Ayuda a tu sacerdote (y 2)

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Descripción: http://blogs.periodistadigital.com/imgs/20090320/sacerdotes11.gif En primer lugar, querría aprovechar para responder a algunos comentarios sobre el primer artículo. Por supuesto que hay que rezar también por todos los religiosos y consagrados,... y también por los laicos, faltaría mas! Pero el tema que proponía no era ese. Hablaba de los sacerdotes, y, en realidad (fue culpa mía no especificar más), me refería más concretamente a los diocesanos, y más concretamente a los vicarios y párrocos. Coincido plenamente con otro comentario que pedía acción. De eso va este artículo. Pero aprovecho para recordar que lo primero, y lo que nunca podemos dejar de lado es la oración. Sin oración, tenderemos irremediablemente a creernos artífices del cambio que buscamos, cuando es el Señor el que lo conseguirá. Y lo mismo si no hay ese cambio, estaremos pendientes del cuándo, como si dependiera de nuestros esfuerzos, y nos desanimaríamos si no ocurrieran. Por lo tanto, dejando claro que lo primero es rezar por nuestros sacerdotes, pasemos al contenido referido a la acción.

Propongo dos líneas de acción: pedirle que haga de sacerdote y ayudar en la parroquia.

Pedirle que haga de sacerdote

Pienso que muchos de esos sacerdotes no hacen muchos de sus "deberes", o porque no creen que sean necesarios (han dejado de creer en la gracia que les otorga a ellos y a sus feligreses) o bien los engloban en "esas prácticas retrogradas propias de supersticiosos y beatorros", o bien nadie se los pide. Al margen de cual sea la causa de por qué ya no lo hacen, o hacen mucho menos, no estaría de más pedirles que:
Nos escuchen en confesión (no olvidemos que el perdón es siempre válido mientras sea sacerdote).

Podemos pedirle que dedique un rato antes de la misa para escuchar en confesión y anunciarlo para que la gente lo sepa. 

También podemos pedirle que haga de director espiritual. Con esto no me refiero a exponeros ante un sacerdote "progre", poniendo en peligro vuestra propia Fe. Pero también es cierto que no es posible juzgar la idoneidad de ese párroco sin hablar primero, y a solas, con él. También soy de los que piensan que muchos sacerdotes no hacen más por que nadie se lo pide. A estos sacerdotes es a los que propongo acercarse. No creo que un sacerdote tenga que ocupar más tiempo en la gestión de la parroquia que a las almas a él encomendadas. Por un lado podemos ofrecernos para descargarlos de esas tareas, que todos podemos hacer, para liberarles tiempo y, por otro, pedirle que haga lo que sólo él puede hacer: perdonar pecados, consagrar, bautizar y acompañar en la Fe a sus feligreses. 

Descripción: http://traslashuellasdelcielodotcom.files.wordpress.com/2010/12/jornada_oracion_vocaciones_2008-82.jpg Otra de las cosas que podemos pedirle es que dedique una hora a la semana a la Exposición del Santísimo. Bastaría con ponerse de acuerdo con 4 o 5 feligreses que se comprometieran a asistir cada semana. Más tarde, y, gracias a las oraciones, seguro que crecerán en número.

Ayudar en la parroquia

Una de las cosas más obvias es la lectura en la misa. Podemos ofrecernos a leer las lecturas, salmos y plegarias, con la seriedad que se debe. Un pequeño ejemplo, inclinarse en dirección al altar, tanto al subir como al bajar tras la lectura, es un gesto que ayuda. Ayuda tanto a los que han de leer, haciéndoles conscientes de la importancia de lo que van a hacer, como a los presentes, pues se les transmite esa misma importancia. Son gestos, quizás aparentemente poco importantes, pero no lo son. Todos estos detalles ayudan a darle la reverencia que se debe.

Podéis proponer a vuestros jóvenes varones (amigos, hijos, sobrinos, etc.) ayudar en misa como acólitos. En algunas misas se ha dejado de hacer el lavatorio de manos y, la verdad, es una pena, pues aspectos como éste son indicativos de la importancia de lo que va a pasar a continuación.

Proponeos para dar formación para la primera comunión o para explicar el evangelio. Os voy a explicar una experiencia real: un joven fiel al Magisterio de la Iglesia se acerca al párroco y se ofrece para ayudar a la formación de los que van a recibir la primera comunión. El párroco, encantado, conociendo de su buena formación acepta la ayuda. El joven, a una pregunta de uno de sus alumnos sobre la necesidad de salvación y el por qué del sacrificio de Jesús en el calvario, responde hablando del bien y del mal, del demonio y del infierno, y de que Dios vino al mundo para abrirnos las puertas del cielo. Las otras formadoras, 4 mujeres de entre 50 y 60 años, escandalizadas, le piden al párroco que expulse de la formación a este "retrógrado". El párroco, ante la disyuntiva de tener 4 formadores o 1, decide que no puede arriesgarse a quedarse sin formadores suficientes y expulsa, con todo su pesar, al joven formador. Moraleja: estas señoras, tienen su idea de la Iglesia, y tratan de cambiarla desde dentro, dedicándose a transmitir sus herejías a los "novatos" en la Fe. Pues bien, es culpa nuestra no estar allí para ayudar a transmitir la Fe verdadera. ¿Por qué no juntamos un grupo suficiente de formadores para ayudar a estos sacerdotes que se encuentran con que, la única ayuda que reciben actualmente, es de quienes trabajan (inconscientemente, quiero pensar) en hacer desaparecer verdades de Fe?

¡Cantad en misa! De pequeño me decían que cantar era orar dos veces, pero de mayor me ha parecido entender que, salvo himnos de club de fútbol o canciones de bar, a los españoles nos cuesta un poco cantar. A veces se debe a un director de cantos que fuerza mucho la voz y nos hace sentir incapaces de seguir. Otras veces es por vergüenza o por que se piensa que cantar desconcentra de lo esencial. No olvidemos que, precisamente las misas más solemnes, son las más cantadas. Pero, personalmente, no me gustan los cantos que hablan del aire, las flores, el amor...que no muestran ni la insignificancia del hombre, ni son de agradecimiento, ni de adoración ni de devoción. Están bien para una acampada en la montaña, pero no me parecen propias de una misa. La verdad es que a veces oigo letras que no sé si hablan de un enamorado de la humanidad, en la que no hay mal alguno, o si hablan de un amor por la naturaleza tipo panteísta. Más que mover a la devoción, me mueven más hacia el sentimiento de: no pasa nada, todo es amor, todos somos buenos, y, la naturaleza es nuestra madre. Esto, y no seamos ingenuos, no es casual, es muy propio de la filosofía New Age. A veces no somos conscientes de que estas cosas, que mueven al corazón, afectan a la Fe. He conocido a varias personas que, a lo largo de los años, han ido asumiendo estos postulados gracias a estas misas donde prevalece una supuesta y únicamente "celebración", en vez de tratarse de una renovación del sacrificio de Cristo.

En otra ocasión me referiré a esto con más detalle pero, por ahora, tan solo decir que no es casual esta transformación de la Santa Misa en una celebración únicamente alegre, de paz entre los hombres y para congregar a los fieles entorno a la mesa. Sé que suena bien y, en parte, es cierto, pero, cuando se reduce a eso, pierde el sentido de buscar la gracia de Dios para superar las tentaciones, y, en caso de caer, buscar a Dios para levantarse. Mi humilde opinión es que, en toda Misa, los cantos, o ayudan a vivir más intensamente la Fe, o la diluyen.

No pretendo hacer una lista exhaustiva. De hecho, creo que sería bueno que en los comentarios plantearais todas aquellas ideas o acciones que ya habéis visto que funcionan para así mover a muchos de nosotros a proponer a nuestros párrocos. Además de lo mencionado, también está la posibilidad de ofrecerse al párroco sin más. Decirle lo que uno tiene o sabe hacer, y que el párroco disponga del tiempo o recursos que podemos ofrecer para el bien de la comunidad. Así lo hacían los primeros cristianos y !mirad lo bien que les fue propagando la Fe!

Jaime Nolsasco de Penyafort

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12 comentarios

  1. Sus consejos son muy bonitos y muy piadosos, pero parece que no conoce la mayoría del clero de Barcelona.
    Éstos no aceptan ningún consejo ni sugerencia, sobre todo si se trata de recomendaciones de espiritualidad tradicional y católica (confesión, dirección espiritual, adoración eucarística...)

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  2. "El párroco, ante la disyuntiva de tener 4 formadores o 1, decide que no puede arriesgarse a quedarse sin formadores suficientes y expulsa, con todo su pesar, al joven formador."


    La conclusión, tanto a nivel de parroquia como de obispado, a nivel de laicos formadores como de consagrados, y en materia de transmisión de la sana doctrina, está clara:

    "Más vale pocos que mucho lastre"

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  3. Yo he pedido confesión a algunos sacerdotes y me han mirado con cara de asco como si les estuviera pidiendo un esfuerzo sobrehumano superior a sus fuerzas.

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    1. Peor me ha sucedido a mi, que algún sacerdote me ha dicho que le pidiera perdón directamente a Dios o que me esperara a la siguiente absolución colectiva, para la que faltaban 6 meses.

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  4. Algunos sacerdotes dicen que como ellos también son pecadores, no tienen por qué escuchar los pecados de los demás, que eso es meterse en la conciencia del individuo... Esta es la filosofía progre y por eso estamos como estamos. A tal deterioro hemos llegado que ésto solo lo puede solucionar Dios con su irrupción en la historia. Ven Señor Jesús.

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  5. Pues yo le pedí a un párroco de Barcelona para el dia del Corpus, hacer una procesión con el Santísimo aunque sólo fuera alrededor de la iglesia y me contestó que él no pensaba hacer el ridículo

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  6. Cuando me encuentro con un clérigo cerbatana, mitrado a veces o con cruz abacial, de esos que, como en un paquete te ofrecen falta de preparación teológica, nulo espíritu evangélico y entusiasta adhesión a un texto civil con muchos artículos anticristianos, me sale instintiva la comparación con los sacerdotes de la parroquia de San Gregorio y san Agustín, de Oxford.

    Voy, por razones familiares, con frecuencia a misa a esa iglesia de la calle Woodstock, junto a una escuela católica. Hay confesiones desde una hora antes de la Eucarístia. El comulgatorio ocupa el ambón. Se comulga de rodillas. Las homilías, bien articuladas, directas y didácgticas, prolongan una catequesis que se desarrolla en distintas sesiones a lo largo del curso.

    Los cantos se acompañan de un pequeño órgano con coro.

    Desde la visita del Papa Benedicto XVI se ha añadido al retablo un cuadro del beato Newman.

    A mí Newman me emociona. El y su movimiento de Oxford. La comparación con Barcelona y Cataluña es ineludible.

    Frente a aquella evangelización de altura y profundidad, la vuelo alicorto, de aromas de Montserrat, que nos ha montado aquí Sistach. Frente a la solidez teológica del bienaventurado inglés, la endebles político-separatista de un tal Vives, "con estudios de doctorado" según reza su biografía para incautos.

    En los bancos, fieles de todas las edades. A menudo, por si viene alguien de fuera, en Oxford cosa habitual, las preces se rezan o cantan en el latín común. Aquí, pese a las caras de la mayoría de los feligreses "tot en català i si no entenen que es fotin", como dijo un compañero mío de curso en ciertas prácticas universitarias cuando un canario (no había en las islas la facultad experimental en cuestión) pidió que se las tradujeran.

    Y así vamos... "fotuts", con perdón.

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    1. O sea como dijo la diputada del PP sobre los parados, pero con los que no entienden el catalán ¿no?

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  7. El gran problema de muchos sacerdotes de Barcelona es su nacionalismo catalán militante. Por él darían la vida si hiciera falta, pero cuando les pides que hagan de sacerdotes en las cosas que les pertocan como tales, parece que les da pereza.
    Si es por la causa nacional catalana se mueven a toda prisa pero por dar alimento espiritual a sus fieles no.

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  8. En Barcelona donde nunca falla la confesión es en la Iglesia de Montalegre y en el oratorio de la Bonaigua, además no se rien de tí.

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  9. El otro día pasé por la Capilla de una universidad católica a saludar al Santísimo, cual fue mi sorpresa que la lamparilla estaba apagada y tumbada y el Sagrario vacío. Cierto que estamos en julio, pero este mes es hábil para los estudiantes extranjeros que son un buen número, y luego están los profesores y los alumnos de la Biblioteca ¿es que el capellán ha decidido que ninguno de ellos va a pasar por la Capilla para hacer un rato de oración y ha eliminado la reserva? Por robo o vandalismo no será porque hay una buena vigilancia. Me dio mucha pena. Algunos sacerdotes no creen en la presencia de nuestro Señor en el Sagrario ni en el poder de la oración. Roguemos por ellos y por su conversión.

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  10. Señor,haznos dóciles a tu voz,que nos acerca a las personas que sufren y lo necesitan,y oremos por aquellos que necesitan ser escuchados y no tienen el valor de hablar.¡Amen!

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