El cardenal Sistach postrándose ante el feretro de Joan Barril en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona |
Y uno se pregunta que es lo que hacía n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach en ese acto, de una persona que no era creyente y que además de ser un periodista de cierto renombre poco más ha aportado a la sociedad catalana y cero a la Iglesia. La respuesta la encontramos en el twitter de nuestro arzobispo en el que podemos leer:
Es decir que nuestro cardenal está agradecido porque le hizo varias entrevistas, y no en una radio cualquiera, sino en la radio oficial de Cataluña (Catalunya Ràdio) que también debe ser "la nostra", de la misma manera que TV3, tal como afirmó en su momento nuestro prelado. Como es sabido Barril era el conductor del programa "El café de la República" (un nombre bien poco monárquico), en la radio pública catalana y parece que nuestro arzobispo está encantado de que le inviten allí y le hagan entrevistas, y mucho mejor si el entrevistador, aún siendo ateo, es respetuoso y -según él- valoraba la aportación del cristianismo, que no quiere decir que valorara el cristianismo.
Esta es una muestra más del servilismo del cardenal hacia lo "políticamente correcto" en Cataluña, hay que estar bien con los que gobiernan Cataluña, aunque aprueben leyes contrarias al Magisterio de la Iglesia o aunque provoquen la división y el enfrentamiento entre catalanes, porque así siempre caen algunas migajas. Hay que estar bien con los medios de comunicación catalanes, aunque se burlen de la Iglesia y de los valores cristianos, porque así siempre te caerá alguna entrevista de gran audiencia que aumentará tu "ego" personal.
Hace unos años participé en el entierro de un párroco de nuestra diócesis, en la iglesia que había regentado durante casi cuarenta años, el cardenal brilló por su ausencia y no tenía nada importante en su agenda, el finado era un hombre piadoso y fidelísimo a la doctrina de la Iglesia, por tanto del sector más conservador y mal visto entre el nacional-progresismo. En cambio para los párrocos progresistas que fallecen, siempre hay sitio en la agenda del cardenal, también para los ateos como Joan Barril. O qué decir del entierro del joven sacerdote, el Rvdo. Jordi Moya, en un frío responso en que el cardenal se equivocó varias veces al decir su nombre, así de poco le conocía, a pesar de haberlo ordenado él. Esas cosas no suceden en los entierros "dels prohoms" de la diócesis y de la política y la cultura catalana.
Sistach concedió a Barril el privilegio de la última entrevista antes del Cónclave de 2013 |
Antoninus Pius
Yo estuve en la misa funeral de mossèn Jordi Moya en Mataró. La misa la presidió su obispo, el Cardenal Martínez Sistach.
ResponderEliminarCreo que confunde los entierros, el que no fue Sistach fue el del sacerdote mayor, después de toda una vida dedicada a la Iglesia. Al de Mn. Moya si que fue y casi mejor que no hubiera ido, por el poco sentimiento que puso y por equivocarse en el nombre del joven sacerdote difunto.
EliminarCreo que no me confundo en absoluto. Estuve en la misa cerca del presbiterio, y no recuerdo que el Cardenal se equivocase del nombre de mn. Moya. De lo contrario lo recordaría, pues soy muy sensible a los errores.
EliminarPor otro lado pidió oraciones por la salud de Jordi Moya en la misa que presidió en la Sagrada Familia 2 días antes del óbito del mismo. Fui testigo. También puedo decir, aunque no demostrarlo, que el mismo Jordi Moya exigió la visita de su obispo en el lecho de muerte, pues había habido resistencia a esa presencia.
"En cambio para los párrocos progresistas que fallecen, siempre hay sitio en la agenda del cardenal, también para los ateos como Joan Barril."
ResponderEliminarÉste es, a mi parecer, el núcleo del artículo: la aplicación de políticas de geometría variable según el principio de interés. Una extensión más del pacto de hierro del statu quo entre Sistach y el nacionalprogresismo, bajo sanción de guerra civil si hay vulneración del mismo. Aviso al futuro arzobispo de Barcelona: “recuerda Marcelo y Carles”.
Y es lógico: la interconexión del nacionalcatolicismo franquista y postfranquista, es decir, el nacionalprogresismo eclesial catalán de hoy en día, es totalmente evidente y palmaria: sin Franco, no se entiende nuestro desastroso 2014-2015.
Lo demuestra el lejano artículo de GG, entre muchos otros, "Biografía de un Cardenal" (20/12/2009), sobre este peculiar personaje, el arzobispo Sistach, augustea síntesis serena del franquismo y el postfranquismo [= franquismo después del franquismo], quien fue secretario personal de Mons. Manuel Bonet, fundador de la semiclandestina Unión Sacerdotal de Barcelona, cuyos miembros coparon todo el poder episcopal de Barcelona en 1985 con la enfermedad de Jubany.
Una breve historia de este nacionalprogresismo neopostfranquista eclesial y político catalán:
- 1947: constitución clandestina de la Unión Sacerdotal de Barcelona (Societas Sacerdotales Barcinonensis: USB-SSB) por el P. Manuel Bonet i Muixí (1913-1969): servir a la ayuda mutua y la promoción cultural y pastoral del clero y al “amor y fidelidad al país”; hasta septiembre de 1957 no comunica oficialmente al obispo Modrego de la existencia de la USB. Disgregación del primer y único gobierno en el exilio de la Generalidad de Irla, desafección de una parte del exilio republicano catalán que regresa a Cataluña, fracaso del maquis comunista catalán y de la resistencia interior catalán, y consolidación occidental del régimen de Franco como plataforma militar contra el comunismo estalinista durante la Guerra Fría.
- 1959 se inicia la campaña contra Luis Martínez de Galinsoga, director de La Vanguardia [¡Española!], y se aprobaba la Ley de Orden Público.
- 1960: los hechos del Palau de la Música Catalana, con el encarcelamiento del futuro Molt Honorable Jordi Pujol (¿o molt evasor?), y se aprobó la primera ley antiterrorista.
- 1961 se creó Òmnium Cultural.
- 1962 tiene lugar las primeras huelgas y aparece Comisiones Obreras de Cataluña.
- 1963, el abad de Montserrat Escarré realiza unas polémicas (y falsificadas o manipuladas) declaraciones a Le Monde y debe de exiliarse.
- Mediados de 1960: el progresismo hegemoniza la cultura y la oposición al franquismo en Cataluña; conviven el catalanismo nacionalista y el marxismo internacionalista con sus divulgadores Manuel Sacristán, Josep Fontana y Pierre Vilar. Red entre el catalanismo y el marxismo del PSUC en Edicions 62, la universidad, la Iglesia y las vacas sagradas culturales (Espriu, Tàpies, Brossa, Joan Oliver). Dos libros daban relato histórico marxista de Cataluña: Molas y Castellet, antología de “Poesía catalana del segle XX” (1963); Jordi Solé Tura en “Catalanisme i Revolució burgesa” (1967) que calificó a Prat de la Riba como doctrinario burgués, con la intención de deslegitimar a la burguesía catalana nacida bajo el desarrollismo franquista y que era la columna sostenedora del franquismo.
ResponderEliminar- 1964: Carta de 300 sacerdotes a los 8 obispos catalanes. Diciembre 19-20: Congreso de la Cultura Catalana, un compromiso histórico entre el catolicismo conciliar del Abad Escarré y el comunismo del PSUC de Josep Fontana y Francesc Vallverdú.
- 1965: desarrollo del nacionalismo progresista bajo el discurso antipujolista, al cual se sumaron los intelectuales izquierdistas, Tarradellas y Josep Pla. Clausura del Concilio Vaticano y secuestro del mismo por la hermenéutica de la ruptura progresista.
- 1966: La Capuchinada; la manifestación de sacerdotes frente a la Prefectura de Policía de Barcelona ante la tortura de estudiantes; la ignomiosa campaña de Jordi Pujol y Josep Benet "Volem bisbes catalans" ("Queremos obispos catalanes") dirigida contra el obispo de Barcelona, Marcelo González Martín, luego arzobispo de Toledo, la primera manipulación de masas del nacionalcatalanismo progresista con este falso "Queremos", que era sólo una imposición unipersonal de Pujol: "Quiero obispos bizcochables para mí solo".
- 1968: rechazo y rebelión general en los obispados mundiales de la aún “no recibida” encíclica Humanae Vitae, contraria a la anticoncepción; Pablo VI, calificado como el primer retrógrado y traidor del “espíritu del concilio”.
- 1969: dos manifestaciones silenciosas de capellanes en el patio del obispado
- 1971: la Asamblea de Cataluña en la Iglesia de San Agustín de Barcelona.
- 1977: 23 de octubre, balcón de la Generalidad, Tarradellas grita su «Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí!». Operación Tarradellas de Suárez para neutralizar a la CNT-FAI y al PSUC con este último mohicano de la ERC republicana.
- 1980: dialéctica del pujolismo nacionalista conservador contra el antipujolismo maragallista progresista: Pujol banquero (Querella Banca Catalana) y tendero populista (botiguer); ruralismo/cosmopolitismo, monolingüismo/bilingüismo, nacionalismo/progresismo, Cataluña/Barcelona, Cataluña/Corporación Metropolitana de Barcelona, catalanismo hard-puro/catalanismo light-líquido.
- 1992: nace el postpojulismo como consecuencia del éxito del modelo de gestión socialista de los Juegos Olímpicos de Barcelona. 1993: primera alternativa de Maragall contra Pujol con el nacionalismo progresista elitista: “Catalunya Segle XXI” con la élite intelectual de J.M. Castellet, Salvador Giner, Encarna Roca, J.M. Vallès, Maria Aurèlia Campmany, Alexandre Cirici, Marta Mata y el poeta Puigverd (“Cataluña como ágora y no como templo).
ResponderEliminar- 1994: en el Congreso de Sitges, los capitanes o alcaldes del área metropolitana de Barcelona del PSC conquistan la dirección del PSC, e Iceta, Sala y Ferran asumen el “Manifiesto del Foro Babel”, poniendo en crisis a esta primera reformulación maragallista, que en 1999 obtuvo con el PSC la primera victoria en votos pero no en escaños.
- 1999: 2ª fase de la alternativa maragalliana con los contactos Carod-Maragall y la promesa del nuevo Estatuto de Autonomía que se aprobó el 2006, pero que para el nacionalismo fue destruido por la sentencia del Tribunal Constitucional del 2010. Cesa Maragall, el Tripartito cae derrotado por Mas el 2010, y Zapatero cae derrotado a su vez por el PP de Rajoy.
- Diada 2012: nueva fase del nacionalismo mediático independentista, hegemónico aún hoy y sin contestación ni alternativa, nacido por dos conjunciones:
1. La victoria de Rajoy por mayoría absoluta, que derrumbó el Estatuto como un camuflado Estado-Nación
2. La mayor crisis económica, política y moral desde la guerra civil, que ha causado la quiebra total del sistema de cajas de ahorro y de parte del tejido industrial catalán, así como de la misma Generalidad y su completa dependencia de la hacienda española, junto con el derrumbe de la credibilidad ante el caso de corrupción de Pujol y el doble acoso del independentismo de ERC y el populismo de Podemos.
Conclusión
Estamos en un período de eclesiásticos y políticos corruptos y corruptores, moralmente e intelectualmente decadentes e irrelevantes; de nula espiritualidad y sentido de Estado, del bien común y de amor a la patria; oportunistas, interesados, pragmáticos y coyunturalistas.
Es una verdadera involución para Cataluña en su aspecto religioso y político. Torras y Bages dijo que los esfuerzos del hombre son inútiles si no tienen la bendición divina, pues sólo Dios puede asegurar el bienestar y la prosperidad (salmo 126): Cataluña será católica o no será. ¿Qué hizo Cataluña para santificarse cuando tenía riqueza y prosperidad? Ofrecer ante satanás un monumento a la muerte, con más de 22.000 abortos de niños indefensos e inocentes.
Hoy, tanto entre el pueblo, la Iglesia y el gobierno, Cataluña es un páramo satánico de cultura de la muerte y del descarte, del relativismo moral, de la ideología de género y de la apostasía, en medio de un ambiente social de caída del sistema de partidos políticos, empobrecimiento y desmoralización generales, de corrupción e ineficacia en la gestión pública, de colapso de las fuerzas positivas del país, y de rampante catastrófico populismo nacionalista y de izquierdas.
Aborto-Cero y Unidad de España: la MASONERÍA controla los medios de comunicación y manipula en las redes sociales
Eliminarhttp://pildorasantimasoneria.blogspot.com.es/2014/12/aborto-cero-y-unidad-de-espana-la.html
Eliminarhttp://www.libertaddigital.com/espana/2014-12-17/declarado-un-incendio-en-la-fiscalia-superior-de-cataluna-1276536308/
Comparto normalmente los puntos de vista de este sitio. Sin embargo hoy creo que se le intenta sacar punta a un hecho que no da para mucho. No veo mal ni criticable que el cardenal asista al funeral laico de Joan Barril.
ResponderEliminarA este periodista le considero un buen tipo, nada fanático de nada, que siempre mostró mucho interés por el hecho cristiano de nuestra sociedad. Se sentía orgulloso de haber entrevistado a todos los obispos de Cataluña, a algunos más de una vez. Sus creencias personales son cosa suya.
El problema son las varas de medir...
EliminarLLamádme radical o integrista o lo que queráis, pero yo no voy nunca a ningún entierro laico. Me despido del difunto en la sala de vela el día anteriior y el día del entierro rezo en mi casa unas oraciones por él.
EliminarA mi eso me parece ser coherente con mi fe, lo contrario es caer en un relativismo, ese que tanto criticó el Papa Benedicto XVI, como si fuera igual un entierro que otro. Y nuestra presencia de cristianos en estos actos sería un aval en ese sentido.
Conozco personas de misa semanal que cuando les dicen que una persona será enterrada por lo civil dicen: "Bueno, es igual, civil o religioso, lo importante es que sea bien emotivo". Yo no voy a caer en eso.
Asistir al funeral de un amigo, sea laico, de alguna otra "Iglesia" cristiana o de otra religión, no es relativismo, se le llama amor, respeto y educación, y sí, por lo que dice usted es un fanático.
EliminarUna vez más, Sistach miente. Barril no fue nunca respetuoso con el Cristianismo. Lo leía, hasta que lo dejé, en sus artículos de El Periódico en los años del furor socialista. La beligetancia laicista que todavía arrastraba aquel gobierno tenía un aguerrido defensor en el periodista. Por lo visto su servicio al poder en todo momento, central y autonómico, parece haber sido la constante de su vida, según han expresado por escrito quienes le conocieron.
ResponderEliminarSistach miente, una vez más. Aunque fuera por solidaridad, la vesania derramada por Barril contra Rouco era, a la postre, la vesania contra la Iglesia, Sistach no tendría que haber vertido esa autojustificación de su paso mal dado. Quiérase o no, con sus fallos humanos, Rouco jamás sobñó a nadie. ¿Verdad Sistah, que ahí duele? Ni presentó a un Pujol de infamia ya conocida como modelo de político cristiano. Una Iglesia firme la de Rouco, no esa covachuela de separatistas que lo mismo doblan la cerviz, que manosean a Mas, que imparten doctrina anticristiana desde el altar del templo de Figueras.
No Sistach, no. A muchos nos importa un pimiento cómo le trató a usted Barril o cuantos chupen del bote secesionista. Los demás leemos. A veces, pese al aburrimiento y el cansancio. Rece por Barril en su soledad. Pero no nos avergüence a los demás en tan vergonzoso y humillante comportamiento. Cuánto bochorno. Cuánta infamia. Mi solidaridad, eminencia Rouco. Mi desprecio, minudencia Sistach.
"Por sus frutos los conoceréis"
ResponderEliminarDurante estos 10 años de sistaquismo han fallecido muchos buenos periodistas católicos, comprometidos y fieles a sus ideales religiosos, incluso en terreno hostil. Yo no he visto a Sistach en ninguno de sus entierros.
ResponderEliminarPero Barril era un periodista del régimen, de CatalunyaRadio, y por eso hay que homenajearle y agasajarlo
Un buen análisis.
EliminarUn obispo, en principio, debe de ir a todos los entierros de los propios, laicos, clérigos y religiosos.
Cuanto más miro el comentario y la foto de Sistach en el entierro de Barril, teniendo su tendencia anticatólica, indicada por JMVG, cada vez me es más extraña: algo no cuadra, no funciona, no va.
Atónito me he quedado al ver la fotografía. Si no la veo, no lo creo.... Sistach, vulgarmente dicho "chochea" "fa catufuls".....
ResponderEliminarDescanse en paz Joan Barril, gran periodista y persona llena de humanidad.
Quizás si ven la página que les adjunto, entenderán el motivo de la presencia del Cardenal en el sepelio laico.
ResponderEliminarhttp://youtu.be/3dullZsxSbc
Creo que valdría la pena que muchos de los que han escrito, oigan la lectura que Joan Barril hace. No tenía ninguna necesidad de ir a leer el Evangelio.
El problema está en el carácter notorio de anticatolicidad de Joan Barril indicado por JMVG.
EliminarOtra cuestión será, evidentemente, los signos de arrepentimiento de última hora, que obviamente desconozco.
El segundo problema es de congruencia vital: si se va a los entierros o no se va, debe de haber una regla de coherencia lógica de conjunto.
el pie de foto es poco acertado: yo no veo al Cardenal "postrándose", todo lo más una inclinación menor
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