Un estudiante de Medicina de la Universidad de Barcelona denuncia el adoctrinamiento proaborto en las aulas y exámenes
Sus padres, de quien ha heredado una educación católica, le apoyaron en su cometido, aunque deslizaron un consejo por instinto de protección: «Pero no te metas en líos». Sus amigos, en su mayoría, no comparten su ideología, mas la respetan. Hasta su novia discrepa en este punto sobre sus creencias. Pero nada de eso, ni tan siquiera el temor a represalias académicas, detuvo a Robert Ferrer Rivero, un estudiante de 20 años de Mont-ras (Gerona) que cursa tercero de Medicina en la Universidad de Barcelona, que es pública, a la hora de defender sus valores.
Robert Ferrer en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (Foto Inés Baucells - ABC) |
El pasado 24 de junio, el diario ABC publicó una carta al director de Robert en la que éste denunciaba que algunos de sus profesores «politizaban» sus clases adoctrinando en favor del aborto, menospreciando las reformas en este sentido más restrictivas y en favor de la vida, en alusión a los cambios sobre la ley del aborto que promueve el gobierno del PP.
Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona |
Robert, que está en contra del aborto y que avanza que cuando sea médico apelará a la objeción de conciencia para no practicarlo, no pone tanto su acento crítico en el hecho de que los profesores adornen sus explicaciones con morcillas ideológicas. «Yo entiendo que cada profesor lo explique a su manera». «Yo, si fuera profesor, también lo haría», concede.
El problema, lo que le llevó a escribir a ABC, fue lo ocurrido con un examen de Genética que hizo el pasado 23 de junio. Según explica, varias preguntas de la prueba, de tipo test, estaban sesgadas en el sentido que contemplaban como opciones correctas únicamente aquellas en las que se indica a la paciente que aborte o se someta a algún tipo de diagnóstico genético prenatal.
De algunas preguntas no se acuerda del contenido exacto, no tiene el examen, pero sí detalla una que es reveladora. En una de las preguntas, según relata, el enunciado era: «¿Qué le indicarías a una mujer que va a tener un hijo con Síndrome de Down?». Había varias respuestas, recuerda, pero descartando las obviamente erróneas (como las que se suelen incluir en un examen test), la cosa estaba entre dos: «Le indicaría no hacer nada» o «Le indicaría un aborto legal».
De algunas preguntas no se acuerda del contenido exacto, no tiene el examen, pero sí detalla una que es reveladora. En una de las preguntas, según relata, el enunciado era: «¿Qué le indicarías a una mujer que va a tener un hijo con Síndrome de Down?». Había varias respuestas, recuerda, pero descartando las obviamente erróneas (como las que se suelen incluir en un examen test), la cosa estaba entre dos: «Le indicaría no hacer nada» o «Le indicaría un aborto legal».
«No preguntamos qué piensas»
Robert vio venir el problema. Intuía que para el examinador la única respuesta válida era la de abortar, y fue a hablar con el coordinador de la asignatura, Rafael Oliva. «Le dije que, como mínimo, las dos respuestas deberían ser válidas, porque eran legales». Sin embargo, la respuesta del profesor, según Robert, fue: «Muy bien, pon lo que quieras, pero la única respuesta válida es la de aconsejar el aborto». «No preguntamos qué piensas, sino lo que es legal», añadió el docente.
Ante esta postura, Robert pidió al coordinador que no le computara ésta y otras preguntas —«unas cinco, del total de 70»— que a su juicio adolecían del mismo error. Pero el profesor se negó a ello. De resultas, Robert acabó el examen sin contestarlas y, calcula, perdió medio punto de su nota final, que fue un ocho sobre diez. «Al final saqué buena nota. Por eso algunos amigos me aconsejaron que no le diera más importancia».
El Decano de la Facultad de Medicina, Francesc Cardellach |
Sin más detalles
Tras el cruce de cartas, ABC se puso en contacto con la Universidad para ampliar detalles. Se solicitó tener acceso al examen en discordia, así como poder hablar con el profesor aludido por Robert, Rafael Oliva. Nada de eso concedió la Universidad, que se remitió a lo expuesto en la carta de su decano, en la que no se aludía al examen en cuestión.
Con todo, según ha podido saber ABC, en el seno de la institución académica hay quien considera que el examen estaba, cuando menos, mal planteado. Les salva que no es nada frecuente que un estudiante destape sus fallos en la Prensa. O que los diarios accedan a dar voz a estas quejas en temas tan espinosos como el aborto (Robert escribió la misma carta a un diario editado en Barcelona, pero a día de hoy no se la han publicado).
***Artículo publicado en el diario ABC, por Janot Guil el 22 de julio de 2014
Felicidades Robert, por ese 8 que obtuviste, sin duda, Dios te ayudó a ser coherente con tu pensamiento católico y porque no es fácil hacer un exámen que ya de por sí, provoca inquietud y más hacerlo con esta presión, que no es lógica en un estado democrático.
ResponderEliminarSi el mismo Sistach piensa que el aborto es el precio que pagamos por vivir en la sociedad del bienestar: Está mal, pero ¿qué quieres hacer? Siempre han habido abortos y siempre los habrán... ¿Qué no va a decir el amoral decano de Medicina?
ResponderEliminar...justificaba que como futuros médicos los estudiantes deben saber todo el abanico de posibilidades de diagnósticos y prácticas prenatales...
ResponderEliminarA ver si lo entiendo, este dichoso abanico no se va a quedar reprimido sólo en los diagnósticos prenatales.
La fuerza expansiva de un abanico es poderosa: el despliegue de las varillas y el venteo.
Lo que implica que una vez abierto este abanico, lo que viene son los diagnósticos postnatales, es decir, la eutanasia y el suicidio asistido.
Te felicito Robert por tu valentía y por saber anteponer tus valores católicos a cualquier otros. Ojalá hubieran muchos jóvenes, y no tan jóvenes, que tuvieran las cosa tan claras como tú y dieran el paso adelante sin temer nada. Si tenemos a Dios, que nos puede pasar?. Que María Auxiliadora te ayude a lleagar a ser un buen médico entregado al servicio de TODOS los que te necesiten. Amén.
EliminarUn nuevo ejemplo de que sólo en una pequeña parte puede forjar la Facultad a buenos médicos. La mayoría de este resultado se obtiene por la respuesta personal en el ejercicio de la medicina. O dicho de otra manera, la Facultad sólo te hace médico y sólo tú te puedes hacer un buen médico.
ResponderEliminarAquí veo destacar entre su promoción a uno que apunta maneras excelentes. Ten valor, muchacho. Ten valor. Si la Medicina no es así, importa bien poco lo que es.
MOLT BÉ, NOI. !!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGalenos como tu necesitamos, no los mengele de turno que corren por los ambulatorios.
La incongruencia y cinismo del profesor es bastante notoria. Dice que la única respuesta válida es aconsejar el aborto, por que es legal ¿acaso no es legal aconsejar no abortar? Esta claro que es un adoctrinamiento inmoral de este profesor.
ResponderEliminarPor desgracia no es un caso aislado. Mi mujer dio luz a sus 4 hijos en el Hospital Trueta, de Girona y en el 3º y en el 4º, las doctoras preguntaron si quería ligadura de trompas, porque ya tenía muchos hijos. Se ve que es habitual esta pregunta a partir de 3er hijo. Desde luego la presión antivida de la sanidad publica es descarada.
Hay que tener valor para ir contra corriente. Porque son muchos los estudiantes que piensan como Robert; pero necesitan alguien que vaya delante, que los lidere; porque ellos sólo saben seguir, ir detrás de alguien. Tanto los buenos como los malos. La inmensa mayoría sólo siguen el camino marcado por otro. Por eso es tan necesario el gesto de Robert. Si no queda en anécdota, sino que se repiten las oportunidades de manifestar su oposición a la doctrina dominante, creará escuela, tendrá seguidores. ¡Ánimo, Robert!, sigue en esta fortaleza, sigue defendiendo la Vida. Llegará el día en que veas con toda claridad que no estás solo. Rezaremos por ti.
ResponderEliminarNo defalleixis i endevant, VALENT.
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