Por enésima vez el problema eclesial reducido a una variable, y no precisamente la espiritualmente más importante. Por enésima vez la pobreza espiritual de aquellos que ignoraron a Juan Pablo II porque ignoraba el catalán en las felicitaciones en distintos idiomas de Navidad y Pascua tras la bendición urbi et orbi.
Marc Ouellet seria, muy posiblemente, un gran Papa para Cataluña, de ser elegido; pero no por las razones del grupo de los Enric Juliana, Albert Manent y compañía, que desde la campaña del “ volem bisbes catalans ” de los 60's nos van dando la lata periódicamente.
Germinans ya ha glosado en más de una ocasión la figura del prefecto Ouellet. Tanto de la mano del gran Oriolt, en su magistral artículo de 11 de junio de 2012, como un servidor el 20 de julio de 2011.
Québec y Cataluña tienen muchas similitudes. En los dos casos existe una comunidad que se siente nacional y con una lengua propia que está insertada en un Estado con una lengua distinta a ésta. En los dos casos se repite una profundísima relación de la Iglesia local con el mantenimiento del sentimiento nacional y con un catolicismo enraizado hasta los tuétanos de su historia. Durante siglos sin estructuras de Estado como correspondería a una comunidad que se siente pueblo y nación ya antes de la aparición del Romanticismo y sin teóricos sobre el propio Estado, el patriotismo quebequés y catalán estuvieron hasta no hace ni un siglo casi absolutamente clericalizados. Y ello tuvo consecuencias positivas y negativas.
Entre las primeras, la contención de una posible deriva pagana del nacionalismo. De hecho, en el momento en que el catalanismo político ha ido rompiendo amarras respecto a la doctrina de la Iglesia, es cuando han comenzado las perturbaciones en la jerarquía de derechos y deberes de los ciudadanos. Así, como el catalanismo era más “moderno” que el españolismo y el aborto es lo moderno, Cataluña se ha convertido en el territorio más pro-abortista de España. Y como ésta, unas cuantas. Triste catalanismo.
Entre las consecuencias negativas de haber sido las parroquias el casi único lugar de libertad donde expresar colectivamente los sentimientos patrios en épocas de falta de libertad -un servidor añadiría también la demanda de justicia social- del pueblo llano creyente, está la secularización de la vida interior sacerdotal de la inmensa mayoría de los ordenados, cuando éstos asumen un rol de “dinamizadores” de inquietudes nacionales o sociales que comprometen la cura de almas .
Québec como Cataluña ha experimentado el mismo proceso de vaciamiento de seminarios y conventos. De pasar de ser una de las zonas mas católicas de España, al mayor erial-
Québec como Cataluña han sido víctimas, no del nacionalismo, sino de lo que en esta web hemos venido a formular como nacional-progresismo, una categoría a la cual un servidor añadiría el adjetivo de personalista.
Marc Ouellet claro que entendería el “problema” catalán; pero no en el sentido tan plano y pobre enunciado en los primeros párrafos de este artículo, sino en el profundo, y que no es otro que la secularización de la vida de la Iglesia en Cataluña/Québec por una reacción desordenada al problema social y nacional.
Desordenada en el sentido en que olvida la dimensión transcendente última de la Persona y la relación entre ésta y la Verdad y los actos y comportamientos que de ello se derivan. Así no sólo se trata de una descristianización, sino también de una desespiritualización profunda de la Persona, reducida ya a un absurdo. Así, no estamos sólo ante una Iglesia que lucha contra una sociedad líquida, sino ante una Iglesia ella misma demasiado líquida. Un absurdo, como la sociedad líquida, condenado a la disgregación.
Marc Ouellet incluso, por propia vivencia personal, no sólo comprendería el “problema” catalán inserto en un problema general europeo, como sería el caso del certero análisis “ratzingeriano” de los males de Europa, sino que podría fácilmente discernir un hecho diferencial espiritual que afecta al catolicismo en territorios sin Estado como Flandes, Euskadi, Québec o Cataluña, donde el clero actuaba hasta el último lugar geográfico de aglutinante de los sentimientos patrios ante la hostilidad de un uniformismo exterior.
Marc Ouellet viene ya de regreso de este mundo. Del territorio desespiritualizado que narra la canción Dégénération de los Mes aïeux que resume los males de su católico Québec natal y de nuestra Cataluña. Y de una secularización de la vida eclesial con una dimensión añadida particular: la que proviene del exceso de implicación en la controversia nacional en el sentido de tomar partido, implicarse o pronunciarse, no tanto en términos de principios generales, sino en ámbitos que pertenecen a lo opinable o de libre elección de los feligreses en tanto que ciudadanos. Un modelo sacerdotal a desterrar. Unos roles a abandonar.
Quinto Sertorius Crescens
Quinto Sertorius Crescens
"...en ámbitos que pertenecen a lo opinable o de libre elección de los feligreses en tanto que ciudadanos."
ResponderEliminarLa decadencia de la Iglesia Católica del Quebec, curiosamente al igual que la de Cataluña, en mi opinión, tiene un hecho y una fecha de inicio bien clara:
25 de julio de 1968, encíclica de Pablo VI "Humanae Vitae", que prohibe toda forma de control artificial de la natalidad y el aborto.
CANADÁ
Dos meses después de la Humanae Vitae, el 27 de septiembre de 1968, los obispos de Canadá aprueban la Declaración de Winnipeg, recepción crítica a la Humanae Vitae: la contracepción es lícita, a pesar de que está prohibida por la Humanae Vitae en sus puntos 17 y 26, porque cuando una norma moral católica no se puede cumplir, entonces ésta se puede incumplir siguiendo aquella norma moral dictada por la conciencia individual.
El desaguisado de Winnipeg se medio arregló con el favorable mensaje pastoral "Liberating Potential", de 2008, en el 40º aniversario de la Humanae Vitae.
Medio se arregló, porque no desautorizaron expresamente a la Declaración de Winnipeg de 1968.
Una vez más, este nefando espíritu corporativo: bombero no pisa manguera de bombero, aunque lanze gasolina al fuego.
www.inquisition.ca/en/serm/winnipeg.htm
en.wikipedia.org/wiki/Winnipeg_Statement
www.cccb.ca/site/images/stories/pdf/humanae_vitae_en.pdf
CATALUÑA
El libro "Fills del Concili. Retrat d'una generació de capellans", de Joan Estruch y Clara Fons, explica que uno de los 17 sacerdotes catalanes anónimos se opuso a la Humanae Vitae y abandonó el magisterio de Pablo VI.
Del texto se desprende que parece que fue una norma del clero progre de la época: a Pablo VI, ni agua.
En ambos lugares, Cataluña y Quebec, sospecho que sus decadentes generaciones postconciliares no acepta muchos de los 2865 puntos del Catecismo de 1992.
Un precioso tema de debate en las reuniones precónclave del próximo mes de marzo, y que puede ir de la mano del cardenal Sistach, puesto que su diócesis es un reflejo en pequeño y en local de los graves problemas de la Iglesia europea:
¿clerecía y religiosos católicos creen en la doctrina católica?
A algunos les falta poco para llegar al "Volem Papes catalans"
ResponderEliminarEstos días catalunyareligio.cat nos está dando unos magníficos comentarios sobre el Papa Benedicto XVI. Son muy interesantes, bien escritos, amenos... Contrasta con klas pobres informaciones - siempre pobres y tendenciosas - de este blog.
ResponderEliminarEl juicion sobre la expresión ajena depende de la formación que se tenga. Lo que usted entiende por interesante, bien escrito y ameno quizá no resista el análisis de un ejercicio escolar. De entrada, ¿hay algo más que lugares comunes, cuando no repeticiones de lo expresado por otros? Las descalificaciones descubren al insidioso. En román paladino, queda usted retratado. Si quiere analizamos una a una cada una de esas expresiones y las cotejamos con los posts de Germinans sobre la renuncia.
EliminarPero vayamos al tema de hoy. En los ochenta estuve en Ontario por razones de trabajo. Pude robar algún día para dedicárselo al Instituto Pontificio de Estudios Medievales de Toronto. En concreto al que había sido presidente de la Edición Leonina de las obras de Santo Tomás. Me regaló su documentada biografía sobre el dominico (más tarde traducida al español) y su tesis doctoral sobre física medieval. Hablamos de la Iglesia en Canadá y su paralelismo con la Iglesia en España. El daño que estaba provocando la obsesión separatista. (El era estadounidense.) En Toronto domina el inglés, pero hasta los rótulos de las calles están en bilingüe, no digamos los documentos que están dirigidos a los fieles. El clero, en efecto, tiene mucho más clara su misión en este aspecto. Aunque haya algún exaltado, a ninguno se le ocurrirá expresar con aplauso las necedades que aquí manifiestan de obispos a diáconos pasando por abades y otros cogullados.
El cardenal Oullet ha pasado tiempo en América Latina. Si asistiera al espectáculo de ver cómo sus fieles de antaño, que sesean, son obligados -velis nollis-- a seguir una eucaristía en un lenguaje que no entienden la indignación de Cristo, no me cabe la menor duda, se le subiría a las meninges. Porque conoce el castellano y hubiera oído hablar en su lengua a los inocentes del Nen Deu, "rezando" en un forzado idioma, lo primero que le hubiera preguntado a un sonriente Sistach: "Oiga, qué pamema es esa?" "Usted, también?"
Volvemos a hablar de la lengua.
EliminarMis abuelos, mis padres, toda mi familia creció comunicándose en catalàn. Hemos hablado a nuestros hijos en catalán. Siempre he hablado con mi esposa en catalán; hacerlo en otra lengua nos hubiese parecido una pantomima.
¿No tengo derecho a dirigirme a Dios, a escuchar la palabra del Señor en mi lengua? ¿Acaso Dios debe ser alguien extraño en mi vida?
Exactamente, usted y todos. Todos. Si prohibimos ese derecho a alguien estamos ofendiendo a Dios, que es lo que hacen determinados eclesiásticos en particular e instituciones en grupo.
EliminarPara el "anónimo" de las 10:46
Eliminar22 Així que el parlar en llengües és un senyal per als que no creuen, no per als que tenen fe. Però el comunicar missatges profètics és un senyal per als que tenen fe, no per als no creients "
Al Anónimo de las 10:46
Eliminar"Tornem a parlar de la llengua.
Els meus avis, els meus pares, tota la meva família va viure comunicant-se en castellà. Hem parlat als nostres fills en castellà. Sempre he parlat amb la meva esposa en castellà; fer-lo en una altra llengua ens hagués semblat una pantomima.
No tinc dret a adreçar-me a Deus, a escoltar la paraula del Senyor en la meva llengua? Potser Deus ha de ser algú estrany en la meva vida?"
(És que m’he hagut de treure “el C” per treballar)
Quins problemes amb les llengües. Que cadascú parli com vulgui i s´adreci a Déu com vulgui. Ell no fa problemes. Els problemes els fem nosaltres.
EliminarYo confio plenamente en la acción del Espírito Santo en la elección del nuevo Pontifice de la Iglesia Católica, una, santa, apostólica y romana.
ResponderEliminarDios nos mandara a los católicos el Papa que la Iglesia necesita en estos momentos de la historia de la humanidad.
Como no podria ser de otra manera.
Y mientras nosotros a rezar por Benedicto XVI, y por el nuevo Papa para que Dios le de fuerza, inteligencia, audacia, valentia, y sobretodo luz para guiarnos a los católicos de este siglo.
Oración, conversión, y penitencia, para ser mejores testigos de N.S. Jesucristo en nuestros ambientes en esta Cuaresma que empezo ayer.
En primer lugar decir que a DIOS solo se le habla con el idioma del corazón, es decir del AMOR, que es universal para todos sus hijos sea cual sea la lengua que usemos.
ResponderEliminarLuego recordar a los nazionalistas del "volem Papa catala" o algo parecido que hay que tener los seminarios LLENOS para ello, como dijo el Beato Juan Pablo II, llenadme los seminarios y les hablare en catalán. Si se dedican a vaciarlos, cerrar Iglesias y destruir confesionarios ¿qué esperan?
Gracias al Sr. Quinto Sertorius Crescens, por su artículo de hoy.
ResponderEliminarDe momento ya veo que en ese cartel que ilustra su comentario que pone "IGLESIA CATÓLICA DE QUEBEC", aquí lo más provable es que pusiera "CRISTIANA" en lugar de "CATÓLICA". Me pueden decir: "da igual" o "es lo mismo". Pues no es lo mismo. A cada cual lo suyo.
Ayer en la homilia de la Misa del Miercoles de Ceniza, el Santo Padre, dijo al referirse a la Primera Lectuara del profeta Joel:
"El profeta, en fin, se detiene sobre la oración de los sacerdotes, los cuales, con los ojos llenos de lágrimas, se dirigen a Dios diciendo: «¡No entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?» (v.17). Esta oración nos hace reflexionar sobre la importancia del testimonio de fe y de vida cristiana de cada uno de nosotros y de nuestras comunidades para manifestar el rostro de la Iglesia y cómo, algunas veces este rostro es desfigurado. Pienso, en particular, en las culpas contra la unidad de la iglesia, en las divisiones en el cuerpo eclesial. Vivir la Cuaresma en una comunión eclesial más intensa y evidente, superando individualismos y rivalidades, es un signo humilde y precioso para los que están alejados de la fe o los indiferentes".
Aqui está claro, que la Iglesia católica en sí misma, esta enferma, no sé si por falta de autoridad, de obediencia o de Fe, en Cristo, verdadero Dios y Hombre.
Que como dice el Sr. Anónimo de las 9,52, yo tambiénconfio plenamente en la acción del Espírito Santo sobre la elección del nuevo Pontifice de la Iglesia Católica, una, santa, apostólica y romana.
probable con "B". Cultura hijos míos!
EliminarObservo con interés como QSC va perfilando sus escritos en una línea más acorde a la realidad que yo percibo. Me alegra.
ResponderEliminarPara los catalanes que nos sentimos españoles, que disfrutamos con todo orgullo el bagaje cultural genuino de nuestra tierra, considerandolo como una riqueza, incluso un privilegio, los planteamientos alejados de generalizaciones tendenciosas son recibidos y apreciados como agua de mayo.
Poco más tengo que decir sobre un escrito que me parece bien planteado y de total actualidad, claro.
Así están en Roma, esperando a ver qué dicen los corifeos nacionalistas que han hundido la Iglesia en Cataluña, para saber a quien elegir Papa. De los nacionalistas no me molesta su indigencia mental, más bien me asombra su optimismo infinito...
ResponderEliminarLo siento pero conforme pasan los días me voy convenciendo de que Benedicto XVI lleva a la Iglesia a una posición difícil y no es digno sucesor de Juan Pablo II. Todos los papas han envejecido, todos los Papas han visto mermadas sus funciones, muchos han enfermado y sufrido, pero todos han aguantado hasta el final. El anillo del pescador no debe sacarlo uno mismo, te lo tienen que quitar estando muerto. Estoy ya algo harto de tanta hipocresía. Se alaba el ejemplo de Juan Pablo II al demostrar que la enfermedad y el sufrimiento no es algo de lo que hay que avergonzarse, sino que puede ser un ejmeplo para los que pasan por el mismo sacrificio y, a la vez, se bendice la renuncia (primera en siglos, muy normal no debe ser) del actual Papa. Y recuerdo que cuando aceptó el cargo ya era anciano y ya estaba enfermo. Me ha decepcionado.
ResponderEliminarY quien eres tú para juzgar al Papa? estás por encima de él? ... a lo mejor puedes hacer una lectura más profunda de su renuncia (se ve que el paso de los días te "afirma" en tu intuición) y tratar de entender porqué a Benedicto XVI le faltan las "fuerzas". El creyente reza y espera y ama: fe, esperanza y caridad. Yo me examino de eso y, espero, que tú también te examines de eso. Por último, la caridad no sabe de "decepciones": puedes leer a san Pablo en su himno a la caridad.
EliminarQué lastima entrar en esta serie de comentarios con cierto retraso (pero algunos podemos hacerlo el fin de semana), aunque sólo sea por expresar mi apoyo absoluto a las intervenciones de J. M. Valderas del dia 14. Lo de de Cataluña es, pienso, bastante único en una Iglesia que se proclama catholiké. Pluguiese a Dios que Ouellet fuera Pontífice, aunque luego te defraudan y nunca tienen redaños para conducir al redil a quienes son inmisericordes con sus hermanos. Reproduciré, para que se aprecie lo que es un buen pastor en Canadá, la declaración del arzobispo de Toronto (Collins) al Vatican Insider: "Veo a Toronto como un microcosmos del mundo. Celebramos misa todos los domingos en 37 idiomas diferentes (tomen nota, ilustrísimas). Es algo que me ha hecho consciente de los sufrimientos de la Iglesia en muchos lugares diferentes a medida que la gente de todo el mundo pasa por mi oficio". Ahí reside el problema, ser solidario con los que sufren, no un vicario del poder político más despreciable.
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