“Revolució” Acto 2º de “Cançó d´amor i de guerra” |
El pasado lunes día 12 a las 7.25 de la mañana, uno de nuestros más cercanos colaboradores, uno de entre tantos de esa muchedumbre de católicos de base que forman Gérminans me envió el siguiente “whatsapp”: “¿Soy yo que veo visiones o el personal está más nervioso con Gérminans que en época tardo-sistaquista? ¡Cómo aletea el espíritu profético entre los seglares del pueblo de Dios! Acertó el pleno. Queriéndose asegurar el poder ya desde la recta de salida del pontificado de don Juan José, angustiados por la cuestión de los auxiliares que deberán nombrarse, sabiendo que el pontificado de Omella no será excesivamente largo, pues en abril cumple ya los 71 años y sobre todo porque creen trascendente la posición pública de la Iglesia hacia el proceso independentista, es evidente que el nacional-progresismo está nervioso. Más que nervioso diría yo: está tratando de alinear sus batallones sin reconocer realistamente que son cuatro y el cabo, y quizás la cabra.
Uno de los comprensibles errores que cometió Don Ricardo, que llegó a Barcelona sin completar el mapa de minas del terreno, es no comprender que los progres de aquí suelen hacer sombras chinescas para asustar al personal con los pocos contingentes que tienen. El ejemplo de la fantasmagórica “Església Plural” es paradigmático.
Ya el obispo auxiliar Joan Carrera, que se dolía de las actitudes levantiscas, absoluto-totalitarias y poco eclesiales del progresismo barcelonés, reconocía que éste poseía una capacidad de organización, de rápida toma de partido y de resolutiva posición de enfrentamiento, de las que carecían otros sectores eclesiales.
Lo que no podía imaginarse y que finalmente tuvo que constatar, es que echada al monte por espíritu de natural supervivencia, al nacer Gérminans hace 9 años y medio, una buena parte del personal cabal y luchador que aún queda en el catolicismo catalán desempolvaría el pedreñal que todos los catalanes conservamos en el baúl de la buhardilla desde el siglo XVII y plantaríamos cara. Los que hemos nacido y crecido entre payeses y que hemos vivido de cerca en las masías (no en las UVI´S de los hospitales) la muerte de nuestros familiares, sabemos que poco antes de expirar, los agonizantes suelen vivir un reavivamiento antes de estirar la pata: la revifalla de la mort, decimos en catalán. Don Juan José, debe convencerse de ello. Todos hemos de hacerlo. En esta página siempre lo hemos afirmado, desde el primer día. Y aquí no encajan aquellas pietistas actitudes de “cuando Dios quiera, porque Dios quiera y como Dios quiera”. Esta no es la hora para esto. Esta es la hora para el famoso “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Los “imprescindibles” psicólogos de la década de los 80 y 90, y que todos los que se preciaban de ser algo y estar a la moda debían tener a su lado (y que substituían a su tiempo a los directores espirituales, cosa que en los 50 y 60 también lucía) han sido sustituidos a su vez por los “personals coachs”: tu socio en el objetivo de logros personales. Estos directores espirituales postmodernos suelen enfatizar el hecho de que las personas nos construimos muy especialmente en las experiencias de amor y de lucha: en el amor y en la guerra.
Ha sido letal esta última década para el nacional-progresismo eclesial barcelonés por culpa de no amarnos. Nos han vejado, arrinconado, menospreciado, ridiculizado, aislado, martirizado y eso ha hecho nacer, insólita y comprensiblemente -prometo que lo afirmaba el obispo Carrera- una inesperada tropa de “soldados del ideal” de una Iglesia -de una archidiócesis barcelonesa- diferente. De una legión que nos hemos abrazado a una lucha, a una auténtica guerra que hemos descubierto que nos construye como personas y como grupo compacto. ¡Jamás hubiera reconocido, en otra época y circunstancias, el inmenso bien que me han hecho esos coachs de la nueva era! Lo que me extraña es que los jesuitas de aquí, con lo visionarios que solían ser, no lo hubieran previsto. Será porque hacen cangilones y chochean. No los infravaloremos, ni tampoco los menospreciemos y odiemos como ellos hicieron, eso nos haría perder comba. I ja la campana torna a sonar, alegre ens crida son repicar!
Prudentius de Bárcino
MARPN
ResponderEliminarSr. arzobispo Omella, en muchas ocasiones le he pedido valor y entereza a la hora de poner fin a este desenfreno, que estamos viviendo en nuestra Iglesia Barcelonesa, desde hace bastantes años y que va empeorando día tras día sin que se ponga solución. Al fin va tomando decisiones importantes que ayudarán, sin duda, a conseguir ir poniendo los raíles paraque pueda circular el tren que nos ha llevar, con la necesaria ayuda del Espíritu Santo, a la estación que todos los cristianos ( o al menos la mayoría) que estamos en desacuerdo de cómo ha funcionado hasta el poresente, deseamos llegar. Cuenta con mis oraciones y fidelidad. Todos deberíamos intensificar la pregaria por este fin y manifestar nuestra unión con nuestro arzobispo. María Auxiliadora intercede ante tu hijo Jesús paraque su Espíritu ilumine y fortalezca la buena voluntad de Mns. Omella.
No entiendo la obsesión de algunos por escribir cartas a nuestro arzobispo a través de esta web. Quizá sea porque así creen tener más notoriedad.
EliminarYo les recomiendo que, si quieren decirle algo a nuestro arzobispo, escriban al arzobispado. Lógico y fácil, ¿no? La dirección de mail es esta: secgral@arqbcn.cat
Prudentius, algo flojo este su artículo.
ResponderEliminarNo creo que sea más que un simple desahogo para usted. Porque no dice nada que no hayan repetido centenas de veces en GG. Aparte de eso, el habitual aliño de "nosotros somos los buenos, ellos los malos..." y un contradictorio "nosotros respetamos a los jesuitas" después de llamarlos visionarios y chocheantes. Cosas veredes...