobre un viaje a España. El tema no es baladí.

      Desde La Razón entrevistan al obispo del Opus Gil Tamayo, que da validez a las supuestas declaraciones:

      “José María Gil Tamayo, ex secretario de la Conferencia Episcopal, cree que la respuesta de Francisco sobre su viaje a España fue "una salida de las suyas"
      https://www.larazon.es/religion/el-obispo-de-avila-al-papa-la-invitacion-ha-estado-permanente-y-sigue-abierta-FM21782465

      El también socio del Opus J.V.Boo en ABC sigue con el tema elucubrando por su cuenta y atribuyéndoselo a otros:

      “Sorpresa en la conferencia episcopal y el Gobierno por las palabras del Papa sobre un viaje a España”

      Juan Vicente Boo 05/02/2019 02:57h
      https://www.abc.es/sociedad/abci-sorpresa-conferencia-episcopal-y-gobierno-palabras-papa-sobre-viaje-espana-201902042007_noticia.html

      Se empeñan en no decir quien es la periodista que lo cuenta. Pero en otro sitio sí lo dicen. Se trata de Sagrario Ruiz de Apodaca, mujer de Lorenzo Mila, el hermano de Mercedes Milá, periodista del alto poder y muy bien tratado.

      La citan los de la revista “Vida Nueva”
      https://www.vidanuevadigital.com/2019/02/04/francisco-sobre-un-posible-viaje-a-espana-primero-tienen-que-ponerse-de-acuerdo-ustedes/

      Hacen una manipulación muy burda. Para dar impresión de veracidad ponen una foto del Papa en el avión con una periodista. Pero la periodista no es Sagrario Ruiz de Apodaca ni es de este viaje, sino del viaje a Panamá, cuando ellos mismos publicaron esa foto hace semanas:
      https://www.vidanuevadigital.com/2019/01/23/el-papa-contra-el-muro-de-trump-el-miedo-nos-vuelve-locos/

      Según ella este es el diálogo con el Papa. No pone foto, fecha el tuit el 3 de febrero, sin hora.

      Sagrario RuizdeApodaca@SagrarioApodaca 3 feb. (NO PONE FOTO)

      -“Está muy viajero este año“ comento al #Papa en el avión rumbo a #EmiratosÁrabes
      -“Hay que moverse” contesta
      - “¿Cuándo a España?”
      - “ Primero tienen que ponerse de acuerdo ustedes”
      - “¿Quiere decir que depende de nosotros?”
      -“Sí, sí” (ríe)
      #diálogosabordo con @rne
      https://twitter.com/SagrarioApodaca

      Otros medios no dicen nada de nada.

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  6. Artículos como el de Mn. Espiner de hoy, y comentarios como los que se han emitido hasta ahora (5 comentarios) dignifican a Gérminans. Ojalá que no decaiga esta línea.

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  7. Llama la atención que la violación múltiple de la manada de Sabadell aparezca como anónima. Aquí todos sabemos que se trata de menores marroquíes escapados de las casas de acogida de la generalitat y que vivían como okupas en una nave abandonada.
    Callan la nacionalidad de los asaltantes para no criminalizar a los emigrantes, pero así nos criminalizan a todos los demás. España como paraíso de la violencia machista. ¡Hipócritas!

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  8. Agradecería opinión de algún FAN del EX-HONORABLE sobre sus amiguitos de CORRERÍAS de Monserrat, gràcies.

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  9. El agravante de la política migratoria a la que usted alude, Mosén Francesc, es enormemente serio. Basta darse una vuelta por esta bendita tierra para darse cuenta de ello.
    Me viene a la memoria algún pueblo en los que no habría ni escuela abierta de no ser por los inmigrantes. En algunos lugares se siente la duda de no estar en Europa.
    La cosa es más grave si se tiene en cuenta los índices de natalidad. Está clarísimo cual va a ser el futuro. Puede que no haga falta ningún otro razonamiento.
    Gracias por su excelente artículo.

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  10. De acuerdo con el anónimo de las 5.55 h.
    Usan la Iglesia a modo de herramienta para conseguir el fin, que no es otro que el poder (el dinero). El bien común, España, es muy secundario. Lobos con piel de cordero. En este caso, un laico.

    Aquí dejo un vídeo del Cercle d´economia. El sujeto presenta aspecto blandengue y corderil, pero su discurso deja en evidencia sus dientes largos y la salivación propia del que ya ve la repartición de España entre la oligarquía catalanista. ¡Se puede ser más “utilitario”!

    https://youtu.be/gGEKkyGsY3E

    ¿De donde podría salir la frase “postmoderna”: “Espanya ens roba”, sino de esa sociedad desquiciada en que la razón moral cristiana ha claudicado?.

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    1. Anónimo 4 de febrero de 2019, 5:51, corrijo.
      Laura S

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  11. Mn Espinar, si no sabe nada del plan Kalergi, mejor no decir nada.

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