El cardemal Omella en Alcañiz (Teruel) en el acto de homenaje a su amigo el P. Edilio Mostelo |
Claro, es normal que determinados comportamientos de D. Juan José Omella desconcierten al que no está en el secreto. Por ejemplo, ¿por qué a Omella se le llama el cuentacuentos? Pues muy sencillo, porque metiéndole cuento a cualquier asunto, oculta la extrema pobreza de su formación: es su forma de salir airoso de una homilía que no se ha preparado o de un encuentro con gente que sí que sabe. Y es sobre todo la forma de sobreponerse a su evidente complejo de descolocado. Por no tener, no es que no tenga el doctorado que el Derecho Canónico requería hasta hace cuatro días para acceder a la dignidad de obispo: es que ahora no se requiere ni siquiera la licenciatura en alguna especialidad teológica, que por cierto no posee Omeya. La Iglesia se ha visto obligada a bajar el listón cada vez más, hasta llegar al panorama desolador de la penosísima formación académica de nuestros obispos. Hoy ya no es importante que un obispo sepa teología. ¡Y menos filosofía! ¿Qué se requiere pues de un sacerdote para elevarlo a la condición de obispo? Básicamente que tenga tejida una buena trama de contactos y que acierte siempre a estar con los que mandan. Por eso, sin más méritos académicos que sus buenas amistades, D. Juanjo es arzobispo de Barcelona, cardenal y miembro de la Congregación de Obispos y de la Signatura Apostólica, el Tribunal Supremo de la Iglesia.
Omella es el paradigma de esta nueva era de la Iglesia en que la arbitrariedad canónica, puesta precisamente en manos de los obispos (su discrecionalidad es prácticamente ilimitada: ellos, por ejemplo, deciden a su libérrimo criterio qué es escandaloso y qué no (Canon 1399); y a partir de ahí, deciden a quién condenan por escándalo y a quién no).
El libro póstumo de Edilio Mosteo |
Todo esto viene a cuento del artículo publicado hace ahora un año en Compromiso y Cultura con ocasión de la presentación en Alcañiz del libro póstumo del sacerdote Edilio Mosteo, que había sido compañero de ministerio de Omella. El libro se titulaba Materiales para una Lectio Divina. El núcleo argumental de D. Juan José, con que el articulista titula su crónica del evento es “la falta de ambición de los aragoneses” comparada, claro está, con la asfixiante ambición de los catalanes. El título dice literalmente: El arzobispo de Barcelona lamenta en Alcañiz la falta de ambición de los aragoneses. Ahí lo tenemos en cuerpo y alma.
¿Qué le ocurre a Omella? Uy, lo de Omeya es muy serio, tremendamente serio de cara al maldito “prusés”. Resulta que Omella es un aragonés de “La Franja”, del Matarranya, un territorio reclamado como propio por el independentismo expansionista catalán, en el que los poderes políticos catalanistas han ejercido una auténtica colonización utilizando la lengua catalana como ariete de penetración en la región; para lo cual consideraron la migración de catalanistas de pro hacia esa región para afianzar la conquista lingüística y la subsiguiente reclamación territorial cuando llegue el momento de la gran expansión pancatalanista.
Así que Omella, nacido en Cretas, un pequeño pueblo de esa región, sabe perfectamente bien de qué habla cuando se refiere a la ambición de los catalanes. Su lengua materna es ese dialecto que él llama chapurriau, lejano del catalán químicamente puro de Pompeu Fabra, que tiene acomplejados a algunos de La Franja, que ven en la lengua un motivo más de admiración de los catalanes (en desmerecimiento de los aragoneses, claro), por lo que el Sr. Arzobispo no acaba de sentirse cómodo y seguro hablando en catalán con los catalanes (¡y menos en castellano!); así que ahí tiene un motivo más para sentirse acomplejado. Y vencer los complejos, ya se sabe, lleva siempre a exageraciones en sentido contrario.
Y como lo de la superioridad de los catalanes sobre los aragoneses la tiene clavada en el alma, Omella, dicharachero él, comentó en su alocución que si el librero hubiese sido catalán, en vez de los 100 libros que llevó y se agotaron antes de empezar el acto, no se hubiese conformado con esos ejemplares sino que hubiese llevado 400. Todos le rieron la gracia; pero luego le explicó el librero en privado: “Si hubiese sido catalán, no habría puesto a la venta ni cien ejemplares porque he tenido que pagar por adelantado”. Y obviamente el gran tema de conversación en Alcañiz durante todo el pasado mes de agosto, fue la reflexión del arzobispo de Barcelona sobre la falta de ambición y de autoestima de los aragoneses. ¡A quién se le ocurre no aspirar a la independencia!
Llegados aquí, no es que no nos cueste entender cómo le empujaba su instinto de estar en cada momento en el lugar en que hay que estar para cosechar aunque no se haya sembrado; no cuesta entender cómo le empujaba ese instinto a firmar con alborozo la famosa NOTA independentista de los otros obispos catalanes, mucho más ambiciosos que los aragoneses y por tanto tan admirados por él; no, no nos cuesta en absoluto entender eso, ni nos cuesta entender cómo en su territorio, en la basílica de la Sagrada Familia, se deja abroncar por el ambiciosísimo ex presidente de la Generalidad al que, a la vista está, admira y respeta profundamente porque también él, sin ningún grado académico, habiendo llegado a lo más alto del poder político, está a punto de dar el gran paso de gigante de la independencia. ¡Cómo no lo va a admirar y hasta venerar el acomplejado aragonés de Cretas!: hablando con Puigdemont, Junqueras y con el primo del singular director de su Seminario, procurará disimular al máximo su dialecto “chapurriau”, para parecer un catalán “normal” o al menos, “normalizado”.
El ahora cisterciense P. José Alegre |
Aportando un dato a la petición de ayuda de Gérminans para conocer a nuestro cardenal arzobispo, transcribo la referencia del artículo que estoy comentando, a un elemento de la biografía de Omeya que ayudará sin duda a conocerlo. Cito literalmente: “José Alegre, Juan José Omella y Edilio Mosteo (el del homenaje) fueron ordenados sacerdotes en Zaragoza en 1970. Los tres jóvenes presbíteros pidieron trabajar juntos en equipo al arzobispo Cantero Cuadrado, quien les encargó la gestión de 15 parroquias de la zona de Daroca donde residieron en cuerpo de comunidad junto con doña Petra, la madre de Edilio. En 1976, se encargó a la pequeña agrupación pastoral el gobierno de la parroquia Santa María de Alcañiz, con José Alegre como párroco. El que fuera abad del monasterio cisterciense de Poblet hasta el 4 de diciembre de 2015 señaló en su intervención que “formábamos un equipo único en el que compartíamos todo; fue una experiencia que no se daba entonces y que no se da ahora, una pena”.
Ahí tenemos pues una clave importante (no la única) para entender cómo los complejos de nuestro arzobispo y Cardenal le hacen reaccionar (o no reaccionar) con actitudes del todo inexplicables para el común de los mortales. Una clave, por ejemplo, para entender su invento de las agrupaciones parroquiales “in sólidum” para resolver el problema de la falta de sacerdotes. Pero D. Juan José no tiene en cuenta la diferencia que hay entre un grupo de jóvenes -amiguetes todos- recién salidos del Seminario, que en sólo 6 años saltan de esa agrupación dispersa de puebluchos a Santa María de Alcañiz (¡eso es promocionarse!) y un grupo de curas viejos, los de siempre, y otros no tanto, con las suturas del cráneo totalmente estancas y calcificadas, y con las vidas tan esclerotizadas que son imposibles de modelar y sobre todo de acoplar.
En fin, que, si va por ahí su espíritu innovador para la Archidiócesis de Barcelona, y dadas las condiciones de fractura y división que caracterizan desde siempre a su clero –católicos tradicionales ninguneados y progresistas promocionados, independentistas subvencionados y españolistas represaliados- ¿quién está en condiciones de vaticinarle ningún éxito? Pero no, su preocupación no es revitalizar la diócesis, sino ir eutanasiándola sin que se note demasiado. Los obispos a los que les preocupa el éxito pastoral y evangélico de su gestión no son fruta de este tiempo ni de este terreno. Será por los secarrales de Alcañiz…
El Cojo de Calanda
"Omella es el paradigma de esta nueva era de la Iglesia en que la arbitrariedad canónica, puesta precisamente en manos de los obispos (su discrecionalidad es prácticamente ilimitada:...)
ResponderEliminarEs que, a raíz del Concilio Vaticano II, los obispos han adquirido en sus diócesis un poder prácticamente absoluto.
Esto es un desastre.Si es verdad lo que corre por la Diocesis de los nuevos vicarios episcopales,que Dios nos pille confesados.Seguiremos trabajando por el Señor y los hermanos y para lo demas santa indiferencia.Cuando se vean solos en gobierno de la diocesis que llamen a las puertas que rechazan,les ha podido mas otras cuestiones que la pastoral y el evangelio.El clericalismo que critica el Papa , Omella lo practica con creces.Que pena,le interesa mas como quedar delante de un sector del clero que hacer las cosas en bien de todos.
ResponderEliminarAnimo, solo son unos cuantos años mas....es muy triste que a la nostra diocesis le haya tocado una situacion asi.Lo malo de todo esto es que tendremos que aguantar la cabezoneria maña y la prepotencia de otros.
Como ovejas sin pastor. Esta es la situación de las diócesis catalanas en su mayoría. Y cuando alguien les da un repaso, como vulgarmente se dice a sus ilustrísimos alcornoques (así califica el román paladino a los carentes de preparación), sale un mindundi, un ignaro de la teología, un canonista de secano, un biblista a la violeta, vamos un secretario de comunicación o lo que sea del arzobispado y sentencia su condena. A mí el comportamiento del sujeto aquél me trajo a la memoria el remoquete que le puso a cierto estudiante acémila salmantino un catedrático entrado en años: animal de cuatro patas. Los hombres poseemos dos. Pues, con todo su garbo, el sujeto se atrevió a ultrajar a don Custodio Ballester. El obispo, ay Omella, hizo suya esa bajeza. Pero don Custodio es, disciplinado, hombre de Dios y se calló. Obedeció y tomó el mejor de los caminos, seguir estudiando para ser más útil a las almas que a su vuelta le sean encomendadas.
ResponderEliminarNadie me ha negado que el mal de la Iglesia en Cataluña tiene mucho que ver con la falta de formación de sus máximos representantes que les hace, a su pesar o no, ser esclavos de los poderes de este mundo. Y de los espejismos de quienes les rodean. Ahí están las fotos de Omella y dos mitrados más con un ateo confeso, ignorante voluntario como acaba de confesar y vividor de las arcas públicas, accidentalmente presidente de la Generalidad. El zasca que le propinó sería impensable en otro maño, que a buen seguro le hubiera dado tal baculazo, que hubiera llegado al embalse de Susqueda de su patria chica. O la foto de Omella con Solé, el desautorizado por bocazas por el Vaticano, y Roca, el político dominador del arte del tráfico de influencias, pues pasó de parlamentario, sin prestigio profesional en la abogacía a encabezar un bufete multimillonario, empezando por la asesoría del grupo de comunicación más contrario a la moral pública y a la doctrina social de la Iglesia. ¿Lo sabía Omella? No lo creo. Pero el olfato del buen pastor le habría aconsejado mantener oportunas distancias.
Si Omella tuviera formación no consentiría ni un día más que una institución de la Iglesia, el Instituto Borja, siguiera con una docencia y unas publicaciones inmorales. No consentiría que en el día a día se ridiculizara a la Iglesia en su propio seno. La penúltima: la concesión de una beca que lleva el nombre de un golpista y conocido ateo.
Son muchos patinazos. Patinazos muy groseros mantenidos. Sin formación no se escarmienta, porque no se sabe que se han cometido. Sea una mediación denegada, sean unos medios de comunicación contrarios a la doctrina social, sea...
Como ovejas sin pastor.
Del sr. Valderas bella y gongorina la prosa. De la forma sobre el contenido, exaltación,y del dicterio, denuesto o baldón, príncipe y adalid.
Eliminar"...sale un mindundi, un ignaro de la teología, un canonista de secano, un biblista a la violeta, vamos un secretario de comunicación o lo que sea del arzobispado y sentencia su condena..."
Eliminar"Nadie me ha negado que el mal de la Iglesia en Cataluña tiene mucho que ver con la falta de formación de sus máximos representantes que les hace, a su pesar o no, ser esclavos de los poderes de este mundo. Y de los espejismos de quienes les rodean. Ahí están las fotos de Omella y dos mitrados más con un ateo confeso, ignorante voluntario como acaba de confesar y vividor de las arcas públicas, accidentalmente presidente de la Generalidad."
...
Es que Omella, como Osoro, es fiel reflejo de Francisco, su nombrador.
Francisco ha nombrado obispos que sabe que no le pueden hacer la sombra.
Y ha nombrado al obispo más ideal, Omella, gran corporativista, a do otrora los hubiere: obedeciendo en todo al Papa, creyéndose en todo lo de sus curas que le obedecen.
Todos ellos "han estudiado, mas no retenido": son verdaderos ígnaros de fe, moral y costumbres, culto y liturgia: la misa negra de Fátima, la entronización de Lutero, Amoris laetitia y la comunión de los adúlteros, la intercomunión de los luteranos...
Las parroquias solidarias o "in solidum" (curas con muchas parroquias), el Plan Pastoral, los nombramientos... todo nacerá muerto, por la nadería de la nada de quien es obispo...
La Iglesia está hoy y ahora en cisma material, todos los fieles, curas, obispos y cardenales estamos en guerra, y cada vez más, pues la mentira y el homicidio de almas ya no durará más, pero siempre sabemos que... al final, el Inmaculado Corazón de María triunfará...
Estos días a algunos sacerdotes y laicos les estan llegando rumores de los posibles nuevos Vicarios Episcopales, sus nombres de confirmarse seran sin duda la "patinada" más grande que haya realizado Mons. Juan José desde que llego a Barcelona.
ResponderEliminarY mucho me temo que la pax sistiana se acabara, volveremos a la división de la epoca de Don Ricardo María Carles.
Vamos a ver en que termina toda esa encuesta, nuevos cargos, parrocos in sólidum, nuevas demarcaciones, descafeinado de algunas de las delegaciones diocesanas actuales,... parece que trabajo hecho anteriormente del mapa pastoral no se va a tener en cuenta en muchos casos,...
Y los verdaderos problemas de fondo doctrinales, pastorales, nombramientos, estructuras viables, vocaciones, formación de laicos, economias diocesana y parroquiales, nuevas plataformas pastorales y con futuro,... ni se plantean.
Que el Señor nos ayude, vienen tiempos dificiles para todos los fieles de Barcelona, tendremos que buscarnos la parroquia, el sacerdote, el movimiento, asociación,... serios y adecuados para no sucumbir en nuestra vida sacramental y espiritual.
Que la Virgen María en su mes nos ayude y ampare.
¿DESCOLOCADO OMELLA?
ResponderEliminar"Y es sobre todo la forma de sobreponerse a su evidente complejo de descolocado". ¡Ni hablar! Omella luce justamente la fatuidad del COLOCADO a dedo. Colocado por el dedo omnipotente. A partir de ahí, la mayoría de los que tratan con Omella no le miran a él ni miran sus acciones. Miran al dedo que le colocó. Y mirando al dedo, encuentran maravilloso todo lo que señala el dedo. Omella haga lo que haga, cuente lo que cuente, se comporte como se comporte, ya no tiene que sufrir el complejo de descolocado que objetivamente lo define como arzobispo de Barcelona. No, no, siendo el que es el dedo que le ha colocado, ha quedado liberado de complejos. Todo lo que hace, lo hace ex cátedra. Como emanación de la más alta cátedra de la Iglesia. A partir de ahí, a efectos prácticos de gobierno de la diócesis, Omella es infalible. Nunca se equivoca (ni reconocerá nunca un error). Sea que destierre a un cura, sea que promocione a un crápula, sea que se invente el ¡Sortim! como grito de guerra de la esperpéntica refundación de la diócesis, sea que se le escape alguna tontería en sus homilías cuentacuentos. Omella es infalible: tanto cuando habla como cuando calla. Basta mirar al dedo que le colocó. Así que de descolocado, nada. COLOCADO, y bien colocado. Es nuestro auténtico obispo-arzobispo-cardenal DE CUOTA.
Goyo
ResponderEliminarSe puede hablar más alto, pero no más claro. Como de costumbre su intervención es extraordinaria pues demuestra conocimiento y sabiduría. SEGUIMOS COMO OVEJAS SIN PASTOR. Mientras tanto ellos a lo suyo. Se consideran amos de las parroquias a las que han sido destinados para servir a TODOS los feligreses. ¿Dónde está el Opus Dei de su fundador?. Que falta hacen defendiendo los principios de San Josemaría, que son los que la Iglesia católica ha ido transmitiendo durante siglos. Desde el Cielo ruega por la IC y sus servidores.
Conozco bien a D. Juan José, pero no sé con seguridad de quién habla el artículo pues esas diferencias ortográficas (propiamente faltas ortográficas) al escribir su apellido pues como que me descolocan, o mejor denigran la solidez de la argumentación
ResponderEliminarSi conociese bien a D. Juan José sabría que Omella viene de "Umayya", pronuciado "Omeya", "Omella" castellanizado. El Califato Omeya o Califato de los Omeyas fue un linaje árabe que ejerció el poder de califa, primero en Oriente, con capital en Damasco, y luego en el al-Ándalus, con capital en Córdoba (España). No es falta de ortografía, sino cultura.
EliminarTotalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.
ResponderEliminarYo no estoy de acuerdo ni en desacuerdo con el sr. Valderas, ya que no he entendido la mitad de lo que dice.
EliminarSimplemente recordar que D. Custodio Ballester por se Sacerdote de Jesucristo es ninguneado y enviado a "cuidar a su madre" por este cardenalico que pone a la atea y golpista Pilar Rahola en el ambon.
ResponderEliminarPronto los niños le preguntaran que es esta cruz de aguanta el palo de la cubana del campanario.
Recemos para que se convierta.
Sobre la involución de la Iglesia bajo Francisco y la intercomunión de los protestantes por consenso de la Conferencia Episcopal de Alemania:
ResponderEliminar- infovaticana.com/2018/05/04/francisco-papado-la-iglesia-sinodal
- infovaticana.com/2018/05/04/papa-valora-compromiso-ecumenico-los-obispos-alemanes
La Iglesia Sinodal es cismática y herética. El Divino Depósito de la Fé Católica está integrada por el 100% de todas las verdades divinamente reveladas, definitivas de doctrina católica y seguras.
Negar una sola verdad de fe divinamente revelada causa excomunión automática, latae sententiae, sin necesidad de juicio alguno.
Los luteranos son pluriherejes, por lo tanto, nunca jamás pueden comulgar, porque no aceptan todo el Depósito de la Fe. El Espíritu Santo es un Espíritu de Verdad, no de mentira.
Además, implicaría reconocer también la comunión de los católicos adúlteros de Amoris laetitia, convirtiéndose en la bomba atómica moral, tal como dijo Seifert.
La Iglesia Sinodal es la Falsa Iglesia:
- Poncio Pilato, el Papa, se lava las manos,
- y el Sanedrín, las Conferencias Episcopales, en la dictadura del pacto y consenso, dictan diferentes verdades de fe a ser creídas en cada Iglesia territorial, tal como sucede con los luteranos.
Además, el resto de obispos están completamente afectados, porque no pueden aceptar como católicos sino como herejes, a los católicos (obispos, curas y fieles) que pertenecen a las Conferencias Episcopales que aceptan la imposible intercomunión y la comunión de los adúlteros y pecadores graves.
Es decir, este presunto hecho sería el cisma material y formal de la Iglesia Católica, increíblemente, de manos del Papa (y cardenales y obispos) más nefasto y nefastos que jamás haya dado la Iglesia.
Retrocedemos al arrianismo, cuando San Atanasio, obispo de Alejandría se opuso a Arrio, presbítero de Alejandría, y su herejía cristológica. San Atanasio, con algunos prelados y fieles, se opuso hasta vencer a la herejía.
La relación con el monje Alegre explica muy bien por qué antes de conocerse oficialmente el nombramiento del Arzobispo Omella para Barcelona, en los ámbitos cistercienses ya corría la noticia, era vox populi. Qué hay del secreto pontificio, es que ya no se guarda?
ResponderEliminarSan Agustin no paso por el seminario y nunca fué cura, lo nombraron obispo de golpe. SG.
ResponderEliminarUna furibunda crítica de Omella que apenas dice nada concreto. Qué sutil es el hilo que separa la denuncia profética del mal de la crítica visceral destructiva. Por eso la crítica a la autoridad en la Iglesia debería ser siempre muy, muy ponderada. Si hoy los obispos no son teólogos intelectuales es porque la crisis vocacional también es crisis episcopal. Bienvenidos a la Iglesia real: Omella ha sido la mejor opción frente al rodillo nacionalista, pero no había mucho más dónde elegir. Omella lo sabe, y no se acompleja, sino que intenta mantener la unidad ante la división que el nacionalismo ha causado también en la iglesia. Aquí le criticáis gratuitamente, sin decir nada concreto, cuando deberíais apoyarle y empujarle para que logre frenar las tensiones divisorias de la iglesia catalana. El mismo estupor que causa una iglesia entregada al nacionalismo en Cataluña lo causaría una iglesia entregada a frenarlo.
ResponderEliminarTenian que haber nombrado a Reig-Pla como Arzobispo. Otro gallo cantaría en Barna, jeje, este de tibio no tiene nada, como Dios manda y nunca mejor dicho.
ResponderEliminarAl de las 10:59
ResponderEliminarClaro, como quedaría muy mal Omella frenando el independentismo de sus huestes, pues se dedica a apoyarlo. ¿Es esto criticable? ¡Qué va!, sobre todo si el que critica está en el bando de los machacados. ¡Mira que les cuesta entender a esos pobres obtusos, que el obispo ha de estar en el bando en que se está más cómodo! ¡Mira que les cuesta entenderlo! Omella es la mejor opción ante la cuestión separatista. ¿Es que no lo entienden? Si firmó la famosa NOTA es porque ésa era la mejor opción. ¿Tampoco lo entienden? ¡Mira que llegan a ser catetos! Tendríamos que estar dándole las gracias día y noche por gobernar tan bien la diócesis. ¡O no!
Ah, ¿y apenas nada concreto en la crítica a Omella? Le parece poco que vaya exhibiendo sus miserias de ese modo? Profundas miserias humanas, de las que desfiguran el alma. Ya sólo le falta desfigurar también su cuerpo y lucir joroba e ir cojo. Como el de Calanda.
el Cardenal como al ex abad Poblet les ha unido un vanidad infinita,una soberbia en grado maximo y un afan de protagonismo desmedido,lo cual demuestra su miseria humana.Lo grave es que el turolense hoy convertido al nacionalismo rancio de Monserrat es el Cardenal de Barcelona lo cual lo convierte en un peligro publico.
ResponderEliminarEn tiempos de zozobra y desconcierto es normal que zancandiles y arribistas que hicieron del sacerdocio una especie de carrera politica hayan alcanzado estas cotas de protagonismo.Lo que queda claro es que tras su paso por el bajo aragon no crecio la hierba en modo de creyentes ó asistencia a misas.
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