Joan Soler Ribas nuevo vicario general de la diócesis de Girona
Cuando llega el mes de junio empiezan a salir listas de nombramientos y cambios de parroquia o de actividad pastoral para los sacerdotes de cada diócesis, en previsión para el curso que viene. No es el caso de Barcelona donde Omella no tiene mucha prisa con este tema y muchas veces aparecen en el mes de julio o incluso hay quien dice que este año pueden retrasarse hasta septiembre.
Estos días hemos tenido datos de dos diócesis catalanas, que hace poco que tienen nuevo obispo me refiero a la de Girona y a la de Sant Feliu de Llobregat, ese siempre es un momento importante para ver de verdad por donde irá el pontificado de un nuevo prelado, porque los primeros meses siempre son de quedar bien con todo el mundo y dar una buena imagen, pero llega el momento de la verdad que es cuando debe firmar nombramientos y allí es donde se ve de qué pie cojea cada obispo. Estas dos diócesis son las más progresistas de Cataluña y todo indica que las cosas no van a mejor, más bien al contrario, van por peores derroteros.
Los nombramientos del obispo Octavi Vilà para Girona, ya indican el continuismo que mantendrá el que fuera abad de Poblet, caras nuevas porque algunos ya estaban bastante mayores, pero misma ideología y línea pastoral, de hecho es un verdadero espectáculo ver la vestimenta de los clérigos gerundenses nombrados para las más altas instancias del gobierno diocesano, algunos parecen cualquier cosa menos sacerdotes.
El principal nombramiento es el de Mn. Joan Soler Ribas, párroco de Arenys como nuevo vicario general de la diócesis, sustituyendo al "eterno" Mn. Lluís Suñer Roca que ha estado un montón de años en el cargo viendo pasar varios obispos, Entre los nuevos vicarios episcopales hay dos que firmaron aquel vergonzoso manifiesto de clérigos a favor del referéndum ilegal de 2017, Mn. Salvador Gras Cabutí y Mn. Enric Tubert Pagés.
No todo tiene que ser negativo, en medio de corbatas y camisas de cuadros o de rayas nos encontramos con un sacerdote de los que visten como tales, de buena doctrina y preparación como es Mn. Rafael Felipe Freije, aunque se le haya dejado un área como la de asuntos jurídicos, que difícilmente alguien hubiera querido asumir.
En cuanto al obispado de Sant Feliu los primeros nombramientos del obispo Xabier Gómez tienen algunos puntos significativos, primero la jubilación de Mn. Anton Roca Roig, buen amigo del recientemente cesado copríncipe Vives, y del nuevo obispo de Lleida Don Daniel Palau. Segundo, el defenestramiento del único miembro de la curia no progresista que era Mn. Joan Pere Pulido, formado en Toledo y hombre de máxima confianza del obispo emérito Don Agustín Cortés. Tercero, la confirmación de Mn. Josep Maria Domingo como hombre fuerte de la diócesis, incluso aumentando su poder como moderador de la Curia. Domingo no solo firmó el manifiesto antes citado del clero "indepe" sino que ha tenido un papel importante en la organización de todas las campañas reivindicativas del independentismo clerical.
Si el obispo Don Agustín era un pequeño freno a las pretensiones del clero nacional-progresista, parece que Don Xabier ha aplanado el camino para que esos curas campen a sus anchas y puedan hacer lo que quieran sin ningún obstáculo.
No pintan bien las cosas en estas dos diócesis, y ahora veremos que pasará en Lleida, porque los augurios conociendo al nuevo obispo no son buenos, aunque igual nos da alguna sorpresa. ¡Ojalá!
Francisco Fabra
¿Alguna sorpresa de Dani Palau? Para los que no le conocen, tal vez. Lérida que se prepare. Como todo se polariza, pueden creer los nacionalistas que será un buen obispo, porque es de su "tarannà". Van muy errados. Confundir la realidad con lo que uno desea es un error muy humano, y muy propio de ingenuos. Palau es manipulador e hipócrita. Excluyente y arrogante. Esto no va de progre o carca. Es cierto que tiene algún problema con ese cincuenta por ciento de sus apellidos, pues no acepta ese charneguismo que le causa urticaria por apellidarse "Palau Valero". Pero lo de Palau va más allá, va de humanidad. De altivez y de hispanofobia. Es un defecto muy propio de gente mediocre, dárselas de superiores, maltratando a sus subordinados, como Palau hacía con sus alumnos. Y un defecto de asimilados a la causa nacionalista que no aceptan parte de sus orígenes castellanos y españoles. ¿Sorpresas de Palau?La sorpresa es que con la de testimonios adversos de muchos de sus antiguos alumnos haya llegado a obispo.
ResponderEliminarVeremos cosas peores... a ver qué "luminaria" llega a Tarrasa... de Barcelona ni hablar porque es una gran patata caliente... pero insisto, el nombramiento de Palau es sorprendente; si la idea era cubrir la cuota pogre, hay curas para ello; al menos humanos, no hirientes, no altivos, no groseros; pastores y al menos no soberbios... parece quieren acabar ya del todo con Cataluña, van bien.
EliminarA ver, diuen, diuen, diuen que León XIV tiene experiencia porque fue el prefecto del dicasterio de los obispos que se encarga de nombrarlos.
EliminarDiuen, diuen, diuen que tiene asesores que le ayudan a escoger a los mejores y más selectos y más santos...
Això diuen...
Fra Octavi ha apostado por la continuidad con curas progres, aunque mas jóvenes que la anterior curia, igual de modernistas, e incluso alguno de ellos, no profesa la Fe catolica.
ResponderEliminarMas de lo mismo, hasta el cierre total por defuncion.
Su hijo es sacerdote?
EliminarDe donde va a sacar otros candidatos si solo le han dejado restos tras 50 años de nefasto sunyerismo y dicen que no quería ir el abuelo
EliminarComo que alguno no profesa la fe catòlica?????
EliminarGerona es la típica diócesis cerrada y nacional-progresista que se apartó de mucha doctrina católica y se politizó para las izquierdas y nacionalismos.
EliminarEso empezó con pequeños núcleos en los 1960, y se extendió hasta los 1970 y 1980.
Ha sido un interesante período histórico eclesial donde se ha visto cómo la falta de inteligencia colectiva durante más de sesenta años (no prever las consecuencias de tus actos) está llevando a la diócesis a una situación terminal.
Tratándose de Girona queda sin embargo una pregunta: de verdad quedan allí pastores de recta doctrina y que dan a Dios lo que es de Dios además de al César lo que es del César? Por lo último sí que se esfuerzan y se olvidan de lo otro.
Eliminar1. La Profecía sobre León XIV y la megacrisis eclesiocatastrófica
ResponderEliminarVamos a divertirnos un poco o un poquito. Sin lugar a dudas —y que conste en actas para la posteridad, anoten este comentario—, cuando Robert Francis Prevost Martínez asumió el nombre pontificio de León XIV el 8 de mayo de 2025, marcó el inicio de una misión titánica.
En un futuro no muy lejano (¿uno o dos años?), cuando la crisis eclesial le estalle como una tormenta perfecta, deberá de intervenir con mano firme cientos de diócesis europeas (de las aproximadamente 660 que salpican el Viejo Continente) y cerca de un centenar de órdenes y congregaciones religiosas universales.
Todas ellas caminan inexorablemente hacia la decadencia, la desintegración y, si no se actúa, la extinción total, como lo demuestran los datos: jesuitas (-61%), agustinos (-46%), frente al vigoroso crecimiento del Opus Dei (+200%).
2. Un pontificado de 15 años para la historia
Si Dios lo permite, León XIV tendrá un pontificado operativo y eficiente de unos 15 años (2025-2040), un plazo crítico para revertir el rumbo de una Iglesia en apuros. Este agustino, con su experiencia misionera en Perú y su talante moderado, debería ya de rodearse de asesores de primera línea, brillantes y visionarios, no de improvisados que repitan los errores del pasado, léase Francisco el lioso.
Porque, seamos francos, el “dezaztrozo” de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, ha dejado la Iglesia patas arriba y desmantelada, con decisiones que han generado más controversia que unidad, llevándola literalmente a un cisma de facto (camino sinodal alemán, Amoris laetitia, Fiducia supplicans, Traditionis custodes...).
3. El Cero Absoluto de Dani Palau
Y hablando de desaciertos, ¡vaya traspié el de nombrar a Dani Palau! Con todo respeto, León XIV, pero si tu política de nombramientos episcopales sigue esta línea, el mismísimo Atila, rey de los hunos, parecerá un aprendiz en el arte poliarcético de devastar diócesis romanas. Un 0 sobre 10 es la nota justa para ésta tu elección, que amenaza con convertirse en un misil directo al corazón de la credibilidad eclesial. Si cada obispo nombrado sigue este patrón, prepárate para un vendaval que hará temblar las columnas de San Pedro como flanes y membrillos temblorosos.
4. Un llamado a la grandeza
León XIV tiene ante sí una oportunidad histórica: ser el pastor que, con audacia y sabiduría, rescate a la Iglesia de su declive. Pero el reloj corre, y estos 15 años serán su campo de batalla. Necesita una estrategia clara, asesores que no teman decir la verdad y decisiones que fortalezcan a las diócesis y órdenes en crisis, en lugar de acelerar su ocaso.
Si logra revertir la tendencia —y el ejemplo del Opus Dei muestra que es posible—, su nombre resonará como el de un león que rugió con fuerza frente a la tormenta... o como dijo Esopo, popularizada en latín por Horacio en su Ars Poetica (verso 139): "Parturient montes, nascetur ridiculus mus": aut leo aut mus.
5. Conclusión con pánico
ResponderEliminarQuerido León XIV, el tiempo apremia, un minuto es un mes, y la Iglesia espera en su última hora. Que tus decisiones no sean un eco de los desaciertos pasados, como los de Francisco, ni un desfiladero de nombramientos espantosos como el de Dani Palau, que más que un pastor parece un enigma sobre cómo y cuánto va a destruir a Lérida, si todo o casi todo. Rodéate de mentes brillantes, como San Juan Pablo II se rodeó de eminencias como Ratzinger, futuro Benedicto XVI.
Tienes 15 años para transformar la decadencia en renacimiento, pero sólo 5 años primeros para hacer el único impulso de renovación. Si no, Atila te va a pedir lecciones sobre cómo arrasar y devastar con estilo, muceta y estola. ¡Manos a la obra, que la historia no espera!
Para mí, sin duda, tal como puede preverse y deducirse (Lérida, Gerona, Solsona, Sant Feliu...), dentro de muy poquitos años, será necesario remover a todos los obispos por el referido masivo cortocircuito general de las 200 diócesis europeas y 100 órdenes religiosas, precipitadas en el abismo del noveno círculo dantesco junto con sus dirigentes y superiores, el de la irrelevancia, intranscendencia y olvido: sabiendo y conociendo la debacle, nada se hace:
- Un sacerdote tarda 7 años en hacerse: 1-2 años de filosofía o propedéutico preparatorio; 3-4 años de teología; 1-2 años de pastoral con prácticas y diaconado
- Un religioso cuesta entre 6-12 años: 1-2 años de noviciado; 3-6 años de votos temporales: estudios con formación específica en el carisma de la orden (por ejemplo, misionero para jesuitas, contemplativo para agustinos); 1-2 años adicionales si se ordena sacerdote: Formación pastoral y teológica avanzada para la ordenación.
¡No te queda tiempo!
Los jesuitas, conocidos por su formación rigurosa, suelen tardar 10-12 años desde el ingreso hasta la ordenación sacerdotal, incluyendo estudios académicos avanzados (a menudo un doctorado). Los agustinos pueden tardar 8-10 años, dependiendo de si el religioso se ordena sacerdote o permanece como hermano. Para recuperar a los jesuitas y agustinos, León XIV, ya estarás al fin de tu mandato.
...
Cifras objetivas incontestables de tres grupos seleccionados:
I. Jesuitas (SJ)
-1960: 35.000 miembros, 20.000 sacerdotes y 15.000 laicos (hermanos y afiliados)
-2024: 8.962 sacerdotes y 4.000 laicos
***¡Baja total del 61%!***
II. Agustinos (OSA)
-1960: 4.500 miembros, con 3.500 sacerdotes y 1.0000 laicos
-2024: 1.888 sacerdotes y 564 laicos
***¡Baja total del 46%!***
III. Opus Dei
-1960: 31.000 miembros, con 1.000 sacerdotes y 30.000 laicos (numerarios, supernumerarios, etc.)
- 2024: 2.100 sacerdotes y 91.300 laicos.
***¡¡¡Aumento del 200%!!!***
De ello se pueden hacer unas conclusiones personales:
ResponderEliminar1. Hay dos órdenes, jesuitas y agustinos, a los que pertenecen Francisco y León XIV, que están en proceso de descomposición y disolución: en 15 años quedarán inoperativos por tener a todos sus miembros en jubilación y senescencia, y en 30 años ya cavarán su panteón: HIC IACENT AUGUSTINIAE ET IESUITAE ET CENTUM DIOECESES ET ORDINES RELIGIOSI
2. Tenemos al Opus Dei, que ha subido un 200% respecto al año 1960, cuando los jesuitas se desploman un 61% y los agustinos, menos numerosos, un desastroso 46%
3. ¿Qué se ha hecho con el Opus Dei? Pues Francisco decidió degradarlo de prelatura personal a una simple asociación de fieles, realizando una centralización jerárquica del Opus, contrario a la descentralización y autonomía del principio de sinodalidad.
Recuperar el estatuto de prelatura personal permitiría al Opus Dei mantener su estructura jerárquica única, con un prelado que actúa como ordinario propio, supervisando a clérigos y laicos sin depender directamente de los obispos diocesanos locales. Esto podría facilitar la coordinación global de sus actividades, especialmente en un contexto de crisis eclesial marcada por la disminución de vocaciones en otras órdenes y diócesis.
Entonces, se impone una lógica racional: derogar el Motu Proprio Ad charisma tuendum, promulgado por el Papa Francisco el 14 de julio de 2022 y vigente desde el 4 de agosto de 2022, que modificó el estatuto del Opus Dei, pasando de prelatura personal a una asociación pública clerical de derecho pontificio bajo la supervisión del Dicasterio para el Clero, limitó su autonomía, ya que las prelaturas personales operan con mayor independencia de las estructuras diocesanas locales.
4. ¿Qué se está haciendo con casi un centenar de órdenes religiosas y diócesis decadentes en extinción? Pues ni Francisco ni León XIV no están haciendo nada, y eso es asombroso: no se entiende nada de lo que está pasando, y la lógica racional indica que conducirá a un callejón sin salida. Bueno, no es asombroso: la razón conduce a la intervención directa de diócesis y órdenes, con la renovación radical y urgente de los dirigentes, con cortes radicales, pero parece que el jesuitismo y agustinismo de los pontífices les hace poner una venda en los ojos.
5. La situación en las diócesis y órdenes religiosas en Europa y Cataluña será pronto el nivel DEFCON 1 (guerra nuclear inminente). ¿Lo ven en la Roma leonina? Hoy por hoy, no ven nada, y esto es totalmente peligroso, pues indica que León XIV carece totalmente de una guía eclesial sobre cómo está el estado de hecatombe real, efectivo y operativo de la Europa diocesana y religiosa: sin curas ni religiosos, vocaciones y ordenaciones aniquiladas, diócesis y órdenes fulminadas. Hay que tomar rápido una decisión: avisar a León XIV que o se toma en serio el saber la situación verdadera de fragilidad de Europa (España y Cataluña), o esto va directo a la calamidad en pocos años sin lugar a dudas.
Hermano largo comentarista...mire..quizá Dani Palau haya sido un déspota miserable en su paso por el seminario, quizá sea un furibundo indepe, quizá solo sea una pobre alma necesitada de la Caridad que él no ejerce pero...no juzgue a León XIV por ese nombramiento que parece ya cocinado por el finado Francisco. Aquí, en Catalunya, donde se le va a ver el pulso es en el sucesor de Omella..ahí.. en la diócesis de Barcelona es donde está el avispero. Dependiendo del nombramiento, ese avispero se va a agitar y pueden enloquecer, más de los que están muchos mosenes, si sale un indepe y si el sucesor no es indepe pues se amotinarán en plan el presi Carles y los de su cuerda.
EliminarAquí, en Catalunya, donde se le va a ver el pulso es en el sucesor de Omella..ahí.. en la diócesis de Barcelona es donde está el avispero. Dependiendo del nombramiento, ese avispero se va a agitar y pueden enloquecer, más de los que están muchos mosenes, si sale un indepe y si el sucesor no es indepe pues se amotinarán en plan el presi Carles y los de su cuerda.
Eliminar...
Pues será un magnífico momento para tomar nota de sus nombres y empezar a ejercer el derecho disciplinario canónico, mediante pérdida de atribuciones, cargos y oficios, traslados a otros conventos y pérdida de la condición de religioso, entre otras medidas, sin olvidar la excomunión si es necesario.
A ver si se atreven, porque la situación es tan grave que será mucho mejor expulsarlos que mantener a unos destructores de ordenaciones, vocaciones y participación de los laicos...
Y es que se ha llegado un momento en que ya es mejor expulsarlos y sufrir la disminución de religiosos y sacerdotes, que sencillamente mantenerlos y que vayan destruyendo a la Iglesia, para que así, con la poca parte sana conservada, poder facilitar el reinicio del sistema dentro de la doctrina ortodoxa...
Cuando estaba el arzobispo Carles tenían el lujo de poder jugar con fuego, ahora juegan con fuego en una isla de dinamita bañada por un océano de petróleo...
CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO
ResponderEliminarLIBRO II
DEL PUEBLO DE DIOS (Cann. 204-746)
PARTE II
DE LA CONSTITUCIÓN JERÁRQUICA DE LA IGLESIA (Cann. 330-572)
SECCIÓN II
DE LAS IGLESIAS PARTICULARES Y DE SUS AGRUPACIONES (Cann. 368-572)
TÍTULO III
DE LA ORDENACIÓN INTERNA DE LAS IGLESIAS PARTICULARES (Cann. 460–572)
CAPÍTULO II
DE LA CURIA DIOCESANA (Cann. 469-494)
Art. 1 — DE LOS VICARIOS GENERALES Y EPISCOPALES
475 § 1. En cada diócesis, el Obispo debe nombrar un Vicario general, que, dotado de potestad ordinaria a tenor de los cánones que siguen, ha de ayudarle en el gobierno de toda la diócesis.
§ 2. Como regla general, ha de nombrarse un solo Vicario general, a no ser que la extensión de la diócesis, el número de habitantes u otras razones pastorales aconsejen otra cosa.
476 Cuando así lo requiera el buen gobierno de la diócesis, el Obispo diocesano puede también nombrar uno o más Vicarios episcopales, que, o en una determinada circunscripción de la diócesis, o para ciertos asuntos o respecto a los fieles de un mismo rito o para un grupo concreto de personas, tienen la misma potestad ordinaria que por derecho universal compete al Vicario general, conforme a la norma de los cánones que siguen.
477 § 1. El Obispo diocesano nombra libremente al Vicario general y al episcopal y puede removerlos también libremente, quedando a salvo lo que prescribe el c. 406; el Vicario episcopal que no sea Obispo auxiliar debe ser nombrado tan sólo para un cierto tiempo, que se determinará en el mismo acto de su nombramiento.
§ 2. Cuando esté legítimamente ausente o impedido el Vicario general, el Obispo diocesano puede nombrar a otro que haga sus veces; la misma norma se aplica para el Vicario episcopal.
478 § 1. El Vicario general y el episcopal deben ser sacerdotes, de edad no inferior a treinta años, doctores o licenciados en derecho canónico o en teología o al menos verdaderamente expertos en estas materias, y dotados de sana doctrina, honradez, prudencia y experiencia en la gestión de asuntos.
§ 2. El cargo de Vicario general y episcopal es incompatible con el de canónigo penitenciario, y no puede encomendarse a consanguíneos del Obispo hasta el cuarto grado.
479 § 1. En virtud de su oficio, al Vicario general compete en toda la diócesis la potestad ejecutiva que corresponde por derecho al Obispo diocesano, para realizar cualquier tipo de actos administrativos, exceptuados, sin embargo, aquellos que el Obispo se hubiera reservado o que, según el derecho, requieran mandato especial del Obispo.
§ 2. La potestad de la que se trata en el § 1 compete de propio derecho al Vicario episcopal, pero sólo para aquella porción de territorio, o respecto a aquellos asuntos, o fieles de determinado rito o agrupación, para los que haya sido nombrado, exceptuadas cuantas gestiones el Obispo se hubiera reservado a sí mismo o al Vicario general, o que según el derecho requieren mandato especial del Obispo.
§ 3 Dentro de su propio ámbito de competencia corresponden también al Vicario general y al episcopal las facultades habituales concedidas por la Sede Apostólica al Obispo, así como la ejecución de los rescriptos, a no ser que se establezca expresamente otra cosa o se hayan tenido en consideración las cualidades personales del Obispo diocesano.
480 El Vicario general y el Vicario episcopal deben informar al Obispo diocesano sobre los asuntos más importantes por resolver o ya resueltos, y nunca actuarán contra la voluntad e intenciones del Obispo diocesano.
481 § 1. Cesa la potestad del Vicario general y del Vicario episcopal al cumplirse el tiempo de su mandato, por renuncia, y asimismo, quedando a salvo lo que prescriben los cc. 406 y 409, por remoción intimada por el Obispo o cuando vaca la sede episcopal.
§ 2. Suspendido de su cargo el Obispo diocesano, se suspende la potestad del Vicario general y del Vicario episcopal, a no ser que sean Obispos.
5. El Obispo y los sacerdotes de la diócesis.
ResponderEliminarEn el ejercicio de la cura de las almas, la principal responsabilidad recae sobre los presbíteros diocesanos que, por la incardinación o por la dedicación a una Iglesia particular, están consagrados enteramente a su servicio para apacentar una misma porción de la grey del Señor. Los presbíteros diocesanos, en efecto, son los principales e insustituibles colaboradores del orden episcopal, revestidos del único e idéntico sacerdocio ministerial, del que el Obispo posee la plenitud. El Obispo y los presbíteros son constituidos ministros de la misión apostólica; el Obispo los asocia a su solicitud y responsabilidad, de modo que cultiven siempre el sentido de la diócesis, fomentando, al mismo tiempo, el sentido universal de la Iglesia.(187)
Como Jesús manifestó su amor a los Apóstoles, así también el Obispo, padre de la familia presbiteral, por medio del cual el Señor Jesucristo, Supremo Pontífice, está presente entre los creyentes, sabe que es su deber dirigir su amor y su atención particular hacia los sacerdotes y los candidatos al sagrado ministerio.(188)
Guiado por una caridad sincera e indefectible, el Obispo preocúpese de ayudar de todos los modos posibles a sus sacerdotes, para que aprecien la sublime vocación sacerdotal, la vivan con serenidad, la difundan en torno a ellos con gozo, desarrollen fielmente sus tareas y la defiendan con decisión.(189)
76. El Obispo, padre, hermano y amigo de los sacerdotes diocesanos.
ResponderEliminarLa relación entre el Obispo y el presbiterio debe estar inspirada y alimentada por la caridad y por una visión de fe, de modo que los mismos vínculos jurídicos, derivados de la constitución divina de la Iglesia, aparezcan como la natural consecuencia de la comunión espiritual de cada uno con Dios (cf. Jn 13, 35). De este modo, será también más provechoso el trabajo apostólico de los sacerdotes, ya que la unión de voluntad y propósito con el Obispo profundiza la unión con Cristo, que continúa su ministerio de cabeza invisible de la Iglesia por medio de la Jerarquía visible.(190)
En el ejercicio de su ministerio, el Obispo se comporte con sus sacerdotes no tanto como un mero gobernante con los propios súbditos, sino más bien como un padre y amigo.(191) Comprométase totalmente a favorecer un clima de afecto y de confianza, de modo que sus presbíteros respondan con una obediencia convencida, grata y segura.(192) El ejercicio de la obediencia se hace más suave, que no débil, si el Obispo, por cuanto sea posible y salvando siempre la justicia y la caridad, manifiesta a los interesados los motivos de sus disposiciones. Tenga igual cuidado y atención hacia cada uno de los presbíteros, porque todos los sacerdotes, aunque dotados de aptitudes y capacidades distintas, son igualmente ministros al servicio del Señor y miembros del mismo presbiterio.
El Obispo favorezca el espíritu de iniciativa de sus sacerdotes, evitando que la obediencia sea comprendida de manera pasiva e irresponsable. Haga lo posible a fin de que cada uno dé lo mejor de sí y se entregue con generosidad, poniendo las propias capacidades al servicio de Dios y de la Iglesia, con la madurez de los hijos de Dios.(193)
77. Conocimiento personal de los sacerdotes.
ResponderEliminarEl Obispo considere su sacrosanto deber conocer a los presbíteros diocesanos, su carácter, sus capacidades y aspiraciones, su nivel de vida espiritual, celo e ideales, el estado de salud y las condiciones económicas, sus familias y todo lo que les incumbe. Y conózcalos no sólo en grupo (como por ejemplo en los encuentros con el clero de toda la diócesis o de una vicaría) o en los organismos pastorales, sino también individualmente y, en lo posible, en el lugar de trabajo. A esta finalidad se dirige la visita pastoral, durante la cual se debe dar todo el tiempo necesario a los encuentros personales, más que a las cuestiones de carácter administrativo o burocrático, que se pueden cumplir también por medio de un clérigo delegado por el Obispo.(194)
Con ánimo paterno y con sencilla familiaridad, facilite el diálogo tratando cuanto sea de interés para los sacerdotes, los encargos a ellos confiados, los problemas relativos a la vida diocesana. Para este objetivo, el Obispo facilitará el mutuo conocimiento entre las diversas generaciones de sacerdotes, inculcando en los jóvenes el respeto y la veneración por los sacerdotes ancianos y en los ancianos el acompañamiento y el apoyo a los sacerdotes jóvenes, de manera que todo el presbiterio se sienta unido al Obispo y verdaderamente corresponsable de la Iglesia particular.
El Obispo nutra y manifieste públicamente la propia estima por los presbíteros, demostrando confianza y alabándoles si lo merecen; respete y haga respetar sus derechos y defiéndalos de críticas infundadas;(195) dirima prontamente las controversias, para evitar que inquietudes prolongadas puedan ofuscar la fraterna caridad y dañar el ministerio pastoral.
64. La potestad episcopal.
ResponderEliminarEl origen divino, la comunión y la misión eclesial caracterizan la potestad episcopal respecto a la ejercitada en cualquier otra sociedad humana. Ella tiene una índole y fin pastoral para promover la unidad de la fe, de los sacramentos y de la disciplina eclesial, así como para ordenar adecuadamente la misma Iglesia particular, según las propias finalidades. Para cumplir su misión, el Obispo diocesano ejercita, en nombre de Cristo, una potestad, la cual, según el derecho, está unida al oficio conferido con la misión canónica. Dicha potestad es propia, ordinaria e inmediata, aun cuando su ejercicio, regulado en definitiva por la suprema autoridad de la Iglesia y, por eso, por el Romano Pontífice, pueda estar circunscrito dentro de ciertos límites para el bien de la Iglesia o de los fieles.149 En virtud de esta potestad, los Obispos tienen el sagrado derecho, y delante de Dios el deber, de legislar sobre los propios fieles, de emitir juicios y de regular todo cuanto se refiere a la organización del culto y del apostolado.(150) De aquí la distinción entre las funciones legislativa, judicial y ejecutiva de la potestad episcopal.(151)
I. Principios Generales sobre el Gobierno Pastoral del Obispo
ResponderEliminar55. Algunos principios fundamentales.
En el desarrollo del ministerio episcopal, el Obispo diocesano se dejará guiar por algunos principios fundamentales que caracterizan su modo de actuar e informan su propia vida. Tales principios son válidos más allá de las circunstancias de tiempo y lugar, y son el signo de la preocupación pastoral del Obispo hacia la Iglesia particular que le ha sido confiada y hacia la Iglesia universal de la que es corresponsable, en cuanto miembro del Colegio de los Obispos, cuya cabeza es el Romano Pontífice.
56. El principio Trinitario.
El Obispo no olvida que ha sido puesto para regir la Iglesia de Dios en el nombre del Padre, del cual transparenta su imagen; en el nombre de Jesucristo, su Hijo, que le ha constituido maestro, sacerdote y pastor; en el nombre del Espíritu Santo que da vida a la Iglesia.(140) El Espíritu Santo sostiene constantemente su misión pastoral(141) y salvaguarda la única soberanía de Cristo. Haciendo presente al Señor, actualizando su palabra, su gracia, su ley, el ministerio del Obispo es un servicio a los hombres que ayuda a conocer y seguir la voluntad del único Señor de todos.
57. El principio de la verdad.
ResponderEliminarEn cuanto maestro y doctor auténtico de la fe, el Obispo hace de la verdad revelada el centro de su acción pastoral y el primer criterio con el que evalúa opiniones y propuestas que emergen tanto en la comunidad cristiana como en la sociedad civil y, al mismo tiempo, con la luz de la verdad ilumina el camino de la comunidad humana, donando esperanza y certezas. La Palabra de Dios y el Magisterio de la tradición viva de la Iglesia son puntos irrenunciables de referencia no sólo para la enseñanza del Obispo sino también para su gobierno pastoral. El buen gobierno exige al Obispo que busque personalmente con todas sus fuerzas la verdad y que se comprometa a perfeccionar su enseñanza y a cuidar no tanto la cantidad sino, más bien, la calidad de sus pronunciamientos. De esta forma, evitará el riesgo de adoptar soluciones pastorales que sean solamente formales y que no respondan a la esencia y a la realidad de los problemas. La pastoral será auténtica en la medida que se apoye en la verdad.
58. El principio de la comunión.
ResponderEliminarEn el ejercicio del ministerio pastoral, el Obispo se siente y se comporta como “principio y fundamento visible”(142) de la unidad de su diócesis, pero siempre con el ánimo y acción dirigidos a la unidad de toda la Iglesia católica. Promoverá la unidad de fe, de amor y de disciplina, de modo que la diócesis se sienta parte viva del entero Pueblo de Dios. La promoción y búsqueda de la unidad será propuesta no como estéril uniformidad, sino junto a la legítima variedad, que el Obispo está también llamado a tutelar y promover. La comunión eclesial conducirá al Obispo a buscar siempre el bien común de la diócesis, recordando que éste está subordinado al de la Iglesia universal y que, a su vez, el bien de la diócesis prevalece sobre el de las comunidades particulares. Para no obstaculizar el legítimo bien particular, el Obispo se ha de preocupar de tener un exacto conocimiento del bien común de la Iglesia particular: conocimiento que se debe actualizar continuamente y verificar a través del contacto frecuente con el Pueblo de Dios que se le ha confiado, el conocimiento de las personas, el estudio, las investigaciones socio‑religiosas, los consejos de personas prudentes, el diálogo constante con los fieles, ya que las situaciones en la actualidad son objeto de rápidas transformaciones.
59. El principio de la colaboración.
ResponderEliminarLa eclesiología de la comunión compromete al Obispo a promover la participación de todos los miembros del pueblo cristiano en la única misión de la Iglesia; en efecto, todos los cristianos, tanto singularmente como asociados entre ellos, tienen el derecho y el deber de colaborar, cada uno según su propia vocación particular y según los dones recibidos del Espíritu Santo, en la misión que Cristo ha confiado a la Iglesia.(143) Los bautizados gozan de una justa libertad de opinión y de acción en las cosas no necesarias al bien común. En el gobierno de la diócesis, el Obispo reconozca y respete este sano pluralismo de responsabilidad y esta justa libertad de las personas y de las asociaciones particulares. De buena gana infunda en los demás el sentido de la responsabilidad individual y comunitaria, y lo estimule en aquellos que ocupan oficios y encargos eclesiales, manifestándoles toda su confianza: así ellos asumirán conscientemente y cumplirán con celo las tareas que les correspondan por vocación o por disposición de los sagrados cánones.
60. El principio del respeto de las competencias.
ResponderEliminarEl Obispo, al conducir la Iglesia particular, actualizará el principio según el cual lo que otros pueden hacer bien el Obispo, ordinariamente, no lo tomará en sus manos; aún más, se muestra respetuoso de las legítimas competencias de los demás, concede a sus colaboradores las oportunas facultades y favorece las justas iniciativas de los fieles tanto individuales como asociadas. El Obispo considere su deber no sólo estimular, alentar e incrementar las fuerzas que operan en la diócesis, sino también coordinarlas, salvando siempre la libertad y los derechos legítimos de los fieles; así se evitan dispersiones dañosas, copias inútiles, discordias letales.
Cuando en el propio territorio diocesano se encuentren otras jurisdicciones eclesiásticas de tipo personal, o de rito latino (p. ej. ordinariatos militares, etc.), o de rito oriental, el Obispo diocesano respetará las competencias de las otras autoridades eclesiásticas y mostrará plena disponibilidad para una fecunda coordinación con ellas, en un espíritu de colaboración pastoral y de colegialidad afectiva.
61. El principio de la persona justa al puesto justo.
ResponderEliminarAl conferir los oficios en la diócesis, el Obispo se conduzca únicamente por criterios sobrenaturales y por el solo bien pastoral de la Iglesia particular. Por eso, busque, ante todo, el bien de las almas, respete la dignidad de las personas y utilice sus capacidades, en el modo más idóneo y útil posible, al servicio de la comunidad, asignando siempre la persona justa al puesto justo.
62. El principio de justicia y legalidad.
ResponderEliminarEl Obispo, al conducir la diócesis, se atendrá al principio de justicia y legalidad, sabiendo que el respeto de los derechos de todos en la Iglesia exige la sumisión de todos, incluso de él mismo, a las leyes canónicas. Los fieles, en efecto, tienen el derecho de ser guiados teniendo presente los derechos fundamentales de la persona, de los fieles, y la disciplina común de la Iglesia, velando por el bien común y por el de cada uno de los bautizados. Tal ejemplo del Obispo conducirá a los fieles a asumir mejor los deberes de cada uno con respecto a los de los demás y a los de la misma Iglesia. De esta forma, el Obispo evitará gobernar a partir de visiones y esquemas personalistas de la realidad eclesial.
Por favor....¿Cuesta tanto poner un enlace con los articulos del Derecho Canónico y nos ahorramos el copiar y pegar sin sentido? Creo que se tendría que limitar la longitud de los comentarios.
EliminarMás bien decir la finalidad: "Pongo los cánones porque observo tales situaciones de la vida real que..."
EliminarPanorama desolador, si el Papa no usa el Diluvio y la Pentápolis vamos a peor sin remedio. Bla,bla, bla, para siempre decir de no enfadar a nadie no lleva a ninguna parte.
ResponderEliminarSivleri pone fácil lo imposible. Si lo probaran verían de inmediato que lleva toda la razón del mundo. El hombre es una animal "racional" , compuesto de alma y cuerpo, que Dios creó a su imagen y semejanza (definición gloriosa del Catecismo de primer grado; Qué es el hombre?). El hombre es un animal "racional", necesita la ciencia, como la verdad del Diluvio, de la Pentácolis, etc... Y rebatir el evolucionismo, pero ocurre que nuestros curas se creen el cuento mal inencionado de que el hombre viene del mono. Qué contraste más cruel y ridículo en comparación con la definición suprema que da el Catecismo.
EliminarEl último que apague la luz antes de morir y que lo metan en el ataúd
ResponderEliminarGirona va camino de eso... Esperemos y recemos porque se quede en una excepción y ninguna otra diócesis se vaya tan ciegamente al precipicio.
EliminarEmpecemos por la diócesis de sant Feliu. Se solapa en buena medida con la comarca del Baix Llobregat. De acuerdo con las estadísticas oficiales, sólo el 4,55 por ciento de la población escolar tiene el catalán como lengua materna. Pues bien, tenemos a muchos clérigos impresentables, entre ellos los citados, que se obstinan en sy conducta cerril y pueblerina. Un reflejo de ello es la hoja parroquial. Ni una columna en castellano, salvo la traducción, en tipografía para linces, de la carta del obispo y de las lecturas de la Misa del Domingo. Todo lo demás en catalán. En muchos casos, en demasiados, se ve un afán de estilismo arcaizante que hacen más enrevesados los textos. ¿A quiénes van dirigidos? Obviamente no al pueblo fiel. Y cierto tenemos un plantel indeseable de trabucaires del separatismo que celan con esas arengas su falta de preparación teológica y bíblica. Si no fuera una salida facilona podría decirse que el centro de inocentes de san Baudilio les está esperando, tan zarrapastrosos son en sus soflamas secesionistas.
ResponderEliminarGracias Sr Valderas por denunciar con ahínco. Mire, un mosen independentista, carente de caridad va a mirar más al dios Nación, como nos indica el Sr Garrell. Con esas mentes cerriles, que llevan más de 5 décadas viviendo del victimismo y movidas por el "espíritu" del CV II, no puede hacerse nada...son rocosos esos escritores del Full Parroquial sols en català, no quieren entender que su modelo está roido hasta el tuétano y van a ser juzgados por la falta de caridad que han mostrado. ¡Conviértase y dejen de dar la matraca!
EliminarCasi parece una estrategia para cargarse la nueva diócesis y que retorne a Barcelona.
EliminarVeremos si Terrassa logra continuar su propio camino, como hasta ahora. Que le esté yendo bastante bien debería ser un seguro, pero... No diguis "blat" fins que sigui al sac i ben lligat!
Tiene toda la razón.
ResponderEliminarViendo el clima de crisis inminente que habrá en el desplome de sacerdotes todas las diócesis españolas y sobre todo catalanas, es evidente que vistos los absolutamente impresentables e injustificables nombramientos que han hecho estos y otros obispos catalanes, pienso que ya sólo, sólo, sólo hay dos vías de urgencia actuación:
1. O León XIV les pide que rectifiquen de inmediato
2. O León XIV los destituye a todos ipso facto y elige a otros obispos competentes y capacitados, ni que hubiesen sido nombrados cuatro días antes
Me parece absolutamente incomprensible que el León XIV, que fue el jefe del dicasterio que se encargaba de nombrar y seleccionar a los obispos y conocer la situación de las diocesis, haya realizado tales nombramientos de obispos y toleré siquiera un ápice semejantes nombramientos de las curias diocesanas.
Estas mafias nacional-progresistas deben de ser ya eliminadas de cualquier tipo de responsabilidad canónica diocesana y religiosa.
Toda diócesis que se encuentre con cero vocaciones o con cero ordenaciones sacerdotales, implica que como mínimo no habrán nuevas ordenaciones sacerdotales hasta dentro de siete años, el 2032. Mientras el número de curas disminuirá trágicamente debido a los decesos y jubilaciones.
Es incomprensible que el León XIV, prefecto del dicasterio de los obispos desde hace un mes, no se haya enterado todavía a estas alturas de la película que ya dura 60 años, de la pésima situación en que se encuentra tanto el nivel de vocaciones y ordenaciones así como la situación espiritual de la mayoría del clero en nuestras tierras.
Un sociólogo hablaría a un obispo o Pontífice de una manera científica ante los datos absolutamente contundentes e incontestables:
- Los datos reflejan un objetivo y evidente declive grave y significativo de la vida consagrada en España, con una caída del -73,7% en el total de religiosos y religiosas entre 1960 y 2023, pasando de 140.000 a 33.531. Este descenso, más pronunciado en hombres (-80%) que en mujeres (-74,5%), indica un proceso casi irreversible hacia la desaparición y terminación de este tipo de vida consagrada a medio plazo (hasta el 2045-2050). A medio plazo la situación será ya irreversible, primero porque los religiosos existentes ya no serán funcionales al estar jubilados, y segundo porque con el paso del tiempo ya van a estar incapacitados y van a fallecer.
En Roma ya saben las causas y los motivos que justifican esta caída, pero todavía no les muerde la crisis porque viven en una torre de marfil dentro de una nube de azúcar rosado, pero a los consagrados y laicos sí que les afecta y cada vez más, y desde hace mucho tiempo.
Yo no sé si León XIV está viendo que le están tomando literalmente el pelo, pero si sigue así, en lugar de León XIV va a ser el león troceado...
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
ResponderEliminarA mi lo que me preocupa es que, como dice el comentario de Fred, uno de los nombrados en Gerona no profesa la fe católica. Acaso se nos ha colado un Imán?
ResponderEliminarLa verdad es que el obispo Octavio no tenía mucho donde elegir, entre los trabucaires que quedan y los que ofenden su sacerdocio sin la dignidad que merecería su estado en
cuanto a la vestimenta de la mayoría. En Gerona ya estamos curados de espanto: del uniforme de camionero en invierno pasamos al de turista en verano.
El obispo Octavio pronto no tendrá dónde elegir, con el tiempo va a quedarse sin curas...
EliminarPor desgracia, tiendo a coincidir con el anónimo de las 12:47
EliminarSe sap alguna cosa de com va anar la votació per vicaris episcopals a Barcelona? O va ser una consulta fantasma?
ResponderEliminarEs consultiva, no vinculante.
EliminarVeremos si Omella nombra a los que han propuesto los sacerdotes que han respondido.
O pone a los que le caen bien, aunque no lo haya propuesto nadie.
Tomen nota. Ya lo dijimos. Pobre San Feliu. Un tal Xabi Gomez otrora dominico trepa que ha estado quince años en Madrid (la capital opresora para el nacionalismo) medrando y trepando. gestionando un Observatorio fantasma y protegido por los inanes superiores que los dominicos sufren desde hace casi veinte años. Poco va a hacer porque lo del trabajo no es lo suyo. Alguien que se pone como lema, humildad, está todo dicho. Pero tranquilos, estará pensando en el próximo ascenso. Trepar, trepar...bien lo sabe quien escribe estas líneas.
ResponderEliminarTal como comenta, es necesario reflexionar sobre el nivel de mediocridad tan bajo que está significando el nombramiento de obispos en Cataluña, son de un nivel tan bajo en todos los aspectos que hay que pensar que esto tendrá muy graves repercusiones en la Iglesia.
ResponderEliminarEl 30 de enero de 2023, el papa Francisco nombró a Prevost Martínez prefecto del Dicasterio para los Obispos, hoy León XIV, y por sus manos han pasado estos nombramientos, s.e.u.o.:
1. Diócesis de Girona: El 29 de febrero de 2024, el Papa Francisco nombró a OCTAVI VILÀ I MAYO, hasta entonces abad de Poblet, como nuevo obispo de Girona. Este nombramiento fue bien recibido, destacándose su sensibilidad hacia la diócesis.
2. Diócesis de Tortosa: El 17 de julio de 2023, el Papa Francisco nombró a SERGI GORDO RODRÍGUEZ, quien era obispo auxiliar de Barcelona y secretario general de la Conferencia Episcopal Tarraconense, como nuevo obispo de Tortosa.
3. Diócesis de Sant Feliu de Llobregat: El 10 de octubre de 2024, el Papa Francisco nombró a XAVIER GÓMEZ I JARA, dominico vasco, como nuevo obispo de Sant Feliu de Llobregat, sucediendo a Agustí Cortés Soriano, quien presentó su renuncia por edad
4. Diócesis de Lleida: El 21 de mayo de 2025, el Papa León XIV nombró a DANIEL PALAU VALERO, decano de la Facultad de Teología del Ateneo Universitario Sant Pacià de Barcelona, como nuevo obispo de Lleida, tras aceptar la renuncia por motivos de edad de Salvador Giménez Valls. La toma de posesión está prevista para el 19 de julio de 2025.
5. Diócesis de Urgell: El 31 de mayo de 2025, tras aceptar la renuncia de Joan-Enric Vives Sicília como obispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, el Papa León XIV designó a JOSEP-LLUÍS SERRANO PENTINAT, nombrado obispo coadjutor el 12 de julio de 2024 y ordenado el 21 de septiembre de 2024, como su sucesor. Jurará la Constitución andorrana el 26 de junio de 2025