Algo se cocía en el Tribunal Eclesiástico contra nosotros. Ya hacía días que estábamos en el punto de mira del lobby canonista, espoleados por el obispo Taltavull (“hauriem de fer alguna cosa”) en diferentes reuniones y consejos diocesanos, como nos revelaba ayer nuestro Prudentius de Bárcino. Desconozco cuál era la medida concreta, pero nos llegaba el tam-tam. No obstante, todo lo ha estropeado la precipitada fatwa de Moretó. El bocachancla Moretó, que es como se han referido a él la semana pasada.
Obviamente no era la disparatada excomunión que anunciaba el párroco de San Ignacio de Loyola, pero sí -según noticias que hemos obtenido- la apertura de un proceso canónico, especialmente dirigido contra algunos de los sacerdotes que firman en esta web. Sin embargo, el artículo de Moretó provocó un efecto letal boomerang. Su absurdo razonamiento propició que nuestro Directorio del pasado domingo obtuviese el mayor número de visitantes y comentaristas de nuestra historia. Un auténtico récord. La catarata de adhesiones resultó de tal envergadura, que se han ocupado de nosotros hasta en la Soria machadiana. Ante tan considerable revuelo, los canonistas han echado marcha atrás. Sin quererlo, Moretó nos ha insuflado nueva vida.
Tan tocado salía el sacerdote de su indiscreción, que tuvo que pergeñar un nuevo artículo en la sección que nos tiene dedicada. La excomunión ya ni se mentaba. Moretó había reculado. Se limita a acusarnos de manipuladores y a cargar las tintas contra quien osa leernos. Pero ya no nos retira de los Sacramentos ni amenaza con echar fuera de la parroquia a aquellos feligreses suyos que colaboran con nosotros. Han dejado de ser “topos”.
Por cierto, como adscrito a la Delegación Episcopal para las cuestiones administrativas matrimoniales, Moretó depende directamente de la Vicaría General, a cuyo frente todavía se halla Taltavull. El de “hauriem de fer alguna cosa”.
La fatwa y el revuelo subsiguiente han dejado muy tocados a Moretó. No soy nadie para dar consejos, pero un buen mutis por el foro resultaría la salida menos desdichada. Déjelo, mossèn. Cierre esa sección dedicada exclusivamente a nosotros. Se trata de la web de la parroquia de San Ignacio de Loyola, no de su web o su blog personal. La parroquia no es suya y le sobrevivirá. No la deje manchada con esa sección tan delirante, no sea que algún feligrés se vaya al carrer del Bisbe y presente una instancia denunciando que se utilizan los medios parroquiales para arremeter -de forma sistemática, exclusiva y puntual- contra un grupo de sacerdotes y laicos, mediante esa sección ad hoc.
Con todo, le tiendo mi mano, Mn. Xavier. Es cierto, me dirá, que lo podía haber dicho antes y no después de la filípica que le acabo de soltar. Pero, si fuese al revés, podría llamarme hipócrita. Y esta vez con razón. Es igual, estoy seguro que si se aviene a conocernos cambiará su opinión sobre nosotros. Olvide sus pretensiones de mandarnos a la hoguera. Antes de usted ya lo han intentado otros y no han hecho más que acrecentar nuestro prestigio. Siempre ha sido un éxito para esta página contar con webs exclusivamente dedicadas a hablar mal de nosotros. Ya sabe aquello de no dejar indiferente a nadie. Lo dejo en sus manos. Por el momento, debo agradecerle la campaña; aunque, por encima de todo, debo agradecer los apoyos incondicionales que hemos recibido esta semana, los cuales han permitido abortar un incipiente expediente canónico contra algunos de los que escriben en este portal. ¡Mil gracias!
Oriolt
Estaría bien que organizasen un encuentro fraternal, amigos de Germinans. Podríamos conocernos todos los que por aquí pululamos, aunque a veces no estemos 100% de acuerdo. A Oriolt y a Cesareo Marítimo ya les pongo cara. Cesareo, es además un referente en salud natural por el agua de mar, menudo personaje, don Mariano. Le admiro enormemente.
ResponderEliminar¿Qué les parece la idea?
Fabulosa, una excelente idea y pensada, pero le veo una objeción...
Eliminar... que nuestro Sol Eterno, el Gran Timonel y Guía Supremo, sólo deberá de hacer una redada, meternos en el saco a todos, llevarnos a Pionyang, y después de dejarnos como una estora, guisarnos como pollastres a l'ast: con aceite, con manteca, con mantequilla, con patatones, con seba, con guindilla...
Para mi Mariano es un hombre de una extraordinaria fortaleza.
EliminarSiempre “fiel defensor” de la fe.
Para él no hay obstáculos insalvables.
Siempre alegre, acogedor.
Siempre yendo más allá de lo perceptible.
Eso del agua marina es una anécdota en su vida.
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El proceso canónico a los dos sacerdotes, demostraría que encima son tontos.
Laura,
EliminarNo estoy de acuerdo con eso de que el agua de mar es una "anécdota" de don Mariano.
El agua de mar es una auténtica revolución. Mariano, y otra media docena, es un adelantado al que el mundo le estará muy agradecido. Cada dia me trasiego 1/4 de litro de agua de mar sin rebajar, a traguicos, y le aseguro que desde que lo hago soy otro.
El agua de mar salvaría muchas vidas en Sudamérica y Africa. ¡¡En Nicaragua ya lo saben!!
¡¡Viva el agua de mar y don Mariano Arnal!!
Buena idea,también se podría invitar a los que les soltamos los "SAPOS Y CULEBRAS"alguna vez,JEJE,VEASE N.S.B.A Sistach,Taltabull,etc...y propongo ir a celebrarlo en MATARO Centro para rizar el rizo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMons. Sistach ha vuelto a publicar su nuevo libro “Un Cardenal es confessa”, en el que confirma su anterior libro “Cómo aplicar Amoris laetitia”.
ResponderEliminar1. Hojeado, en mi opinión, es un libro autolaudatorio. No he visto mención alguna a Germinans, sitio que ha transparentado su pacto del statu quo con los nacional-progresistas eclesiales barceloneses.
2. Lo más grave es la reiteración en la herejía de la comulgación de los fornicarios adulterinos (pág. 95-105). Sistach ya es celebridad internacional de mal pastor. Desde el min. 24:36:
www.youtube.com/watch?v=8AlDHwIuy0Q&t=1557s
Todo el Capítulo VIII de Amoris laetitia es una hermenéutica de la ruptura con la Sagrada Tradición Apostólica.
Destruye la soberanía de Dios y anima a incumplir la Constitución divina, la Ley de Dios. Establece la posibilidad de una triple herejía contraria a tres verdades, definidas en Veritatis splendor de San Juan Pablo II, y contra una verdad sacramental:
a) Subvierte la moral católica general, absoluta y universal, por la moral del caso individual. Los Mandamientos del Decálogo son imperativos de imperativos, de cumplimiento obligatorio y vinculante para toda la hombre, en todo tiempo, lugar y condición.
b) Subvierte la supremacía absoluta de la Ley de Dios por encima de la conciencia individual, imponiendo la supremacía absoluta de la conciencia, propia de la masonería y el protestantismo (Catecismo 1776-1794)
c) Omite los actos morales intrinsece malum semper et pro semper, comportamientos y conductas intrínsecamente perversos, la existencia de pecados objetivos que dañan la dignidad humana, independientemente de la subjetividad, responsabilidad e imputabilidad en grado de eximente, atenuante o agravamiento (Catecismo 1753-56 y 2357, Gaudium et spes 27, Humanae vitae 14, Veritatis splendor 79-83)
d) Incita al sacrilegio de dar la comunión a un fornicario adulterino sin continencia (Catecismo 1650, Familiaris consortio 84, Sacramentum Caritatis 29, canon 915, Código de Derecho Canónico, Declaración sobre la admisibilidad a la Sagrada Comunión de los divorciados que se han vuelto a casar, 24 junio 2000)
El Cardenal Ruini da más argumentos: infocatolica.com/?t=opinion&cod=28609
La parábola del Hijo Pródigo de Lucas 15, nos da la clave de la herejía de la comunión a los adúlteros. De lectura obligatoria para Sor Lucía Caram.
El hermano mayor no hace el camino de aceptar la justa y verdadera misericordia del padre, por lo que comete un pecado intrinsece malum: negar la misericordia del padre.
El hermano menor hace el camino más peliculero. Lo importante es su doble intrinsece malum: dissipavit substantiam suam vivendo luxuriose. Dilapidar un patrimonio, y vivir lujuriosamente: fornicación de todo tipo.
Una necesidad (hambruna) le hace meditar a través de la razón lógica: si no puede comer lo que comen los animales impuros (algarrobas, cerdos), almenos en casa de su padre sí podrá comer igual que sus siervos. Acto seguido, inicia el proceso o camino de conversión y arrepentimiento (partió hacia su padre), y cuando lo ve, le manifiesta su intención, que es la confesión sacramental: Padre pequé contra el Cielo y contra ti. Y lo perdona, lo reconoce como hijo y celebra una fiesta.
Lo importante es ver que el hijo pródigo abandona los dos pecados objetivos intrínsece malum (dissipavit substantiam, vivendo luxuriose). Es decir, el hijo no regresa manteniendo sus fornicaciones prostitucionales, adulterinas, concubinatarias, homosexuales, bisexuales y pederásticas. Pues el padre no daría el perdón si mantuviera cualquier tipo de fornicación en casa, aunque le alegara el pecado subjetivo con sus circunstancias atenuantes o eximentes.
Toda fornicación en activo se ha de abandonar. Toda. Cualesquiera que sean las circunstancias atenuantes o eximentes. Y el hijo asume como hábito permanente lo intrínsecamente bueno: vivir en continencia y abstinencia, tal como piden los 6º y 9º mandamientos: en acto y deseo.
Esto brevis et placebis. Cum multo " rollo"(?) "autitus sordus". Capite? No se alarguen tanto, ¡hombre! como si sentaran cátedra...Los comentarios deberían ser breves, concisos, respetuosos, pero no estas largas parrafadas, pesadas, reiterativas, recurrentes,sermoniles,....
Eliminar* Amoris también tiene un uso manipulativo del lenguaje, con formas subrepticias y subterfugios, al no mencionar nunca, por ejemplo, el adulterio, y sustituirlo por la expresion personas en situaciones llamadas irregulares.
Eliminar* Práctica también un lenguaje acusatorio y denigratorio hacia la ortodoxia, cómo en el Capítulo VIII, en contradicción con las pretendidas misericordia y con el no juzgarás y no condenarás preconizados:
- como si fueran piedras que se lanzan sobre la vida de las personas. Es el caso de los corazones cerrados, que suelen esconderse aun detrás de las enseñanzas de la Iglesia «para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas» (305)
No me gusta lo que pasa, pero veo que aún puede arreglarse el problema, si hay buena disposición por parte de todos.
Totalmente de acuerdo con el sr.Anónimo 9:35,un poquito mas breve el tema estaría mejor¡Hombre!.
EliminarHay quien escribe cosas largas, pero hay que coger lo que realmente vale: comprar la última edición del Catecismo y leerlo, como leer lo mejor de San Juan Pablo II, Evangelium Vitae y Veritatis Splendor. Con eso se evitaría el escándalo de muchas aberraciones eclesiales catalanas y romanas.
Eliminar1. El Catecismo, según la Constitución “Depositum fidei”, contiene la única verdad oficial católica, procedente de las Sagradas Escritura y Tradición Apostólica, y el Magisterio pontificio y conciliar. El Capítulo VIII de Amoris laetitia no vale nada al contradecirlo.
ResponderEliminar2. La prohibición de la comunión, absolución y extremaunción de los fornicarios adulterinos habituales, activos y en ejercicio, sin continencia, está definida evidentemente en el numeral 1650 del Catecismo, que se apoya en Familiaris consortio 84, que procede del Sínodo de las familias de 1980, el cual deriva de Marcos 10, 11-12, y éste de los Mandamientos 6º y 9º.
Por lo tanto, el numeral 305 y su nota 351, de Amoris laetitia, queda sin aplicación alguna, porque no ha sido recogido por el Catecismo, única verdad oficial.
3. Además, todo el Capítulo VIII de Amoris está suspendido, tanto en su enseñanza como en su aplicación sacramental, hasta que Francisco o bien conteste a los 5 dubia de los 4 cardenales en un sentido ortodoxo (Responsum: non, sic, sic, sic, sic), o bien dicte una norma que obligue a interpretar toda Amoris según la sana doctrina. Parte del Sacro Colegio Cardenalicio ve posible herejía, no puede ningunearse.
4. Si un obispo o presbítero sostiene que la comunión a los adúlteros en activo es una verdad católica auténtica, que obligatoriamente debe tanto de enseñarse como de aplicarse sacramentalmente, bajo sanción de herejía y excomunión mediante decreto de suspensión a divinis, entonces cometen herejía y están excomulgados latae sententiae no declarada.
5. En efecto, la condición de obispo y presbítero implica que:
a) conocen las verdades divinamente reveladas que transgrede la hermenéutica de la ruptura del Capítulo VIII de Amoris laetitia
b) conocen la amonestación que efectúa el Derecho Canónico ante el mal de la herejía: la sanción de excomunión
c) en el caso de Mons. Sistach, se observa una inquietante posible pertinacia y contumacia, dado que reitera su pensamiento en una entrevista y en dos libros publicados en el intervalo de un mes, “Cómo aplicar Amoris laetitia” y “Un Cardenal es confessa”
6. En consecuencia, los obispos y presbíteros excomulgados ya no pueden consagrar las especies del pan y del vino en la misa, no pueden confesar y absolver ni pueden extremaunciar. Por excepción, sólo puede hacerlo si hay necesidad y utilidad, y sin no hay riesgo de error o indiferencia en la verdad de que la Iglesia Católica es la única verdadera para dar enseñanza auténtica. Extraordinariamente, en caso de articulo mortis. Participar en sus celebraciones o enseñanzas es causa de excomunión por asunción de una herejía.
7. Al ser una excomunión latae sententiae no declarada, tiene sólo efectos automáticos, inter partes, entre cada fiel bautizado (consagrado, religioso y laico) y el obispo excomulgado. Para que tenga efectos erga omnes (frente a todos u oficiales: deposición), es necesario que sea “declarada” o impuesta por la Congregación para la Doctrina de la Fe y confirmada por el Papa.
Pero la excomunión latae sententiae no declarada es eficaz: el consagrado pierde su condición de católico fiel, inter partes pierde autoridad y potestad, y se puede desobedecer, resistir y oponerse, como si dijera "En el nombre del Padre, de la Madre, del Hijo y del Espíritu Santo".
8. Para que vuelva a recuperar la comunión visible con la Iglesia, deberían de firmar la Profesión de Fe, su sumisión a la Doctrina y la Tradición Apostólica. Requisito sine qua non.
9. Por desgracia, observo que la Iglesia Católica y la Barca de San Pedro están siendo guiadas hacia Escila y Caribdis por un reducido grupo de jerarcas septuagenarios y octogenarios, hijos del Concilio, que quieren ver impuesta su hermenéutica de la ruptura, sí o sí, mientras vivan, sin importarles para nada las consecuencias de sus actos.
Está en sus manos, por su poder, el repensar el drama que causarán.
Por tal hecho, es necesario rezar.
El Catecismo, según la Constitución “Depositum fidei”, contiene la única verdad oficial católica.
Eliminar¿Qué es la verdad? ¿Hay una verdad oficial?
La verdad nos hará libres. ¿Qué verdad?
No pensaba que el cardenal Sistach fuera tan progre y no valorara el mal que pueden hacer sus palabras. ¿Por qué no se dedica a rezar por la Iglesia y nos deja en paz por fin?.
ResponderEliminarPorque Germinans se cruzó en su camino y quiere reivindicarse, pues nadie lo hace por él. Para que te fíes de los amigos nacional-progresistas.
Eliminar"Cum multo " rollo"(?) "autitus sordus". Capite?"
EliminarLA CONFLICTIVA AMORIS LAETITIA
Pensamiento esencial: el Capítulo VIII de Amoris laetitia es hermenéutica de la ruptura porque viola un mínimo de tres verdades divinamente reveladas, y todo consagrado que sostenga que es magisterio oficial que debe de enseñarse y aplicarse sacramentalmente bajo sanción de excomunión, entonces es heresiarca y está excomulgado.
Lo que recojo está disperso en multitud de sitios y bitácoras, sobre todo, mayoritariamente norteamericanas (Life Site News), que de momento, son las más ricas y activas en su lucha contra Amoris laetitia.
1. En España puede verse:
- Sobre los errores: infocatolica.com/?t=cat&c=Amoris+Laetitia
- Sobre la fidelidad a la doctrina matrimonial y familiar de la Iglesia: filialsuplicapapa.org
2. En Colombia puede verse "Un café con Galat", de Teleamiga, el enlace donde digo que aparece Mons. Sistach, min. 24,36: www.youtube.com/watch?v=8AlDHwIuy0Q&t=1557s
Amoris laetitia da mucho debate, casi todo un libro, por gran la cantidad de errores, equivocaciones, tergiversaciones, omisiones y manipulaciones que contiene, siendo el único documento pontificio de la historia de la Iglesia más pésimamente y peligrosamente redactado.
Amoris laetitia, por su consecuencias, abarca multitud de cánones, numerales y documentos eclesiales con valor de verdad. Su publicación es un enigma: ¿por qué se ha redactado tan pésimo? ¿se han creído que todos éramos tontos? ¿que éramos papólatras?
EL POSIBLE FRAUDE DE AMORIS LAETITIA
EliminarRaymond J. de Souza, editor jefe de Convivium, en "El debate de «Amoris Laetitia»: una mirada al futuro", da indicios de que Amoris laetitia se redactó en su guión básico, quizás, antes del octubre del 2014, primer Sínodo de las familias.
En efecto, en febrero del 2014, Francisco invitó a cardenal Kasper para conferenciar ante el Colegio Cardenalicio, exponiendo el cardenal Kasper un cambio en la práctica matrimonial y familiar de la Iglesia. Ante las críticas por el trabajo de Kasper, Francisco elogió a Kasper por hacer "teología de rodillas".
Más aún. Este "trabajo" de Kasper quizás pudo redactarse ya desde de la misma elección de Francisco (13 marzo 2013), cuando el papa Francisco defendió al cardenal Kasper como un teólogo modelo en su primer discurso del Ángelus, el 17 de marzo de 2013, apenas cuatro días después de su elección.
Otro detalle: Amoris laetitia fue datada en la Solemnidad de San José (el 19 de marzo), y el aniversario de la instalación del papa Francisco, siendo publicada el 8 de abril del 2016.
Amoris laetitia es el documento Pontífico más largo y complejo que jamás ha publicado la Iglesia en toda su historia: 264 páginas, 325 párrafos y 391 notas al pie, hasta 57.000 palabras en algunas lenguas.
No obstante, el primer borrador llegó a la Congregación para la Doctrina de la Fe desde la residencia Papal a principios de diciembre de 2015, apenas seis semanas (¡¡¡42 días!!!) después de la conclusión del segundo Sínodo (25 octubre 2015), a pesar de que tales exhortaciones apostólicas postsinodales aparecen en uno o dos años (¡¡¡1-2 años!!!) después del Sínodo correspondiente.
La presteza con que Amoris letitia, documento largo y complejo, llegó a ser impreso es realmente extraordinaria, por lo que indica que prescindieron de consultas amplias y universales en su elaboración y, muy seguro, se redactó entre uno o dos años antes, incluso en el 2013, por Kasper.
En conclusión: primero se hizo el guión básico oculto de Amoris laetitia, con el herético Capítulo VIII, entre el 2013-2014, y luego se hicieron los dos Sínodos del 2014 y 2015, que parece que fueron guiados por la oculta y subterránea hermenéutica de la ruptura.
La misma estrategia que los progresistas, liberales y modernistas usaron con el Nuevo Catecismo para Adultos de la Iglesia Holandesa (De nieuwe katechismus, geloof verkondiging voor volwassenen) acabado el Concilio Vaticano II el 8 de diciembre del 1965, a los pocos meses salió publicado (octubre 1966), demostrando que la hermenéutica de la ruptura progresista lo redactó durante el Concilio.
Amoris laetitia es la apoteosis de la herejía nacida de la hermenéutica de la ruptura deformadora progresista del Concilio Vaticano II, que aprueba el absolutismo de la conciencia, y se apareció con el Catecismo Holandés (octubre 1966) y la resistencia a la Humanae vitae (julio 1968).
Todo eso Oriolt resulta deplorable y ruin. Por esos azares de la vida, uno ha cocido disputas intraeclesiales de altura, con implicación inevitable de egos y rencores, pero al menos la razón del enfrentamiento era de peso. Gente preparada. Por citar un dato histórico: el enfrentamiento del General de los Dominicos con los frailes que defendían la incorporación de los sacerdotes en el trabajo remuinerado. El chauvinismo de Mauriac con aquella grandilocuencisa suya de "han decapitado al catolicismo francés", mientras Ottaviani proponía "sacerdotes de los obreros, sí; sacerdotes obreros no." O el enfrentamiento más reciente en el seno de la Compañía de Jesus, soterrado y silencioso, contra teólogos de Granada y Oña alarmados ante la deriva doctrinal de la Compañía que se declaraba arrupista.
ResponderEliminarPero eso de Barcelona no sólo es de tono menor, es obsceno a secas. Un obispo que se descamisa literalmente ante Terribas (qué calor debía hacer en el estudio, ¿verdad monseñor? La foto, ay, la foto.) y algún que otro mindundi con poder en una oficina. más o menos como el funcionario español de Larra juzgando sobre las medidas que hay que tomar. Medidas que hay bque tomar... quelcon s´ha de fer, ja estem tips, En fin... yen cuanto salen a la palestra, pifia que te crió, ora prejuzgando al antecesor con imprudencia asombrosa, ora erigiéndose en administrador del sello real. Oriolt, déjeles que jueguen, que se crean impoortantes. Y regáleles por reyes o navidad el Catecismo de la Iglesia Católica. No es muy caro. El mío me lo regaló, previo pago de nueve libras, aunque valía 10, el cura de la iglesia de san Gregorio y san Agustín de la ciudad donde Newman hizo un apostolado ejemplar. Un apostolado doctrinal en el corazón de Oxford.
Errata corrige: uno no ha cocido nada, sino conocido.
EliminarAquí, un parroquiano de esa parroquia desdichada, que pasaba por aquí.... esperando a que el párroco dictador me eche de la parroquia por... ¡¡germiante!! Pues el Cielo bien vale ser expulsado de la parroquia de marras, atemorizada por el Dictadorzuelo del tres al cuerto.
ResponderEliminarComparto el regalo del CIC, tambien para Sistach.
ResponderEliminarQue sea la última edición, el que tiene tapas moradas.
En el anterior de color naranja, no aparece Veritatis Splendor.
El sábado pasado el señor Morato (ya que odia lleva sotana, para mi es cura de la secreta o KGB) nos invitó a todos los de su arciprestazgo a comer (un dinaret) no sabemos si es porque esta muy solo o son las sobras de can Roger.
ResponderEliminarPor cierto debemos saber que ahora todo es público, Internet ha abierto las puertas a todos por lo que debemos hacer las cosas no solos bien sino muy bien porque ademas de DIOS, UNO y TRINO, que lo ve y lo sabe todo, Internet casi también.
Todo está abierto y, además, amparado por la libertad que da el canon 212 del Código de Derecho Canónico, nacido durante el Concilio Vaticano II, y que da derechos-deberes de denunciar el mal y proponer mejoras a todo fiel bautizado.
EliminarBueno. Al final, lo único que vamos a lamentar es no poder leer el documento con que el Tribunal Eclesiástico pensaba darnos una lección a todos. Hubiera sido interesante analizar su contenido marxista... de Groucho, claro. XD
ResponderEliminarEsto es la cultura del ji ji ja ja en plan mitrado...
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