No es descartable la hipótesis que la fiesta de la Ascensión estuviese unida, en un origen, a la fiesta de Pentecostés, la cual era para los Apóstoles la confirmación y el cumplimiento. Esta fusión era ciertamente un hecho en la Iglesia Madre de Jerusalén hacia el año 395 según el relato de la pelegrina Egeria. Ella narra como a los 40 días de la Pascua el pueblo fiel se daba cita en Belén en la basílica de la Natividad para celebrar la misa, sin dar ninguna referencia a la Ascensión. Sin embargo relata que a los diez días, en Pentecostés, el pueblo se congrega en la basílica de la Resurrección (Santo Sepulcro) para celebrar el oficio y la misa y como después se dirigen hacia el monte de los Olivos, pasando primero por la Iglesia del Padrenuestro (Eleona) para acabar en la Iglesia de la Ascensión (Imbomom) donde se cantan himnos y antífonas adecuadas “al lugar y al día”. Posteriormente se vuelve procesionalmente por el mismo recorrido hacia el atardecer, con acompañamiento de antorchas y velas, para entrar triunfalmente en la ciudad de Jerusalén. La ida hacia el Monte de los Olivos estaría a representar a los apóstoles acompañando al Señor hasta el lugar de su Ascensión, mientras que la entrada litúrgica en Jerusalén de regreso simbolizaría la entrada triunfal de Jesús en la Jerusalén celeste para sentarse a la diestra del Padre. No hay duda de que toda esta liturgia en la fiesta de Pentecostés celebra y conmemora la Ascensión del Señor, siendo considerada esta como un apéndice de la de Pentecostés.
Iglesia del Eleona |
Iglesia de la Ascensión (Imbomom) |
Fave e pecorino, aún usados por el pueblo romano para celebrar el mes de mayo |
La rubrica de apagar el cirio después de la lectura del Evangelio es de San Pío V en el siglo XVI: originariamente el cirio pascual era retirado el domingo in Albis. En la catedral de Milán se hacía elevar el cirio pascual representando la subida a los cielos de Cristo. Y en Alemania se hacía cosa parecida pero con un Crucifijo.
Si bien la Iglesia latina, a diferencia de la griega, alarga hasta Pentecostés el tiempo pascual, los textos del Oficio y de la Misa de los días consecutivos están orientados a glorificar el triunfo de Cristo, que sentando su divina humanidad a la derecha del Padre, ha hecho partícipe a todo el género humano de la visión beatífica, así como a preparar los corazones de los fieles a la venida del Espíritu Santo.
Sancta Maria ad Mártyres |
Dom Gregori Maria
Una vez más quiero agradecerle, Dom Gregori Maria, este bello artículo histórico sobre la festividad de la Ascensión y ese tiempo de preparación para la solemnidad de Pentecostés, en que la Iglesia, como buena Madre, nos prepara para recibir al Espíritu Santo.
ResponderEliminarP.Gómez.
ResponderEliminarGracias al P.Gregori María puedo prepararme mejor espiritualmente y enfocar la homilía de esta solemnidad. Es lo mejor que tiene esta Web como repetidamente y con toda razón se ha expresado.
Muchas gracias.
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