En 1935, en plena II República española, se publicaba en Barcelona por la Editorial Políglota de la calle Petritxol, La doctrina social de la Iglesia, según las encíclicas “Rerum Novarum” y “Quadragessimo Anno” del dominico flamenco belga P. Georges Ceslas Rutten, traducción del original en francés que en 1932 había publicado en Lieja. Daba el imprimatur el obispo Irurita, después de obtener el OK (Nihil obstat) del canónigo Dr. Josep Maria Llovera.
Es casi imposible comprender y/o actuar coherentemente en materia socio-económica desde un punto de vista católico sin leer, comprender y empaparse de los principios fundamentales que en esta materia la Iglesia ha expuesto y expone por medio de la llamada Doctrina Social.
En 1935 los responsables de esta edición comprendieron la necesidad de hacer llegar (divulgar) estos principios para que actuaran de faros con que iluminar las relaciones socio-económicas en unos tiempos tan convulsos.
La actual doctrina social de la Iglesia no niega su tradición sino que se edifica sobre ella. Del mismo modo que el actual movimiento de recuperación del espíritu de la Liturgia (Summorum Pontificum…) -que intenta depurarla de todos los excesos cometidos durante el siglo XX- no olvida sino que es continuador del movimiento litúrgico recepcionado e impulsado por San Pío X; la propagación de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia en el mundo actual, depurándola de los excesos marxistas y hoy de la deriva ultraliberal que la amenaza, no puede ignorar su propia tradición. La hermenéutica de la continuidad opera, y opera también en los ámbitos litúrgicos y de la Doctrina Social.
Los artículos que esta desgranará (SDQ) esta nueva sección sobre la historia del catolicismo social contemporáneo catalán (no sin alguna incursión a épocas anteriores) irán por este camino.
Reproduciendo el índice general de la obra del P. Rutten, se podrá observar la importancia de los temas tratados y su actualidad.
Capítulo I: Consideraciones preliminares
- Oportunidad de un comentario a la Encíclica “Quadragesimo Anno”
- Necesidad de recurrir al texto de la “Rerum Novarum”
- El Papa interviene como defensor de la ley moral
- Autoridad religiosa de estas Encíclicas
Capítulo II: Cuadro sintético de la encíclica [Quadragesimo Anno]
- Plan de la Encíclica
- Su relación con las divisiones clásicas de la economía política
- Las leyes económicas y la autoridad pública
- La Iglesia y las tres grandes Escuelas sociales
- Necesidad de una doctrina social
El P. Georges Ceslas Rutten Dendermonde, 1875- Bruselas, 1952), O.P. |
Capítulo III: La evolución de las ideas sociales en el campo católico
- Para denunciar los desafueros del individualismo, la Iglesia no ha necesitado esperar a que prosperara el socialismo.
- Los católicos sociales
- Oposición e incertidumbres en el campo católico
- León XIII y Pío XI reconocen que los católicos sociales eran los intérpretes de la verdadera tradición social católica
Capítulo IV: La Justicia Social
- La justicia social ordena todas nuestras acciones al bien común
- El dogma de la Comunión de los Santos
- La noción del bien común
- La justicia social según la Encíclica [Quadragesimo Anno]
Capítulo V: La Propiedad
- Importancia del problema
- Fundamento del derecho de propiedad
- Títulos que justifican la propiedad
- Cargas sociales de la propiedad
- La intervención el Estado
- Aclaraciones que se encuentran en la Encíclica [Quadragesimo Anno]
- Resumen de la doctrina católica sobre la propiedad
Beato P. Luis Urbano Lanaspa (Zaragoza 1882- Valencia 1936), O.P., responsable de la introducción a la edición española de la obra del P. Rutten. |
Capítulo VI: El Salario
- El salario justo
- Intervención del estado en materia de salarios
- El salario mínimo y el salario familiar absoluto
- Los subsidios familiares
- El salario como medio para adquirir la propiedad
- Introducción de elementos tomados del contrato en sociedad
Capítulo VII: La Intervención del Estado
- León XIII define los derechos y deberes del Estado en cuanto legislador del trabajo
- Pío XI recuerda el papel señalado a las asociaciones privadas
Capítulo VIII: Las organizaciones profesionales
- Doctrina de León XIII sobre el sindicalismo cristiano
- Pío XI distingue entre sindicato y organización interprofesional
- Asociaciones patronales
- La Liga de Trabajadores Cristianos
Capítulo IX: La Dictadura Económica
- El proceso del régimen capitalista
- El Papa denuncia la concentración del poderío económico y sus funestas consecuencias
- Señala los remedios
- Examen de algunas soluciones técnicas
Capítulo X: El Socialismo
- Evolución del socialismo después de la “Rerum Novarum”
- El comunismo
- El socialismo
- La concepción socialista de la sociedad, continúa siendo contraria a la verdad cristiana
- El socialismo religioso
- El socialismo educador
Capítulo XI: La reforma de costumbres
- Necesidad de una completa renovación del espíritu cristiano
- Extrema gravedad de las amonestaciones del Papa.
Berengarius de Olotis
Caray! quién lo iba a decir! El obispo Casaldáliga recogiendo la sabiduría de los libros del siglo pasado y poniéndolos al día por el Mato Grosso con su vivo ejemplo. Lo que hay que ver.
ResponderEliminarSr. Berengarius de Olotis, lem agradezco el articulo de hoy.
ResponderEliminarLa Doctrina Social de la Iglesia, como se puede ver no es un invento del Concilio Vaticano II, ya empezó con la revolución industrial del siglo XIX.
Ya hacía 1853. San Juan Bosco, con la construcción de las primeras Escuelas Profesionales, para formación de jóvenes profesionales, que pudieran ganarse un salario justo; ya se avanzó a la encíclica "Rerum Novarum” de 15 de mayo de 1891
Sr. Trenchs, una duda: quién puede pensar que la doctrina social de la Iglesia sale de resultas del concilio Vaticano II? León XIII a parte, no ha influido la Santa Madre como institución desde que Constantino tiene a bien tener arte y parte en la organización? De paso, gracias por la alusión a San Juan Bosco, se la da uno de sus hijos que divertido asiste cómo ha cambiado la lectura del personaje en tan poco tiempo. Ahora es un gran líder social que, cual ONG exitosa, recogía muchachos por las calles de Turín en tiempo récord. Ahora ya no es un gran exorcista, ya no es un notable sanador que con sólo imposición de manos le esperaban cientos de personas y por supuesto ya ni se habla del carisma confesor comparable al del santo cura de Ars. Es que los tiempos cambian que es una barbaridad. Cuando saco de mi cartera la vieja foto donde siempre me interroga -la saco poco, me es difícil aguantar su mirada- ya ni sé qué pensar...
ResponderEliminarAnscarius Barchinonensis
Viva San Juan Bosco!!!
EliminarSr. Anscarius Barchinonensis, gracias por leer mi comentario; precisamente ahí està el problema. Hay quien piensa que en cuestión de Doctrina Social, no se ha hecho nada hasta después del Concilio.
EliminarNo se si usted recuerda los famosos "curas obreros" que empezaron a surgir en las dècadas de los 60 y 70 y la famosa "teologia de la liberación", buscando el Reino de Dios, solamente en el benestar temporal, como decía el Papa Francisco, como una ONG.
Cuando la realidad es que a medida que han ido surgiendo las necesidades de los fieles, el Espíritu Santo ha iluminado con nuevos carismas a religiosos y laicos, para acomodarse a las nuevas realidades que van surgiendo.
Ah, bueno! Ud se refería a los que confundieron la Iglesia con CCOO. Aún quedan algunos, pero como una rareza antropológica, por eso era mi duda de que alguien todavía les diera cancha en la realidad que al menos hoy nos toca vivir, pero como bien dice Ud. mismo, desde luego lo que hay hoy va por otro lado. Sé poco de los curas obreros en cuanto a su historia. La aventura empezó en nuestra vecina Francia en los 50 auspiciada por cierta jerarquía eclesiástica (creo recordar al Abbe Pierre como una de las figuras de este respetable movimiento que quiso hacer fortuna en España con desigual resultado. Tengo que decir que he conocido alguno de ellos y siempre me merece respeto quien equivocado o no sigue su conciencia sin trampas. Siempre simpatizaré más con un sacerdote que rompe la baraja establecida a un sacerdote funcionario.
ResponderEliminarAns.