El pandemónium post-conciliar (I)

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La casa de reconciliación de Can Serra 
 
En el año 1970 se creó la parroquia de Sant Benet en el barrio de Can Serra de L'Hospitalet de Llobregat, al objeto de atender a una población de 28.000 almas que se habían establecido en aquel hormiguero que se construyó a finales de los años 60 en las pendientes escarpadas de la localidad barcelonesa. Pero la erección parroquial no llevó aneja, en un principio, un lugar de culto. Las celebraciones se llevaban a cabo en el salón de actos del instituto del barrio. La parroquia se encomendó a los escolapios, designándose como primer rector a Jaume Botey, posteriormente secularizado y concejal comunista en el ayuntamiento de L'Hospitalet entre 1979 y 1983. Y la brillante idea de este discípulo de San José de Calasanz fue que no iban a construir templo parroquial. Decían que "sería una parroquia diluida entre la gente, sin señales visibles, pobre" Tenían bastante con el salón de actos del instituto y un pequeño local alquilado como despacho. 

El estrambótico proyecto fue desechado por los comunistas, muy activos en la Iglesia de Barcelona en aquellos momentos, que consideraron que era necesaria la construcción de un templo, no por cuestiones espirituales, sino para reunirse clandestinamente y dificultar una posible detención en su interior, gracias a las disposiciones del Concordato entre España y la Santa Sede.

Pero como se trataba de ver quién la decía más gorda tomaron la penúltima decisión estrafalaria: no se construiría por ninguna empresa y las obras se llevarían a cabo por los propios habitantes del barrio.

La siguiente boutade era que, aunque llevase el título de parroquia de Sant Benet, iba a llamarse "Casa de reconciliación". Como puede verse en la foto que preside el artículo, no es que su construcción fuese pobre, sino que su conjunto es funesto, antipático, inhóspito. El interior todavía es más destartalado (ignoro porque la sencillez tiene que ir unida al mal gusto): una simple habitación, con una mesa de camping en el centro y sillas de plástico alrededor de ella. No esperen ninguna imagen, siquiera la de San Benito. "Todos somos santos", decían los escolapios filocomunistas. Su auténtica obsesión era huir de la ostentación y la opulencia. Hasta llegar a la más absoluta aridez.

Una vez secularizado Jaume Botey, los posteriores rectores escolapios fueron Andreu Trilla, Enric Canet y Manuel Baguñà, hasta el año 1995 en que dejaron la responsabilidad de la parroquia, designándose a Mn. Emilio Quílez como nuevo párroco.

Desde el año 2008 el rector es Emiliano Almodóvar Molina, uno de esos que pomposamente se denominan "curas obreros". Es el último que queda en activo en la diócesis. Este eufemismo no quiere decir que trabajen (como si fueren los únicos) sino que no se dedican a la parroquia. Por eso, actualmente, el remedo de templo sólo se abre los domingos, en los que se celebra una única misa a las 12 horas. Y no lleguen tarde, porque el cura la celebra aceleradamente, con lo que en media hora las puertas vuelven a estar cerradas. Hasta el domingo siguiente.

La media de asistencia a esa celebración vergonzante oscila entre las 30 y 40 personas. Pocas aparecen de la nueva inmigración, especialmente latinoamericana. Algunas asoman la cabeza y ven esa habitación huérfana de santos, sin altar, sin sagrario, sin bancos, sin reclinatorio... No vuelven. ¡Luego se asombran del éxodo hacia el protestantismo! 

Todos estos experimentos, en los que hubo una mezcolanza de desorden post-conciliar y adoctrinamiento marxista, acabaron con la misma desolación. La ilusión inicial; la iglesia "pobre, comprometida y evangélica"; la utopía de traer el paraíso a la tierra; la ausencia de toda autocrítica; el repudio a la religiosidad popular y demás lindezas no llegaron a fertilizar. 

Y nadie puede achacar el desconcierto al papa o a los obispos. O como dicen ellos al involucionismo vaticano. En Can Serra (al igual que en comunidades similares) se siguió designando párrocos de la misma orientación. Tan heterodoxo era Jaume Botey como Enric Canet, Emilio Quílez como Emiliano Almodóvar. Todos seguían viviendo del mal llamado "espíritu del concilio", pero al igual que cayó un muro en el año 1989, también se derrumbó su sucedáneo eclesial. Desde entonces deambulan como zombis. Pero siguen obstruyendo nuevos frutos. El orgullo les impide aceptar su fracaso.

Oriolt

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15 comentarios

  1. Interesante, aunque sea la repetición de la misma pesadilla.

    Hablando del pandemonio post-conciliar, se podría señalar a Germinans germinabit la completa inanidad de esas "Moniciones para la misa diaria" que aparecen en el sitio. Están más fuera de lugar que fumarse un puro en el pabellón de tuberculosos. Pero el problema estriba en que la Misa moderna no tiene remedio y tales "moniciones" de algún mediocre y sensiblero aprendiz de Cranmer no son más que otro síntoma del estado terminal de la neoliturgia.

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    1. Las moniciones que se ofrecen en Germinans ni son la panacea, ni son gloria bendita, pero son bastante mejores que las que ofrece el C.P.L. (Centro de Pastoral Litúrgica) y que se utilizan en el 80% de las parroquias de Barcelona, afortunadamente decreciendo.

      Cualquier alternativa, por muy mejorable que sea, a las del CPL le aseguro, amigo Pianus, que vale la pena recomendar. Si sabe de otras moniciones para la Misa diaria que sean mejores, nos lo dice y gustosamente las recomendaremos.

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    2. Estimados:

      El CPL es un organismo inexcusable, no hace falta ni mencionarlo; lo suyo es la anti-liturgia en la siembra del odio a todo lo católico, especialmente en el culto sagrado (en el que sus ¿irresponsables? redactores y colaboradores no creen), y para cuya demolición descuentan tener mandato, ¿y cómo no?, ya que no encuentran ninguna traba seria de parte de la jerarquía oficial, muchas veces al contrario

      Pero, como fuera, la "mejor opción" a vuestras moniciones es el silencio total. No juzgo acerca de las intenciones del que las redacta, sino de la cosa en sí. Ruego que lea estas líneas y las reflexione.

      Esta verdadera novación litúrgica es parte de los innúmeros mecanismos automáticos implementados por ley y permisión litúrgica para la destrucción de la Santa Misa; estamos pues en la estela del concepto desastroso del "ad libitum" celebrativo; bajo guisa de "actuosa participatio christifidelium" (a cuya práctica probadamente fructuosa y tradicional se opone), funciona como efectivísimo caballo de Troya del llamado "sacerdocio común", doctrina inaceptable en los términos de la eclesiología post-conciliar (cf. Pío XII, Enc. Mediator Dei).

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  2. Si yo le contara!!!!!!!......Mi padre es de un pueblo que está a 4 Km de Peralta de la Sal donde nació San José de Calasanz, por lo que suelo ir a menudo por allí. Por eso sé de lo que hablo y digo que lo que la Iglesia conciliar (como muchos gustan denominarse) ha hecho con los escolapios es de juzgado de guardia. ¡Las cuentas que tendrán que rendir algunos por el daño a tantas almas!

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  3. Y aun dicen que Germinans sobra... Desde luego a según quien si.

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    1. Germinans está al caer! Según que obispo pongan en Barcelona les pondrá a raya!

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  4. Lo más triste es que la mitad de las iglesias de barcelona son adefesios como este. Algunas tienen buenos sacerdotes, que intentan revitalizarlas, embellecerlas. Pero es difícil. Quod architectus non dat, sacerdos non praestat.

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  5. Pues si vieran en mi pueblo, que pertenece a la diócesis de Jaca... El párroco se puso tozudo con que había que arreglar la ermita donde se celebra la Misa, y poco a poco, lo ha conseguido. Ha traido casullas (que no había más que una antigua). En unos meses consiguió un retablo de la posguerra, sin valor artístico, pero bastante digno, y donde están colocados los santos; además, ha ido poniendo pinturas de santos bien ordenadas en torno a las paredes. No es que sea nada del otro mundo; pero de una ermita pelada, a lo que ahora tenemos, la verdad es que ha cambiado mucho y para bien. Viendo lo que hay en la foto, les puedo asegurar que si pasara por allí el cura de mi pueblo, en dos semanas tenían la iglesia de punta en blanco.

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    1. La de la foto es blanca, pura, inmaculada, funcional, sencilla, discreta...

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  6. El problema no es la Iglesia, los obispos, los sacerdotes, ... El problema es la FE. Donde no hay fe, todos los disparos son pocos, se dispara a los creyentes(en sentido figurado)y a los edificios, estos últimos, quizá con pólvora real, deshaciendo lo que a otros hermanos en la fe tanto les costó levantar. ¿Por qué? Porque no se cree en Dios. ¿Para qué? Para que los que creyeran en Dios, ofuscados por los Ministros del Señor carentes de fe, se volvieran contra su propio Dios.

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  7. Me consta, por vecindad, que la parroquia de Sant Benet es un desastre sin paliativos, posiblemente peor incluso que Sta. María del Gornal,antítesis de parroquias germinantes de L'Hospitalet como Sta. Eulalia de Provenzana, Sant Isidre, la Inmaculada o Ntra. Sra.de los Desamparados.
    El "ratio" de cumplimiento dominical del 0,0015% lo dice todo.
    Conocí "de vista" a Mn. Emilio Quilez cuando era vicario de Sta. Eulalia de Mérida con Mn. Puigbó como rector y no me parecía un mal sacerdote. Aragonés de origen estaba incardinado en Barcelona por su condición de sacerdote castrense. Su principal problema era que no hablaba catalán por lo que fue inmeditamente "extrañado" a otra parroquia cuando tomó posesión un nuevo rector llamado Ezequiel Sendrós- catalanista extremo- que, por cierto,salió por piernas de la parroquia y del que no he vuelto a saber nada.
    Desconozco la labor de Mn. Quilez al frente de St. Benet que fue jubilado forzosamente hace tres años por sufrir una grave enfermedad vascular que le impedía realizar cualquier actividad pastoral.

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    1. Busquemos las parroquias germinantes. En la calle Balmes hay una.

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  8. Saludos, amigos de Germinans.
    Como en algunos otros momentos os he dicho, no creáis que las truculentas situaciones eclesiales que comentáis son exclusivas de Cataluña. Ahí tienen el matiz del nacionalismo que en otros sitios no existe. Por ejemplo, en mi parroquia de San Nicasio en Leganés y diócesis de Getafe con el anterior párroco, ahora vicario general sólo había la imagen del santo mártir titular, una virgen y el Corazón de Jesús. Y después unas pinturas horribles que el párroco -que iba de simpáico y amigo de los pobres, que se vestía con vaqueros raídos y americana con coderas y ahora lleva glergyman- encargó a un pintor amigo, no creo que fuera muy católico.
    El nuevo párroco encargó un retablo y dió mayor calidez a las paredes del templo, con un cuadro de Nuestro Señor tal como se le apareció a Santa Faustina Kowalska, una nueva imagen mariana, las estaciones del Vía Crucis... Todo contribuye a dar más calidez a la parroquia. Aunque, de momento, sólo la frecuentan ancianas y algún que otro inmigrante, aunque de éstos son los menos. Pero dentro de unos años espero que todo el trabajo de este hombre dé sus frutos.
    Por tanto, las cosas pueden cambiar. No hay que desesperarse. Dios puede hacer parir a las estériles.

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  9. ¿ Pero eso de la foto es una iglesia o un centro de reunión de las amas de casa ?. ¡ Madre mía, ! ¡ lo que hay que ver!

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  10. Pues yo soy de Can Serra, y los parrocos que comentas, los escolapios, son muy queridos en el barrio, y todo el mundo guarda un muy grato recuerdo de ellos.
    Si las gente no va a la iglesia no es un probema de la "Casa de Reconciliació" sino de toda la IGLESIA. Qué yo sepa los seminarios, conventos, etcétera no están muy llenos que digamos.

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