A lo largo del año 1977 Pablo VI fue recibiendo por grupos regionales a los obispos de Francia en visita ad limina. También en esta circunstancia el Papa deseaba consignar un último mensaje: la Iglesia de Francia está enferma. En diciembre, al último grupo recibido, el Papa le hará llegar la expresión de su doloroso estupor ante la degradación de la situación religiosa en Francia: el problema de las vocaciones y de la formación al sacerdocio, liturgias inadmisibles aquí y allá; una apatía espiritual generalizada de los sacerdotes, los religiosos y las religiosas; una evolución sorprendente de los diversos movimientos de acción católica; la admisión por algunos personajes u organismos oficialmente católicos de hipótesis o de prácticas manifiestamente contrarias a la fe o a la ética cristiana. Todo eso y más.
En los meses precedentes le llegaron diversas súplicas presentadas por laicos. Una primera, a iniciativa de Michel de Saint Pierre y firmada por diversas personalidades (Roland Mousnier, Ivan Gobry, Jacques Vier, Louis Salleron, Jean Dutourd, Jean Marc Varaut y otros) pedía el envío de un Legado pontificio con el fin de hacerle conocer de primera mano la verdad sobre la situación del catolicismo francés, reclamando entre otras cosas la autorización de la misa tradicional. La segunda súplica emanaba del grupo “Fidélité et Ouverture” de Gérard Soulages lamentándose de que en Francia no existiese ningún catecismo que gozase de la aprobación formal de la Santa Sede y se inspirase en el Directorio Catequético General publicado en 1971 por la Congregación para el Clero. Desconociendo si Pablo VI amonestó o no a los obispos franceses sobre ese particular, la verdad es que no tomó ninguna decisión personal.
En el mes de junio el Papa se separó de Mons. Benelli, uno de sus más íntimos y activos colaboradores, nombrándole arzobispo de Florencia y creándolo cardenal, señalándolo de esta manera como un futuro papable. Todo el mundo sentía que el pontificado se acababa. Cuando Jean Guitton reencontró a Pablo VI en septiembre, era un papa triste, inquieto, que se interrogaba angustiosamente retomando una frase del Evangelio: “Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?” Añadiendo la cita de la carta de San Pablo a Timoteo "He luchado el buen combate, he concluido la carrera, he guardado la fe (…) a lo que Papa Montini añadía “He hecho lo que he podido” (Jean Guitton en Le Figaró del 8 de agosto de 1978)
En el mes de noviembre de 1977 el cardenal Villot confesó al que fuera redactor jefe de La Croix, el P. Antoine Wenger, “que estaba recibiendo a muchos cardenales para preparar el ínterin y la sucesión. Pues ese estado de cosas no podía durar mucho tiempo. Más allá del dolor de la artrosis, había ausencias.” (sic)
El cuerpo sin vida de Moro en Via Caetani y sus funerales presididos por Pablo VI |
Desde Navidad hasta la mitad de enero de 1978 el Papa, sufriente, tuvo que suspender sus audiencias. Una última prueba le esperaba. En el mes de marzo, su amigo Aldo Moro, el presidente de la Democracia Cristiana, fue secuestrado por las Brigadas Rojas. El Papa lo conocía desde su juventud en la FUCI y había mantenido su amistad y relación personal durante toda la vida. Los terroristas de extrema izquierda exigían a cambio la liberación de presos políticos. El 19 de marzo el Papa dirigía una primera apelación a favor de su liberación. El 20 de abril, y bajo amenaza de sus secuestradores, Moro escribió al Papa pidiendo su mediación ante el gobierno para que las exigencias de sus secuestradores fuesen atendidas. Pablo VI estaba dispuesto a hacerlo. Pero el cardenal Villot y Mons. Casaroli le disuadieron. El día 22 de abril, pocas horas antes del ultimátum fijado por los secuestradores y tras trabajar buena parte de la noche, difundió su célebre carta a los hombres de las Brigadas Rojas: “…os lo pido de rodillas: Liberad al hon. Aldo Moro, sencillamente, sin condiciones…” Sin recibir respuesta alguna, el Papa hizo un último intento ofreciendo una importante suma de dinero por su liberación. Encargó a su secretario don Macchi el contactar con los terroristas, cosa que logró aunque sin llegar a convencerles, según reveló Giulio Andreotti, primer ministro en aquel momento, diez años más tarde en una entrevista publicada en el semanario Panorama el 13 de marzo de 1988. Aldo Moro fue ejecutado el 9 de mayo, esta semana pues se cumplen 40 años, y su cuerpo abandonado en la calle Caetani, en el interior de un Renault-4 rojo, muy cerca de la sede de la DC. El Papa presidirá los funerales del amigo asesinado. Aquella emotiva ceremonia y aquel papa enfermo de rostro desencajado, repentinamente crearon en la opinión pública italiana un consenso unánime en torno a la figura del Papa.
En los meses siguientes su declive físico se aceleró. Su confesor afirmó: “Su espíritu permanece claro, pero no queda nada de su cuerpo. Sus fuerzas menguan día tras día”.
El 3 de agosto, como era habitual cada año, el Papa se retira a su residencia veraniega de Castelgandolfo. Su última audiencia pública fue a Sandro Pertini, dirigente socialista elegido presidente de la República pocas semanas antes. La audiencia duró dos horas y media: en ella abordaron la cuestión de la revisión del Concordato entre Italia y la Santa Sede. Según testimonio de Pertini, ambos acordaron establecer delegaciones para entablar negociaciones “con instrucciones concretas con el fin de evitar inútiles intransigencias”
Catafalco con los restos mortales del Papa |
El 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor, Pablo VI moría. Conforme a sus últimas voluntades las exequias se celebraron con una extrema simplicidad.
¿Cuál será el juicio de la Historia sobre su pontificado? Una de las personas que mejor le conocieron y que fue su amigo durante más de treinta años, Jean Guitton, emitió un juicio que los historiadores futuros tendrán que considerar junto a otros muchos más: “Pablo VI no estaba hecho para ser papa. Estaba hecho para ser secretario, el colaborador de un gran papa. No tenía aquello que es propio de un papa: la decisión y una enérgica determinación”.
Sea cual sea el juicio histórico sobre su pontificado, la Iglesia al canonizarlo el próximo mes de octubre e inscribirlo en la lista de los santos, no emite un juicio sobre los éxitos temporales de su pontificado ni mucho menos sobre sus cualidades “políticas”. Juzga que fue un santo.
Ante el tribunal de la Historia o ante el Tribunal de la Iglesia, a Pablo VI no le faltarán jamás testigos de cargo ni en su favor ni en su contra.
Mn. Francesc M. Espinar ComasPárroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet
Licenciado en Derecho Canónico e Historia
Goyo.
ResponderEliminarGracias Mn. Francesc por sus artículos. No deje de colaborar con GG. Son interesantes, formativos y me reconfortan ante la terrible situación de nuestra querida Iglesia católica. Que Dios le bendiga.
Efesios 6, 10-12
ResponderEliminar"Por lo demás, hermanos, confortaos en el Señor y en la fuerza de su poder. Vestíos la armadura de Dios, para poder sosteneros contra los ataques engañosos del diablo. Porque para nosotros la lucha no es contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes mundanos de estas tinieblas, contra los espíritus de la maldad en lo celestial".
"El expediente Montini: algunas aclaraciones históricas, metodológicas y espirituales"
ResponderEliminarhttps://adelantelafe.com/el-expediente-montini-algunas-aclaraciones-historicas-metodologicas-y-espirituales/
Me pregunto desde mi condición de simple católico practicante, bastante observador eso sí : ¿ porqué tanta canonización,tanta beatificación...en la iglesia actual ?...
ResponderEliminarSirve esto para aumentar la FE del pueblo fiel ?, o simplemente suma más la indiferencia ya existente ?.
Todos los papas son canonizables por el mero hecho de serlo ?..
Anónimo de las 8;21, como se nota que NO eres del OPUS DEI, SI NO, pedirias a gritos la canonización de D. Alvaro del Portillo, EL GRAN MAQUINADOR DEL CONTRA PODER A LA IGLESIA CATOLICA.
EliminarAIXECA'T - LEVÁNTATE
ResponderEliminarEncuentro a faltar un link que lleve a COMENTARIOS, sobre la propuesta del video antepuesto al artículo de hoy. Porque estoy seguro de que más de un lector (yo mismo) querrá comentar, y sólo puede hacerlo bajo el artículo del día.
En su artículo, Mn. Francesc, no sólo se percibe un gran conocimiento de la historia, sino también un gran sentimiento cristiano, raros de poder notar en nuestros días. Mucho más raros si se hallan juntos.
ResponderEliminarSin lugar a dudas, una gran aportación.
Gracias.
La figura del Papa Montini se agranda por momentos. Su sensibilidad pastoral iba pareja a su timidez y duda permanente. Temblaba ante cualquier error, ante cualquier osadía. Recuerdo la publicación de la Humanae Vitae. La enemiga que le mostraron los teólogos centroeuropeos con Haring a la cabeza. Con seudoargumentos que hoy han cobrado especial vigencia se intentaba quebrar la moral matrimonial basada en la ley natural y en el proyecto divino sobre el sacramento del matrimonio. Un bastión de la ética que hoy, desde santa Marta y con artes non sanctas, intenta minarse. Fue el pontífice que puso al día la doctrina de la moral social con su encíclica sobre el desarrollo de los pueblos, el nuevo nombre de la paz, como él lo entendía. Recuerdo de manera viva la visita a Nueva York, a la sede de las Naciones Unidas. Para los católicos era la voz clara, firme y razonada de los derechos de todos. No necesitó corregir sus palabras, porque siempre las meditaba. Ni por pienso hubiera hablando de la madre de familia numerosa como coneja. Sin ser teólogo supo reunirse con lo mejor, de lo más tradicional a lo más abierto, siempre que no contradijeran el dogma y la moral cristiana. Comparada con la situación actual, su figura se agranda y se torna luminosa.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr.Valderas Gallardo. Hoy al 50%1OO,lo siento.
Eliminar"Ni por pienso hubiera hablando de la madre de familia numerosa como coneja."
EliminarÉste fue el típico exabrupto bergogliano, que ya lo conocen en Buenos Aires.
Al mismo tiempo, es capaz de decir A y no-A:
- en el 2014 dijo de los mafiosos que “Como cristianos nuestro deber es pedir perdón por ellos y pedir que el Señor les dé la gracia de arrepentirse para que no mueran con el corazón corrupto, porque si no los perros del infierno se beberán su sangre?”.
- y en el 2018, es capaz de decir al periodista Scalfari que "Aquellos que se arrepienten obtienen el perdón de Dios y toman su lugar entre las filas de quienes los contemplan, pero aquellos que no se arrepienten y no pueden ser perdonados desaparecen. El infierno no existe, la desaparición de almas pecadoras existe." (El Vaticano dijo luego que "no se citan las palabras textuales", pero no dijo cuáles habían sido las palabras textuales reales. Aún hoy las esperamos).
Por lo indicios que va dejando, a todos acontenta y satisface, para todos tiene sus palabras adecuadas, como Perón...
Y lo mismo fluctúa entre la misericordia sentimentalista y el exabrupto tabernario:
- en el 2013 dice que “Nos conmueve la actitud de Jesús: no escuchamos palabras de desprecio, no escuchamos palabras de condena, sino sólo palabras de amor, de misericordia, que invitan a la conversión”.
- y luego afirma lo de "parir como conejas" a las madres con hijos numerosos, o la "misericordeación" de algunas órdenes religiosas seguidoras del moralismo y la tradición, mientras el general de los jesuitas sigue tan pancho después de afirmar que "En tiempos de Jesús no había grabadoras", diciendo así implícitamente de que el Espíritu Santo es un Espíritu de Mentira.
Eclesialmente, es capaz de decir que:
- “El mensaje de la Divina Misericordia constituye un programa de vida muy concreto y exigente, pues implica las obras” (2016)
- y de otro, entroniza en el Vaticano al Gran Heresiarca y Cismático empedernido, Lutero, quien afirmó todo lo absolutamente contrario con la "sola fide": sólo la fe sin obras salva.
Este proceder, sólo de considerarse su realidad, es más bien propio de un precursor del anticristo, quien con lengua bífida, da a cada oído lo que quiere oír, pero suelta su exabrupto como expresión de su verdadera naturaleza íntima...
Yo normalmente no estoy de acuerdo con el sr. Valderas. Pero hoy sí. Pablo VI gana altura con el tiempo.
EliminarY al payaso que siempre está "totalmente de acuerdo", le diría que deje de hacer mamarrachadas con su mantra: hoy está "totalmente", pero sólo al 50 %. ¿Cómo se come eso?
"Y al payaso que siempre está "totalmente de acuerdo", le diría que deje de hacer mamarrachadas con su mantra: hoy está "totalmente", pero sólo al 50 %. ¿Cómo se come eso?"
EliminarQue diga que está de acuerdo cada día, bueno, no me parece mal, pero le agradecería no se limitara a decir este "me parece bien", y que comentara qué le parece mejor y porqué, que lo comentara y añadiera algo, aunque sea brevemente.
En cuanto "estoy de acuerdo al 50%", también agradecería que lo argumentara y justificara.
No se ponga nervioso,hombre!, al fin y al cabo usted y yo somos IGUALES,que no lo VE????
EliminarLo tomaba yo por mas tradicionalista Sr. Valderas,la verdad,estoy bastante decepcionado con usted. A mí,que no que quiten las ceremonias y rubricas preconciliares,vino el postconcilio y ya puede ver usted como está el patio,parece mas un gallinero que un corral de ovejas con PASTOR,como tendría que ser.
Eliminar"Lo tomaba yo por mas tradicionalista Sr. Valderas"
EliminarEs cierto, y de hecho está probado, que el inicio de la demolición de la Misa Tridentina (dámaso-gregoriana), empezó con Pío XII y sus reformas durante la Semana Santa.
Pero yo creo que lo mejor que se puede hacer por los tradicionalistas, es que abran un sitio de internet y se pongan a ENSEÑAR lo que se hizo de mal desde Pío XII.
Es completamente inútil el descalificar a los que no son tradicionalistas 100%, por la simple razón de que el 99,95% de los católicos catalanes y españoles es totalmente ignorante en materia teológica de LITURGIA católica, y más del rito latino.
Un Cardenal, llamado Ottaviani dijo muy solemnemente que Montini jamás llegaría a ser Papa! Fue él quien comunico a la urbe i al orbe que Montini fue elegido Papa! Qué cosas pasan en nuestra Iglesia, verdad???
ResponderEliminar"¿Cuál será el juicio de la Historia sobre su pontificado? ...Jean Guitton, emitió un juicio...: “Pablo VI no estaba hecho para ser papa. Estaba hecho para ser secretario, el colaborador de un gran papa. No tenía aquello que es propio de un papa: la decisión y una enérgica determinación”."
ResponderEliminarEl problema de Pablo VI fue, principalmente, un problema de eclesiología escatológica: la ciudad de Babilonia, la Gran Ramera de Consagrados, la Guarida de herejes y libertinos, se le había aparecido construida en casi pocos años, eclosionando en 1968, cuando publicó Humanae vitae y condenó como "intrinsece malum per se semper et pro semper" el antinatalismo, el anticoncepcionismo y el aborto, cuando ya desde los EEUU y la ONU se empezaba aún a idear el gran plan anticoncepcionista y abortista de la historia, para rebajar los nacimientos con el fin de controlar el consumo de bienes a favor de las élites y países del primer mundo, y que culminó en el Informe Kissinger, NSSM 200, 1974.
Ya en 1972, Pablo VI dijo que el Humo de satanás había entrado en la Iglesia, eclipsando la Nueva Primavera Eclesial del Concilio de 1965.
Pero lo que no contaba Pablo VI era que la teología modernista, que en Cataluña sufrimos como nacional-progresismo con Jubany, Sistach y Omella, estaba construyendo "bombas de tiempo" dentro del mismo Concilio (1962-1965), que le estallaron por completo en 1968 cuando la Humanae vitae.
Miles de consagrados cardenales, obispos, abades, superiores de órdenes y congregaciones, presbíteros, religiosos y teólogos, se constituyeron como anticristos, precursores del Anticristo:
1. Silenciando, dudando o negando las verdades de fe divinamente reveladas, definitivas de doctrina católica y seguras.
2. Silenciando todas las normas morales y de costumbres tradicionales de la Iglesia
3. Violando delincuencialmente a todas las normas de culto y liturgia, haciendo misas sacrílegas y dando la comunión a sacrílegos
4. Mintiendo sobre eclesiología, rebajándola a Pueblo de Dios, Iglesia de los pobres, Iglesia sólo misericordiosa, y por ello, negando y callando sobre la Verdad de la Iglesia: Esposa de Cristo, Iglesia Triunfante, Purgante y Militante, Santa y Pura.
Durante su pontificado, su ilusión adolescente de la primavera eclesial, consecuencia del Concilio de 1965 y el posconcilio (se ha de haber vivido esta época, siquiera en parte, pues durante unos años, fue la Era de la Esperanza con Juan XXIII, Kennedy y Kruchev), se trastocó en el infierno del invierno de la ciudad de Babilonia y la Gran Prostituta de consagrados:
1. Consagrados fornicadores de hombres, mujeres y niños, droga y orgías
2. Consagrados mentirosos y ladrones de dinero y bienes, títulos y honores
3. Consagrados satánicos anticristos homicidas de almas, por ser negadores, dubitantes y silenciadores del completo Divino Depósito de las Verdades de Fé Católicas
4. Consagrados aliados con los enemigos de la Iglesia: Nueva Era, Nuevo Orden Mundial, masonería, mafia, blanqueadores de dinero, nacionalismos, partidos corruptos, guerrillas, terroristas y marxismos (Teología de la liberación)...
En definitiva: Pablo VI vio como se edificaba con absoluta rapidez la Gran Babilonia y su Papisa la Gran Ramera, prostituidora de consagrados, y él sufrió una gran decepción y una gran impotencia que lo consumió.
Sólo San Juan Pablo II y Benedicto XVI han sido los dos últimos papas que han podido retener, con ayuda de Jesús, a Babilonia y la Gran Ramera, que ahora vuelve a estar desbocada.
En conclusión: pura eclesiología escatológica de la Gran Apostasía y del precursor del Anticristo y del Falso Profeta, ya predicha por San Juan, San Pablo, San Pedro, los profetas del Antiguo Testamento y del Apocalipsis... y el horror de Pablo VI al saber que sería durante su pontificado cuando sucederían estas cosas... en 1978, ya estaba agonizando por el dolo psíquico y espiritual... advertencia para todos aquellos que niegan la determinación del componente psíquico y espiritual en muchas enfermedades y que, incluso, pueden causar la muerte.
Hizo llorar al Caudillo,por su parte estuvo fatal,por favorrr!,al ultimo reducto de la Cristiandad de occidente le hizo esto. Así las cosas.Luego nos quejamos que todo se va al garete.
ResponderEliminarHasta Juan XXIII dijo que el Caudillo era un Jefe de Estado que aplicaba leyes católicas... Pablo VI estaba afectado del típico infantilismo del niño contento ante un juguete nuevo, el Concilio Vaticano II...
EliminarEn mi opinión, un pontífice pésimo.
ResponderEliminarFue Caudillo de España por la Gracia de Dios nuestro Señor. Por donde el pasaba se detenían los asesinatos de Religiosos,Laicos y gente de bien. Un Católico GRANDIOSO,no como los PAYASOS que tenemos ahora,llenos del Síndrome de Estocolmo.
ResponderEliminarBeato Pablo VI: “A través de alguna grieta ha entrado, el humo de Satanás en el templo de Dios”.
ResponderEliminarQue tontería, el Humo de Satanas entro cuando abrieron las Puertas al Concilio, hasta un crio lo ve.
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