El primer ADN para reconocer a un represaliado de la Guerra Civil fue el del Obispo Irurita

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A la memoria del Hermano Federico Plumed Feced, que falleció el 24 de septiembre de 2013, a los 70 años de edad y 53 de vida religiosa en los Maristas de san Marcelino Champagnat.

Al Sr. Arzobispo electo de Barcelona, monseñor Juan José Omella, a la espera de que en los días de su pontificado en la sede de san Paciano se pueda celebrar la beatificación del Doctor Manuel Irurita, el último obispo mártir.

La Asociación Hispania Martyr Siglo XX nos invitó a la celebración de la Santa Misa que con motivo del 79º aniversario del martirio en la tapia del cementerio de Montcada de los siervo de Dios Manuel Irurita Almandoz, Rvdo. Marcos Goñi Almándoz, su familiar, y de los hermano Antonio y Francisco Tort Reixachs, sus custodios protectores, se ofició en la mañana de este jueves, 3 de diciembre de 2015, a las doce horas del mediodía en la Capilla del Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona, donde reposan los restos de nuestro amado y recordado Obispo en espera de su glorificación.

Se habla siempre de la oportunidad o no para beatificar o canonizar a alguien que por ¿su procedencia?, o en este caso ¿por su muerte martirial?, podrían ser fuente de conflicto entre los católicos… pero, a estas alturas, quien puede creerse esto en el caso del siervo de Dios Manuel Irurita Almandoz.

Una música de disco rayado se empeña en afirmar que el que está enterrado en la capilla del Santo Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona no es el Doctor Irurita…

Aunque algunos afirman que el republicano Emilio Silva Faba (uno de los trece hombres asesinados el 16 de octubre de 1936 y cuyo cuerpo se recuperó en una fosa común de la localidad leonesa de Priaranza del Bierzo) fue la primera víctima de la Guerra Civil identificada por técnicas de ADN, en realidad hay un precedente que nos lleva al año 1999 con motivo de la investigación del caso de Manuel Irurita Almandoz, obispo de Barcelona.

Por obra de pura misericordia, y ante los infundios levantados por algunos, defendidos por otros pocos y divulgados hasta por la propia Vanguardia, gracias a la actuación del cardenal Ricardo María Carles Gordó, arzobispo de Barcelona (q.e.p.d), podemos afirmar que el primer cuerpo de un represaliado de la Guerra Civil española identificado con las técnicas de ADN, ¡al 99%! fue el del Doctor Manuel Irurita Almandoz.


Sucedió el 1 de julio de 1999. La intervención corrió a cargo de los especialistas en Medicina Legal y Forense Rosa Mª Pérez Pérez y Francisco Etxeberria. Por su parte, el profesor Ángel Carracedo realizó el análisis genético en la Universidad de Santiago de Compostela mediante la comparación de muestras de ADN de los restos esqueléticos de una hermana de Manuel Irurita con los correspondientes al esqueleto inhumado en la catedral de Barcelona que arrojaron una identificación positiva. Los resultados se entregaron el 21 de diciembre de 1999. El Boletín del Arzobispado lo publicó el 11 de enero de 2000. 

¡Han pasado 16 años de esta CERTEZA CIENTÍFICA! 
Aquí el extenso artículo que publiqué el 9 de junio de 2011.
De entre los 20 artículos publicados en el blog sobre el Doctor Irurita, y por si alguien quiere leerlo en este día, os enlazo con este.

*Escrito publicado por el sacerdote barcelonés incardinado en Toledo, P. Jorge López Teulón en su blog Victor in Vínculis de "Religión en Libertad", el 3 de diciembre de 2015

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17 comentarios

  1. Que este querido pastor diocesano, asesinado por odio a la fe, pueda ser glorificado pronto. Que podamos ver al cardenal Angelo Amato presidir en la Catedral de Barcelona la santificación de nuestro pastor màrtir.

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    1. Realmente murió mártir?

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    2. Científicamente comprobado!!! Y hay testimonios oculares de su fusilamiento, que oyeron sus últimas palabras... Además de otras evidencias... Y mucha inquina...

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  2. El contraste entre la conducta en todo momento ejemplar de Irurita y la conducta como mínimo sinuosa e irresponsable de Vidal y Barraquer ha desencadenado tal animadversión hacia el santo obispo navarro por parte de sectores laicistas, masónicos y separatistas, que se han conjurado y llegado a inventar todo tipo de argucias y falsedades para vetar definitivamente su canonización.
    En el fondo, pues, su no canonización obedece, sí, a un veto masónico. Y ésta puede ser, efectivamente, una de las piedras de toque para ver por dónde va el arzobispo Omella... A mí me alegraría que el próximo año Irurita fuera canonizado, pero si esto se eterniza de nuevo...mala señal. ¿Me explico...?

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  3. 1/2

    La Beatificadión de nuestro Obispo Irurita, se está retrasando, más de la cuenta.

    ¿No será un problema para el progresismo catalán, por qué se sienten herederos de los que lo asesinaron?

    RESUMEN DE UNA HISTORIA Y ... ¿QUIZÁ LEYENDA TAMBIÉN?

    En diciembre de 1926, la Santa Sede lo preconiza obispo de Lérida.

    Tras recibir la consagración episcopal el 25 de marzo de 1927, finalizaría su pontificado en marzo de 1930 con su designación para la sede de Barcelona. Para entonces era un reconocido simpatizante carlista y decididamente opuesto al catalanismo.

    Durante los años de la Segunda República Irurita fue descrito como un clérigo reaccionario, integrista y ultraconservador. Aun así, nada más proclamarse la República, Irurita fue uno de los primeros prelados que acudió a visitar a la autoridad recién constituida, si bien dos días antes había atribuido a la República un «significado catastrófico», aunque pedía a sus sacerdotes guardar con las autoridades todos los respetos y colaborar con ellas «en la prosecución de sus nobles fines».

    A medida que la separación entre el Estado republicano y la jerarquía católica se hizo cada vez más grande, Irurita se hizo especialmente crítico con la política religiosa de las autoridades republicanas.

    Durante la discusión de la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, Irurita manifestó su frontal rechazo a la misma y declaró que, en materia religiosa, «el único poder legítimo que reconocía era el de la Iglesia».

    En los años de la República tuvo especial interés en las profecías de la madre María Rafols, una monja decimonónica —que se terminarían demostrando apócrifas, pues habían sido falsificadas en el siglo XX—.

    Sus relaciones con el catalanismo también eran tensas: por ejemplo, cuando en 1933 murió el presidente de la Generalidad, Francesc Macià, en un principio Irurita se negó a enviar capellanes al entierro de Macià, aunque finalmente aceptó enviarlos después de que el arzobispo Francisco Vidal y Barraquer le hiciera cambiar de opinión.

    Tras el estallido de la Guerra civil, el 21 de julio de 1936 Irurita huyó de la sede episcopal, que fue asaltado por las masas.

    Logró ocultarse en el domicilio del joyero Antonio Tort en la calle Call nº 17,2 el cual también había dado acomodo a las religiosas Carmelitas de la Caridad Elvira Ruiz y Micaela, Montserrat Sabanes y María Torres.

    El 1 de diciembre de 1936 doce milicianos de la Patrulla de Control número 11, del barrio de Pueblo Nuevo, allanaron el taller del joyero que se encontraba en la calle Pedro IV nº 166, llevándose detenidos a Irurita, Marcos Goñi, Antonio Tort, su hermano Francisco, la hija de Antonio Tort, Mercedes, y las carmelitas María Torres y Montserrat Sabanes.

    Según la versión oficial, Irurita fue fusilado en las tapias del cementerio de Moncada dos días más tarde.

    En 1959 se abrió en Barcelona su proceso de beatificación.

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  4. 2/2


    Pero en 1964, el papa Pablo VI, después de consultar a los obispos españoles, decidió introducir una prudente moratoria en esos procesos, especialmente para evitar interpretaciones políticas que pudieran instrumentalizar la decisión exclusivamente espiritual de la Iglesia.


    Hacia 1980 se pensó que la situación había cambiado ya lo suficiente como para que, en principio, tales interpretaciones no se dieran. Fue en 1983 cuando comenzaron a darse los pasos últimos que llevaron a las primeras beatificaciones de mártires de los años treinta.

    En 2002, el entonces arzobispo de Barcelona, el cardenal Ricard Maria Carles, clausuró la fase diocesana y remitió la documentación a la Congregación para las Causas de los Santos.

    Controversia en torno a su fallecimiento

    Según la Causa General franquista y el testimonio de otros sacerdotes, Irurita habría sido asesinado el 3 de diciembre de 1936 en Moncada y Reixach por milicias anarquistas, en el cementerio de la localidad, versión que secundan entre otros Gonzalo Redondo, Albert Manent y Vicente Cárcel.

    Sin embargo existe un halo de misterio en torno a la muerte del obispo: a lo largo de la contienda se puso en duda la muerte de Irurita, con testimonios relatando incluso que habría sido salvado por los anarquistas —según el periodista anarquista Jacinto Toryho fue el propio Buenaventura Durruti quien salvó del linchamiento a Irurita tras el levantamiento militar de julio—, y otros de personas que aseguraban haber visto a Irurita saliendo del Palacio Episcopal de Barcelona dos días después de la entrada del ejército franquista en la ciudad, el 28 de enero de 1939.

    En esos testimonios, entre otras circunstancias, se han sustentado historiadores como el monje Hilari Raguer para asegurar «absolutamente convencido» que «al obispo Irurita no lo mataron el diciembre de 1936», especialmente tras la apertura de los archivos vaticanos relativos a Pío XI, en los que consta que los servicios de información militar de los franquistas daban por vivo al obispo de Barcelona en 1937.

    Hacia 1938 también existen fuentes según las cuales el Vaticano le daría por vivo.

    De hecho, algunos de los testigos que lo vieron en enero de 1939 se lo comunicaron al jefe del Servicio de Información y Policía Militar, el coronel Ungría Jiménez, que se hallaba en Barcelona pero que no se sorprendió ante la noticia.

    El historiador Joan Bada, profesor de la Facultad de Teología de Cataluña y también de Historia en la Universidad de Barcelona, publicó una obra donde aportaba documentos de distintas instituciones (entre otras, de la Cruz Roja Internacional) que acreditaban que Irurita todavía continuaba vivo a mediados de 1937.

    Para Bada también resulta extraño que en octubre de 1937, cuando se nombró a siete administradores apostólicos para suceder a obispos asesinados, la diócesis de Barcelona quedase vacante, y también el hecho que no se volviera a nombrar obispo de Barcelona hasta una fecha tan tardía como 1942.

    El odontólogo forense Juan Carol Montfort realizó un estudio de la dentadura de Irurita en 1940, si bien no pudo asegurar a partir del análisis de esta que se tratara de la del prelado, una vez realizada la descripción y previa declaración de dos dentistas que le habían tratado en su etapa de obispo de Lérida se concluyó que los restos pertenecían a Irurita.

    En el año 2000 se publicaron las conclusiones de un estudio sobre el ADN de los restos atribuidos a Irurita, comparándose con los de hermanos suyos, que concluyeron que estos pertenecían a alguien de la familia de Irurita, como podría ser el propio obispo o bien su sobrino.

    Sin embargo, según Jorge López Teulón, basándose en Doctor Irurita, obra publicada en 1992 por el jesuita Adro Xavier, estos no pueden ser confundidos con los de su sobrino, que según él seguirían en el cementerio de Montcada y por lo tanto afirma que los restos pertenecen al propio Irurita.

    Este relato lo he sacado de Viquipendia, porque de los consultados, me parece dentro de lo que cabe, el más imparcial, de todas maneras la segunda parte la veo contradictoria.

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    1. Lo que dice Usted que digo yo, me lleva a suponer que no ha leído nada del desarrollo CIENTÍFICO elaborado por expertos en esta materia y expuesto en mis diferentes artículos. Y como en ellos está suficientemente desarrollados, solo digo:

      1. El ADN del "sepultado" en la Catedral se comparó con el de sus hermanas (por donde se obtiene el ADN mitocondrial) y los forenses y el genetista informan no de que sea alguien de la familia Irurita sino de que se trata al 99% de monseñor Manuel Irurita Almandoz, el obispo mártir de Barcelona.

      2. Aunque me encanta Adro Xavier, con vidas de santos fabulosas, también la del Doctor Irurita, yo me baso en lo que los CIENTIFICOS confirmaron al Arquebisbat de Barcelona por solicitud del Cardenal Carles.

      3. ¡¡¡EVIDENCIAS CIENTIFICAS!!! no novelas de terror para no dormir...

      4. No tergiverse lo que yo he dicho. Adro Xavier ¡10 años después! coincide con lo dicho por los GENETISTAS y FORENSES

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    2. Sr. Jorge López Teulón, gracias por leer mi comentario.

      Yo estoy totalmente de acuerdo con usted y no tengo ninguna duda de están sus restos en el pasillo central de la Capilla del Santo Cristo de Lepanto y si la causa de Beatificación no ha prosperado hasta el presente. es como digo por motivos políticos.

      He asistido varias veces a la Misa que se celebra a las 12 de la mañana del 3 de diciembre,

      Perdone que quizá la segunda parte la tenia que haber omitido, pero no lo hice porque como indico, la fuente principal la he sacado de Viquipendia porque me parece independiente.

      Sr. López, le felicito por sus escritos y libros, Que Dios le bendiga.

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    3. Y yo le envío por este medio excelente mi bendición sacerdotal.

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    4. D. Jorge López Teulón. la verdad, quiere decir que merezco tanto pot tan poco. Muchísimas gracias,

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  5. En Catalunya Cristiana hace unos años también se publicaron varias páginas explicando la tesis de la supervivencia del obispo Irurita tras la guerra.
    Eran textos de aquel libro pseudohistórico que lo coloca a la puerta del Palacio Episcopal... ¡a la misma hora y el mismo día en que Barcelona asistía a ,la primera Misa de campaña en la Plaza de Cataluña!, todo ello teniendo como base el testimonio de unos muchachos que aseguraban haber presenciado tal hecho.
    Están también los escritos del canónigo Carlos Cardó vinculando al obispo mártir con grupos políticos derechistas anticatalanistas.
    Todo ello tiene un tufo que tira de espaldas por su sectarismo irracional.
    Veamos. Si todos los capitostes del bando perdedor salieron de Barcelona varios días antes del 26 de enero de 1939, fecha de la entrada de los nacionales, ¿por qué esperaron hasta el día 28 de enero, y a las puertas del Palacio Episcopal, por la mañana, el sicario soviético y su presa el obispo barcelonés, según relata el supuesto historiador en su libro?.
    ¿Es que los rigurosos controles de carreteras y fronteras no hubieran descubierto la escapada de la extraña pareja obispo-sicario ruso?.
    Muchas preguntas podrían hacerse al respecto, y todas sin solución lógica.
    El supuesto historiador contemporáneo riza el rizo cuando afirma en su libro que "Irurita murió mártir, pero ¡en la Unión Soviética!" y después de 1939.
    Carlos Cardó escribió unos papeles que denotan resentimiento, quizás comprensible en una mente torturada por la derrota de sus sentimientos políticos y la victoria de la libertad del credo religioso al que había consagrado su vida. Difícil situación para quien siente más el latido de la gleba que la aspiración a la vida eterna.
    Cuando aquellos años terribles de persecución propiciaron tantas conversiones. Recuerdo por emblemática la del filósofo García Morente, que se ordenó sacerdote y terminó su vida santamente.
    Y el monje Hilari Raguer, decidido adversario del reconocimiento del martirio a quienes "in odium fidei occisi" dieron su vida por no renegar de su fe en Jesucristo. Este extraño monje, separatista confeso, es adversario de muchos hermanos suyos de comunidad que fueron mártires asesinados por los rojos catalanistas entre 1936 y 1939. Se ve que en él prevalece la ideología política sobre la verdad histórica.
    ¡Pobre Cataluña con semejantes fanáticos!.
    Menos mal que la Divina Providencia nos ampara.
    Y el panorama actual del prusés y el rigodón que están bailando la CUP y el Juntspel3% alrededor de Artur Mas, al que vapulean como guiñol de feria, es quizás una muestra de que los disparates acaban mal.
    Tengamos fe en la Divina Providencia. Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza. Que Santiago Apóstol nos proteja.
    José de La Roda.

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  6. ¿Alguien me puede explicar algo más? Si no murió asesinado, y pudo salvarse, ¿porqué no continuó de obispo? ¿dónde vivió y de qué manera? y ¿cuándo murió pues? ¿Qué hipótesis hay? Porque de esta historia, nada tiene sentido.

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  7. Se inventaron la mentira de que vivía, de que se le vio tras la guerra, etc., para, lisa y llanamente, impedir su canonización, ni más ni menos.
    ¿Qué sentido hubiera tenido que estuviera con vida y siguiera escondido tras la Guerra Civil? Ninguno absolutamente . Eso no se sostiene ni con pinzas . El objetivo único de esta patraña inventada y reiterada hasta la náusea por sectores separatistas , laicistas y anticatólicos no es otro que el de impedir definitivamente que el santo obispo sea reconocido como tal por la Iglesia.
    He aquí, pues, una tarea importante e inaplazable para para Omella: trabajar para que en meses el cardenal Amato reconozca a Irurita como santo mártir en la catedral de Barcelona.
    Con los bienes de la Iglesia de Aragón Omella ya ha demostrado que no es un títere de nadie. A ver si con su antecesor Irurita demuestra también que es capaz de pasarse por el forro el veto masónico-separatista al ejemplar obispo Irurita, que impide que reciba los honores que merece por parte de la Iglesia de Barcelona.

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    1. Totalmente de acuerdo con usted.

      Es más, no creen que en la Misa de Acción de Gracias de la Paza de Cataluña del 26 de Enero de 1939, si hubiera estado vivo, la hubiera presidido Él, o al menos, si por las torturas sufridas o debilidad física no hubiera podido presidirla, creo que aunque hubiera sido en silla de ruedas hubiera querido estar presente. ¿No parece ésto lo más sensato?

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  8. desde Madrid mis mejores deseos para la diócesis de Barcelona y su nuevo pastor. Es aragonés y tendrá redaños para promover los pasos necesarios que lleven a la beatificación y canonización de su predecesor. Pax domini.

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  9. Resulta que Irurita debe ser santo porqué fué carlista en vez de catalanista.
    Pero Vidal i Barraquer... catalanista, al fin i al cabo estaba en su tierra, se pone en duda su integridad.
    Acabarán beatificando al cardenal Gomà o al cardenal Segura o al cardenal Pla i Deniel? Josep M. Parellada

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  10. Perdone, caballero, el obispo Irurita , con el marchamo oficial de la iglesia o sin él, ya es santo ,y mártir, porque fue un pastor íntegro y valiente que no abandonó en ningún momento a su rebaño como otros y entregó su vida por él.
    ¿ Y sus alusiones a otros eminentes cardenales a qué vienen ?
    Me parece que usted se ha confundido de sitio porque sus insensatos y sectarios comentarios cuadrarían mucho mejor en "Sálvame".
    Voy a rezar a la Virgen para que le ayude a alcanzar una mayor amplitud de miras y ecuanimidad. De verdad.

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