Casa del Delme (Sant Vicenç de Montalt)
A nadie se le escapa que detrás de la llamada Operación Cierre existe un evidente ánimo recaudatorio por parte del arzobispado barcelonés. Los feligreses cada vez son menos, los gastos se siguen incrementando y, mientras tanto, Cataluña posee el triste honor de ser la comunidad autónoma que contribuye menos con la Iglesia en la declaración de IRPF. Además, la merma de ingresos turísticos durante la pandemia dejó muy tocadas las arcas de la archidiócesis de Barcelona, lo cual hizo preciso recurrir a ampliaciones de las líneas de financiación, que tienen que irse cubriendo con el lógico pago de intereses bancarios. Se empezó con la cesión del derecho de superficie de la parroquia de San Isidoro al Hospital Clínico, se siguió con la cesión de la del Espíritu Santo a Blanquerna y la de Sant Ferran (también cesión del derecho de superficie) a un grupo que explota residencias geriátricas. Próximamente está previsto que suceda de forma similar con la parroquia de Santo Tomás de Aquino.
Ahora no le ha tocado el turno a un templo, pero sí a una propiedad eclesial: la llamada Casa del Delme de la localidad de Sant Vicenç de Montalt, que su Ayuntamiento ha aprobado adquirir por la suma de 372.000 €. Dicho edificio, obra singular del noucentisme catalán, se construyó en los años 20 del siglo pasado en una propiedad eclesial, donde se abonaba el diezmo (delme). Con la República pasó a titularidad pública, revirtiendo nuevamente a la diócesis, después de la Guerra Civil. Empezó a albergar una escuela parroquial y en la primera planta residía Mn. Lluis Grabulosa, director del colegio. Últimamente ya solo se utilizaba por la Iglesia para que ensayase el orfeón parroquial. Asimismo, se arrendaba a un centro de ancianos y a diversos clubes deportivos que utilizaban el campo de fútbol. Una pequeña fuente de ingresos para la Iglesia de Barcelona.
No obstante, la transmisión no está exenta de polémica. Se ha presentado ante el Ayuntamiento de Sant Vicenç una iniciativa por parte de un grupo denominado Impulsors República Catalana, agrupación municipal escindida de Junts per Catalunya, que pretende paralizar la compra del Delme y que se inicie un proceso de expropiación. Según ellos, el arzobispado ya interesó su venta al Consistorio en el año 2011 por un precio muy similar y desde entonces se abandonó el edificio, sin gastar ni un euro en su mantenimiento. Según dicho grupo municipal su rehabilitación se halla valorada en 1,4 millones de euros. Para dicho grupo la finca se halla en estado de ruina y su adquisición podría suponer una malversación de capital por administración desleal. El pueblo se halla dividido y en mayo próximo habrá elecciones municipales.
No tiene suerte nuestro arzobispado con algunas de sus transmisiones inmobiliarias. Una considerable oposición vecinal paralizó también la cesión del antiguo Convictorio en el barrio barcelonés de Les Corts, cuya cesión para residencia de estudiantes estaba a punto de formalizarse, debiendo redirigirse después a centro geriátrico. Sin embargo, el antiguo edificio sigue ahí en estado de abandono absoluto, convertido en un auténtico vertedero.
Pero la polémica del Delme de Sant Vicenç de Montalt no se detiene en las pugnas políticas del municipio. La transmisión se ha efectuado de forma tan sigilosa que ni tan siquiera se enteró el párroco de la localidad, Mn. David Navarro Manich, el cual tuvo la primera noticia por parte de sus feligreses antes que por parte del arzobispado. El joven y dinámico sacerdote (que compagina dicha parroquia con la de Sant Andreu de Llavaneres) no sale de su sorpresa, al ver que un patrimonio que administraba es realizado por la propiedad diocesana sin tan siquiera su conocimiento.
Demasiada opacidad existe en la gestión inmobiliaria del equipo económico de Omella. Un cardenal miembro del C9, el eclesiástico catalán con más poder en Roma desde los tiempos de Vives y Tutó no debería permitir que cada transacción inmobiliaria esté aparejada, cuanto menos, de equívoco y confusión.
Oriolt
"No tiene suerte nuestro arzobispado con algunas de sus transmisiones inmobiliarias. Una considerable oposición vecinal paralizó también la cesión del antiguo Convictorio en el barrio barcelonés de Les Corts, cuya cesión para residencia de estudiantes estaba a punto de formalizarse, debiendo redirigirse después a centro geriátrico. Sin embargo, el antiguo edificio sigue ahí en estado de abandono absoluto, convertido en un auténtico vertedero."
ResponderEliminarEl silencio y la rapidez le son absolutamente necesarias, sino pasa con el Convictorio y también con la parroquia del Espíritu Santo, donde se dio el escándalo del presunto traspaso a la universidad Ramon Llull
Fue un intento de cerrar y derribar la parroquia de l'Esperit Sant como el rayo, reconstruida bajo la forma rebajada de un "centro de culto", carente de párroco ni vicarios, reducido a una superficie de unos 400-500 m2 (20m x 25m), perdiendo casi el 66% del espacio de culto actual, con sólo un acceso a través de una calle estrecha y corta. Se previó su derribo para noviembre-diciembre del 2022, pero la parroquia de Astérix y Obélix resiste aún...
Se intentó un acuerdo Arzobispado con la Blanquerna-Universidad Ramón Llull, y el título jurídico usado parece ser que fue el de cesión de uso del solar de la parroquia durante el tiempo de 90-100 años. El pacto se perfeccionó entre Omella y la Blanquerna en diciembre del 2021, según parece, sin conocimiento ni información previa ni al párroco ni a los parroquianos, unas cuantas decenas de miles de habitantes, o sea, sin sinodalidad...
Como se enteren en Roma, el CASH lo hará Becciu o su MAROGNA.
ResponderEliminarAl tiempo!!!
Por favor, cállese, no llame al mal tiempo... ;)
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