El pasado jueves 5 de junio se presentó en la librería Claret el último libro del cardenal Lluís Martínez Sistach titulado Aplicació de la Sinodalitat (Aplicación de la Sinodalidad). El hecho de que el arzobispo emérito barcelonés, de 88 años, presente un libro, quiere decir que no está tan mal de salud, como las apariencias indican, cuando se le ve muy mermado físicamente en los actos públicos eclesiales, pero parece que mentalmente está mejor por el hecho de escribir y presentar ese libro. Hay quien dice que cuando el cardenal se sienta detrás de una mesa, como no se notan sus limitaciones físicas, él se siente como si fuera bastante más joven como en los años que comandó nuestra archidiócesis.
Según la versión oficial de los organizadores del acto, asistieron una treintena de personas, recordemos las diferencias de números entre la organización y la delegación del gobierno en la manifestación pepera del pasado domingo en Madrid. Lo que está claro es que si no dicen "más de treinta personas" es que estuvo por debajo de los treinta aunque se acercara. En la fotografía, solo se ven las tres primeras filas, probablemente es interesado el enfoque para que no se viera la escasa participación.
Muy poca asistencia para el que fuera máximo mandatario de la Iglesia barcelonesa y todavía cardenal de la Santa Madre Iglesia, lo que demuestra que cuando un obispo pasa a emérito, abandonan el barco como las ratas todos aquellos pelotas y aduladores que siempre quieren quedar bien con el que manda. Sistach no fue un hombre muy querido entre el clero y la feligresía de la archidiócesis. Decepcionó a uno y a otros y se rodeó de aquellos que no le hicieran la más mínima sombra y además con poco criterio propio.
En los últimos años, Sistach no ha tenido demasiada suerte, la llegada del Papa Francisco le llegó con el pie cambiado, nunca se entendió con el pontífice argentino, que desde el primer día ya estaba buscando alguien de su confianza para sustituirle, y ese alguien lógicamente era Juan José Omella, en quien confió plenamente hasta el final de sus días, y no solo para Barcelona. Y eso que Sistach se esforzó con su habitual "peloteo" hacia los de arriba por quedar bien con Francisco, pero estaba claro que el estilo del barcelonés no cuadraba con el entonces Pontífice.
Estos años de Sistach desde su jubilación han sido grises, con poco protagonismo, y con poca actividad, pocas visitas y llamadas para participar de actividades parroquiales o diocesanas. Más allá de su fiel secretario, Mn. Alfred Sabaté, que ya tiene el cielo ganado, y de sus compañeros de residencia sacerdotal, ha estado muy solo, motivo por el cual, con todo el tiempo del mundo, se ha dedicado a escribir.
Su última obra sobre la sinodalidad esperaba que fuera un bombazo por la rabiosa actualidad del tema, pero aparece cuando el Papa inventor de la "Sinodalidad" fallece y queda muy en entredicho su pontificado y sus prioridades. Es cierto que el Papa León XIV ha hecho algún guiño para los que siguen creyendo en el ideario de Francisco, pero cada día está quedando más claro que poco se parecen los dos últimos pontífices y que el Papa norteamericano-peruano va a tener otra agenda y otros objetivos pastorales.
Sistach, buscando un titular a su libro a bombo y platillo difundió aquel lema de que "solo con la sinodalidad se podrá combatir el clericalismo". Curioso que lo diga alguien que fue un clericalista de manual. La sinodalidad en su pontificado fue nula, tanto en Tortosa, como en Tarragona o en Barcelona, incluso como auxiliar, donde disponía sin consultas, incluso a las espaldas del cardenal Jubany.
Pero él siempre se intentó adaptar a los tiempos, wojtyliano con Juan Pablo II, ratzingeriano con Benedicto XVI y fallidamente beregogliano con Francisco. Ahora tendrá que adaptarse rápido al Papa León XIV y a sus nuevas consignas, pero cuando presente un nuevo libro con espíritu prevostiano ¿cuántos irán?
Francesco Della Rovere
Habría que decir a Sistach que la Iglesia tiene una estructura clerical. Aunque hay para hacer un tratado de 1000 páginas, pero es suficiente unas pequeño surtido de aceitunas rellenas de teología de bolsillo:
ResponderEliminarLa Iglesia es clerical en esencia:
"La auténtica declaración de los escritores masones es demoler el clericalismo Demoler el clericalismo hasta sus fundamentos y en sus propias fuentes de vida, específicamente en la escuela y en la familia: esta es la auténtica declaración de los escritores masones." (León XIII. Encíclica Dall’alto dell’apostolico seggio, n. 4, 15 de octubre de 1890)
La Iglesia es desigual: fieles y consagrados
Categorías distintas: los pastores y el rebaño [La] Iglesia es esencialmente una sociedad desigual que comprende dos categorías de personas: los pastores y el rebaño, los que están colocados en los distintos grados de la jerarquía, y la multitud de los fieles; y estas categorías son distintas entre sí de tal manera, que solamente en el cuerpo pastoral residen el derecho y la autoridad necesarios para promover y dirigir a todos los miembros hacia el fin de esta sociedad. En cuanto a la multitud, ella no tiene otro derecho que el de dejarse conducir y, muy dócilmente, seguir a sus pastores. (Pío X. Encíclica Vehementer nos, 11 de febrero de 1906)
Participantes de la autoridad con que Cristo forma, santifica y rige su Cuerpo:
El ministerio de los presbíteros, por estar unido al Orden episcopal, participa de la autoridad con que Cristo mismo forma, santifica y rige su Cuerpo. Por lo cual, el sacerdocio de los presbíteros supone, ciertamente, los sacramentos de la iniciación cristiana, pero se confiere por un sacramento peculiar por el que los presbíteros, por la unción del Espíritu Santo, quedan marcados con un carácter especial que los configura con Cristo Sacerdote, de tal forma, que pueden obrar en nombre de Cristo Cabeza.(Concilio Vaticano II. Decreto Presbyterorum ordinis, I, n. 2, 7 de diciembre de 1965)
Representantes de Jesucristo ante el pueblo y representantes del pueblo ante Dios
Sólo a los Apóstoles y a los que, después de ellos, han recibido de sus sucesores la imposición de las manos, se ha conferido la potestad sacerdotal, y en virtud de ella, así como representan ante el pueblo a ellos confiado la persona de Jesucristo, así también representan al pueblo ante Dios. (Pío XII. Encíclica Mediator Dei, n. 54, 20 de noviembre de 1947)
Los obispos están dotados de la autoridad de Cristo para enseñar al pueblo y apartarlo del error
Porque los Obispos son los pregoneros de la fe que ganan nuevos discípulos para Cristo y son los maestros auténticos, o sea los que están dotados de la autoridad de Cristo, que predican al pueblo que les ha sido encomendado la fe que ha de ser creída y ha de ser aplicada a la vida, y la ilustran bajo la luz del Espíritu Santo, extrayendo del tesoro de la Revelación cosas nuevas y viejas (Mt 13, 52), la hacen fructificar y con vigilancia apartan de su grey los errores que la amenazan (2 Tim 4, 1-4). Concilio Vaticano II. Constitución dogmática Lumen gentium, n. 25, 21 de noviembre de 1964
Omella tiene 79 años, y tuvo una vida totalmente pastoral y un añito de misionero por los buenos aires zaireños, con acreditada falta de especialización intelectual, fue consagrado por el inefable arzobispo Elías Yanes "El llanero solitario".
ResponderEliminarFrancisco habría tenido 88 años, por lo tanto, es 10 años mayor que Omella.
Sistach tiene 88 años, la misma edad que Francisco, un "ligerito obstáculo" para el beneplácito pontificio; ambos son iguales en edad y con más estudios y vivencia, cosa que desagradaba a Bergoglio: nadie igual o por encima de él. Además, Sistach tiene lo que Francisco odiaba: carrerismo clerical para llegar a tener cargos... quería gente que pudiera dominar, con poca capacidad y competencia intelectual.
El Cardenal Arzobispo Sistach tiene una "carrera" impresionante viendo la sublime adormecedora mediocridad del promedio episcopal actual, y claramente superior a Jorge Mario Bergoglio:
- En 1962 fue enviado a Roma para ampliar estudios de Derecho Canónico y Civil coincidiendo con el evento eclesial más relevante del siglo XX, la celebración del Concilio Vaticano II (Bergoglio estaba en Chile y Argentina y no vio nada en persona, sólo por la TV)
- Estudió en la Pontificia Università Lateranense de Roma, en la que se doctoró en 1967 en derecho civil y canónico mediante la tesis El derecho de asociación en la Iglesia, un manual múltiplemente traducido.
- De 1967 hasta 1973 fue notario del tribunal eclesiástico de Barcelona, pasando después a ejercer como juez en el mismo tribunal.
- De 1971 a 1977 actuó de subsecretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense.
- Entre 1978 y 1987 fue vicario episcopal y después vicario general de la archidiócesis de Barcelona.
- Desde 1975 fue profesor de Derecho Canónico de la Facultad de Teología de Cataluña, y en 1987 fue elegido presidente de la Asociación Española de Canonistas.
Franciscus dixit, salvo yerro:
- “Los pasos del héroe cristiano no están marcados por el afán de carrerismo, sino son respuesta a una llamada”. “El carrerismo hace tanto daño, tanto daño, porque no es comunitario, es individualista, y eso hace daño”
- "El carrerismo es una lepra, ¡es una lepra! Por favor, ¡nada de carrerismo!»
- La obsesión por «hacer carrera» es un virus que aqueja a miembros de casi todos los departamentos de la Curia romana
- La obsesión por hacer carrera, que es como la peste, es una de las formas más horribles de mundanidad que podemos tener los clérigos, el arribismo»
- Relaciona el carrerismo con la “mundanidad espiritual”, advirtiendo que reduce la espiritualidad a apariencia y orgullo
- Comparó la vanidad clerical con el pavo real (“bello de frente, miserable de atrás”), remarcando que quien se entrega a la vanidad sufre “gran miseria interior” (septiembre 2014)
- «Medidas como otorgar el título de monseñor solo a partir de los 65 años ayudaban a evitar el carrerismo clerical.»
- No había lugar para carreristas o trepadores entre el clero
Y es que era público y notorio que Francisco tenía por criterio en sus nombramiento que el elegido estuviera siempre unos peldaños, tejas y baldosas por debajo de él mismo: "Mediocris mediocrem fricat."
Por lo tanto, a todo clérigo "suficientemente preparado" le tocaba bailar con la más fea y calva: acusado de ser peste, virus, lepra, trepa, agresor, arribista, carrerista, mundanidad, miserable, pavo real, orgulloso, pura apariencia, horrible...
Por edad, experiencia y conocimiento... no, Sistach nunca fue del agrado de Francisco, y sí del joven, natural, simpatico, mediocrín, danzarín e inofensivo Omella, experto por otra parte en el arte de cazar ureñas en los cotos zaragozanos.
Desearle al cardenal Sistach paciencia, y que reflexione sobre la sinodalidad y la deriva de la iglesia en Cataluña por si él y, su pronto compañero de residencia Omella, tienen algo que ver.
ResponderEliminarQuiero preguntarles a los esclavos de su Eminencia el Cardenal Martínez Sistach si aguantar sus malas formas (gritos, llamadas impositivas a todas horas, monólogos interminables, disposición total llegando a la privación de la posibilidad de comer,... Lo que en el ámbito civil es malos tratos) si les ha ido tan bien. Ramón Batlle, para llegar al ISCREB y a Sants, Gordo obispo, Sabater y Baró canónigos, Bueno y Matabosch allí mismo donde estaban. Y Turull Sagrada Família. Aunque lo más cómico es como se arrastraba Mn. Alfred, incapaz de hacer daño a nadie, según el propio Cardenal, que le oí decir en una ocasión de él "es un secretario tan fiel que hasta me dice la hora que yo deseo que sea, cuando le pregunto por ello". Y se reía apagadamente con una media rusa burlona.
ResponderEliminarPues sus "esclavos" pueden ser víctimas muy dañadas, en serio... en salud mental y derechos personales...
EliminarLos monólogos interminables suelen obedecer a una combinación de necesidad de control, inseguridades personales, falta de habilidades comunicativas y, en muchos casos, una intención consciente o inconsciente de dominar o desgastara la víctima.
Estas conductas dicen estar asociadas a rasgos narcisistas, baja empatía y patrones aprendidos.
Su impacto en la víctima puede ser profundamente dañino, calificándolas como una forma de maltrato psicológico con necesidades de tratamiento terapéutico.
Aunque esto es evidentemente en general. No sabemos si en realidad la víctima era Sistach y ellos los beneficiarios para obtener privilegios y ventajas, al fin y al cabo para que aflojara la mosca de los cargos y sueldos, se tenía que pasar por este vía crucis...
Qué sabemos sobre la "mudez" de Omella ayer en la Sagrada Familia
ResponderEliminarLa afonía omellil es reglamentaria e imperativa
EliminarHay últimamente mucho "perro mudo"...debe ser la irrupción de León XIV que no saben si inclinarse a un lado o a otro...hay mucho juego de espejo y un "francisquita del núcleo duro" como Omella guarda silencio hasta que pueda "mover ficha"...
EliminarEl Cardenal Omella ha hecho "vino bueno" a su antecesor Cardenal Lluís Martinez Sistach.
ResponderEliminarEl des-gobierno que hay actualmente, la improvisación, la nueva organización que nos deja Omella a punto de jubilarse, el desanimo en muchos buenos sacerdotes diocesanos, algunos delegados diocesanos que no solucionan nada,...
Omella tiene sus prioridades: primero Roma, después Madrid, y al final Barcelona, esta es la cruda realidad.
Y ahora veremos quién le sustituye, otro obispo de Catalunya, o un aragones como él desea,...
No es un problema de prioridades, sino de competencia.
EliminarOmella no será, en ningún caso, compañero de residencia.
ResponderEliminarCon lo bien que se vive en Queretes, (CRETAS) en Español.
Buenos ternascos, regados con vinos de Lledo de 15 grados p'arriba, jeje.
Comentario perspicaz...
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