Acaba de
terminar el consejo de presbiterio de la archidiócesis barcelonesa. Y por
varios canales de información nos llega a nuestra redacción el destape final de
nuestro cardenal Sistach antes de partir hoy al Consistorio. Lo contamos tal
cual en tres puntos "in crescendo". La radiografía corresponde
"sic" a los últimos momentos de la reunión, en el turno libre de
preguntas, al ser interrogado sobre sus audiencias con el Papa, sobre el futuro
nombramiento que espera Barcelona y sobre la oportunidad de celebrar los 10
años de la división de la archidiócesis.
1. Según
cuenta Sistach al consejo: las recientes y extraordinarias conversaciones
privadas con el santo Padre hay que entenderlas en el contexto de gestiones
para informar de la diócesis y opinar sobre la oportunidad de un cambio. La
gente de la calle, y otros de forma más seria, le dicen: "no nos dejes, en
un momento como este, no te vayas". Y Sistach confirma que ante el estado
social de la Cataluña actual no sería bueno un cambio (año electoral etc..).
Cita a San Ignacio de Loyola para comprenderse a si mismo "sin hacer
mudanza".
2. Según
cuenta Sistach al consejo: en el futuro nombramiento del nuevo arzobispo
nos jugamos algo serio. Si el pontificado de Jubany fue "pacificador"
(su mano se eleva), luego otro "sin calificación" (pero su mano se
hunde... sin nombrarlo se entiende el de +Carles), luego otro de nuevo "pacificador"
(su mano vuelve a elevarse... sin nombrarse se entiende que habla de él mismo).
Por tanto, ¿que queremos ahora? ¿Barcelona está condenada a estas subidas y
bajadas? Hay que hacer las cosas bien y preverlas.
3. Según
cuenta Sistach al consejo: recordemos y no olvidemos la insólita división
de la archidiócesis barcelonesa. Fue algo del todo inusual y anómalo que se
hizo por decreto, llamando al Nuncio a Roma y que no tuvo precedentes en la
Iglesia. "Lo cierto es que se hizo por la necesidad de colocar a
algunos" (aquí que cada uno ponga el nombre que le parezca...).
Un auténtico
destape.
¡Señor
ten piedad, Francisco ten piedad!
Iustus
ut palma
"Si el pontificado de Jubany fue "pacificador" (su mano se eleva), luego otro "sin calificación" (pero su mano se hunde... sin nombrarlo se entiende el de +Carles), luego otro de nuevo "pacificador" (su mano vuelve a elevarse... sin nombrarse se entiende que habla de él mismo)."
ResponderEliminarEl secretario de mosén Bonet, el criptofundador de la Unión Sacerdotal de Barcelona en 1947, debe de haber leido "Historia de la diócesis de Barcelona, según Petete y los Teletubis".
Se olvida del arzobispo Marcelo González Martín, antecesor del "pacificador" Jubany, el maltratado por el nacional-progresismo, quien sufrió la campaña de Bonet y Jordi Pujol "Volem bisbes catalans", que motivó su traslado el 1971 a un lugar más provechoso, Toledo, durante 23 años.
¿En dónde vive Sistach? ¿Pero se ha creido su propia fantasía de pacificador?
Don Marcelo vivió muy tranquilo y feliz en la pequeña diócesis de Toledo, más en consonancia con sus posibilidades. Barcellona le venía muy grande. El propio Papa Pablo VI reconoció que se equivocó al nombrale.
EliminarPerdone, pero su respuesta es una estupidez.
EliminarQué le venía grande la diócesis de Barcelona?
Sabe ud. todo lo que hizo en Toledo?
Alguno de sus sucesores le ha llegado a la suela de los zapatos?
Comparar a Jubany que arrasó con todo lo que pudo, con D.Marcelo que convirtió Toledo en una diócesis floreciente, me parece de juzgado de guardia.
El problema es que a los nacional-progresistas, de la Iglesia solo les interesa aquello que puedan rentabilizar políticamente.
La Santa Sede anunció el martes 15 de junio de 2005, una reestructuración de la diócesis de Barcelona, así como la aceptación de la renuncia del cardenal Ricard María Carles como titular y el nombramiento de Lluís Martínez Sistach como sustituto.
ResponderEliminarPero el Arzobispado, que era el segundo más grande de Europa, queda ahora dividido en tres. Por ello, el San Juan Pablo II nombró también obispos para las nuevas diócesis, con sedes en Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, que son respectivamente Agustí Cortés (hasta ahora obispo de Ibiza) y José Ángel Saiz (auxiliar de Barcelona). Además, ha sido también aceptada la renuncia de Pere Tena, auxiliar de Carles desde 1993.
Por tanto, la que desde ahora será nueva provincia eclesiástica de Barcelona contará con las diócesis de Barcelona (con Lluís Martínez Sistach como titular y Joan Carrera como único auxiliar), Sant Feliu de Llobregat (con Agustí Cortés) y Terrassa (con José Ángel Saiz).
La confirmación de esta reorganización en Barcelona ha generado algunas opiniones contrarias, principalmente entre algunos miembros del clero y de asociaciones críticas con el Magisterio, que cuestionan la eficacia pastoral de la medida.
En la otra cara de la moneda, muchos movimientos y entidades ven con optimismo la decisión porque permite una mayor proximidad entre el pastor diocesano y el pueblo, así como una mayor agilidad organizativa una vez superado el inevitable período de transición.
Solo es cuestión que el nuevo Arzobispo sepa ejercer la Autoridad que le corresponde y los sacerdotes, religiosos y fieles sepamos obedecerle, ya que si Dios quiere, nos guiará por el camino hacía la salvación eterna de nuestras almas.
15 de junio de 2004.Precise doctor Trencs!
EliminarSr. Anónimo, gracias por haber leído mi comentario y practicar la corrección fraterna. Espero que ahora no me habré dejado ni un acento.
EliminarYa hace muchos años que fui a la escuela y mecanógrafo no lo he sido nunca.
Santa Eulalia, patrona de Barcelona, intercede por nosotros.
ResponderEliminarNo quería intervenir en su esclarecedora exposición Iustus porque habla por sí sola de la miseria moral de algunos. Se me ocurría apostillar en plan de chanza aquello tan socorrido en los teatros de evasión: "lucía, por favor, las sales, que me desmayo". Pero qué hombre más genial. Qué inteligencia. Dejar algo sin calificar o que se califica por sí mismo es dar a entender que fue algo vitando, negativo, malo. También Madrid se dividió. Y otras. Aunque no hubiera ocurrido así. ¿Es por sí mismo algo negativo o, por el contrario, muy conveniente para la evangelización?
ResponderEliminarAyer hablaba del conocimiento por osmosis. Tengo encima de la mesa un artículo de Science reciente (12 december 2014). Se trata de un experimento social para mostrar que el contacto con otros cambia la mente; se hizo a propósito del cambio de mentalidad en un grupo sobre su aceptación del matrimonio entre homosexuales. El resultado es que "contac changes mind". Hay en las diócesis catalanas una atmósfera tal de necedad y mediocridad, que hasta las ideas más claras y asentadas se tornan borrosas por contagio. Ayer se contraponía el mitrado a un factótum criado a sus pechos. Hoy vemos que la contraposición era aparente.
Así estamos.
Iustus, antes de contarnos otra orgía intelectual de éstas, sírvanos por favor las sales.
Estos son uno de los efectos perniciosos del pacto del statu quo, cuya una de las cláusulas consistió en que el arzobispo sólo visitaba las parroquias si tenía el permiso del rector.
ResponderEliminarLa consecuencia ha sido que el arzobispo no ha tenido casi ninguna vivencia y experiencia vital y personal, actualizada y renovada, de todo el mal que sabe que sufre la diócesis desde el año 1961, cuando era consagrado y luego revoloteaba por el entorno de Mn. Bonet, factótum de la USB, tanto a nivel de parroquia, congregación religiosa, facultad de teología, universidad, hospital u otra institución católica.
Llamar pacificador a Jubany desde 1971 es desconocer la historia, y es un ejercicio de fantasía desagradable, inventiva de mitos irrazonables y literatura de ciencia ficción de la mala; que le cuenten el cuento a los despistados de Roma, que aquí no cuela. El arzobispo Marcelo duró 5 años en Barcelona y fue agresivamente boicoteado por el catalanismo de la época, ya en 1966 con la campaña "Volem..." de Jordi Pujol (el de antes de Banca Catalana y Andorra) y su compinche Benet, el de profesión conspirador a dedicación exclusiva.
Llamar 'pacificador' a Jubany, cuando previamente le declararon la guerra permanente a Marcelo, esto se me antoja un ejercicio de cinismo y memoria histórica propia del nacional-progresismo: tacho lo que no me conviene para que me salga un relato bonito donde quede bien yo y sólo yo.
Marcelo, pero, fructificó en sus 23 años en Toledo, renovando la liturgia visigótica; mientras que Jubany, en sus 20 años de pontificado (del que soy testigo), representó el inicio de la eclesiocatástrofe barcelonesa en todos los aspectos, que culminó cuando su infarto en 1985, momento en que cedió todo el poder eclesial a la USB para tener un final de mandato tranquilo. Comparar los 23 años de Marcelo en Toledo y los 20 años de Jubany en Barcelona, ya lo dice todo.
Sistach sabe pero no sabe, a través de este peculiar truco curialesco de tolerar y disimular, según sea una denuncia formal o informal, cuyo resultado intermedio conlleva a no hacer nada, pero que el resultado final acaba en perjudicar gravemente la salvación de las almas de los fieles católicos laicos, destinatarios definitivos de la salvación.
Sistach se ha creido su propio sueño de ser un pacificador, cuando en realidad ha sido un disimulador y tolerador de la Iglesia del Anticristo y de satanás, con religiosos, exegetas, teólogos, sacerdotes, diáconos, profesores y laicos prominentes, que han sido partidarios y difusores activos de la errancia de la Palabra y la falibilidad del Papa, del la introducción de la Nueva Era, de la espiritualidad oriental, de la politización del nacional-progresismo, de la heterodoxia teológica moral, de los abusos e irregularidades en la misa y la confesión... siempre que no causaran escándalo mediático.
Algún día, jubilado y cuando cuente sus memorias, nos dirá quizás el por qué no hizo todo lo que debía de hacer, que era gobernar, educar y santificar. ¿Por qué prefirió pactar con los apóstatas heresiarcas una falsa paz de cementerio espiritual? ¿Quizás lo hizo con el acuerdo de los que lo nombraron en el 2004? ¿Qué le impidió actuar para que la verdadera doctrina y evangelio fueran difundidos y defendidos en todas las instituciones católicas?
creo que la iglesia en Cataluña debería pasarse con arreos y bagajes a la iglesia luterana que es donde más acomodo encontraría. Ya está bien de tanto mangoneo, y de tanto panfleto; que dejen en paz a los verdaderos católicos apostólicos y romanos que quieren vivir su fe en Dios. Yo conocí a D. Marcelo: ninguno de los que hoy están ahí, le llega al zapato, pero como no era manipulable, por toda esa panda; fue chamuscado. Las lagrimas de D. Marcelo claman al cielo, y el cielo las escucho. Es profético el asunto Así estamos, con Obispos que tal, curas que tal, parroquianos que no saben donde moran, parroquias perdidas en medio de falsas doctrinas; en fin como para hacer un apostolado en servicio del Evangelio. Es como para decir, ¡ Cristo baja ya..¡
ResponderEliminarAnónimo de las 11:27. No puedo estar MÁS de acuerdo con lo que expone.
Eliminar!Hasta cuándo Señor, hasta cuándo!. ¿Cuánto tardarán en descubrir que que el sr. Aymat es más luterano que católico. Ahora quiere extender sus errores an toda Badalona. ¿Lo conseguirá?. María Auxiliadora hacerle ver que está equivocadísimo y vuelva al redil.
Sr. Cardenal, actúe con valentía y aleje de la Iglesia Católica a todas estas personas, sacerdotes, religios@s, diáconos y fieles con cargo en las distintas parroquias que se declaran públicamente en contra de las principales normas y dogmas de la Iglesia Católica. Amén.
En la bimilenaria historia de la diócesis de Barcelona, se empieza una nueva etapa con el posconcilio (el Concilio acabó en 1965), que se inició con MARCELO GONZÁLEZ MARTÍN, coadjutor en el 1966 y arzobispo el 1967.
EliminarLa Iglesia posconciliar de Barcelona comienza, pues, con MARCELO, NUNCA CON JUBANY. Cuidado con la memoria histórica selectiva.
La verdadera historia de la Iglesia posconciliar de Barcelona, por tanto, tuvo cuatro arzobispos:
- Marcelo
- Jubany
- Carles
- Sistach
Marcelo fue la única joya, el más grande, con competencia y capacidad, de todos estos 4 arzobispos, enviada especialmente por Dios para engrandecer a Barcelona en toda la Iglesia Universal, pero a la cual le dimos una soberana patada. Los demás arzobispos sólo habrían debido de haber pastoreado tranquilamente lo edificado por Marcelo. Pasado Jubany, se envió a otro viñador, Carles, al cual también le dieron de garrotazos.
Marcelo estuvo 24 años en Toledo, Jubany acabó en 1990; si Marcelo hubiera seguido en Barcelona, habría cesado... el 1995. Así, de haber seguido la voluntad de Dios, habríamos tenido tres arzobispos:
- Marcelo
- Carles
- Sistach
Fue con Jubany cuando la Iglesia empezó, empíricamente, a ir precipicio abajo, por el querer de muchos consagrados. Con Marcelo se hizo eso tan feo como es el acoso a un superior: una sucia campaña para desprestigiarlo, desobedecerlo, negarlo. Como con el papicidio de Benedicto XVI, en Barcelona se realizó de forma diplomática un antisticidio, limpio, no cruento, sin ensuciarse de sangre: causa sufrimiento al superior para que se calle o marche.
Hoy se recogen los frutos... y el Señor pasará con la escoba para barrer su casita, después de casi 50 años de paciencia y dejar hacer, no sea que, al fin y al cabo, se convirtieran...
EliminarLo que ha dit l'anònim del començament potser sona a 'boutade' però, ben mirat, no és cap ximpleria: hi han molts en la jerarquia eclesiàstica catalana (sobre tot els més 'carrinclons') que estarien molt més comodos en la església luterana: imagineu, sense Papa i, a ser possible, una església "nacional" com a ells els agrada, que puguin 'coronar' al president de la Generalitat...que s'ho mirin i decideixin. Després estan els de la Teología de la Liberación (los últimos de Filipinas...). En fin, uns i altres, seria bo, com en el PSC, clarificar qui són, de què van i què volen i així deixar de posar pals en les rodes de l'església Catòlica a Catalunya.
Parece ser que tenemos políticos ocupando sedes episcopales en vez de Pastores que se preocupen de la grey de Cristo. Y además políticos pesimos. ! Es lo que hay !!
ResponderEliminarSimplemente un SANTO, Livieres el paraguayo lo es y podría volver a evangelizar la Iglesia catalana, en manos de entes PLASMATICOS con la figura de obispo
ResponderEliminarSi Sistach oyese lo que dicen de él algunos sacerdotes ya se habría marchado..... está en otro mundo, el suyo o el que le hacen creer sus "llepaculs", perdón....
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