Esto de la representatividad del voto católico en España da para mucho. Hoy hablaremos de Duran. De Duran Lleida.
UDC tenía una cuarta parte de los cargos que obtuviera CiU según los acuerdos internos de la coalición. Para un partido como la UDC de Duran eso era mucho poder porque iba muy corto de militantes. Como dice el amigo de un servidor: “si et feies d’Unió, de seguida tocaves cuixa” [si te hacías militante de Unió, rápidamente a la novia tocabas, metáfora de que algún cargo público te caía].
Esta situación daba a Duran Lleida un poder omnímodo de colocación y a UDC uno de atracción de oportunistas de aquí de espero. Con una militancia muy exigua y envejecida, cualquier joven o de mediana edad que entrara a militar en UDC alcanzaba tras dos telediarios algún cargo. Y si eras mujer, en tres, un escaño del Parlamento de Cataluña.
Las personalidades históricas del partido como Sánchez Llibre, moderado, trabajador, patriota y hombre de fiar conformaba un grupo desgraciadamente demasiado reducido. Esta falta de personal se complementaba con la llegada de los citados arribistas, sujetos en la mayoría de los casos con una formación y convicciones demócrata cristianas muy tenues. Estos últimos acabaron conformando el sistema clientelar de Duran.
Duran Lleida (UDC) en el Hotel Palace |
A lo medieval, la prestación de obediencia era remunerada con un feudo. Pues mucha era la tierra a repartir en las manos de Duran y pocos los viejos y envejecidos militantes disponibles en el partido. La canalla d’en Duran, la mesnada, le debían el comer al habitante (els dies de feiner) del Hotel Palace de Madrid.
Este sistema piramidal de reclutamiento tenía un punto muy débil: como hemos dicho una formación y convicciones demócrata cristianas en la mayoría de los individuos muy, muy tenues, por no decir nulas en algunos casos. Y esto tuvo unas consecuencias muy graves pues hizo de UDC un partido demócrata cristiano sin demócrata-cristianos.
Miting de Demòcrates de Catalunya (escisión de UDC), a quien corresponde hoy Afers Religiosos |
¿Por qué CDC le daba esta cuarta parte a UDC? Porque representaba que UDC aportaba a CiU el voto católico nacionalista. Colectivo que en los 80’s no era poca cosa, pero que se ha ido reduciendo con el envejecimiento progresivo y el fenómeno de masas de la descristianización de la juventud catalana.
Duran -que representaba lo que representaba- necesitaba acrecentar la proyección de la sombra del menguante voto católico nacionalista para poder continuar conservando el 25%. El lector astuto ya habrá observado el importante papel de la imagen en toda esta representación.
Un segundo fenómeno se sumó a la reducción de la “materia” representada. Es decir, no solo el envejecimiento hacia mella en el voto católico nacionalista. El catolicismo más dinámico en Catalunya, reducido pero germinante y mucho más joven, no provenía de las viejas momias del catolicismo catalán que había abandonado el Magisterio. El catolicismo germinante en sus varias declinaciones y por lo general wojtyloano no era tan sumiso y dúctil al mecanismo de "ríeme las gracias que yo te paso pasta", de la miope e interesada política religiosa de CiU. Duran, porque no supo o por puro cálculo de riesgos, escogió quedarse con las momias para hacer ver que representaba algo.
El católico Germà Gordó haciendo campaña para liderar la secretaria general de CDC |
UDC condenada a alimentar las momias y las momias condenadas a vivir del pan de los chinches que desde la Generalitat tiraban a lo "tites tites". Duran, para marcar que representaba algo y algo fiel a CiU; y las momias para obtener proyección y aparentar que eran más fuerte de lo real y decirle a Roma y a Nunciatura/CEE: "Ep nois que la Iglesia en Catalunya somos nosotros". Un matrimonio de interés, un teatro de sombra chinas, una merienda de blancos pagando el contribuyente, también el católico, para abanderar una representatividad de una realidad mucho menor que la aparentada.
La UDC de Duran se equivocó. Ni el clientelismo político de cargos que propugnó Duran era demócrata-cristiano en su inmensa mayoría, ni supo que debía abstenerse de interferir en materia eclesial y no apoyar un catolicismo progre-sáurico, heterodoxo y estéril. Ignoró la existencia de un catolicismo wojtyliano/ratzingeriano al cual se le negó el pan y la sal en los medios de Comunicación públicos. No existían. No podían existir. El montaje de sombras chinas del de la Franja se hubiera ido abajo. El final de la historia es suficientemente conocido.
R. Subirà Poblet
Sr. R. Subirà Poblet, agradecido por su Artículo, aunque sea lamentable la casi desaparición de la UDC.
ResponderEliminarLos tiempos de los primeros cristianos y sus representantes los Apóstoles, tenían muy claro después de Pentecostes, que "hay que servir a Dios antes que a los hombres"
En el siglo XXI, debería ser igual, o sea, que Dios ocupe siempre el primer lugar en nuestra vida y después todo lo demás, eso no significa que tengamos que estar todo el día en la Iglesia rezando, sino que en las relaciones familiares, profesionales y de ocio, tengamos presente a Dios.
Entonces nos daríamos cuenta de lo hacemos bien y mal.
¿Cuánto nos falta para dejar de lado un catolicismo de tradiciones a un catolicismo vivido?
Por deformación, uno prefiere los artículos con doctrina. Bien está dedicarle uno al catolicismo político, representado por UDC y, durante tiempo, mucho mejor por PP. ¿Por qué persisten en la muletilla falsa de anticatalanismo? Uno espera más solidez en los artículos de aquí.
ResponderEliminarMuchos incautos votamos en las primeras elecciones a la democracia cristiana cementada en torno a Ruiz Jimenez, que aquí estaba representada por Coll Alentorn y Canellas. Pronto nos apeamos en cuanto vimos que sólo como hipérbole podía considerarse democristiano a los de Unió, empezando por su primera eurodiputada, que incluso, si no recuerdo mal, pertenecía a la Obra. Fue como un esputo en la cara, como un latigazo, la deturpación de la doctrina social de la Iglesia --el fuerte de Unió-- con la sumisión al nacionalismo más abyecto, el denostado diamantinamente por Juan Pablo II. Hemos ido comprobando que la abstención de Unió o el voto en contra era la coartada de la que se valía Pujol para dar voto libre a los suyos y aprobar leyes objetivamente anticristianas con el silencio de los obispos de aquí. Todo valía, incluida la venta del alma, por la patria, el poble y las esencias de la nació. ¿Verdad Sistach?
Hace poco se quejaba Laura de la escasa atención que los obispos de aquí prestan a las cuestiones de ética médica, bioética, tan debatidas en otras partes. He repasado el cartapacio de los documentos del Instituto Borja. Nada tienen que envidiar al maximalista más osado del Centro Francis Crick de Londres, los investigadores chinos o las proclamas de Steven Pinker, defensor a ultranza de la tesis "hands off" (fuera la ética de la tecnología biomédica).
Como ese, hay muchos problemas acuciantes en las diócesis catalanas. Empezando por la elevación del nivel catequético. Pero todo lo emponzoña el malhadado separatismo, que ahoga iniciativas, subvierte el orden de las cosas y llena de odio el corazón de las personas.
Uno esperaba que los nuevos aires enviaran a tomar viento esa atmósfera de ciénaga y metano. Pero no. Ahí segjuimos, teniendo que repetir un día sí y otro también que sigan la doctrina de la Iglesia o se vayan al carajo la vela. Y luego, claro, la culpa es de los que queremos respirar, abrir la Escritura, rezar como nuestra madre nos enseñó y sentir la mano del hermano que, como dice el texto sagrado, el hermano ayudado por su hermano es como una ciudad fortificada.
1. Sobre sus preocupaciones en relación con la catequesis y el Catecismo para hoy en día, advertir que ya fueron las mismas preocupaciones de San Pio X en su encíclica Acerbo nimis, sobre la enseñanza de la doctrina cristiana (15 de abril de 1905), encíclica de vigente actualidad un siglo y una década después, 2016.
Eliminar2. La preocupación de usted y Laura por el bajísssimo nivel de bioética del catolicismo catalán, tanto a nivel episcopal, religioso, teológico y laical, son no sólo ciertas, sino un verdadero motivo de preocupación ante un próximo castigo de Dios, sino es que ya lo estamos viviendo, dado que constituyen un pecado social grave contra el Quinto Mandamiento realizado de forma masiva y contra los "pobres de los pobres de la periferia existencial", los más indefensos y desamparados de la sociedad (San Juan Pablo II).
Tenemos más de 425.000 abortos de niños no nacidos catalanes y extranjeros, más 100.000 fetos congelados, y todos los obispos, abades y superiores, e incluso el mismo Vaticano, están callados y silentes, cuales perros mudos que ven al lobo pero no hacen nada, ante tal nivel de homicidios, ni que sean objetivos, simples y materiales, es decir, sin culpa, debido a las presiones que pudieran recibir las madres o debido a la ideología de la muerte en que están imbuidas.
El pecado personal y social grave de homicidio de niños no nacidos inocentes es un pecado que clama al cielo.
Interesante e informado, pero ¡qué mal escrito! Un corrector por allí, por favor.
ResponderEliminarMuy interesante. Le agradezco el contenido y el tono no militante ni agresivo del mismo, a diferencia del de algunos comentaristas que, con su violencia verbal y su soberbia, pretenden erigirse en únicos interpretes legítimos de la sana doctrina.
ResponderEliminarPor contribuir al debate daré mi opinión sobre el tema. Creo que Unió no tenía una cuota electoral propia digna de consideración. Como el artículo afirma, los católicos conectados con el magisterio de Juan Pablo II y de Ratzinger no estaban por la labor de pasar por el aro del nacionalismo de CiU y tendían al PP. Por otro lado, los católicos más identificados con el sesgo propio del catolicismo catalán postconciliar, contra el que combate esta web, no pasaban por el aro del partido del ministro Fraga y tendían a votar a CiU, pero por Pujol y por CDC, no por Duran y Unió en los que, al margen del nacionalismo, veían un perfil demasiado similar al PP, veían al "PP catalán".
Hubo un tiempo, previo a la deriva secesionista de CDC, sobretodo en las legislaturas de Zapatero, en que Unió y Duran habían conseguido marcar perfil propio en contraste con la ambigüedad ideológica de CDC.
Ya en tiempos de Felipe y de Aznar, la oposición de Pujol a las leyes más ideológicas siempre se basaba en que invadían competencias de la Generalitat y no en el fondo de la cuestión. Y en las legislaturas de Zapatero y del tripartito en Cataluña se acabó de evidenciar esa carencia de principios de CDC ante las leyes anticristianas que aprobaban esos gobiernos. CDC optaba por ponerse de perfil y dar libertad de voto a sus diputados, medida que hubiera tenido sentido si los ciudadanos también hubiésemos podido votar listas abiertas y desbloqueadas pero que ejercida en nuestra sistema electoral suponía aplicar la ley del embudo en contra de los ciudadanos.
En esos momentos, Duran y Unió tenían capital suficiente para haber arriesgado y haberse presentado por separado de CDC, aunque después pactaran. Duran capitaneó la oposición a la segunda ley del aborto de Felipe. Unió votó en contra de los "matrimonios homosexuales" y de su derecho a adoptar criaturas. Defendían los conciertos a las escuelas religiosas y una mejora de los mismos, también a los de educación diferenciada del Opus Dei. Propusieron, y lo consiguieron, aumentar el porcentaje de asignación a la Iglesia en la declaración del IRPF. Seguían nítidamente en contra del abortismo en tiempos de Zapatero. Defendían la asignatura de religión en las escuelas públicas. Duran criticó la promoción de la promiscuidad en las escuelas públicas e incluso se atrevió a defender en público las terapias psicológicas de sanación de la homosexualidad. Etc.
Nunca les voté, entre otras cosas por ir de la mano de CDC, pero es de justicia reconocer sus aportaciones a la política española y catalana desde la democracia cristiana o el humanismo cristiano.
Lo que dice es verdad. También el artículo. Por razones personales, he vivido parcialmente por una de las corrupciones y su personajillo.
EliminarY el balance de UDC, con su bien y sus males, es negativo, causado por el contraste entre sus miserias consentidas y el ideario católico. Hoy sólo una conjunción milagros lo salvará.
UDC es ejemplo de la paciencia de Dios, 39 años de 1977 a 2016, y su castigo en menos de un año. Y luego dirán que Díos es cruel.
UDC Y CDC,GO HOME!!!
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Eliminarhttp://www.dolcacatalunya.com/2016/05/01/espectacular-un-catalan-del-montsey-cuenta-lo-que-de-verdad-pasa-en-cataluna/
Seguramente la organización y estructura de UDC no era la más democrática y seguro que había oportunistas, ahora bien, en las votaciones siempre mantuvo su coherencia como partido demócrata-cristiano y junto UPN los dos únicos partidos que un católico podía votar con tranquilidad relativa. No entiendo el odio de este artículo hacía UDC, un partido que al contrario que otros como el PP, se mantuvo coherente.
ResponderEliminarLa politica en ningun caso tendria que mezclarse con la religion,aunque yo mismo hace muchos años pensaba lo contrario,pero que no ven que todo esto todo es una mentira ,solo quieren el voto CATOLICO para sus intereses pesonales,esta gente por muy DEMOCRATAS-CRISTIANOS que se hagan llamar casi todos por no decir TODOS solo buscan EL BOLSILLO LLENO y engañar a nosotros LOS INCAUTOS que creemos que ellos defienden en el parlamento los postulados de la IGLESIA,pero si algunos de los mismisimos OBISPOS no defienden nada y no digamos ciertos curas y monjas defendiendo o pagando ABORTOS,seguro que de su BOLSILLO NO,a lo mejor del CEPILLO DE LOS FIELES,VENGA HOMBRE ,que como decimos en mi tierra que pasa un RIO a los TONTOS se los llevo la RIADA SEA del AÑO 07 o del año 1937,Y NO QUEDO NI UNO,en las proximas elecciones ira a votar SU TIA,y como yo lo tendria que hacer todo que se siente CATOLICO DE VERDAD,no PROTESTANTON!
ResponderEliminarEl PP NO es anticatalanista es antinacionalista
ResponderEliminarDuran es democrata-cristiano. Cristiano de cintura para arriba y democrata de cintura para abajo.