Procesiones sacras en la Roma pagana |
La Letanía Mayor, llamada así desde tiempos de San Gregorio Magno, para diferenciarla de otras menos importantes o no tan antiguas, es netamente romana y es la heredera directa de las ambarvalia, procesiones paganas que se realizaban a través de los campos durante la primavera, para rogar a los dioses el buen fin de la siembra. La más importante era la del 25 de abril. La procesión recorría la vía Flaminia y al llegar a la quinta milla, es decir al Puente Milvio, en un bosquecillo sagrado, el Flamen Quirinalis sacrificaba al dios Robigo los intestinos de un perro y una oveja. El Papa Liberio (352-366) para sustituir la ceremonia pagana fuertemente arraigada en el alma popular romana, pensó en transformarla en rito cristiano, manteniendo el antiguo itinerario de la procesión, pero sustituyendo el sacrificio pagano por una solemne estación en San Pedro.
Hay que destacar que originalmente esta letanía no era tenía el carácter penitencial que más tarde las rúbricas medievales le otorgaron y que aún mantiene: admitía el Gloria y el Aleluya en la misa y excluía el ayuno.
A finales del siglo XII la gran letanía romana no había perdido nada del antiguo esplendor: el Papa, con los obispos, cardenales y otros ordinarios, con la representación de todas las parroquias de la Ciudad, precedidas de sus cruces procesionales, partía descalzo desde Letrán y reposando durante el trayecto en alguna iglesia, llegaba hasta San Pedro para celebrar la Santa Misa.
Procesiones rurales de Rogativas: bendición de los campos y exorcismo contra las tormentas |
Durante el recorrido campestre a través del término municipal se hacían estaciones en las capillas y ermitas, para aliviar el cansancio del camino o para edificar al pueblo con alguna lectura y predicación: se leían los últimos 10 capítulos del evangelio de Mateo, la 1ª Carta de San Pedro o todo el libro de Tobías. En la última estación de celebraba la Misa y se acababa el ayuno. No se regresaba a casa hasta el atardecer.
En las iglesias rurales, los ágapes finales de la letanía, ya con carácter de clausura, las tradicionales c#scampagnate# italianas, adquirían un carácter lúdico festivo y folclórico.
Alta Italia: Rogativas en Valsassina (1960) y en Asiago (2012) |
Llegado el cortejo a una iglesia o capilla, se cantaba una antífona en honor al santo titular con su oración, y en la mayoría de casos se celebraba una misa propia cuyos textos estaban orientados a ilustrar la necesidad y eficacia de la oración, y siempre oraciones para implorar la bendición de los campos y los frutos de la tierra.
Dom Gregori Maria
"La Letanía Mayor...es netamente romana...heredera de las ambarvalia, procesiones paganas que se realizaban a través de los campos durante la primavera, para rogar a los dioses el buen fin de la siembra. La más importante era la del 25 de abril...sacrificaba al dios Robigo."
ResponderEliminarMe parece que como dijo Mircea Eliade, el hombre tiene una religión natural, por la que le impulsa a hacer cosas análogas en todas las religiones de todos los tiempos. Incluso lo he visto con las nuevas espiritualidades y sectas.
Pero el territorio, las zonas geoastronómicas, modifican estas prácticas religiosas naturales.
Los habitantes heteroscios, los que viven en la zona templada, sobre todo la norte (Europa), a diferencia de los pobladores de la zona ecuatorial, tienen las estaciones bien definidas.
Así, en el ecuador, se tiene un día y una noche casi iguales, con un clima (temperatura, insolación) casi igual todo el año. Me parece que sólo los monzones y las estaciones de lluvia permiten diferenciar el paso del tiempo.
En las zonas templadas, en cambio, están determinados los equinoccios y los solsticios, que en el catolicismo guardan una lógica; si no me equivoco:
- Equinoccio de otoño-septiembre: concepción de Juan Bautista
- Equinoccio de primavera-marzo: concepción milagrosa de María
- Solsticio de verano-junio: natividad de Juan Bautista
- Solsticio de invierno-diciembre: nacimiento de Jesús
El territorio, el clima y la agricultura también condiciona la religión natural y, evidentemente, la religión mosaica y cristiana, las cuales les dan un carácter transcendente:
La fiesta judía de la Janucá (fiesta de las Luces), es una celebración del milagro de la protección de la fe mosaica; acaece el 25 de kislev, más o menos por el solsticio de invierno (en algunos años se aproxima al 25 de diciembre, y posiblemente, José y María, antes de nacer Jesús, la celebró), se relaciona con la última cosecha de olivas y su prensado para obtener aceite, con la menorá y con el Templo, además de estar conectada con la rebelión de los Macabeos frente a la opresión helena, y el martirio de Ana y sus siete hijos.
La zona geoastronómica también parece determinar la dureza de los sacrificios humanos de la religión azteca, muy determinados por el fenómeno meterológico de El Niño, que puede provocar inundaciones y sequías devastadoras.
==> La más importante era la del 25 de abril. La procesión recorría la vía Flaminia y al llegar a la quinta milla, es decir al Puente Milvio, en un bosquecillo sagrado, el Flamen Quirinalis sacrificaba al dios Robigo los intestinos de un perro y una oveja.
ResponderEliminarLa religión romana era religiosa, en concreto pagana politeista parecida a la griega, pero también de Estado o civil.
Y en Cataluña también tenemos una religión civil: el nacionalismo.
Si enfocamos los ritos del 11 de septiembre bajo la óptica religiosa del sígno, símbolo, gestos y rito, existe una concordancia muy interesante (también desde el punto de vista de Escritura, Tradición, Magisterio, prefiguración...).
La procesión romana se transforma el 11 de septiembre en el solemne desfile de la Formación de Gala de los Mozos de Escuadra, a los acordes de una música arcaica, la Muixeranga d'Algemesí, de c. 1250 d.C., interpretada por la coral de Estado, la Cobla Sant Jordi.
Se entrega el símbolo del país, la bandera o señera, por parte de un representante civil u oficial; acto seguido, se efectúa la izada de la señera bajo los acordes de la canción oficial, el canto de la Señera.
A continuación, se celebran los diversos aniversarios de hechos y personajes o instituciones del país (nacimiento, muerte, fundación) mediante la lectura o el canto de diversos textos de prosa, poesía o música.
Finalmente, todos, coro, público y autoridades, cantan el himno del país, como símbolo de comunión y fraternidad.
El Parlamento, por su parte, da su Medalla de Honor, que en el 2012 correspondió a Sistach por Cáritas y a una dirigente de una entidad nacionalista subvencionada, Òmnium, de las que Mas dijo que representan la Santísima Dualidad nacional, desglosada en dos proyectos, lo social y lo nacional.
Después, las autoridades romanas inaguraron un escudo (símbolo) en la fachada del Parlamento, y proyectaron un discurso de Macià y un audiovisual. Finalmente, Mas, Pontifex Aureus Maximus, emite por TV3 el mensaje de la Diada.
Hay que indicar que se realiza una ofrenda floral al monumento de Rafael de Casanova (y a otros lugares) por la mañana de la Diada, pero en desunión y enfrentamiento: el oasis no es el ideal remanso de paz y harmonía.
Las Escrituras serían las lecturas de las gloriosas gestas de los soldados Macabeos, 1714 y 1936-1939, y el Antíoco IV Epífanes serían Felipe V y Franco; la memoria histórica, no obstante, es selectiva, pues se olvidan las Guerras Carlistas, porque su argumentario no cabe dentro del imaginario oficial.
Lo que sí tengo claro es la transformación del Flamen Quirinalis cuando sacrificaba al dios Robigo los intestinos de un perro y una oveja; hoy, el altar nacionalprogresista es la cultura de la muerte y el relativismo, y a quienes se sacrifican es a la parte que no quiere ir hacia una desconocida Ítaca en medio de un temporal político, social, económico e internacional.