Pero algo sucedió que tiró al traste aquella candidatura, y fue la movilizción del nacional-progresismo que dejó bien claro que si Ureña venía a Barcelona iban a hacerle la vida imposible y que lo que le hicieron a Don Ricardo sería minucia con lo que le iba a caer. Los expertos en protestas y movilizaciones politico-eclesiales como el ya fallecido Albert Manent pusieron toda la carne en el asador, incluyendo una campaña en la que se enviaron cientos de tarjetas postales perfectamente preparadas y organizadas con dirección al obispado de Cartagena advirtiendo a Don Manuel Ureña que no viniera o que se atendiera a las consecuencias.
Roma se asustó, estaba preocupada por el clima de crispación que se habia creado en los últimos años del cardenal Carles, y no quería que Barcelona acabara convirtiéndose en un campo de batalla que cada día diera quebraderos de cabeza. Por eso se decidió por n.s.b.a. arzobispo Martínez Sistach sabiendo que sería recibido con los brazos abiertos por el nacional-progresismo "protestón", pero también decidió dar un golpe a los que tanto lío habían provocado, dividiendo la archidiócesis en tres, algo que sentó como una patada, el rumor de la misma (aún con Don Ricardo como arzobispo) provocó que se organizara la famosa manifestación en el palacio episcopal, encabezada por ël Rvdo. Turull, megáfono en mano.
Diez años después, una parte de la historia se repite. En pleno proceso de substitución del cardenal Sistach, suena el rumor de la candidatura de S.E.R. el cardenal Antonio Cañizares para la sede barcelonesa. No es un rumor cualquiera, lo ha difundido Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia y durante algunos años corresponsal de este rotativo en Roma, por lo que es persona experta en cuestiones eclesiales. También se repite la reacción, sólo hace falta pasarse por la web de Llisterri (catalunyareligio.cat), para darse cuenta de la alteración que provoca ese rumor. Pero para decir verdad, el nacional-progresismo está muy diezmado y mal organizado, muchos de sus dirigentes históricos pasaron a mejor vida, otros ya son demasiado ancianos, y los que son algo más jóvenes ya no son expertos en guerras de guerrillas.
La manera de ser de Cañizares parece poco compatible con el "tarannà català" |
Pero si que es verdad que hay un viejo truco que siempre funciona. Si lanzas el rumor de Cañizares, remueves el gallinero, le das un poco de aire al actual arzobispo y para rematar te aseguras que cualquier otro candidato, sea quien sea, pueda ser bien recibido. Porque superado el "peligro Cañizares" por su españolismo y teórico conservadurismo, el nacional-progresismo podría conformarse con muy poco, incluso con algún candidato que inicialmente no fuera "de los suyos".
Estamos en tiempo de relevo episcopal y todo el mundo mueve sus cartas. También los "faroles" en el poker funcionan en estos casos. porque sinceramente pienso que lo de Cañizares es un "farol", aunque no se sabe muy bien a quien o a quienes acabará beneficiando.
Antoninus Pius
Ureña tenía que venir... pero la primicia de que vendría Sistach la lanzó TV3 sin ser todavía verdad, hasta tal punto que forzó a la Santa Sede a nombrar a Sistach. Todavía no sé si se lo han hecho pagar...
ResponderEliminarUsted cree que TV3 forzó a la Santa Sede.
EliminarPor favor, antes de decir una cosa asi.
Le recomiendo que se informe del proceso, consultas, decisiones, secreto pontificio, intervinientes, dossier, aceptación in pectore del propio candidato,... en los nombramientos episcopales.
Si Ud. es sacerdote de verdad deberia conocerlo, por sus estudios y por la praxis de la Iglesia Católica para estos casos.
Van a repetir la campaña. La anterior vez les salió bien, no todo lo bien que hubieran querido porque se tuvieron que comer la división de la diócesis y la elevación de Sáiz Meneses a obispo residencial nada menos que de Terrassa. Pero en Barcelona mandaron al que querían, a uno de los que querían.
ResponderEliminarVamos a ver cómo reacciona la Santa Sede. Hay personajes distintos. El Papa es otro. Francisco, sin tanta solidez doctrinal, tiene sin embargo capacidad para ejercer su autoridad ejecutiva sin titubeos ni concesiones ni fe ciega en sus delegados. También el prefecto de la congregación en cuestión me parece más pastor que diplomático en relación a su predecesor. Por último, el nuncio en España tampoco es el mismo, Monteiro de Castro y Fratini son como la mantequilla y el cuchillo respectivamente.
Sugiero la oración.
Cada vez que nombran a Mns. Turull rezo por nuestros seminaristas.
ResponderEliminarPues ya va siendo hora, que a la hora de nombrar obispos para Barcelona, la Santa Sede, no se deje influenciar por lo que opinan los curas progre-catalanistas cada vez menos y mas viejos, es increible que esto haya ocurrido, esto no ocurre en ninguna otra diocesis de España, ya va siendo hora, que se deje de tener miedo a esos curas vejestorios, gracias a Dios ya no son los años 70, ahora hay un sector importante del clero, que acojeria bien a cualquier obispo que nos mandara el Santo Padre. Si decimos que la Iglesia es una gran familia que no hace distincion de razas ni culturas, ni fronteras, entonces ¿porque no aceptar a un obispo que no sea de la tierra?, creo que en Barcelona, ya es hora de que dejen de mandar esos curas de siempre, que no han dado practicamente ningun fruto y han alejado a tanta gente de las parroquias, por su manera de actuar al margen de lo que manda la Iglesia.
ResponderEliminarPues será así. Ahora nos vamos a conformar con cualquiera que nos envíen; seguro que será mejor que Cañizares. En Roma han sabido jugar bien al poker.
ResponderEliminarEl Papa Francisco ha hecho nombramientos muy desafortunados, que están en la mente de todos. Él es autoritario, y mandar se le da bien; pero es que además no se ha retractado ni de un solo error, ni uno, siendo algunos de ellos monumentales. Así que confiar en el buen criterio del Papa o en la maquinaria curial, es de muy ilusos. El episcopado sufre las mismas calamidades de mediocridad que sufren los partidos políticos. Así que resignémonos a lo que venga. Se parecerá a lo que tenemos. La escalada de puestos en la Iglesia es la que es. Y ni en política ni en la iglesia escalan los mejores políticos ni los mejores sacerdotes, sino los mejores escaladores: los más trepas. Es lo que hay.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pero soñemos un poquito. A veces lo inverosímil ocurre.
EliminarQue Cañizares será el próximo obispo de Barcelona es un chisme-chiste, sólo hay que verlo con la edad, 70 años (a dimitir dentro de 5 años), y que "Barcelona es demasiado complicada para Cañizares y además es originario de la parte valenciana no catalana y no tiene experiencia en una diócesis puente o trampolín como lo fue Tortosa para Carles o Ibiza para Don Manuel Ureña".
ResponderEliminarHay que hacer un ejercicio de "redómica", estudio de las redes de poder y de errores bíblicos y teológicos en la Tarraconense:
1. El primer centro de la eclesiocatástrofe catalana procede de Montserrat, el monasterio de Santa María, es quien tiene el verdadero poder, para bien y para mal, en la Iglesia Tarraconense. Hoy es para mal, y eso se nota en su envejecida y menguante comunidad, maldad que se multiplica por dos con el caso Forcades (monasterio de San Benito). Allá están, por ejemplo, Duch y su alegorismo, Ragués y su alocada historiografía, Massot y su genocidio lingüístico, el ermitaño Estanislao Llopart y el yoga...
2. Los consagrados, teólogos y profesores de la hermenéutica de la ruptura pasan y se ríen de todo lo que digan los Papas y superiores mayores. Los más mayores han visto pasar a Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I y II, Benedicto XVI y Francisco, los abades Marcet, Escarré, Brasó, Just, Bardolet y Soler, y los obispos de Barcelona Modrego, González, Jubany, Carles y Sistach. Otro más, dirán...
3. El segundo centro de la eclesiocatástrofe tarraconense se encuentra en los jesuitas del Fort Apache del Instituto de Teología del Centre Borja de Sant Cugat. Los jesuitas, tocayos de Francisco, son responsables de la difusión de errores de fe y moral, abusos litúrgicos y la introducción de la Nueva Era en la espiritualidad católica (por ejemplo, el eneagrama procedente de sus hermanos averiados de Chicago). Y Francisco lo conoce.
3. Un tercer vector es la URC y Escola Cristiana de Catalunya, los religiosos y las escuelas católicas. Los siguientes vectores son subredes de los anteriores: Justicia i Pau, Cristianisme i Justícia... Fácilmente observable por las declaraciones y documentos emitidos por dichos entes y sus miembros.
4. En mi opinión, si es cierto que nombrará a Cañizares, es que Francisco I aún no ha comprendido que el problema de la Iglesia no se encuentra en el acento social, sino en la cuestión de fe. El centro de gravedad no está en las Villas Miseria, sino en la apostasía de facto de la Iglesia europea, de la que Cataluña, como Holanda y Bélgica son un ejemplo.
El problema es la fe activa (San Pablo), la fe con obras (Santiago), pero siendo el primer punto clave a solucionar el concepto "fe": la verdad. Pues el bien social lo hace cualquier persona de buena voluntad que sigue la recta conciencia obedeciendo la ley del corazón (ley moral natural, Romanos 2), pero la fe católica, la única verdadera, sólo tiene a la Iglesia como su defensora y divulgadora.
5. El terror fideístico y moral en la Tarraconense tiene cuatro puntos básicos:
a) la eucaristía, cuando el sacerdote hace misas sin consagraciones válidas y permite comuniones sacrílegas, donde los fieles comen y beben su propia condenación al no confesar sus pecados mortales, por falta de evangelización que se los haga conocer y por no hacer confesiones o hacerlas ilícitas.
b) el alegorismo bíblico, por el que considera toda la Biblia y los Evangelios como un conjunto de mitos, símbolos y enseñanzas metafóricas, lo que destruye toda historicidad, inerrancia bíblica e infalibilidad magisterial.
c) la espiritualidad de la Nueva Era, por introducir esta falsa espiritualidad anticatólica.
d) la politización de tipo nacionalista e independentista.
Felicidades por su análisis, anónimo de las 16.01, sobretodo por el desarrollo del punto 5. El apartado d es uno más, una desviación más, un síntoma más de que algo no funciona, no la cuestión central.
EliminarY si han pensado en SOLER el de Montserrat formando tanden con la Forcades y La Caram,supongo que éste equipo les gustaría a los progres.
ResponderEliminarCon éstos ,la acabamos de arreglar y todos contentos.
Ojalá fuera este triunvirato Soler-Forcades-Caram, porque puede ser aún peor, el tetramvirato, sumando a los tres anteriores a Arcadi Oliveres, cofundador con Forcades de Procés Constituent.
EliminarSiempre hay algo peor o pésimo, algo que hace bueno a lo malo.
yo apoyo ese triunvirato, no quedaria duda de lo que han hecho los Demoledores, viendose tiempo antes del mismo Juicio Final. DIOS NO LOS PERDONE. F I N .
EliminarValencia no tiene ninguna parte catalana; en todo caso, tiene una parte donde se habla valenciano.
ResponderEliminarAntoninus, mientras en la clerecía bastarda se repiten las malas inclinaciones, hoy exacerbadas por la causa secesionista, otros curas y obispos van a la suya, sin importarles un ápice el daño objetivo que están causando.
ResponderEliminarMe refieron al preste Costa, del Opus Dei y secesionista eximio, y al obispo Pardo de incultura teológica tan manifiesta cuan apabullante. Si alguien se siente molesto por ese juicio le invito a que repase conmigo las declaraciones de uno y otro. Y a leer las colaboraciones dominicales del ordinario gerundense.
Si ya la diócesis de Gerona es un erial, esa pareja de figuras acaba de rizar el rizo en un acto de pésimo sentido antievangélico. Eso sí, me imagino que trufado de alzacuello, un terno impecable para el opusdeísta, un corte pelo a navaja y un cartapacio de piel. Y prosopopeya. Y un punto de exquisita distancia frente al gremio un tanto montaraz de un clero que cuenta entre sus miembros un vicepresidente de facultad que desconoce los criterios objetivos de moralidad, no ya la segunda parte de la Summa theologiae, o un clérigo que dice animando a la masa del autocar de forofos independentistas: "bote, bote, español el que no vote". Menuda fauna. Eran pocos y parió la abuela. Eran pocos y aparecen Pardo y Costa, con alguno más que, más sutil, suele moverse entre bambalinas.
Dice Costa que la Iglesia defiende el principio de participación. Miente a dos carrillos. Ese principio está establecido para legitimar la intervención de los ciudadanos en los negocios de la comunidad, cuyo fin es el bien común. Costa lo sabe. Ha leído la Suma y conoce la jerarquización de la ley natural, sometida a la ley eterna. Y una aplicación de la ley natural, el derecho natural, dicta que el bien común se corrompe con la secesión. Miente Costa. Pardo merece trato aparte. Produce grima su escaso nivelo teológico. Vamos a dejarlo fuera, siquiera metodológicamente.
Costa miente más. Como no se atreve a declarar lo que en realidad cree, una nación étnica, auténtico disparate científico (desde la genética es una estupidez soberana), habla de una nación cultural que se saca de la manga apoyándola en la historia, que no dice cuál es, y en la lengua. El asunto no pasaría de opinión barata, pero personal, si no fuera porque lo atribuye a la Iglesia. La Iglesia no tiene autoridad para pronunciarse sobre ese asunto. Ni el Concilio Ecuménico, como no me cansaré de repetir. Y entre los criterios la "voluntad de ser". ¿Habrá mayor memez, por muy pujoliana que sea la expresión? ¿Qué es eso de voluntad de ser? ¿La real gana? ¿Por qué no apelar a ese criterio para negarse a pagar impuestos, por ejemplo? Costa, un poco de vergüenza torera.
Los separatistas ya reconocen que ni Baviera ni la Padania quieren la independencia. Lo reconocen a regañadientes, porque saben que lo mismo Baviera que Padania han sido estados independientes largos siglos, lo que no ha ocurrido aquí.
Sin embargo, Costa sigue sembrando cizaña. Eso sí, con alzacuello, carpeta de piel, corte de pelo a navaja.
Ese es el cáncer de la Iglesia en Cataluña. La falta de pulso intelectual y una gavilla de ´clérigos que emponzoñan la mies. Dado ese panorama, ¿qué más da que venga Cañizares, el mallorquín curial del Vaticano o el mismo obispo de Roma?
Me maravillo. ¡Cuánto sabe!
Eliminar¿Tan difíciles somos los católicos barceloneses, que no podamos tener un Obispo como las otras Diócesis del mundo?
ResponderEliminar¿Se imaginan cómo se podría gobernar la Iglesia si todos fueran como nosotros?
En 2009 en Jerusalén me encontré con un sacerdote incardinado en la Diócesis de Los Angeles de California, hablaba español perfectamente, cuando le dije que de era de Barcelona echó las manos a la cabeza, y me dijo:¡¡ Ah!!, sí, donde los curas se sublevan contra su obispo, y que van para arriba y para abajo. El no conocía a fondo el tema, era un peregrino más, pero es una demostración más del concepto que tienen de estas diócesis catalanas en que amargan la vida al obispo más santo.
ResponderEliminarPodriamos añadir al tanden citado anteriormente a COSTA ,también formaría un equipo compacto,como tiene que ser.
ResponderEliminarNo será que no encontramos alternativas para solucionar éste problema.
¡¡¡¡ va hombre que no estamos tan mal ¡¡ como diría otro personajillo
LA ELECCIÓN Y EL NOMBRAMIENTO DE LOS OBISPOS DIOCESANOS
ResponderEliminarEl Romano Pontífice elige libremente a los Obispos diocesanos; pero el Código de Derecho Canónico establece un procedimiento para discernir al candidato idóneo.
Canon 377 § 1: El Sumo Pontífice nombra libremente a los Obispos, o confirma a los que han sido legítimamente elegidos.
En la Iglesia de rito latino es norma común el nombramiento directo por el Romano Pontífice. La elección de que habla el Canon 377 § 1 alude a la costumbre legítima, según la cual el Cabildo de la catedral participa de algún modo en la elección del Obispo diocesano, muchas veces mediante la proposición de una terna de nombres al Papa.
Examinemos el procedimiento previsto en el Código de Derecho Canónico.
Procedimiento de designación de Obispos
Cada vez que se produzca una vacante en una diócesis, el Legado pontificio -Nuncio, Pronuncio o Delegado Apostólico- ha de proponer a la Santa Sede una terna de nombres, previa una investigación sobre la idoneidad de los candidatos y demás circunstancias que concurran en la diócesis: ha de preguntar al Arzobispo metropolitano, a los demás Obispos de la provincia eclesiástica, al presidente de la Conferencia Episcopal, y a algunos personajes relevantes de la diócesis cuya vacante se trata de cubrir: se prescribe la consulta de algunos miembros del Colegio de Consultores y del Cabildo de la Catedral, y si lo ve conveniente puede pedir la opinión de clérigos regulares y seculares así como de laicos “que destaquen por su sabiduría”. En la terna de nombres pueden aparecer presbíteros y Obispos de otras diócesis, cuyo traslado se propone.
En la Santa Sede el organismo competente, tanto para recibir las listas que han de elaborar los Obispos como para recibir la terna de nombres que propone el Legado pontificio es la Congregación para los Obispos como norma común, o la Congregación para la Evangelización de los Pueblos si la diócesis está confiada a este dicasterio (cfr. artículos 77 y 89 de la Constitución Apostólica Pastor Bonus).
Idoneidad de los candidatos al episcopado
El canon 378 ofrece los requisitos que deben reunir los candidatos al episcopado:
Canon 378 § 1: Para la idoneidad de los candidatos al Episcopado se requiere que el interesado sea:
l insigne por la firmeza de su fe, buenas costumbres, piedad, celo por las almas, sabiduría, prudencia y virtudes humanas, y dotado de las demás cualidades que le hacen apto para ejercer el oficio de que se trata;
2 de buena fama;
3 de al menos treinta y cinco años;
4 ordenado de presbítero desde hace al menos cinco años;
5 doctor o al menos licenciado en sagrada Escritura, teología o derecho canónico, por un instituto de estudios superiores aprobado por la Sede Apostólica, o al menos verdaderamente experto en esas disciplinas.
§ 2: El juicio definitivo sobre la idoneidad del candidato corresponde a la Sede Apostólica.