El libro negro del nacionalismo

12

Capítulo "Iglesia y Procés" por Oriol Trillas


 
 
La semana pasada salió a la venta El libro negro del nacionalismo (Deusto), obra colectiva dirigida por Pablo Planas, Miriam Tey, Sergio Fidalgo y Juan Pablo Cardenal, en la que, en 520 páginas, han colaborado 51 autores que van desgranando cómo ha afectado el proceso independentista a los diversos sectores de la sociedad catalana. No podía faltar el análisis de la manipulación nacionalista de la Iglesia en Cataluña y la contribución de una parte importante de ella al delirio independentista.  
 
Por su importancia, paso a transcribir el capítulo titulado Iglesia y Procés con el que aporté mi granito de arena a esta magnífica obra que tiene los visos de convertirse en el gran libro que pone sobre el tapete las mentiras y tergiversaciones del independentismo, así como los recursos utilizados para subvertir la voluntad de muchos catalanes. 
 
“El nacionalismo catalán ha tenido siempre una innegable raíz confesional, especialmente marcada por el auge católico que tuvo lugar durante el siglo XIX, muy influido por el poderoso carlismo local. A partir de los años 60 del siglo pasado, sobre todo a raíz del post-concilio, la práctica religiosa fue languideciendo, convirtiéndose a día de hoy en la región española más secularizada. No obstante, a pesar de ello, siempre ha querido contar con una pátina eclesial. Desde el confesional Pujol que se inició con el grupo Crist i Catalunya a la elevada tasa de políticos que han pasado por el seminario o un monasterio (Rigol, Carod, Vallés, Terricabras, Colom, Carles Riera) o han tenido un cura o una monja en la familia, siempre ha bebido de fuentes cristianas y se ha apoyado en ellas. Ha sido un nacionalismo levítico. A continuación, se van a desgranar sus divisiones más efectivas, empezando por las escuelas. Ahí donde se adoctrina a los niños desde su más tierna edad. Seguiremos con la jerarquía y la vida religiosa y sacerdotal. 
 
La Fundación de Escuelas Cristianas de Cataluña
 

La Fundación es un verdadero lobby que engloba el 60% de los colegios privados de Cataluña, con 264.000 alumnos y 434 colegios; en sus diversas ramas de preescolar, educación infantil, primaria, ESO, bachillerato y formación profesional. La fundación se halla dirigida por el jesuita Enric Puig. Este miembro de la Compañía de Jesús fue director general de Juventud de la Generalitat de Cataluña desde 1980 a 1989. Sí, un cura era director general de los primeros gobiernos de Pujol. Un sacerdote fue designado por Pujol para cuidarse de la política juvenil. Ese director general pasaría con el tiempo a dirigir la escuela concertada cristiana en Cataluña. 
 
A nadie se le escapa que, sin el adoctrinamiento de estos colegios religiosos, no se habría alcanzado jamás el delirio independentista. A nadie se le escapa que, sin la inmersión lingüística y sin la imposición del catalán, jamás se habría dado lugar al discurso del odio que anida en una parte de nuestra población. A nadie se les escapa que, sin la tergiversación de la historia que se enseña en estos centros, jamás habría podido fructificar ese ánimo anti-español. Llevan 40 años educando de la misma manera. Son varias generaciones las que han pasado por ellos. De profesores y de alumnos. Profesores que ya se han olvidado, incluso, de escribir en castellano. 
 
La Fundación de la Escola Cristiana ha realizado una verdadera labor de ingeniería cultural, pasando de cristianizar alumnos a convertirlos en militantes del secesionismo. Una política siempre arropada por el poder establecido. Ese pacto que se alcanzó en los primeros años del pujolismo: yo os cubro económicamente y respeto vuestras inmensas propiedades a cambio de que contribuyáis a “la construcción del país”. Y debe afirmarse que se han aplicado con esmero. 
 
Los obispos 
 
 Ver las imágenes de origen
 
La neutralidad de los obispos catalanes en el procés ha sido bastante generalizada. Pese a ello, los políticos, especialmente Oriol Junqueras, requirieron su mediación en aquellos días de octubre de 2017. A tal fin, buscó la intercesión del cardenal Omella, pero la respuesta de la Santa Sede fue categórica: desaconsejaba expresamente cualquier mediación eclesial y ordenaba no inmiscuir a la Iglesia en una hipotética negociación. El Papa prohibía la mediación de Omella. Al mismo tiempo, al lehendakari Urkullu, del mismo palo vaticanista que Junqueras, se le ocurrió la figura mediadora del arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, que había estado presente en la entrega de las armas de ETA. El prelado italiano también solicitó la venia papal y obtuvo la misma rotunda negativa que había recibido Omella. Adiós a las pretensiones de mediación eclesial. Con ello, el papa Francisco no sólo quería evitar conflictos diplomáticos, sino que reafirmaba su particular desagrado con respecto al proceso secesionista catalán. Al periodista de TV3 Vicenç Lozano le llegó a decir: “Hábleme de Messi y no del procés”. 
 
De los 10 obispos residenciales catalanes, sí ha habido uno que rompió la neutralidad: el de Solsona, Xavier Novell, el cual, antes de las elecciones de 2015, publicó una Glosa pidiendo explícitamente el voto para Junts pel Sí e implícitamente para la CUP. Luego pidió el voto para el 1-0 y se retrató votando. A partir de ahí no paró, pidiendo la libertad de los llamados presos políticos y adhiriéndose a la huelga general del 8 de noviembre. ¡Un obispado con el cartel de cerrado por huelga!
  
Los obispos (salvo Novell) pueden haber guardado su neutralidad, por órdenes de Roma, pero esa neutralidad no ha sido seguida por el medio de comunicación oficial de la Iglesia en Cataluña: el semanario Catalunya Cristiana, que se malvende en la inmensa mayoría de los templos catalanes. Un semanario, propiedad de la Fundación de igual nombre, que preside el cardenal de Barcelona. Una revista que sustituyó su logo, que pasó de una cruz a una estrella sobre cuatro barras en forma de mitra, que inevitablemente quedó asociada a la bandera independentista. Una revista en la que se publicó, por citar un ejemplo, un reportaje sobre la compra de armamentos, bajo el titular sensacionalista “Mercaderes de la muerte” y se ilustró con una fotografía que se correspondía con la protesta llevada a cabo en la manifestación del 26 de agosto de 2017, en teoría contra el atentado yihadista de las Ramblas. ¿Y qué pancartas se destacaban? Las que se dirigían contra el rey Felipe VI y contra el presidente del Gobierno, tuteados despectivamente como Felipe y Mariano. 
    
Monjes y monjas
 

 
 
Gracias a un artículo dominical de El Mundo de Arcadi Espada se conoció que la abadesa de Sant Pere de les Puel.les, Esperança Atarés, obligaba a la comunidad a rezar cada día por el retorno de Puigdemont y que había expulsado a la única monja que mostró su queja ante la ocurrencia. La disidente era Sor María de los Dolores Díaz de Miranda, una benedictina asturiana de 60 años, que llevaba 16 años en el cenobio de la calle Anglí, tan sumida en el ambiente que hablaba un catalán natural y perfecto. 
 
Espada nos relataba las palabras de la sentencia que condenaba a la monja:
 
“ - Sor María, estem preocupades. I es que…no has agafat el tarannà [pillado el talante] de la comunitat-le decía la abadesa.
- I em podeu dir què és el tarannà de la comunitat?
- Ah no, aixó si no ho veus tu aixó…no podem fer-hi res.
 
Sor María Dolores anduvo durante seis meses por Barcelona, como una homeless de la fe. Pasado el tiempo de reeducación la llamaron de Anglí. Pero la reeducación no había ido bien: quería ser monja. La esperaba la abadesa, esta vez con la priora. Fueron lacónicas.
 
      - No puedes volver.
      - No me podéis hacer esto.
      - Es una decisión de la comunidad.”

El monasterio de Montserrat tampoco podía faltar a los apoyos del procés. Aunque muy mermado de vocaciones, el cenobio benedictino sigue sirviendo de punta de lanza del nacionalismo catalán.

 

“¿Es normal que haya líderes sociales y políticos en prisión preventiva acusados de rebelión y sedición, cuando Amnistía Internacional ha pedido su libertad?”, preguntaba, desde el púlpito, el padre benedictino Josep Miquel Bausset en la misa conventual de un domingo de marzo de 2018. Y proseguía: “¿Fue normal la violencia que se produjo el 1 de octubre, cuando Amnistía Internacional también ha denunciado como excesiva la fuerza policial? ¿No es injusto que una parte del gobierno legítimo de Cataluña, como dijo el obispo de Solsona, esté encarcelado?” 

 

Otra misa conventual, esta vez del tercer domingo de Adviento, en la que predicaba el Padre Bernabé Dalmau: “Para finalizar, ilustro esta última afirmación con un ejemplo actual, a la luz de la compasión que, tal como previene la Regla Benedictina, la naturaleza humana nos obliga a tener con ancianos y niños. Existe un abuelo -sí, un abuelo, como muchos de vosotros- que intenta transmitir a sus nietos Lluc y Joana los valores humanos y cristianos que su padre no les puede comunicar ahora, porque por causa del compromiso social y político que la Iglesia pide a los laicos, pasará por segunda vez la Navidad en la cárcel. “El abuelo al que se refería es el padre de Oriol Junqueras.

 

No solo fueron homilías, después vino la cesión de las celdas monásticas para aquellas personas que querían ayunar en solidaridad con los presos, entre las que compareció por dos días el Presidente Torra. O una vigilia de oración en el interior del santuario benedictino, en solidaridad con los políticos encarcelados por el 1 de octubre ante “la inminencia de la sentencia”. En todas las ocasiones, se utilizó el monasterio de la patrona de Cataluña para fines políticos y se pretendió excluir a más de la mitad de los catalanes contrarios al procés, entre ellos numerosos católicos, a los que ofende el uso partidista de Montserrat. No digamos al resto de los presos, a los que jamás se ha dedicado vigilia de oración alguna, en contraposición a la insistencia con que se reza desde la montaña santa por Oriol Junqueras y compañía. 

 

Las iglesias que colaboraron con el referéndum

     

Ver las imágenes de origen   
 
La parroquia de Vilarrodona (Tarragona) donde se contaron votos mientras el cura cantaba el Virolai, revestido con alba y estola. Una parroquia a la que iban cuatro gatos, pero que ese domingo reunió la mitad del pueblo, amparados por el párroco Francesc Manresa. Urnas que se escondieron en templos y locales parroquiales como los lugares de máxima seguridad y fiabilidad para el independentismo. Y uno de los puntos más estratégicos que no podían fallar: Sant Julià de Ramis, donde contaron con la complicidad total del párroco, Mn. Sebastià Aupí Escarrà. El sacerdote guardó perfectamente el secreto y las urnas salieron de su parroquia el 1 de octubre con destino al colegio electoral donde tenía que votar Puigdemont. O la iglesia de Sant Pere i Sant Pau de Canet de Mar (diócesis de Gerona) que no solo guardó las urnas si no que sacó sus bancos a la calle como barricada para evitar la intervención policial, facilitados, con todas las bendiciones, por el párroco Mn. Felip Hereu Pla, después de administrar la Eucaristía.
 
Se permitieron las esteladas en las torres de las iglesias, se han permitido carteles de democracia y apoyo al referéndum en los atrios, se han permitido homilías groseramente independentistas de sus curas, se han permitido incluso cantos políticos en las celebraciones y son normales las plegarias por los presos (solo por unos determinados presos). Nunca, jamás, en los cuarenta años largos que llevamos de democracia se había visto una utilización tan groseramente partidista de la Iglesia, con un agravante: los que permanecen absortos, callados, pero cada vez más indignados ante esa continua ofensa, son mayoría. Los estudios sociológicos vienen señalando que el independentismo es minoritario entre los católicos catalanes. Entonces, ¿a qué viene esa verdadera sumisión, ese temor reverencial a no contrariarlos en nada? Se sabe positivamente que varios de los obispos, y especialmente el cardenal Omella, no ven con buenos ojos el proceso secesionista. Se sabe también positivamente que les preocupa esa apropiación de los símbolos y espacios religiosos. Pero no hacen nada. Permanecen oficialmente mudos, aunque en petit comité se quejen y despotriquen. Tienen miedo a significarse. Pero no, no puede ser normal que muchos católicos nos veamos expulsados del templo por unos mercaderes vestidos de amarillo. Llegará la hora de revertirlo. Simplemente porque tanto los fieles como los curas más jóvenes son los más contrarios al soberanismo.”    

Entradas que pueden interesarte

12 comentarios

  1. Yo estoy convencido que el nacionalismo en las iglesias catalanas es neutro en cuanto a reducir o aumentar los asistentes a misa dominical. Es un arma de dos filos: atrae o repele según cada individuo lo siente. Querer asociar la bajada de asistentes a misa con el nacionalismo eclesial lo encuentro desacertado. Precisamente el fenómeno de la "desvinculación" es inexistente en el Nacionalismo y es un gran atractivo para muchos catalanes que lo sienten y no se desligan del independentismo y si la Iglesia los apoya acuden más a misa.
    Más bién el fenómeno de abandono de la religión se debe a la vida tecnológica que disfrutamos y a "Dios" Ciencia que la sociedad adora. Antes la masa llenaba los templos, ahora la masa llena las playas, pero un responsable del fenómeno es el automóvil particular que facilita los desplazamientos, el "dios" Tecnica. Antes los jóvenes no leían relatos sobrenaturales de personajes divinos como Batman, Superman, Superwoman y etc, sólo había el Cristo y sus ángeles, ahora a todo humano héroe de cómics y películas lo convierten en un "dios", por no decir del más famoso de todos el Harri Pohotter. El abandono de las masas de las iglesias se debe a la falta de actualización del Dios Cristiano predicado enfrente a los nuevos dioses modernos que campan por doquier. EF.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Usted estará convencido de lo que más le guste.
      El nacionalismo por definición, por su propia naturaleza, es imposible que sea neutro, ni en este aspecto ni en ningún otro. Asociarlo a la bajada de asistentes a misa, lo encontrará desacertado, pero es su opinión propia. La mía es la contraria, como la de todos los firmantes de los diversos capítulos del libro que se comenta.
      En lo que sí estoy de acuerdo es en que para muchos nacionalistas sea un atractivo y que incluso acudan más a misa oficiada por ciertos clérigos.
      La Iglesia CATÓLICA no los apoya sino todo lo contrario. CATÓLICA quiere decir universal o sea lo contrario del nacionalismo.
      igual tiene más culpa del abandono de las masas, el haber cambiado el énfasis en JesuCRISTO y haber banalizado a Jesús “de Nazaret”. Haber cambiado el Santo SACRIFICIO de la Misa por el Banquete Eucarístico. Ninguno de estos conceptos es excluyente, se han de tomar todos; en su integridad.
      Yo peino muchísimas canas; en mi infancia y mi juventud, (sabía distinguir entre extraordinario y sobrenatural) existían Batman, Superman y algunos más y era de misa diaria; cosa que no soy ahora, ya que tengo que hacer kilómetros para oír una misa como Dios manda.

      Eliminar
    2. Yo conozco gente que ha dejado de ir a misa por el papel de la jerarquía eclesiástica en el Prucés. Yo mismo, hace años, me cambié de parroquia cuando el rector metió la política en la iglesia, y no he vuelto hasta que se ha ido; todo culpa directa del obispo de Girona, del que se han olvidado en el libro y por indicación del cual todavía se ora por los exiliados en las intenciones de las misas.

      Eliminar
  2. Como diría mi admirado Sr. Valderas: MALA GENTE!

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente,(anónimo 4.40) estoy de acuerdo con su reflexión, poco más o menos es lo que está pasando. Pero pienso que, la jerarquía, clero, consagrados, Iglesia militante etc. que se supone son creyentes más convencidos y más practicantes... debían mantener una actitud más firme ante todo esto que estamos viviendo. Se ha enrolado la Iglesia en el mismo rol que el mundo no creyente?.. ejemplo; porqué han desaparecido los hábitos de las calles.. para identificarse más con este mundo "antirreligioso" que nos rodea? o porque da vergüenza aparecer ante la sociedad como consagrados y preferimos pasar inadvertidos?..
    Bueno, pienso que toda piedra hace pared, y creo que nos hemos difuminado de tal manera que " estando parece que no estamos"...Quizás sólo se nos ve en los grandes acontecimientos por la TELE...que posiblemente sea lo menos edificante.

    ResponderEliminar
  4. Le ha faltado la cita de la homilía de Dom Sergi d'Assís, que terminó con un aplauso unánime de todos los fieles.
    Sr. Oriol, su ideología no le deja ver con claridad ni los hechos, ni la realidad de las personas, ni lo que mueve a cada persona a pensar de una manera determinada.

    ResponderEliminar
  5. Que existe una vinculación directa entre separatismo y abandono de la religión es un datum, no una interpretación. Cualquiera que acuda a misa los días de precepto lo puede observar con sus propios ojos. Si en una parroquia hay varias misas en catalán y otras tantas en castellano, el grado dispar de asistencia es manifiesto. Si uno sigue la evolución de una parroquia de un pueblo costero, por ejemplo, comprobará que la presencia antaño de fieles castellanohablantes ha caído en picado. O de una manera más contundente: las hojas dominicales. No hace falta pertenecer a Sigma 2 ni a cualquier otra entidad demoscópica para saber cuántos fieles castellanohablantes se hacen con ella. Sea en una parroquia del centro de Barcelona o en un pueblo del interior o costero.

    Eso en lo concerniente a lo exterior. Intente conocer el interior de las personas, lo que opinan del comportamiento antievangélico de esos nazis con alba, con mitra o con cogulla. Los más sencillos se hacen evangélicos. Los más escrupulosos se atormentan, para no desertar. Se atormentan porque les sale del alma levantarse del asiento y darle un par de tortas al clérigo que disparata. No digamos si, además, les mienten en privado. He recordado una anécdota de la que fui testigo: se le recriminaba a un ex-decano de san Paciano que la hoja dominical que recomendaba leer por un texto sobre la eutanasia no estuviera también en castellano. El mosén, que sabía del desprecio a la lengua, propio y de su entorno, dijo que en el próximo número no ocurriría. Ni que decir tiene que la hoja siguió igual.
    Una frase nazi, despectiva, habitual en la clerecía y por la que muchos han puesto tierra por medio, es decir,, abandonado la Iglesia, es que "así aprenden catalán y se integran mejor". Cuántos se han alejado de la Iglesia por ese comportamiento mostrenco... No tienen que recibir lecciones de catalán de nadie, porque lo hablan muy bien, ni tienen que integrarse en nada porque son, y hablo con conocimiento de causa, quienes dan trabajo. Pero el nazismo vive en una burbuja de falsos dioses, falsos mitos, falsa superioridad.

    Llegan en su ceguera a hostigar al discrepante. Algunos artículos vergonzosos de monjes de Montserrat producen náuseas. Como las produjeron el comportamiento político de Novell, ya fuera desde el altar mayor ya fuera desde el seno de la reunión tarraconense de obispos. Supongo que a estas horas se habrán percatado del embolado doctrinal en que les metió. A mi, dicho sea de paso, su vida privada me importa un bledo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo con el Señor Valderas Gallardo.

      Lo de Novell es de Traca.

      Los que le dan la razón de su vida inmoral, son los mismos que le aplaudían con el coñazo del proces.

      Y Planellas Tarraconensis riéndose de nosotros a mandíbula batiente.

      Eliminar
  6. Con otros voluntarios mantenemos una pequeña editorial de libritos para catequesis (comunión y confirmación) los imprimimos en catalan y español destaco un dato relevante, en Cataluña vendemos casi el doble en español que en catalan.
    No somos los únicos que nos sucede, hablamos con otras editoriales y ratifican la realidad. El NAZIprogresismo eclesial (se incluyen obispos) ha destrozado la FE, cambiando a Dios por el pruces, es mas guay ir a quemar banderas españolas que rezar el rosario.

    ResponderEliminar
  7. No estoy tan seguro que sea algo neutro. Puede pensarse, con razón, que el soberanismo (que no catalanismo) sea sólo uno de los factores de la indiferencia religiosa cada vez más extendida.
    Pero eso no significa que no afecte a esa indiferencia. La Iglesia no puede hacer distingos entre sus fieles, como están haciendo algunos y pretender que no conlleva descrédito.
    Basta con observar los obispados que han procurado mantener la más estricta neutralidad en el asunto y los que no lo han hecho.

    ResponderEliminar
  8. Estos Nazis,quieren lapidar a un niño,por que quiere aprender en un idioma de su Pais,aún,no he oido ni una palabra,aunque sea por caridad cristiana ,por parte de La Santa Iglesia Cátolica para defender un niño.
    Para qué voy a ir a misa?.
    A oir qué?
    Todo una gran mentira.

    ResponderEliminar
  9. No es cierto, ni mucho menos, que el episcopado catalán en su conjunto se haya mantenido neutro. Recordemos cuando hubo el referéndum sobre el nuevo Estatut, inasumible para un católico, cómo en una nota conjunta pusieron en los platillos de la balanza dos motivos para votar en favor o no del Estatut: a favor, el que daba mayor autonomía, y en contra el ir contra la religión; y que el fiel escogiera lo que prefiriese. En ningún momento se preguntaron qué hubiera hecho Jesús, pues no lo tienen como referente. Y como en esta ocasión, en otras muchas, por acción o por omisión.

    ResponderEliminar

ESCRITOS INTERESANTES ANTERIORES

ESCRITOS INTERESANTES ANTERIORES
«De cómo fue salvada la patrona de Barcelona»
PEDERASTÍA Y HOMOSEXUALIDAD EN EL MONASTERIO DE MONTSERRAT
L'arquebisbat de Barcelona aparta un dels sacerdots de la Casa de Santiago acusat d'abusos
El Vaticà pren el control directe del bisbat d’Urgell per “liquidar” la figura del copríncep episcopal
Apostolado “Transformados”: Dejan el mundo LGTB tras un encuentro con Cristo, sin terapias
La Iglesia catalana no para de arrodillarse ante el separatismo
La Iglesia catalana, partida en dos por el derribo de una parroquia
Omella destituye a un párroco crítico con un plan urbanístico de la Iglesia en Barcelona
Centenares de catalanes acompañan a la Virgen de Fátima por el centro de Barcelona.
El párroco de la Mercè, tras la retirada de la misa: «Tal vez recibamos a las autoridades tocando a muertos»
El Clínic traslada su proyecto de centro de investigación por la imposibilidad de instalarse en una iglesia del Eixample
El gran vitrall de l’església de l’Esperit Sant se salvarà de l’enderroc
Omella no está en su mejor momento: el cambio en Barcelona se acerca
La secta de la Casa de Santiago. El escándalo que la Iglesia catalana ocultó durante 30 años
Omella envía a un cura de 72 años a comerse el Santísimo de la iglesia que quiere derribar
Derribos Omella: el arzobispo desacraliza la iglesia del Espíritu Santo de Barcelona y suspende a divinis al párroco
Los memos del Bisbat de Sant Feliu de Llobregat
El hilo que une Monserrat con el Opus Dei: 85 años de amistad y protección