Benedicto XVI da un vuelco al "Atrio de los Gentiles"
Cuando el pasado mes de mayo se celebró en Barcelona el Atrio de los gentiles me llevé una extraña impresión. El “ Arte, la belleza y la trascendencia ” -tema del encuentro- se convirtieron en ocasión de construir, según el cardenal Ravasi, Prefecto del Pontificio Consejo para la Cultura , “ un espacio abierto donde diversos discursos pueden escucharse y confrontarse ”. También el cardenal Martínez Sistach abundó en esa idea al afirmar que el Atrio de los Gentiles había sido “ una experiencia de diálogo atento y respetuoso entre personas de convicciones diferentes sobre cómo el arte nos conduce y nos predispone a la trascendencia ”. Un primer paso y una primera experiencia para muchos que “ nos hemos encontrado y reflexionado sobre importantes cuestiones de nuestra vida ”.
Luego, Ferran Mascarell, Consejero de Cultura de la Generalidad, hablando del “ poder de trascendencia” del arte, “ componente inseparable del nacimiento de Cataluña ”. Xavier Rubert de Ventós perorando sobre “ la dificultad de un arte que trascienda la realidad porque ésta se ha hecho muy artística ” y Francesc Torralba afirmando que “ la trascendencia es una cualidad humana, una capacidad universal que tiene expresiones muy distintas. Trascender es ir más allá, es buscar lo que no se conoce, es pasar un límite, cruzar una frontera. Es una cualidad humana que permite progresar en el orden de los conocimientos, de los saberes… También en el orden del amor. Es el deseo de más. Es la voluntad de no conformarse ”, me dejó la sensación -tal vez me equivoque- de que, si el común denominador que tenemos con los gentiles son las ideas que se debaten en cualquier logia masónica, aviados estamos.
El conseller Mascarell, Ravasi y Sistach |
Pensé entonces que en vez de ser esta bella iniciativa del Papa la ocasión de que los gentiles escuchasen la voz del Evangelio, se había convertido en el foro al que acudían los predicadores del Evangelio a escuchar las voces de los gentiles. Para ese viaje no eran necesarias tales alforjas, puesto que teniendo los gentiles a su disposición infinitos púlpitos desde los que propagar su voz, no era preciso que la Iglesia les ofreciese además sus atrios. Es evidente que se había desvirtuado el atrio de los gentiles, y en vez de propiciar que los gentiles se acercasen al Evangelio, estaba propiciando más bien que los predicadores del Evangelio se acercasen a los gentiles no a predicarles, sino a ser adoctrinados por ellos.
Pero el Papa enderezó el rumbo en el Atrio de los gentiles que se celebró en Portugal los días 16 y 17 del pasado noviembre, enviando un mensaje a los participantes. En el mensaje, claramente escrito de su puño y letra, Benedicto XVI se ha inspirado en el tema principal del Atrio de los gentiles portugués: " La aspiración común de afirmar el valor de la vida humana ". Un valor que compartimos los católicos con otras religiones y con otras líneas de pensamiento, que caen bajo la denominación de “gentiles”.
¿Y cuál es el mensaje que les propone el Papa a los gentiles? Afirma Benedicto XVI: " El valor de la vida se convierte en evidente sólo si Dios existe . Por esto, sería bello si los no creyentes quisieran vivir "como si Dios existiera". Aunque no tengan la fuerza para creer, deberían vivir en base a esta hipótesis: en caso contrario, el mundo no funciona. Hay tantos problemas que deben ser resueltos, pero que no lo serán nunca del todo si no se pone Dios en el centro; si Dios no se convierte, de nuevo, en visible en el mundo y determinante en nuestra vida ". En efecto, “ el valor de la vida se convierte en evidente sólo si Dios existe”.
Ésa es la cuestión: el mundo funciona muchísimo mejor con Dios que sin Dios. Si no es Dios el dueño de nuestras vidas, ¿lo será el hombre? ¿Será hoy la madre dueña de la vida del hijo que lleva en sus entrañas, y lo será mañana el Estado? No, no, así el mundo no funciona; porque pasado mañana el Estado se declarará dueño y señor de toda vida.
Pero ved, el Papa ha querido que ésta sea la gran verdad que quiere compartir la Iglesia con los gentiles; porque, como muy bien dice al principio de su mensaje , “ la conciencia de la sacralidad de la vida… pertenece a la herencia moral de la humanidad ”. Todos estamos capacitados para llegar a descubrir en la ley natural, con la luz de la razón, el valor sagrado de la vida humana . La defensa de la vida no es por tanto exclusiva de la Iglesia católica. Es un principio moral al alcance de todos”. En realidad, “ la conciencia de la sacralidad de la vida que nos ha sido confiada, no como algo de lo cual se puede disponer libremente, sino como un don que hay que custodiar fielmente, pertenece a la herencia moral de la humanidad ”.
Por primera vez en la historia del Atrio de los gentiles -además del caso particular de París-, Benedicto XVI ha enviado a los participantes un mensaje propio. Un mensaje en el cual él ha querido reconducir la iniciativa a su finalidad original: la de hablar de Dios a quien está alejado del Él, despertando las preguntas que acercan a Él "al menos como Desconocido".
Pero enseguida ha argumentado que la vida de toda persona, más si es amada, no puede dejar de " llamar en causa a Dios ": “ Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna " (Jn 3, 16). ¡Sí! Dios ama a toda persona que, por esto, es incondicionalmente digna de vivir. " La sangre de Cristo, mientras revela la grandeza del amor del Padre, manifiesta qué precioso es el hombre a los ojos de Dios y qué inestimable es el valor de su vida ". (Enciclica "Evangelium vitae", n. 25).
Así pues, la evangelización también debe contener siempre -como base, centro y a la vez culmen de su dinamismo- una clara proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia de Dios. Y el Atrio de los gentiles debe ser ese primer paso evangelizador.
Resuenan proféticas en este contexto las palabras de Pablo VI que ya en 1975 afirmó: “ Los hombres podrán salvarse por otros caminos, gracias a la misericordia de Dios, si nosotros no les anunciamos el Evangelio; pero ¿podremos nosotros salvarnos si por negligencia, por miedo, por vergüenza -lo que San Pablo llamaba avergonzarse del Evangelio-, o por ideas falsas omitimos anunciarlo?” (Evangelii Nuntiandi 80). Ni los falsos respetos humanos ni un equivocado espíritu de acogida, que censura todo aquello que no pueda llegar a ser objeto de consenso, deben paralizar este anuncio.
Benedicto XVI así lo ha indicado. Recordemos su exhortación: hemos de acercarnos a los ‘gentiles' a proponerles que aunque no crean en Dios, actúen “como si Dios existiera”. Estas palabras del Papa tendrían que servir de advertencia a todos aquellos que a pesar profesar todos los días su fe en Dios, acuden al Atrio de los Gentiles dejándose arrastrar a actuar como si Dios no existiera: por parecerse a ellos y confraternizar con ellos.
Custodio Ballester Bielsa, pbro.
De nuevo muchas gracias MN. Custodio, por este artículo en que queda bien claro, y esto viene sucediendo, al menos, desde terminó el Concilio Ecuménico Vaticano II, en que se pretende "rebajar" el listón del Evangelio a expensas de lo que pueden creer quién nos escucha, hablando con medias verdades o como dice Vd., acomodando nuestro criterio al de quien nos escuha, sin tener en cuenta que la Verdad no es nuestra, sino de Cristo y su Iglesia.
ResponderEliminarAmigos de Germinans, tiene Martínez Sistach serios problemas con la verdad, con la adecuación de la mente a la realidad. Yo creo que, además, miente. Hace tiempo que perdí el respeto inútil a las personas por mera razón del cargo si no va acompañado éste de una responsabilidad y formación consonantes. Mi idea sobre Sistach es la que cuentan que tenía Martini de Ravassi, al que, por lo que parece, Benedicto XVI le ha visto "el llautó" (le ha visto el plumero) por fin. Fui crítico con la elección de los "gentiles" en el acto de Barcelona. Ninguno de ellos ha dado nunca y menos últimamente señales de acercarse a la trascendencia o ver la posibilidad de vincular arte y fe. Produce arcadas, por no decir desprecio, omitir personas de valía reales para centrarse en personajillos de cartónpiedra (alguno de los cuales fue mi profesor, semper absens, de estética en la Central); me puso saqué matrícula de honor por comentar "su libro" (triquiñuela de estudiante sabedor del ego del ignaro magister.).
ResponderEliminarLa falta de pulso intelectual de Sistach y los suyos es lo que hace fracasar los preambula fidei necesarios para el atrio en el que soñaba el Papa. Por lo demás, la pequeñez de Sistach acaba de mostrarse en su última intervención sobre la inmersión. No tiene ni pajolera idea del nivel de español. Basta leer los textos que llegan a las editoriales o los borradores de artículos. Por eso digo que miente. Y es feo que un cardenal mienta con tanto descaro. Existe en esa declaración algo peor que la mentira: el desprecio a los derechos fundamentales del niño a una educación conforme. Sistach sacrifica ese derecho en el altar del catalanismo. Menudo papelón.
De nuevo queridos amigos, si el tono les compromete, suprímanla.
Hay muchas cosas interesantes sobre esos preambula fidei que merecería sumarse al artículo del padre Custodio, de mayor relieve que tales miserias y vanidades. Acaba de aparecer un libro magnífico, en este caso, de la relación entre paleontología y causas segundas. (Vulgo, evolución e inbtervención de Dios.)Lo ha publicado Cambrige University Press. Es un modelo de propuestas de diálogo entre ciencia y fe (como pudiera serlo entre arte y fe).
Un gran artículo, gracias Mossen Ballester por compartirnos perlas como estas.
ResponderEliminarMari
Cristo es camino, verdad y vida. "La verdad nos hará libres" gracias por recordárnoslo Custodio. Dios te guarde y te siga llenando de sabiduria apostol de la vida.
ResponderEliminarJuan
Extraño camino hacia ningún lugar el que se recorre desde "lo bueno, lo bello y lo verdadero" hasta "el arte, la belleza y la trascendencia." Hay que partir del punto en que el arte tieene poder trascendente, en lugar de ser la trascendencia a quien se otorgó para inspirar al arte. Ni más ni menos que una recomposición sibjetiva de lo divino se encierra en este giro del barrunto a la intuición, cuando puede ser de la Verdad a su conocimiento, si no se hace en sentido contrario.
ResponderEliminarMiren Vdes., señores gentiles: Los católicos tenemos también sentido trascendente y estamos sujetos a sus consecuencias, lo que sucede es que "algunos" no saben expresarse y les toman a Vdes. por ignorantes, rebajando en todo el nivel de conocimientos, con la lamentable consecuencia de que les puieden llegar a provocar una ignorancia que dudo mucho que tengan. No les escuchen, háganse el favor.
Graciasd Padre Custodio, Dios lo guarde y le dé el don de la clarevidencia!! o sea decir las cosas claras y que todos la entiendan...MUCHAS GRACIAS !
ResponderEliminarHoy aparece en La Vanguardia la entrevista a Daniel Giralt-Miracle, autor de "Gaudí esencial".
ResponderEliminarDice que el nacionalcatolicismo se apropió de Gaudí durante el Congreso Eucarístico, y que por ello, la intelligentsia barcelonesa rechazará la continuación de las obras de la Sagrada Familia y por extensión a Guadí. La verdad: Gaudí era católico tradicional, mientras que esta intelligentsia nacionalprogresista era marxista, postmodernista y moralmente disoluta.
Dice que Gaudí era más avanzado en arquitectura que en teología y que no da el salto a la modernidad (no hace la Pedrera como Le Corbusier), porque cometió el pecado de salir poco y tarde al mundo, aunque hace convivir lo nuevo con lo viejo. La realidad: Gaudí vio que el pecado de la modernidad es el pijodivismo elitista del arquitecto: "este es mi edificio con mis formas"; por eso Gaudí se funde con el artesano -el albañil-, lo tradicional, lo popular, lo rural y lo natural.
A Gaudí hay que añadirle san Josep Manyanet i Vives, el arquitecto de la familia y el matrimonio, fundador del Tempo de la Sagrada Familia, propuso "un Natzaret a cada llar", adelantándose a la "Iglesia doméstica" del Concilio Vaticano II, y es apóstol de la dignidad del matrimonio como vocación y de la transcendencia de la educación cristiana de los hijos.
Recientemente, diversas religiosas de diferentes órdenes, más un grupo nutrido de sacerdotes diocesanos, que han propuesto enseñanzas sobre moral familiar, matrimonial y de defensa de la vida contrarias a las verdaderas enseñanzas de la Iglesia Católica, sobre todo contenidas en la Humanae Vitae.
1. Sor Viqui (teresiana): en cuanto al uso del preservativo dice: "Si el Papa hubiera hablado con alguna de las mujeres con las que yo he hablado, le habría dicho: 'Mujer, ponte el condón o haz lo que sea necesario". (TV3, El convidat")
2. Sor Lucía Caram (dominica): el amor no está limitado a una sola forma, sino que es creador, universal, variopinto, incluyente, por lo que hay que celebrar el amor en todas sus formas. Sor Caram afirma que la sociedad avanza aceptando la diversidad e igualdad de oportunidades [sexodiversidad]. ("Mi claustro es el mundo").
"Y la Iglesia debería aceptar el uso anticonceptivo del preservativo: ¡ayuda a la paternidad responsable! Y no imponer el celibato." (La Vanguardia, La Contra, 4.12.12); "La Iglesia es misógina [y es] un sistema vertical de obediencia" (Gent de paraula, Cristina Puig, RTVE).
3. Sor Teresa Forcades (benedictina): partidaria de la sexodiversidad y el sacerdocio femenino y homosexual ("Converses amb Teresa Forcades"); en otras entrevistas y libros: la licitud del aborto, la errancia de la doctrina sobre el pecado original, de los orígenes, la organización de la Iglesia fundada sobre un esquema patriarcal injusto, opresor y dominador.
4. "Els fills del Concili": libro-entrevista a 17 sacerdotes catalanes anónimos en desacuerdo con la moral familiar y matrimonial de la Iglesia:"El día que se publicó la Humanae Vitae decidí no mentar nunca más el nombre del papa [Pablo VI] en el canon de la misa".
El P. Custodio dice que el Papa advierte a todos aquellos que a pesar profesar todos los días su fe en Dios, acuden al Atrio de los Gentiles dejándose "arrastrar" como si Dios no existiera, por "parecerse" a ellos y "confraternizar" con ellos.
Parte de la Iglesia Tarraconense no cree en la defensa de la vida y la familia y matrimonio según la ley natural y divina; La Sagrada Familia no evangeliza; parte de los religiosos y sacerdotes con influencia mediática va contra la Humanae Vitae de Pablo VI, junto con sus congregaciones y las comunidades de apoyo (laicos, clérigos, religiosos, profesores y teólogos).
Los obispos y no ejercen su obligación de defender la verdad de fe y moral católicas, callan, toleran y disimulan con pleno conocimiento y consentimiento (caso de los hospitales católicos abortistas).
Gracias Padre Custodio. Que Dios le Bendiga.
ResponderEliminar