Carmelitas descalzos de la comunidad de l'Eremo del Deserto de Varazze (Savona, Italia) |
El arrebato místico del solo Dios basta y la comunión en la Fe católica y en la identidad carmelitana dieron vida a los trece conventos de “josepets” (de descalzos) que llegaron al fatídico 1835 en Cataluña. Un Carmelo Descalzo que marcó profundamente la vida espiritual del catolicismo en Cataluña, fuera por la dirección espiritual de los frailes sobre multitud de seglares, la propagación de la devoción a San José, la fundación de Cofradías del Carmen, de la Tercera Orden Seglar o por la difusión del carisma teresiano de encontrar a Dios andando entre los pucheros de la vida del cada día.
La devoción a San José en Cataluña arraigó con tal fuerza, antes de la declaración de patronazgo universal de 1870, que en cada casa había un Josep al lado de un Joan, ya en el siglo XVIII. Y si el Principado se llenó de Joseps, también lo hizo de Teresas. La propia Sagrada Familia de Gaudí fue originalmente idea de la Asociación de propagadores de la devoción a San José de Barcelona.
Carmelitas descalzos de la comunidad de Santa Anna de Génova (Italia) |
Mas tarde, los y las carmelitas difundirían la devoción al Niño Jesús, especialmente las Asociaciones del Niño Jesús de Praga establecidas en sus conventos y monasterios. Y más tarde, en los primeros años del siglo XX, tras un final de siglo XIX de reflorecimiento espectacular de la espiritualidad carmelitana y de la Tercera Orden por toda Cataluña, darían a conocer la persona y escritos de Santa Teresa de Lisieux como modelo de la llamada Infancia espiritual la cual, bien entendida, tan necesaria se presenta en una sociedad tan cínica como la nuestra.
No es ningún secreto que la espiritualidad teresiana encontró en Cataluña como en Francia (su influencia en Bérulle y el nacimiento del Oratorio en Francia) un terreno propicio que suponemos reside en la fortaleza que tenia ya la familia cristiana en ambos territorios (un círculo virtuoso de fuerte vida espiritual en el hogar, de cristianización de la familia nuclear romana y de su valor social, de la importancia dada a la autonomía económica familiar…). El cristianismo no niega la creación sino que la perfecciona. La casa de Nazaret y la vida del día a día en ella de la Sagrada Familia se predicaban como modelo a seguir. Santa Teresa plantó una semilla en una tierra propicia, y fructificó.
Barcelona
Fructificó en Barcelona donde en 1586 el P. Juan de Jesús Roca (1544-1614), de Sanaüja (La Segarra), funda el primer Carmelo Descalzo de Cataluña, el convento de Sant Josep de la Rambla (en el solar hoy ocupado por el famoso mercado de la Boqueria). Sacerdote del obispado de Barcelona, estudiando en Alcalá de Henares descubrió el carisma carmelitano y a sus frailes y siguió a San Juan de la Cruz y a Santa Teresa de Jesús a quienes conoció personalmente.
Dicho convento de la Rambla se convertiría en la casa provincial (provincia de San José) y en noviciado. Sin escuela teológica propia seguirían a Santo Tomas de Aquino en la formación. Lo mismo sucedería con los escolapios. Así, por lo que respecta a lo político, este bagaje y su establecimiento en el interior de los principales núcleos urbanos de la Cataluña pre-industrial más dinámica, les llevaría a un posicionamiento muy sensato y para nada extremista en esta materia llegado el liberalismo político en el siglo XIX.
A la derecha el P. Provincial Fray Agustí Borrell con jersey de rombos, junto a otros religiosos |
La casa de Barcelona tendría una importantísima biblioteca y, a lo mejor influidos por el espíritu comercial del país, una de las principales fábricas de fundición de letras de imprenta de España, fundada el 1746, donde destacaron los catálogos de letras formados por Fra Pau de la Mare de Déu, la novedosa máquina de imprimir “la carmelita” inventada por Fray Joaquim de la Soletat Esplugues o el buen trato laboral que se dispensaba a los trabajadores del establecimiento.
Una de las figuras principales del convento de las Ramblas, donde permanecería treinta y siete años, fue el P. Fray Antonio de San Matías Carbó (1595-1648), natural de Figueres, escritor místico cuya dedicación a la dirección de las almas y trayectoria cristiana ejemplar se recogió, tras su muerte, en la Historia de la vida y virtudes del venerable padre fray Antonio de San Matías .
Detrás de la estela del convento de Barcelona, se fundó el de Carmelitas Descalzas de la ciudad, gracias a la protección de Estefania de Rocabertí quien tenia la casa a tocar con Sant Josep de la Rambla. Estefania, quien frecuentaba espiritualmente al padre Roca, profesaría en la nueva comunidad. Una comunidad fundada en 1588 con monjas provenientes de Pamplona, que antes de entrar en Barcelona se postraron a los pies de la Mare de Déu de Montserrat en su santuario. Fue su primera priora Catalina de Cristo Balmaseda, quien había conocido a Santa Teresa. Hay que destacar la protección paternal sobre el nuevo monasterio de Francisco de Granollachs, miembro de una ilustre casa de defensores de las libertades políticas catalanas, los Granollachs, procedentes de la Plana de Vic. Fue quien hizo posible la instalación en la calle Canuda .
Después de la desamortización y exclaustración, la vida comunitaria de los carmelitas descalzos se restauró en 1896. Tras algunos cambios, finalmente recalaron en la Diagonal esquina Lauria, donde desde 1910 se halla el Santuario del Carmen, sede provincial. Acomplejados por ser durante más de dos décadas la iglesia de los militares de la Barcelona franquista, por motivos ajenos a la comunidad, el personal de la casa se ha pasado al otro extremo sin encontrar actualmente la mirada trascendente y alegre que permite aterrizar a un punto medio de sensatez y digestión serena de la propia Historia.
Mataró
Virgen del Carmen en la Iglesia de Sant Josep |
La casa de Mataró, de 1588, fue fruto de la petición del párroco de la localidad Juan Palau, muerto en 1595 sin poder tomar posesión de la diócesis de Elna (en el Rosellón) para la cual había sido nombrado. Palau, gracias a la recomendación e informaciones de un santo sacerdote residente en Barcelona y amigo suyo, Diego Pérez de Valdivia, quien había tenido la suerte de conocer a los frailes, puso todos sus esfuerzos y los de su familia (era de Mataró) para la venida de los carmelitas descalzos a su localidad para ayudarlo en la salvación de las almas, en la predicación y muy especialmente en la enseñanza de la Doctrina Cristiana a los pequeños y jóvenes, una característica propia de los frailes del Carmelo Descalzo catalán.
Esta incardinación en la realidad catalana, típica del Carmelo descalzo, es lo que explica que en el Capítulo Provincial de 1598, se lea “ Que los predicadores catalanes prediquen en su propia lengua para que se consiga el fruto de las almas que se espera ”. Y el Consejo Provincial, en 1601, se diga que “ Mandamos a todos los religiosos conventuales de nuestra provincia y naturales de ella, que hablen regularmente su lenguaje catalán con los religiosos. Pero a los padres predicadores mandamos... que en los lugares fuera de las ciudades prediquen en catalán y no de otra manera sin especial licencia ”.
En 1648 se fundaba el monasterio de carmelitas descalzas de Mataró, dedicado a la Inmaculada en el solar hoy ocupado por la Plaza de las “Tereses”, cerca del convento de Sant Josep de Mataró. Cecilia Serra Arnau, sobrina del rector Palau, donó todo su patrimonio para que fuera una realidad. E ingresó en él como simple monja.
Tras la exclaustración, el convento de los frailes fue desamortizado y convertido más tarde en un colegio y asilo municipal de ancianos, regentados desde 1848 por las religiosas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre Cavin. Todo el complejo conventual incluido en claustro se conserva hoy convertido en residencia de monjas ancianas de dicho instituto de Misioneras. La iglesia es desde 1868 la sede de la parroquia de Sant Josep de Mataró.
Por lo que respecta a las religiosas, la vida comunitaria continúa hoy en un nuevo monasterio en el barrio de Cirera (en 1936 el antiguo fue demolido para hacer una plaza). Las carmelitas descalzas de Mataró fundaron en 1885 el Carmelo de Puigcerdà (desde 1983 en Amposta), en 1948 el de Tarrasa y en 1978 el de Granollers-La Torreta de la Roca.
Gracia (1626)
La importancia del Carmelo Descalzo de Gracia fue tal, que el convento que la Orden fundó en 1626 en dicho lugar, entonces solitario, es el origen de la villa y nombre de Gracia (hoy barrio de Barcelona). El convento de la Mare de Déu de Gràcia (la iglesia hoy parroquial dels “josepets” de la plaza Lesseps), fundado gracias a la ayuda del doctor en Leyes y después sacerdote Josep Dalmau, fue casa de los dieciséis religiosos que murieron atendiendo a los vecinos en la peste de 1651. Y del director espiritual de Sant Josep Oriol quien subía al convento de Gracia para confesarse. Para el gran historiador P. Fray Gabriel Beltran y Larroya, dicho confesor tiene que ser Fray Joan de la Concepción Torrents, natural de Sineu (Mallorca), quien había sido maestro de novicios de la provincia.
En Vilanova, Tiana, Badalona, Tarrasa, Sabadell, Granollers…
En 1735 se funda el convento de Sant Josep de Vilanova y la Geltrú (hoy diócesis de Sant Feliu), clausurado por la exclaustración de 1835. De Vilanova provendrá la Venerable Rosa Ojeda y Creus (1871-1954), fundadora del Instituto de vida religiosa Carmelitas de San José en Horta (BCN) con el apoyo del obispo José Morgadas Gili.
En 1907 se fundará el Carmelo Descalzo de Tiana, hoy ejemplo de vida religiosa y con vocaciones. Es uno de los Carmelos que no ha marginado como referente la figura de Santa Maravillas de Jesús Pidal.
En 1908 se fundará el Carmelo Descalzo de Badalona (frailes) con el apoyo de las religiosas de Tiana. Hoy ya no rezan juntos.
En la hoy nueva diócesis de Tarrasa nacerán después de la Guerra Civil los Carmelos Descalzos femeninos de Terrassa (1948), Sabadell (1964-2005, hoy unida y trasladada a Terrassa por falta de vocaciones) y Granollers-La Torreta de la Roca (1977), frutos todos ellos de la comunidad entonces pujante de Mataró y hoy por hoy un tanto despistada en interpretaciones rupturistas del Vaticano II para la vida religiosa contemplativa.
La casa de Matadepera (1983), de los carmelitas descalzos catalanes, es sólo una casa de retiro.
Diócesis de Lleida
En 1589 se fundaba el convento de Perpinyà; el mismo año que el de Lérida, gracias al interés del P. Roca, originario de la Segarra. El viejo convento, víctima de la desamortización, es hoy el Museo de la ciudad. Fruto de una especial vinculación con Lérida, los carmelitas volvieron en 1928 y son hoy los encargados de la parroquia santuario de Santa Teresita de Lisieux. Fray Josep Vidal y Guasch fue el restaurador de dicho convento y fundador en 1923 de la célebre revista Lluvia de Rosas , destinada a la propagación de la devoción y obra de Santa Teresa de Lisieux.
Las carmelitas, presentes desde 1686, después de la Guerra Civil se trasladaron a las afueras de la ciudad a un paraje más tranquilo que el viejo monasterio de San Anastasio situado junto a la Seu nova .
En 1961 se fundaría el convento de carmelitas descalzas de Mollerusa.
Uno de los carmelitas descalzos más destacados nacidos en Lérida y su área de influencia es sin lugar a dudas el beato Francesc Palau i Quer (1811-1872), natural de la vecina Aitona, tío de Santa Teresa Jornet y Ibars, fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
Palau, quien seria rector del seminario de Barcelona, fundaría en la parroquia de Sant Agustí Nou (BCN), la escuela de catequización de adultos llamada de “la Virtud” donde se trataban también, mediante conferencias, temas sociales y su relación con el cristianismo. Más adelante, fundaría un instituto de religiosas después escindido en dos, las Carmelitas Misioneras y las Carmelitas Misioneras Teresianas.
Diócesis de Tortosa
Fructificó también en Tortosa el Carmelo descalzo, con el convento del Miracle (1590) y los eremitorios de la Vall de Cardó (1606) para el recogimiento de aquellos religiosos que buscaban una vida más ascética. Auque la exclaustración hizo perder la vida comunitaria en ambas casas, una figura excepcional tomaría el relevo en proponer la espiritualidad carmelitana como camino de santidad. Hablamos de San Enrique de Ossó y Cervelló (1840-1896), natural de Vinebre (Baix Ebre), sacerdote diocesano de Tortosa y fundador de la Compañía de Santa Teresa de Jesús -las teresianas- el 1876 en Tarragona.
Los dos monasterios de Carmelitas descalzas de la diócesis, en su parte catalana, son los de Sant Josep i Santa Teresa de Tortosa (1877) y el Sagrat Cor de Amposta (1983), nacido este último del traslado de la comunidad de Puigcerdà a las Terres de l'Ebre. Ambos siguen las constituciones de 1990 (Observancia tradicional).
Diócesis de Tarragona
Carmelitas de Tarragona |
Y los monasterios de carmelitas descalzas de la Inmaculada Concepción de Reus (1660) -en el solar ocupado hoy por el Teatro Fortuny y parte de la Plaza Prim- y de San José y Santa Ana de Tarragona (1712).
El convento de frailes de Reus, después de la exclaustración fue ocupado por el Hospital de San Juan.
En 2003 las carmelitas de Reus se unían y trasladaban al Carmelo de Terrassa. La comunidad de Tarragona de religiosas continúa la vida comunitaria en su casa fundacional. Los frailes volvieron a Tarragona en 1891, siendo la primera refundación en Cataluña después de la exclaustración.
Vinculadas a la presencia carmelitana descalza en Tarragona debemos recordar a Teresa Toda i Juncosa y a su hija la Venerable Teresa Guasch i Toda (1848-1998), fundadoras en Barcelona en 1878 de las Carmelitas Teresas de San José.
Diócesis de Girona
El convento de San José de Girona fue fundado en 1591. La vida comunitaria cesó en 1835 con la exclaustración. El de Palafrugell fue fundado en 1918. Actuó durante muchos años de seminario menor. El año pasado cerró sus puertas (2011).
El monasterio de las “teresas” (descalzas) de Girona, nacido gracias a los pasos seguidos por el obispo Cartañà, antiguo canónigo de Tarragona, está hoy unido, como su casa madre, el Carmelo de Tarragona, a la Federación de la Mare de Déu de Montserrat.
Diócesis de Vic
Fructificó también el Carmelo Descalzo en la diócesis de Vic. El convento de Santa Teresa (1642), con una comunidad hoy floreciente, se fundó gracias a la protección de la vicense Esperanza Pradell, incluso antes que el convento de San Jerónimo (1642) de los frailes, desaparecido éste con la exclaustración.
Santa Joaquina Vedruna, a quien en su adolescencia se le privó de entrar en el Carmelo Descalzo de Barcelona por edad demasiado temprana, fundó las Carmelitas de la Caridad en Vic en 1826. La casa madre y lugar de sepultura de Santa Joaquina, el manso Escorial, está situado en frente del monasterio de Santa Teresa de Vic.
El monasterio de Carmelitas descalzas de Igualada fue fundado en 1949 y sigue como el de Vic, las constituciones de 1990.
Diócesis de Urgell
Los carmelitas descalzos fundaron el convento de San José de Balaguer en 1678, desparecido tras la exclaustración. Fue la única casa del Carmelo Descalzo en este obispado.
Guilhem de Maiança
Madre mía! Uno va a internet y si le interesa el tema lo lee. A quien puede intersarle todo esto? Ay Don Guilhem... poco trabajo debe tener!
ResponderEliminarPues a mi me parecen muy interesantes estos dos artículos, es una demostración clara de una de tantas órdenes religiosas tan arraigadas en Cataluña y a su historia, que están quedando en nada por hacer mal las cosas.
EliminarApreciado comentarista de las 00.25:
EliminarNos interesa a todos nosotros los que amamos y servimos la Iglesia de Jesucristo. Y tenemos un mínimo celo por la salvación de las almas. Conocer las raices espirituales en las que ha crecido la semilla del evangelio en nuestra tierra es de capital importancia. Los lectores de las páginas de información y cuestiones religiosas en Internet son de dos tipos. Como en el comer. Hay quien gusta del tapeo: un poquito de esto, un poquito de aquello, un chatito de vino, una cañita de cerveza, un poco de tortilla, un trocito de bacalao con pimiento, unas almedritas, y comido.... Mal comido. Divertido,sí. Pero mal comido.
Y después están los de la comida consistente: un buen plato caliente y bien cocinado, que alimente y llene. Y variando de un dia para otro y según las estaciones y los productos de mercado. Germinans no es un tapeo. Germinans es una buena y suculenta escudella con mucha "carn d´olla" y verduras. Bueno, verdura no mucha, porque decidimos no hablar de sexto y nono, por principio. Creo que el ejemplo es bueno. Espero lo haya entendido. Afectuosamente.
Prudentius de Bárcino
Qué gran honor! Sentirme contestado por el Fundador! De germinans se entiende!
EliminarEl anónimo de las 00'25 se toma un considerable interés en que se sepa que esta entrada no le interesa.
EliminarQuizá se administra vitaminas para despreciar con más ahinco, ya que no tiene nada más en que emplear su tiempo de aburrimiento estival.
Por cierto, que pocos hay más ocupados,ni que empleen con acierto su querido "tiempo de calidad" que Guilhem. Difícil será que en esto le ganes, anónimo entregado a la irrelevancia.
Yo seré irrelevante, pero usted, quién se cree que es Don Iñigo?
EliminarUn comentarista que al menos dice su nombre, que ya empieza a ser algo.
EliminarPoco importa en este u otros contextos el concepto en que me tenga, creo que este blog nunca ha sido "Iñigo Iñigabit" y además, espero que tampoco lo sea en un futuro.
Será Vd. de relevancia poco después de que se moleste en serlo, cuanto menos. Es muy probable que nos escriba algun comentario más constructivo o menos banal que el de las 00'25 (Nada más fácil), por lo que abrigo alguna esperanza, no se queje.
"Don Iñigo" me llaman por teléfono los de Vodafone cuando me quieren endilgar sus productos.No me gusta. Va a ser más correcto Sr. Ruiz, aunque prefiero "Iñigo" a secas, que estoy en esa edad en que no me gusta demasiado que me pongan años.
Y ahora, ¿Quién se cree Vd, si es tan amable?...
L a Iglesia ya no necesita enemigos externos para su desgracia están dentro de casa .Santa Madre de Dios ruega por nosotros
ResponderEliminarEso es Verdad
EliminarInteresantísimo el escrito que habéis puesto en escritos recomendados "Mejor te quedas en casa". Para entender fracasos como el que se cuenta aquí de los carmelitas en Cataluña
ResponderEliminarPor lo que se dice en La Cigüeña de la torre, se trata de un caso de carmelitas descalzos aunque no de Cataluña. Pero vaya que para el caso es lo mismo
EliminarMe lo he chapado de un tirón... Es história de mi Iglesia.
ResponderEliminar¿Alguien nos puede hablar del Carmelo de Mararó? Estaba lleno en la época de una carismática priora de nacionalidad suiza, cuyo nombre no recuerdo,¿Sigue teniendo hoy esa pujanza? Seguramente hoy tendrán más vocaciones los carmelos que viven según las constituciones de 1990, que estos otros de mucha expirementación, y a la vez, mucho peligro...
ResponderEliminarEl Carmelo de Mataró está en decadencia imparable en mérito y numero. Aquella monja acabó de ermitaña sola fuera de la comunidad.
ResponderEliminarM. Cristina Kaufmann logró convertir la comunidad de Carmelitas Descalzas de Mataró en una especie de comunidad al modo de las religiosas de vida activa. Tienen hábito propio, distinto en hechura y color al del resto de Descalzas. Ahora están en decadencia imparable.
ResponderEliminarEfectivamente, se fue de ermitaña y murió hace unos años. R. I. P.
Es sintomático que no cuenten los Carmelitas de Cataluña como suyos los únicos Carmelos que tienen vida. ¿Será un signa más del camino del suicidio?
Un artículo precioso, que pone en relieve a una comunidad que tanto ha hecho por la sociedad actual sin esperar nada a cambio y que tiene una historia digna de estudio.
ResponderEliminarDeseo unirme a una comunidad de descalzos. Alguien sabe de u a obtiene conocimiento... Que sea buena espiritualidad
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